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Buenas Prácticas > Concurso Internacional > 2008 > http://habitat.aq.upm.es/dubai/08/bp1956.html   
El caso del Andador Santo Domingo-El Carmen (San Cristóbal de las Casas, México)

Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 2008, y catalogada como GOOD. (Best Practices Database)
País/Estado — México
Región según Naciones Unidas — América Latina
Región ecológica — montañosa
Ámbito de la actuación — pueblo
Agentes — gobierno central; gobierno local; sector privado; organización no gubernamental (ONG).

Categorías — Erradicación de la pobreza: generación de ingresos; creación de puestos de trabajo; formación profesional. Participación ciudadana y riqueza cultural: participación comunitaria; educación cívica; respeto a la diversidad cultural.


Contacto Principal

Patronato Chiapas, Mejoramiento Integral de Poblados A. C — organización no gubernamental (ONG)
Katyna de la Vega Grajales [katynadelavega@prodigy.net.mx]

Ayuntamiento 85,
CP 04000, Colonia Villa Coyoacan. Delegación Coyoacan,
Distrito Federal, México.


Tel: + 52 55  5658 9080,
      +52 55  5658 8107,
Fax:  +52 55  5658 8107.


Socio

Secretaría de Turismo Federal (Sectur) — gobierno central
Alejandro Moreno Medina [amorenom@sectur.gob.mx], subsecretario de Operación Turística[1]

Calle Presidente Masaryk, 172, Piso 8,
CP 11587, Colonia Chapultepec Morales, Delegación Miguel Hidalgo,
Distrito Federal, México.

Tel: +52 55 1036 0795,
     +52 55 3002-6350 Ext. 2560.
Colaboración financiera.


Socio

Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) — gobierno central
Ernesto Cordero Arroyo[2]

Calle Reforma 116, piso 17,
CP 06600, Colonia Juarez, Delegación Cuauhtemoc,
Distrito Federal, México.

Tel: +52 55 5328 5022,
     +52 55 5328 5000 Ext. 50611.

E-mail: secretario@sedesol.gob.mx
Colaboración financiera.
Colaboración administrativa.

Socio

Gobierno del Estado de Chiapas — gobierno local
Roberto Albores Guillen [candelaria02_02_@yahoo.com.mx], ex-gobernador del Estado de Chiapas[3]

Palacio de Gobierno, piso 1,
CP 29000, Tuxtla Gutiérrez, 
Chiapas, México.

Tel: +52 961 61 88056,
     +52 961 61 88057,
Fax: +52 961 61 88050 Ext. 21120.
Colaboración financiera.
Colaboración administrativa.


Socio

Secretaría de Turismo de Chiapas — gobierno local
Roberto Armando Albores Gleason, actual secretario de turismo

Bulevar Belisario Domínguez 950, 
CP 29060, Tuxtla Gutiérrez,
Chiapas, México.

Tel: +52 961 61 70550. 
E-mail: st@turismochiapas.gob.mx
Colaboración financiera.
Colaboración política.


Socio

Ayuntamiento Municipal de San Cristóbal de las Casas — gobierno local
Mariano Díaz Ochoa, presidente municipal

Plaza 31 de marzo s/n,
CP 29200, San Cristobal de las Casas, 
Chiapas, México.

Tel: +52 967  678 0660,
     +52 967  678 0715,
     +52 967  678 0730,
Fax: 52- 967  672 0665.
Colaboración administrativa.
Colaboración financiera.


Socio

Consorcio Comex S.A — sector privado
Armando Reza [areza@comex.com.mx], gerente de vinculación

Bulevar Manuel Avila Camacho 138,
Penthouse 2, CP 11000, Colonia Lomas de Chapultepec,
Distrito Federal, México.

Tel: +52 55 5284 1600,
Fax: +52 55 5864 0784.
Colaboración financiera.


Socio

FEMSA Coca Cola — sector privado
Homero Valdivieso [hvaldiviesoc@kof.com.mx], gerente de Planta Chiapas

Periferico Nor Poniente  89,
CP 29260, Explanada de San Felipe,
San Cristobal de las Casas,
Chiapas, México

Tel: +52 963 67 84105,
     +52 963 67 81310,
     +52 963 67 82350.
 
Colaboración financiera.

