Documentos > http://habitat.aq.upm.es/lbl/a-lbl.es_33.html |
5.01. Fomentar la recogida selectiva y las redes separativas de saneamiento
Esto ya se viene haciendo de forma bastante generalizada en muchos
lugares. Sin embargo no siempre se recoge en la normativa. Ello
probablemente sea debido al hecho de la dificultad de referirse a la
casuística específica de cada localidad. Se trata, una vez más, de un
indicador más propio de una normativa local (de una ordenanza) que de
otra más general. Sin embargo es posible obligar desde un ámbito menos
local a la recogida selectiva de residuos, y llevar a las guías y
recomendaciones la bondad de utilizar redes operativas de saneamiento.
5.02. Proximidad del usuario a los sistemas de recogida
Este criterio también trata una cuestión de diseño urbano. Ello no
debería impedir que se pudieran establecer estándares de máxima
lejanía de las viviendas a los puntos de recogida. De cualquier forma
es una práctica común en el planeamiento urbanístico español no
considerar, más que en el caso de recogida neumática de basuras, los
sistemas de recogida. Esta práctica resultaría imprescindible
cambiarla ya que el equilibrio que se establece entre comodidad del
usuario, molestias y ruidos, y eficiencia en el recorrido para los
camiones, debería de estar pensada ya desde el momento de la
planificación de la ciudad. Se comprende la dificultad no sólo de
conseguirlo, sino de mantenerlo a lo largo del tiempo.
5.03. Promover reservas para compostaje y tratamiento de residuos vegetales
En determinadas tipologías de vivienda (por ejemplo, unifamiliares con
jardín) el problema de los residuos vegetales, sobre todo en época de
poda, suele dejarse sin resolver. La solución tiene que producirse
durante la etapa de planificación ya que se necesitan reservas de
suelo para el compostaje y el tratamiento de los residuos. La
necesidad de reciclaje de forma que el mismo se pudo producir en las
cercanías de la producción de residuos, de manera que no se alargue
artificialmente el recorrido de los mismos, resulta conveniente.
5.04. Utilizar sistemas de aprovechamiento de aguas grises
La utilización de aguas semi-depuradas no está exenta de polémica
debido a los problemas que puede causar en la salud de las personas si
no se tienen en cuenta las debidas cautelas. Sin embargo en este caso
la mayor parte de la legislación, tanto estatal como la autonómica, le
otorgan la debida importancia. Resulta imprescindible legislar estas
cautelas y no utilizar las aguas grises de forma indiscriminada (sobre
todo en el caso del riego). También el planeamiento urbanístico
debería incluir los planos correspondientes a estas redes de
aprovechamiento de aguas grises. Esta inclusión debería ser una
obligación impuesta desde la normativa.
5.05. Fomentar el reciclaje y la reutilización
También en este caso pudiera parecer que se trata sencillamente de una
declaración genérica de buenas intenciones. Sin embargo habría que
darle a esta declaración un contenido. Para hacerlo se podría recurrir
a diversos sistemas, desde subvenciones hasta multas el legislador
cuenta con bastantes medios para poder conseguirlo.