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Los problemas heredados de un planeamiento desarrollista y de la falta de control en las actuaciones urbanísticas convirtieron a Málaga en una ciudad deteriorada desde el punto de vista social, físico y ambiental, con pocas posibilidades de convertirse en una ciudad de referencia de la costa. La iniciativa municipal de recuperar la calidad de vida de la ciudad mediante la rehabilitación del deteriorado casco histórico, la mejora de las instalaciones y servicios municipales, y la creación de zonas verdes ponen en marcha toda una serie de programas, realizados gracias a la financiación europea a través de programas como URBAN, POMAL y FUTURES.
Estos programas se encaminan a transformar a Málaga en `capital' de la costa andaluza, frente a otras ciudades de la zona. Los programas de mejora del medio ambiente urbano pretenden convertir a Málaga en referente de calidad de vida para las ciudades que, como ella, han sufrido los procesos urbanos desarrollistas de la década de los 60 y 70, y ahora tienen que enfrentarse al deterioro de lo construido y las carencias en los servicios e infraestructuras que este modelo de ciudad ha provocado. Las actuaciones se centran en estos dos objetivos principalmente.
El primero de ellos, la rehabilitación y revitalización del casco histórico, se está concretando en la recuperación de un interesante patrimonio histórico y la rehabilitación del centro urbano desde el punto de vista físico, social y económico, lo que indica una apuesta por un modelo de ciudad compacta para esta zona, en el que se superponen diversos usos. A pesar de los esfuerzos por dinamizar la actividad económica de la zona, la rehabilitación de numerosos edificios e itinerarios, no se ha conseguido todavía fijar población en el casco histórico, aunque se ha frenado la caída del número de habitantes en las zonas próximas, lo que hace prever que en el futuro aumente la población en el casco.
El segundo de ellos es la recuperación de espacios naturales y la mejora del medio ambiente urbano, mediante la creación de redes de infraestructuras y la modernización de aquellas que se han quedado obsoletas, la eliminación de zonas industriales portuarias que han quedado encerradas en el casco urbano, la creación y recuperación de zonas verdes en el centro de la ciudad, etc.
Ambas líneas de actuación se han mantenido desde principios de la década de los 90, incorporando nuevas actuaciones a lo largo de estos años. Algunos de los nuevos objetivos del Ayuntamiento para seguir trabajando en esta línea se dirigen hacia la mejora del transporte público mediante una red intermodal, la incorporación de normativas ambientales para la edificación, etc. lo que demuestra el interés por seguir trabajando en esta dirección.
Concurso: 1998.
Calificación: AWARD.
Localización: Málaga. Provincia de Málaga, Comunidad Autónoma de Andalucía.
Presenta la práctica: Ayuntamiento de
Málaga.
Entidades colaboradoras: Departamento de
Planeamiento Urbano, Asociación Centro Histórico de
Málaga.
La ciudad de Málaga mantuvo en la primera mitad del siglo un crecimiento moderado tanto de población como en el ámbito territorial. A partir de 1960 Málaga creció de forma rápida, duplicando su población en 20 años. Este rápido desarrollo se realizó de forma desordenada sin el acompañamiento de unos niveles adecuados de infraestructuras, equipamientos urbanos y zonas verdes. Al mismo tiempo, el crecimiento hacia el exterior de la ciudad provocó la marginación y el deterioro del centro histórico. Ante esta situación, el Ayuntamiento de Málaga estableció los siguientes objetivos:
La incorporación a diversos programas cofinanciados con fondos de la Unión Europea (URBAN, POMAL, FUTURES) posibilitó la aceleración de diversos proyectos, siendo las actuaciones realizadas hasta el momento y los resultados conseguidos en cada línea de actuación los siguientes:
La ciudad de Málaga tuvo en la primera mitad del siglo XX un crecimiento de población y territorial moderado. A partir de 1960, la orientación de la economía de la ciudad hacia el sector turístico-servicios y el de la construcción, provoca una gran expansión de la ciudad, duplicando su población en 20 años (en 1960 tenía 250.000 habitantes y en 1980, 503.000 habitantes). Este fuerte crecimiento se debe a la atracción que supuso este modelo económico para la población rural, que emigraba desde el campo hacia la ciudad buscando un aumento de su renta, y que se asentaba en infraviviendas tanto en el centro de la ciudad como en la periferia.