Resumen

El proyecto general del Patronato Chiapas es pionero en su género en Chiapas y en México. Surgió de la gente para trabajar con la gente, se inició con éxito en la ciudad de Comitán (1993)[4] y posteriormente le experiencia se transfirió a 32 poblados y cinco ciudades de Chiapas, uno de ellos San Cristóbal de las Casas (1999), a solicitud de las autoridades locales y los habitantes de esa ciudad.

El propósito de trabajar en San Cristóbal de las Casas fue convocar, vincular y coordinar la colaboración comprometida y responsable entre las autoridades locales, estatales o federales, los habitantes en general y los actores sociales de la ciudad para promover la mejora de la calidad de vida de la población, recuperar la dignidad ciudadana, reconstruir el tejido social, fortalecer las identidades culturales, reforzar la traza urbana y recuperar los espacios públicos (elementos que se reflejan en la protección del patrimonio tangible e intangible de la ciudad); mediante la revitalización urbana sostenible de su centro histórico.

El patronato trabajó en ello, partiendo de un proceso constructivo de la voluntad social y realizando un diseño novedoso, integral e innovador: la construcción del Andador Eclesiástico Santo Domingo-El Carmen a lo largo de las calles que conforman la espina dorsal de la ciudad (dos kilómetros de largo). Se trata de la avenida transversal que, durante la Colonia, se iniciaba en la puerta de acceso conocida como Arco del Carmen y terminaba en el templo de Santo Domingo, lugar que fungió como centro doctrinal de los indígenas cristianizados.

El proyecto y la ejecución del andador se concibió, también, para recuperar y cuidar el patrimonio edificado de la ciudad de los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX (con arquitectura colonial, renacentista y vernácula). El Patronato Chiapas concibió esa histórica avenida como punto de encuentro de los diversos pobladores y mundos, de convergencia de los contrarios y diálogo de los seres humanos entre sí. Lo concibió como un andador en el cual, y por medio del cual, se alcanzaran los objetivos de la recuperación de la forma de vida, así como de la dignidad ciudadana, el fortalecimiento de las identidades culturales y la mejora de la calidad de vida.

El propósito fue ambicioso y debía atender una situación social delicada, pues desde la segunda mitad del siglo XX la ciudad había venido experimentando diversas modificaciones que alteraron su tejido social; primero las producidas por la introducción de un concepto de modernidad ajeno a las características históricas de la ciudad; segundo por el asentamiento de numerosos grupos indígenas en los contornos de la ciudad (1980), quienes fueron expulsados de sus comunidades por motivos religiosos; y después (1994), por las incontenibles inmigraciones ligadas al levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

Los contornos, las reservas ecológicas, las plazas, los espacios públicos y los paseos tradicionales fueron presa de la invasión, generando una pérdida de espacios públicos y una improvisación de viviendas, mercados y servicios públicos. El éxito del andador es contundente, además de ser el sitio de encuentro y diálogo de la diversidad y la fraternidad, favoreció notablemente la reactivación económica de la ciudad, al generar empleos e impulsar la comercialización de productos regionales y artesanales: joyería, tejidos, gastronomía, dulcería y panadería.

Fechas Clave

Descripción

Situación previa a la iniciativa

San Cristóbal de las Casas, ciudad chiapaneca de larga tradición e historia, fue sede episcopal de Fray Bartolomé de las Casas, de quien toma el nombre. Es la antigua capital de Chiapas (hasta 1892) y el centro cultural de la región Altos, donde conviven pobladores de diversas procedencias continentales, nacionales y étnico-tradicionales. Actualmente es la ciudad más importante de Chiapas en términos de diversidad cultural y de turismo. Su superficie es de 484,4 kilómetros cuadrados y su población asciende a 132.421 habitantes, de los cuales el 25% es indígena, predominantemente tzotzil y tzetzal. Hasta mediados del siglo XX, su desarrollo conservó los patrones comunes al desarrollo del país, manteniendo la traza urbana y las relaciones sociales dentro de los niveles armónicos. A partir de los años 80 (siglo XX) ocurrió un cambio drástico derivado de fenómenos sociales muy fuertes que implicaron rupturas serias del tejido social de la entidad, como las expulsiones indígenas por motivos religiosos. San Cristóbal fue el lugar de refugio de esta población expulsada, duplicando su tasa poblacional en escasos tres años, pues hubo de absorber a más de 35 mil expulsados, con las consecuentes problemáticas de desempleo, hacinamiento, tensiones y colapso ambiental.

