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6.01. Fomentar el asociacionismo
Probablemente este criterio se corresponda más con los presupuestos
locales que con un plan de urbanismo. Si se ha incluido es porque
entendemos que el plan de urbanismo ya no puede ser exclusivamente una
norma que concrete el derecho de propiedad del suelo, sino que se
corresponda con un auténtico plan estratégico de Ciudad (entendiendo
la estrategia no en el sentido militar de ganar un combate sino en el
sentido de poner los medios para conseguir un fin) que debería
contener indicaciones para la confección de los presupuestos locales.
Desde esta perspectiva el plan sería el instrumento adecuado para
recomendar subvenciones a las asociaciones locales.
6.02. Reservar espacios para entidades sin ánimo de lucro
En este caso y aun en el supuesto de que el plan de urbanismo se
dejara reservado exclusivamente a la distribución de usos del suelo y
organización del tejido y las infraestructuras, sí que debería de
encargarse de esta reserva de espacios para que las asociaciones
tuvieron lugar donde desarrollar su actividad. Por tanto, la
legislación específica que incluyera las determinaciones del plan
incluir esta reserva en forma de estándares. El problema de las
reservas de espacios previas a las necesidades es que, con toda
probabilidad, no se correspondan en el futuro con las verdaderas
necesidades sociales. Para evitarlo, más que un estándar en la ley
deberían incluirse aquellas reservas que el proceso de participación
del planeamiento determinadas entidades propusieran como necesarias
para el desarrollo de sus fines. De forma que, en realidad, la norma
regulatoria de las determinaciones del plan debería de regular el tema
como parte del proceso de participación ciudadana. No parece adecuado
dejar reservas genéricas de suelo, sino específicas para la
realización de actividades concretas con un compromiso de las
asociaciones de llevar estas actividades adelante.
6.03. Fomentar la complejidad social
El fomento de la complejidad social en forma de recomendación tal y
como aparece en este criterio resultaría una expresión demasiado vaga
e imprecisa para ser operativa. Sin embargo en este trabajo se
entendido el fomento de la complejidad social como todas aquellas
iniciativas que, de alguna forma, contribuyan a establecer contactos
entre los diferentes estratos sociales. Un ejemplo podría ser la
integración de la vivienda protegida en los edificios colectivos de
renta libre. Dado que este fomento así entendido resulta muy difícil
de incluir en una norma debería de pasar a ser una recomendación y
considerarse (por ejemplo) en las guías sobre como proyectar viviendas
sostenibles. De cualquier forma este indicador también se ha
considerado genéricamente así que se han tomado en consideración todas
aquellas referencias al tema que no tenían cabida en los demás
apartados.
6.04. Fomentar la identificación de la población con su entorno (patrimonio cultural)
Este indicador también resulta de concreción complicada. Aquí se ha
incluido cualquier referencia al patrimonio cultural e histórico, bien
sea rural o urbano. En Asturias, Cataluña y La Rioja, se han
considerado también referencias exclusivas a calidad de
vida.
6.05. Favorecer el acceso a la vivienda
También se trata de un criterio poco concreto. En este caso se ha
entendido de forma que se incluyen todas las referencias a vivienda
protegida a pesar de que algunas son muy genéricas y otras muy
específicas.