El desarrollo económico de la zona pasó a depender de un elemento externo, como es el turismo, provocando una doble consecuencia: por un lado aumentaba el nivel de renta de la población y la estabilidad en el empleo, mientras que por otro, el modelo desarrollista de la ciudad dejaba de lado la calidad del medio ambiente lo que provocaría a posteriori graves problemas ambientales para la ciudad.
El crecimiento de la metrópoli que se realizó hacia el exterior hizo que el centro histórico quedara marginado en el proceso de transformación de la ciudad. La escasa inversión pública y privada en el centro histórico produjo un estado de degradación física, ambiental y social, lo que provocó un proceso de emigración de la población hacia la periferia, pasando de 8.968 habitantes en 1981 a 6.251 en 1995.
La ciudad de Málaga construida durante los 60 y los 70 se realizó únicamente con intereses empresariales especulativos, aprovechando el bajo coste del suelo y buscando el máximo beneficio por lo que en la mayoría de los casos no se ejecutaban las redes de infraestructuras, los servicios y los equipamientos.
A principios de la década de los ochenta se estabiliza el crecimiento de la ciudad y el principal objetivo del Ayuntamiento es lograr unos niveles equilibrados de infraestructuras de saneamiento, urbanización, zonas verdes y equipamientos.
Durante la década de los noventa el Ayuntamiento, con la colaboración de los Fondos Europeos, inicia una serie de actuaciones, para mejorar el medio ambiente urbano y alcanzar unos niveles de calidad en la ciudad.
Los objetivos generales de los programas de mejora ambiental fueron:
Estos objetivos se concretaban en otros más específicos:
A principios de los ochenta, Málaga estabiliza su crecimiento, el Ayuntamiento tiene como principal objetivo mejorar los niveles de infraestructuras de saneamiento, urbanización, zonas verdes y equipamientos comunitarios. Estas primeras actuaciones se van completando durante los noventa con actuaciones en el tratamiento de aguas y el reciclaje de residuos sólidos urbanos. Los Programas para la Mejora del Medio Ambiente Urbano de la Ciudad de Málaga no procedían de un Plan General de Actuación sobre la ciudad, sino que se fueron incorporando diferentes programas, algunos como la creación de zonas verdes o la ejecución de algunas infraestructuras en el centro incluidas en el planeamiento y que no se habían ejecutado por falta de financiación junto a nuevos proyectos de gestión de agua y residuos, y que fueron realizándose gracias a los fondos que provenían de la Unión Europea.
La configuración de Málaga permite el desarrollo de la idea de ciudad compacta, en la que se superponen los diversos usos y actividades, y en donde junto a un espacio central conviven otros espacios policéntricos, los barrios, en los que se solapan la vivienda, la actividad económica, el comercio y el ocio.
El interés municipal por la remodelación de la ciudad, y especialmente del centro histórico, se refleja en el Plan General de Ordenación Urbana, que se aprobó en 1983, en el Plan Especial del Centro Histórico de 1990 y en los Planes Territoriales de Servicios.
En un principio el Ayuntamiento abordó estos programas con fondos propios, pero fue la incorporación a diversos programas europeos (URBAN, POMAL, FUTURES) junto a la creación de la Gerencia de Urbanismo, lo que proporcionó el impulso necesario para lograr los objetivos señalados.