Los años noventa favorecieron inmigraciones incontenibles al cobijo del levantamiento armado del EZLN; contornos, reservas ecológicas, paseos tradicionales y espacios públicos fueron invadidas por unos 25 mil campesinos de las regiones de Los Altos y La Selva, propiciando problemas de vivienda y servicios sin solución completa hasta hoy. Históricamente, San Cristóbal de las Casas ha sido el punto de convergencia y resguardo, ya fuera de los indígenas emancipados de los siglos XVI y XVII o de los indígenas expulsados en el siglo XX.

Establecimiento de prioridades

En 1997 las autoridades municipales y un grupo de ciudadanos preocupados por el destino de su ciudad contactaron a Katyna de la Vega, presidenta del Patronato Chiapas, para hablar sobre la posibilidad de hacer en San Cristóbal de las Casas trabajos sociales y urbanísticos similares a los de Comitán, Chiapas. Como primer paso el Patronato Chiapas propuso constituir una asociación civil local, nombrada Capítulo San Cristóbal. Ambas asociaciones se encargarían de concebir y ejecutar acciones para rehabilitar la ciudad, fortaleciendo la identidad y dignidad de los pobladores mediante su participación a favor de la conservación, valoración y mejoramiento del patrimonio edificado, cultural y natural, a modo de incidir positivamente en la reactivación económica y turística hacia el desarrollo sostenible, a partir de la concientización permanente de la población.

El segundo paso se dio en colaboración con el Ayuntamiento y consistió en promover y elaborar el Plan Parcial de Ordenamiento Territorial y su respectivo Programa Parcial del Centro Histórico. A partir de los resultados de ese plan, se determinaron acciones para ganar espacios públicos, alcanzables mediante trabajos de imagen urbana en inmuebles de valor para los habitantes y fortaleciendo la traza de la ciudad con la peatonalización de doce paramentos de su avenida principal —que comienza en el Arco del Carmen, antigua puerta del mundo colonial (con su templo y ex convento) y que concluye en el templo de Santo Domingo, edificio religioso que durante la Colonia fungió como centro evangelizador y de adoctrinamiento de los indígenas de la región de Los Altos. Se logró elaborar y ejecutar el proyecto para construir un andador peatonal con el que se amplió el espacio público para el disfrute del Centro Histórico, reforzando así el encuentro y el diálogo amable entre los habitantes.

Los procesos y costos que implicaba este trabajo de tal relevancia eran importantes, por ello la presidenta del patronato, apoyada por los integrantes del Capítulo San Cristóbal, realizó una intensa labor de gestión social, de concientización y de gestión financiera. Se requirió además vincular y coordinar la colaboración comprometida y responsable entre las autoridades locales, estatales y federales como la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la iniciativa privada (Coca Cola y Comex), los habitantes y los actores sociales de San Cristóbal. Tarea que Katyna de la Vega logró con éxito, pues ella no sólo consiguió recursos financieros de los programas de gobierno federal y del gobierno estatal, también logró que todos los implicados sumaran voluntades y persistieran en el proceso de principio a fin.

Debido a los alcances y costos del proyecto del andador, éste se realizó en diferentes etapas. A grosso modo consistieron en: remoción del piso, colocación de cableado subterráneo y trabajos de imagen urbana en doce paramentos. Paralelo a la construcción del andador se realizó la restauración en edificaciones (como la antigua casa del conquistador Diego de Mazariegos), la rehabilitación de dos plazas públicas, así como la instalación de infraestructura hidráulica y de cableado subterráneo en 54 manzanas del centro histórico, equivalentes a 216 kilómetros, aproximadamente.

La importancia del trabajo urbanístico y arquitectónico en un fenómeno de carácter social resulta más que evidente en este caso. El diseño del andador fue cuidado a detalle: tuvo el propósito de unir dos mundos en encuentro y diálogo: el prehispánico y el occidental o cristianizado. Con ese propósito, el diseño del piso que corre del Arco del Carmen a la Plaza de la Paz integra algunos símbolos provenientes de la cristiandad, como son el arco de medio punto y la cruz, reproducidos en laja, piedra y materiales de la región. Por otro lado, el diseño del piso que corre de la Plaza de la Paz al templo de Santo Domingo integra algunos símbolos de los pueblos tradicionales de Chiapas, como es un tapete maya con grecas y figuras de animales.