En 1995 se inician los proyectos más importantes, cofinanciados por la Unión Europea, que seguían dos líneas fundamentales de actuación:
Las actuaciones de rehabilitación realizadas en el período 1995-2000 sobre el centro histórico de Málaga han sido muy positivas, y se desarrollaron en tres niveles: urbanístico, ambiental y social. Los objetivos principales eran los siguientes:
Mejora del medio ambiente urbano
Las principales actuaciones son la recuperación de espacios degradados, el esponjamiento de áreas congestionadas y la creación de espacios abiertos, junto a la reforma de las infraestructuras y de la edificación.
Se elaboró un Plan del Color del Centro, que ordenaba las edificaciones según su etapa histórica (barroca, ecléctica, contemporánea y moderna) y su nivel de degradación. Para incentivar a los propietarios se establecieron subvenciones para la rehabilitación integral de los edificios o únicamente de fachadas. La rehabilitación de edificios ha tenido una gran acogida por parte de los propietarios, tal y como reflejan el número de consultas recibidas. Hasta el momento se han finalizado 155 de los 1.312 catalogados. Las previsiones para el futuro son seguir con la rehabilitación del centro mediante la financiación europea.
Otros de los programas finalizados son el embellecimiento de itinerarios botánicos y su señalización turística, la recuperación de varias zonas degradadas y la peatonalización y mejora de las infraestructuras urbanas en varios itinerarios dentro del casco. Asimismo se ha recuperado para el uso público el Parque Gibralfaro, única zona verde de grandes dimensiones en el centro de la ciudad. La actuación finalizada más emblemática del URBAN de Málaga ha sido la construcción de un túnel que ha liberado del tráfico uno de los ejes monumentales del centro, y que se inauguró en abril de 1999.
Recientemente se ha aprobado el Plan del Puerto, próximo al centro histórico, que pretende su rehabilitación e integración en la ciudad, reconstruyendo del frente marítimo y creando nuevos espacios para el ocio y el turismo.
Desarrollo del tejido económico
La intervención en el centro histórico se centra también en la potenciación del tejido económico, incentivando al pequeño empresario de la zona para modernizar sus medios productivos. Para ello ha participado activamente la asociación privada de comerciantes y empresarios `Centro Histórico de Málaga'. Hasta finales de julio de 2000 se han subvencionado actuaciones en 12 comercios, con una inversión 728 millones de pesetas, generándose 110 nuevos empleos y manteniéndose 620.
Programas de asistencia social
Ha sido fundamental tanto la asistencia social como la inversión en equipamientos, ya que se trata de una zona en la que existen problemas de prostitución, mendicidad e inmigración.
En los programas sociales se combinan tres tipos de actuaciones:
Este tipo de actuaciones se financiaron a través del Programa POMAL de la Unión Europea y se segregaron por áreas temáticas:
Tratamiento de aguas residuales
La depuradora existente en el oeste, junto a la construcción de una depuradora en el este de la ciudad, está permitiendo tratar unos 183.000 m3 diarios de agua, que afectan a 220.000 habitantes, y solucionar el vertido de aguas sin depurar a las zonas turísticas. El próximo objetivo en este área es la modernización de los colectores de saneamiento, situados a lo largo del litoral y el proyecto de abastecimiento para una zona del ensanche de la ciudad.
Recuperación de residuos sólidos
Para la recogida selectiva se plantearon 2.000 m2 de superficie para centros intermedios distribuidos en diferentes barrios de la ciudad. En principio, estos centros de recogida tuvieron la oposición vecinal, que se venció cuando se puso en marcha el primero de ellos y vieron que eran puntos limpios de recogida y no pequeños vertederos.
Después de la recogida selectiva, la recuperación de residuos se realiza en una planta de tratamiento que diferencia dos procesos: reversión de elementos inorgánicos y compostaje de la fracción orgánica para producir abono que posteriormente se vende a una empresa. Actualmente se tratan 720 toneladas al día, y se producen 37.000 toneladas al año de compost.
A partir de junio de 2001 entra en vigor la nueva Ley de Envases y Residuos, por lo que se ha contemplado en el proyecto una fase posterior en la que se procesen los envases por separado, y para la que habrá que adaptar el sistema de recogida.