Formulación de objetivos y estrategias

Desde sus orígenes, en el Patronato Chiapas ha sobresalido el liderazgo femenino, comenzando por su presidenta y fundadora, Katyna de la Vega, e incluyendo la destacada labor de la arquitecta Marirrós Bonifáz y las diversas personalidades del sector empresarial, como Mercedes Cerdio. Las estrategias básicas de esta iniciativa han caracterizado el trabajo del Patronato Chiapas en toda la entidad y son: Posteriormente, el patronato, en interacción con el Capítulo San Cristóbal, la sociedad civil y las autoridades, locales procedió a:

Movilización de recursos

El Patronato Chiapas y los capítulos integrados en diversas ciudades nunca han pretendido sustituir o eliminar la responsabilidad de las autoridades y la población civil en cuanto a las tareas para la mejora de la calidad de vida. Más bien han procurado que cada quien tome conciencia de su papel como agente de cambio. Por tal motivo, al trabajar con las autoridades en sus distintos niveles, tanto el patronato como sus capítulos firmaron convenios no sólo para impulsar e implementar iniciativas de ley, normas y reglamentos encaminados a proteger, integrar y promover las acciones de salvaguarda del patrimonio tangible e intangible. También se firmaron convenios para la obtención continua de fondos a fin de garantizar la adecuada conclusión de los proyectos y las obras. Ante la iniciativa privada, la estrategia para obtener fondos consistió en identificar y contactar a los donadores potenciales para darles a conocer los alcances y beneficios sociales del proyecto a realizar. Y desde los primeros acercamientos se logró sensibilizarlos sobre la importancia y alcances que provocaría su inversión. El proyecto para el Andador Eclesiástico Santo Domingo-El Carmen contó con el apoyo financiero de los gobiernos municipal y estatal y de las instancias federales Sedesol y Sectur, a través del programa federal Pueblos mágicos. La aportación de la Comisión federal consistió en otorgarnos tarifas preferenciales en lo referente al cableado subterráneo. Por parte del Consorcio Comex (iniciativa privada) el apoyo consistió en otorgarnos precios especiales para la pintura, para la capacitación gratuita a los trabajadores locales para aprender técnicas tradicionales de aplicación de color (pintura a la cal) y para el conocimiento y manejo de las paletas de colores; capacitación que, en el futuro, siguió generándoles ingresos económicos. Femsa Coca-Cola ayudó a financiar la señalización comercial acorde con el entorno arquitectónico.

En resumen, la presidenta del Patronato Chiapas gestionó, obtuvo e invirtió un total de 31.589.091 pesos mexicanos, suma a la que ascendió el costo total del andador (la suma equivale a 3.231.818,93 dólares estadounidenses, tomando el tipo de cambio promedio de los años 1997 al 2005, que fue de 9,7744 pesos por dólar)[5].

El INAH y el Consejo Internacional de Sitios y Monumentos (ICOMOS Mexicano) apoyaron al patronato con recursos en especie. El INAH al asesorarlo en lo referente a la restauración o integración al contexto de inmuebles coloniales ubicados a lo largo del andador, como el arco mudéjar del Carmen, la casa del conquistador Diego de Mazariegos o el templo de la Caridad. El ICOMOS con asesoría de expertos para evaluar los proyectos y recomendar a arquitectos, restauradores y urbanistas. En lo que se refiere a recursos técnicos y administrativos, el patronato recibió el apoyo y asesoría de especialistas en historia, sociología, antropología y de otras disciplinas. La mano de obra y los materiales empleados fueron 100% de la región, además se ocuparon un 80% de proveedores locales.

Proceso

Las condiciones sociales, económicas, culturales y nacionales en las que se impulsó el proyecto y la obra para el andador de San Cristóbal de las Casas eran sui generis. En primer término porque esta ciudad se encuentra entre aquellas con mayores índices de pobreza, marginación y emigración de México. En ese contexto, se trataba del segundo andador que se construía a nivel nacional, después del de la ciudad de Oaxaca; ambos sitios poseedores de valiosas riquezas arquitectónicas coloniales, aunque Oaxaca también se encuentra entre las ciudades con mayores índices de pobreza. El proyecto, a pesar de ser novedoso para la población local y para la entidad, tuvo cierta oposición, pues los habitantes de San Cristóbal no se imaginaban ni creían que, al ordenar el uso de suelo a lo largo de la avenida con el mayor número de inmuebles valiosos desde el aspecto arquitectónico e histórico, y cambiar el giro de los comercios hacia el turismo sostenible, pudiera generarse derrama económica local e incrementarse la plusvalía de sus predios, que hacia 1998 era muy baja, como en el resto de los centros históricos del país.

Algunos sectores de la población mostraron renuencia al proyecto porque, aunado a la problemática general de San Cristóbal, el Centro Histórico vivía un gran desorden urbano y serias dificultades viales, por tanto no consideraban apropiado favorecer el encuentro de las personas cerrando calles, más bien pensaban que la solución era crear mayores accesos vehiculares hacia el centro de la ciudad. Algunos dueños de los inmuebles ubicados sobre el andador no deseaban que sus calles se cerraran por pensar que iban a ser invadidas por el comercio irregular (ambulantes), actividad que se había incrementado como medio de subsistencia, sobre todo por parte de los inmigrantes de 1994. Así mismo, pedían que primero se resolviera el problema de red pluvial, cuyas fallas provocaban frecuentes inundaciones de sus calles e inmuebles.

Otra dificultad que tuvo que enfrentar el patronato surgió luego de terminado el proyecto y estuvo asociada con el diseño del piso para el andador, pues no aceptaban completamente los motivos indígenas propuestos para uno de los tramos, ya que les remarcaba la muy reciente problemática social generada por el movimiento zapatista. Se tuvo que hacer un intenso trabajo de concientización para que quedara muy claro el motivo histórico-cultural que se pretendió lograr con el diseño. Ninguno de los problemas enfrentados quedó sin solución. La ordenación del uso del suelo permitió que, del año 1999 al 2008, la plusvalía se incrementara un 130% aproximadamente; la mayoría de los propietarios combinó el uso de suelo como vivienda y comercio (dirigido al turismo) y hoy perciben ingresos ya sea por la renta de su local, cuyo costo oscila entre los 10.000 y los 30.000 pesos; o por la apertura de hostales, cafeterías, venta de artesanías y otros. Se abrieron fuentes de empleo gracias a los nuevos comercios, aproximadamente 46, que emplean de forma fija unas 150 personas, con sueldos mínimos de aproximadamente 2.000 pesos mensuales.

Muchos de los expulsados de sus comunidades originarias, por lo general campesinos, se convirtieron en artesanos y proveedores e hicieron prosperar ese rubro de la economía, sobre todo en la joyería (trabajos en plata y ámbar) y en los tejidos típicos. Las asociaciones locales que se involucraron con el proyecto fueron:

Los grupos y asociaciones más fuertes de ese momento se juntaron, nos dieron respaldo y fungieron como redes de repetición de lo que el patronato proponía hacer dentro de la ciudad. La academia, las asociaciones y la radio fungieron como voceros y difusores de los objetivos, los avances y los beneficios del proyecto. Su participación generó confianza entra la gente. Los bancos y Coca Cola hicieron aportaciones en especie para hacer folletería y trípticos. La aportación de Coca Cola sirvió para hacer la señalización comercial acorde con el entorno arquitectónico, que sirvió como modelo para que el resto de los comercios del Centro Histórico se ordenara. Los habitantes, el gobierno local y el Patronato Chiapas evaluaron el rendimiento del proyecto estableciendo reuniones periódicas para revisar el cumplimiento de los objetivos, también formaban comisiones para hacer visitas in situ. Éstas incluyeron al personal del gobierno de cualquiera de sus tres niveles implicados.

Otra herramienta de medición fue tomar como referencia la manera y el tiempo en que solucionaban los problemas que surgían y el cumplimiento de los tiempos para las obras del andador. Para lograr la transparencia se decidió, por consenso, que los recursos gestionados por la presidenta del patronato fueran manejados por el gobierno municipal y supervisados por las autoridades estatales y federales y por la población en general. Esta transparencia se garantizó con el ejercicio de auditorías públicas que regularmente realizó el gobierno de la entidad. Actualmente, un número considerable de estudiantes están desarrollando sus tesis de grado analizando y estudiando los diferentes aspectos que abarcó y resolvió la construcción del andador.