Recuperación de espacios naturales y zonas verdes
Se han renovado 1.080.000 m2 de zonas verdes distribuidos en cinco parques, dos de ellos situados en el centro de la ciudad y que no se utilizaban por sus malas condiciones. Esto ha supuesto que se haya triplicado la superficie de zona verde útil por habitante.
Corrección y prevención de la contaminación acústica
Se elaboró un mapa de ruidos de la ciudad para detectar los espacios y momentos más ruidosos sobre los que había que intervenir.
Sensibilización ciudadana hacia las cuestiones ambientales
Este programa está destinado principalmente a la infancia y juventud, para que mediante medios didácticos detecten los principales problemas del medio ambiente urbano. Para ello se puso en marcha un autobús ambiental que recorre los barrios de la ciudad y que, a diciembre de 2000, había realizado 239 itinerarios, en los que participaron 88 colegios, 11.944 alumnos y 474 profesores.
En abril de 1999 se realizó un encuentro sobre Ambientes Urbanos Históricos, al que se invitaron a los proyectos URBAN que se están realizando en España, y en el que participaron 110 personas.
En diciembre de 2000 se puso en marcha la página web de URBAN-Málaga, en la
dirección http://www.urbanomalaga.com/ NO FUNCIONA
http://www.ciedes.es/prologo.htm???
http://www.urbalmalaga.com/
Transporte y accesibilidad
Sólo el 20% de los ciudadanos de Málaga utilizan el transporte público para moverse por la ciudad, y este índice tiende a disminuir ya que la red de transporte público no puede absorber la demanda de una ciudad de más de 500.000 habitantes.
Desde 1995 el Ayuntamiento de Málaga trabaja con la Junta de Andalucía y el resto de los ayuntamientos del área metropolitana en un Plan Intermodal de Transporte para evaluar, planificar y programar la red de transporte integrada para toda el área metropolitana de cara al 2007. De esta manera, se pretenden aprovechar las ventajas de distintos tipos de transporte, potenciando la red de aparcamientos públicos junto a una red de metro ligero.
Todas estas iniciativas, cofinanciadas la mayoría de ellas con fondos europeos, requerían un seguimiento objetivo para evaluar la capacidad que tenían de mejorar la calidad de vida en Málaga. Para ello se establecieron una serie de indicadores, que pretendían ser sencillos y comprensibles, y que reflejaran la dinámica de la ciudad hacia el desarrollo sostenible en los aspectos sociales, ambientales y económicos. Se pretende ir completando este sistema de indicadores, a medida que se avance en este tipo de programas.
Desde 1998, año en que Málaga recibió el premio AWARD en el Concurso de Buenas Prácticas por sus Programas de Mejora del Medio Ambiente Urbano, el Ayuntamiento ha seguido trabajando en estos temas, intentando ampliar su aplicación en las políticas municipales. Se ha continuado por la rehabilitación del casco histórico y actualmente se están planteando el transporte intermodal para la ciudad y algunas políticas para la construcción de edificios sostenibles.
En la actualidad el grado de ejecución de los proyectos planteados es casi del 100%. El seguimiento del programa se realiza trimestralmente a través de indicadores económicos, físicos, de impacto y empleo que muestran el valor de lo realizado en función de lo programado inicialmente.
Los programas de mejora del medio ambiente urbano son la plasmación técnica y sobre todo económica de unas propuestas realizadas inicialmente en el planeamiento en las que Málaga fue pionera, obteniendo el Premio Nacional de Urbanismo en 1985.