Resultados obtenidos

Todos los resultados obtenidos por el Patronato Chiapas con el Andador Eclesiástico Santo Domingo-El Carmen fueron positivos: mediante sus intervenciones se logró detener y revertir el deterioro urbano, social y cultural que estaba viviendo una parte esencial de la ciudad de San Cristóbal de las Casas. Se incentivó la participación social comunitaria; se reforzó el tejido social, la identidad y el arraigo; así mismo, se contribuyó al combate de la pobreza al introyectar en la ciudad riqueza arquitectónica, cultural y artística. Hoy por hoy, el andador es el lugar más concurrido de la ciudad y, gracias a él, fue posible apoyar la reconstrucción del tejido social del lugar y favorecer, notablemente, la reactivación económica de un importante sector de la población al generar empleos e impulsar nuevos comercios con productos regionales, gastronómicos y artesanales. Es necesario resaltar que el Patronato Chiapas y la sociedad condicionaron a las empresas constructoras para que capacitaran a los empleados locales en el aprendizaje y empleo de técnicas tradicionales constructivas y uso de materiales de la región, como el bajareque y la argamasa. Un número importante de arquitectos recién egresados también tuvieron oportunidades de adquirir experiencia aplicando sus conocimientos en esta obra, o haciendo propuestas y sugerencias para mejorar los proyectos que el patronato iba gestionando y sometiendo a consenso ante la población. La capacitación recibida por los trabajadores les sirvió para continuar prestando sus servicios en las casas donde los propietarios desearon replicar el trabajo realizado en el andador.

El Plan Parcial para la ciudad y su reglamento fue y sigue siendo un instrumento valiosísimo para determinar su situación e identificar las mejores alternativas de solución a las problemáticas de la ciudad. Basados en estos instrumentos legales, los dueños de los inmuebles intervenidos ampliaron sus posibilidades de generar ingresos por concepto de turismo, pues mediante la rehabilitación y la conservación de su casa también lograron que sus propiedades combinaran su uso de suelo. Los pocos inmuebles que tenían locales cambiaron el giro de sus negocios por otros más redituables: se abrieron otros locales que funcionaban como hostales, restaurantes, cafeterías, joyerías y tiendas de artesanías. También se creó un centro de convenciones que acoge eventos sociales. Los cambios positivos provocados por el andador favorecieron el incremento de la plusvalía —de 1999 al 2008 ésta ascendió a un 130% aproximadamente— y crearon condiciones para satisfacer las demandas del turismo local, nacional e internacional. La intensa gestión social y la acertada vinculación entre las autoridades, la población y el Patronato Chiapas demostró a la sociedad de San Cristóbal de las Casas, de Chiapas y de México que es posible sumar esfuerzos y voluntades a favor de una mejora en la calidad de vida para todos los sectores de la población, sobre todo para aquellos que experimentaron la expulsión de sus propias comunidades. Demostró, además, la necesidad y posibilidad de propiciar el diálogo entre población y autoridades para, juntos, colaborar en la tarea de diseñar reglamentos y leyes enfocados a conservar, reorganizar o planear el desarrollo de su ciudad, espacio contenedor de todos los imaginarios. Por lo anterior, se crearon otras organizaciones sociales en defensa del patrimonio tangible e intangible y se llevaron a cabo foros y talleres, buscando acentuar más la procuración de las formas de vida propias del lugar. Para las autoridades locales y la población de San Cristóbal quedó claro que la capacidad de las instancias estatales y federales para contribuir al fortalecimiento y la mejora de un poblado o ciudad es más efectiva cuando son los propios habitantes quienes asumen un papel activo como agentes de cambio.

Por último, el papel desempeñado por la presidenta del patronato y el activo rol de mujeres arquitectas y empresarias favoreció el empoderamiento femenino y la equidad de género.

Sostenibilidad

La experiencia surgida en San Cristóbal de las Casas es sostenible porque ha logrado mejorar el medio ambiente construido o ciudad, donde se generan los problemas directamente asociados a aspectos básicos de la calidad de vida: conformación del tejido social, espacios públicos, infraestructura urbana, vivienda, lugares patrimoniales, etc.

El proyecto se realizó y ejecutó sin generar al Ayuntamiento endeudamientos por préstamos y sin producir gastos a las personas directamente beneficiadas por las obras, pues Katyna de la Vega se encargó de convencer a las autoridades de no compartir costos con las personas directamente beneficiadas, por ser éste el primer y único trabajo para la ciudad a gran escala. El objetivo era mostrar a la gente lo que se puede lograr con la revitalización y cuidado de sus viviendas y el entorno, para que después ellos lo reprodujeran en otros lugares de la ciudad. Evitar endeudamientos fue un logro importante, ya que se trata de una entidad catalogada como una de las más pobres de este país.

La estrategia empleada tuvo dos vertientes: identificar y emplear eficientemente los programas estatales y federales existentes para el desarrollo económico y social, y gestionar la participación comprometida de la iniciativa privada.

La sostenibilidad también tuvo lugar porque se logró convertir a esta importante avenida en un lugar turístico y comercial acorde con las características del Centro Histórico. Además, con la revitalización urbana de doce paramentos (dos kilómetros), se generaron espacios para la recreación y el esparcimiento, se disminuyó significativamente la contaminación ambiental, visual y acústica y se revirtió el deterioro del paisaje y tejido urbano.

El proyecto es sostenible porque ha logrado la inclusión de las autoridades en sus distintos niveles y del mayor número de actores sociales: la asociación civil denominada Capítulo San Cristóbal, representantes de barrio, líderes comunitarios y de opinión, asociaciones de comerciantes y empresarios locales. Todos los implicados lograron establecer y ejecutar acciones a partir del consenso de la población, respetando, en todo momento, la diversidad cultural para lograr un ambiente armonioso, seguro y habitable a la par que se mejoraron las cualidades del paisaje urbano y del entorno. El liderazgo femenino fue un elemento decisivo y constante a lo largo de todo el proceso y fungió como ejemplo de los firmes avances en materia de equidad de género.

La peatonalización de la avenida, además de potenciar los desplazamientos a pie, contribuyó a la reducción de la contaminación ambiental provocada por el uso indiscriminado de vehículos. La recuperación de materiales y técnicas constructivas tradicionales, y su uso en otros sitios diferentes al andador, contribuyó a disminuir la dependencia de la energía eléctrica. La instalación del cableado subterráneo contribuyó al ahorro de la energía eléctrica, al implementar el uso de nueva tecnología. La red pluvial propició que se implementaran nuevas técnicas de recolección de agua de lluvia, el mejoramiento de las tuberías de agua potable evitó las fugas y la contaminación con otras aguas. Además, se combatió la contaminación visual, vehicular y acústica.

La sostenibilidad de esta experiencia se refleja en el manejo transparente de los recursos financieros. En el apoyo y gestión de herramientas legislativas como la reglamentación para el uso y manejo del andador, aparte de la reglamentación que se hizo para todo el Centro Histórico; la creación de consejos consultivos, la simplificación administrativa, el Programa de Ordenamiento Territorial, el reglamento de construcción en la zona del Centro Histórico, el reglamento de señalización y la búsqueda actual de alternativas internacionales para rescatar y proteger el patrimonio tangible —como el templo de Santo Domingo de Guzmán, joya arquitectónica única del siglo XVI, que alberga un número importante de hermosos retablos de madera recubiertos con palma de oro; actualmente el Patronato Chiapas busca su inscripción en la lista de los sitios más amenazados de World Monument Watch.

Lecciones aprendidas

Aprendimos que, pese a que todo proyecto sostenible requiere de intensas gestiones financieras, administrativas y políticas, la gestión social adquiere especial importancia porque es ella, sumada a la concientización persistente, la que da a nuestro trabajo mayor consistencia, continuidad y permanencia. La gestión social permitió que muchos pobladores cambiaran su forma de ver lo que hacemos, pues hace quince años, cuando iniciamos, se pensaba que nuestra labor era frívola por querer poner ‘bonitos’ los poblados, sin enfrentar y solucionar problemas básicos de educación, salud, agua y pobreza. Hoy seguimos demostrando que la dignificación de las personas y la recuperación de su identidad y orgullo, por lo propio, contribuyen a allanar los caminos para enfrentar la pobreza y crear proyectos económicos sostenibles.

Aprendimos a ponderar la equidad de género y la equidad social mediante los resultados de nuestra trayectoria y trabajo comprometido. Vivimos esta lección luego que la presidenta del patronato enfrentara algunas dificultades para lograr credibilidad en sus proyectos, por ser la primera mujer del estado y del país que trabajaba el área de revitalización urbana y puesta en valor de la arquitectura, tema muy novedoso. En sus inicios, su condición de mujer también le dificultó lograr credibilidad como una eficiente gestora financiera y social.

Aprendimos a entender y enseñar que los poblados son depósito de la memoria y las raíces, en ellos se halla el patrimonio generador de desarrollo económico, social y cultural. Corroboramos que en una ciudad se pueden desarrollar proyectos sostenibles si se armonizan las exigencias de la vida moderna con su identidad, historia y herencia cultural, sin que por ello deba quedarse en el pasado o tenga que negarlo.