En 1995 se aprobó la Carta Verde de Málaga que contiene una Agenda 21 Local en la línea que proclamó la conferencia de Río de Janeiro en 1992. La Carta ha sido firmada por más de 150 instituciones, empresas y colectivos de la ciudad, y recientemente ha recibido el II Premio Europeo a la Ciudad Sostenible de 1997, otorgado por el Consejo de Municipios de Europa. En 1998 este conjunto de programas fue incluido entre las 10 mejores prácticas urbanas mediante el premio del Programa de Buenas Prácticas de Naciones Unidas. Todas estas distinciones han servido para consolidar este tipo de actuaciones de mejora del medio ambiente urbano en la ciudad de Málaga.
También hay que destacar que el desarrollo de los programas ha modificado internamente los mecanismos de gestión municipal, modernizándolos en el trabajo cotidiano que supone el cumplimiento de unos objetivos en el tiempo.
Se plantea la idea de sostenibilidad como la búsqueda de un desarrollo urbano armónico y enfocado hacia la calidad de vida de sus ciudadanos. De este modo, el concepto de sostenibilidad supondrá una mejora de la calidad paisajística y estética de los recorridos urbanos en una ciudad que heredó del desarrollismo económico graves carencias de infraestructuras ambientales que perjudicaron su calidad de vida.
En el ámbito del tratamiento de agua y del reciclaje de residuos se pretende llegar al 100% y al 95% respectivamente en la recuperación de recursos manteniendo el desarrollo de los proyectos después de la inversión inicial con fondos públicos municipales y la implicación del sector privado.
En cuanto al centro histórico y los parques urbanos, el mantenimiento de la inversión realizada en infraestructura será municipal aunque el esfuerzo principal en la recuperación de la edificación será privado. A partir de los distintos programas de actuación, se pone en valor la zona histórica, cultural y turística de la ciudad, aunque los problemas de sostenibilidad en la marginalidad social se mantienen como una cuestión de muy difícil solución.
El rápido y desordenado crecimiento económico y urbano de Málaga aún habiendo seguido las pautas clásicas europeas de desarrollo urbano, contiene elementos de desarrollo dependiente, habituales en países o territorios en vías de desarrollo. Por ello, las similitudes a los procesos conocidos en Málaga quizás sean de mayor utilidad a nivel de ciudad global en Latinoamérica, África o Europa del Sur. No obstante, la rehabilitación del centro histórico, en lo que se refiere a las intervenciones en la edificación o tratamiento de color de los edificios en función de su etapa histórica, pueden tener una aplicación general, como se puede apreciar en la red medioambiental creada en Vicenza por el programa URB-AL, de la que la ciudad de Málaga ha sido elegida como candidatura.
Desde el comienzo de la iniciativa URBAN se tuvo en cuenta la participación de la comunidad, y para ello se creó un comité ciudadano para la participación, pero éste, por diversas cuestiones, no ha tenido continuidad en el tiempo. El único colectivo que ha continuado participando es la Asociación Centro Histórico de Málaga de comerciantes y pequeños empresarios y las ONGs que participan en los programas de bienestar social. Actualmente los vecinos pueden participar a través del Área de Bienestar Social.
Sin embargo, la dificultad de romper la inercia en las actuaciones públicas y en la ciudadanía, que en principio parece ajena a estos temas, hace que siga siendo una cuestión minoritaria, que no ha calado como método de trabajo en el medio ambiente urbano.
Pedro Marín Cots
Jefe del Servicio de Programas del Ayuntamiento
Ayuntamiento de Málaga
Av. Cervantes, 4
Málaga 29016
Telf: (952) 13 52 42
Fax: (952) 13 54 20
e-mail: pmcots@ingenia.es
Departamento de Planeamiento Urbano
Ayuntamiento de Málaga
Julio García Vilanova
C/ Palestina, 7
29007 Málaga
España
Telf: 952 13 57 55
Fax: 952 13 57 15
Asociación Centro Histórico de Málaga
Francisco Martín Rojas
C/ Especerías, 5
29005 Málaga
España
Telf: 952 21 97 91
Página en Internet de URBAN-Málaga http://www.urbanomalaga.com/ NO FUNCIONA
| Documentos > http://habitat.aq.upm.es/evbpes/abpes_8.html |