Aprendimos que no es posible regresar a la ciudad a un momento específico del tiempo, más bien se debe trabajar para conseguir ambientes que sean armónicos en su composición y flexibles para adecuarse a las necesidades del desarrollo de todos los habitantes por igual.

Aprendimos que, en materia de revitalización urbana, es fundamental que todos los actores sociales, desde sus respectivos ámbitos de vida o de trabajo, participen activa y propositivamente en las tareas que les toca desempeñar. Que la suma de esfuerzos y voluntades derivada del partnership propicia la permanencia de nuestros trabajos. Que es importante trabajar con objetivos definidos y programas de trabajo con el respaldo jurídico necesario. Si el marco jurídico no existiese, es necesario impulsarlo y concientizar a la población de los beneficios que le aporta su adecuado conocimiento, aplicación y respeto.

La recuperación y rehabilitación de las casas y edificaciones propició que, en otros lugares de la ciudad, donde estaba presente el deseo de cuidar el patrimonio y su valor histórico, se hicieran trabajos similares al nuestro.

Transferibilidad

La proyección y construcción del Andador Eclesiástico Santo Domingo-El Carmen es el resultado de la experiencia trasferida por el Patronato Chiapas hacia la ciudad de San Cristóbal de las Casas. Los primeros proyectos y obras con estos ejes y gestiones se iniciaron en 1993 en Comitán. Con el éxito logrado allí, el Patronato Chiapas creó en la entidad la transferencia de este tema y ejemplificó un proceso de revitalización urbana sostenible, que poco después fue realizado en Chiapa de Corzo y San Cristóbal de las Casas y continuó transfiriéndose a otros poblados y ciudades de Chiapas. Años más tarde, desde el 2001, las transferencias de prácticas similares también son realizadas por el Instituto de Mejoramiento Integral de Poblados (IMIP), organismo de gobierno fundado y dirigido, hasta el 2003, por la propia Katyna de la Vega.

La transferencia hacia San Cristóbal comenzó con la formación de un subpatronato denominado Capítulo San Cristobal, que actúa de manera coordinada con el Patronato Chiapas y del que recibe asesoría y apoyo, sobre todo en lo que se refiere a la gestión de recursos financieros. Específicamente, el Patronato Chiapas orienta a los capítulos para que accedan a los apoyos gubernamentales y privados. Juntos realizan enlaces con otras instituciones y buscan asesoría. Debido a que cada poblado o ciudad tiene características culturales, sociales e históricas que los hacen únicos, también tiene problemáticas diferentes a las que hacer frente, por ello la transferencia de las experiencias no radica en el contenido y objetivos de los proyectos sino en los procesos para la gestión social, administrativa y financiera que realiza el Patronato Chiapas en coordinación con el capítulo de cada ciudad:

Perfil Financiero

Socio 1999 2000 2003 2004 2005 Total
% presupuesto pesosUS$ pesosUS$ pesosUS$ pesosUS$ pesosUS$ pesosUS$
Sectur20,00------------1.652.500178.5402.900.00266.1064.552.500444.646
Sedesol44,375.620.000587.8422.848.500302.148549.84550.96448.20148.201----9.066.547989.154
Estado de Chiapas6,07--------1.241.342115.056230.00020.379----1.471.342135.436
Setur Chiapas20,69--------178.50016.5451.652.500178.5402.900.000266.1064.731.000461.191
Ayuntamiento8,211.450.000151.667297.00031.504------------1.747.000187.171
Consorcio Comex0,26--------Asesoría y capacitación66.0005.848----66.0005.848
Femsa-Coca Cola0,42----90.0009.546------------90.0009.546
INAH0,00Asesoría y capacitaciónAsesoría y capacitaciónAsesoría y capacitaciónAsesoría y capacitaciónAsesoría y capacitación----
ICOMOS0,00Asesoría y capacitaciónAsesoría y capacitaciónAsesoría y capacitaciónAsesoría y capacitaciónAsesoría y capacitación----
Presupuesto total (US$)739.509343.198182.564431.508532.2132.228.992

Tipo de cambio promedio por año, datos obtenidos a través del Banco de México:

Legislación y políticas relacionadas

A nivel federal, existen leyes, planes y programas en los que se apoyó el trabajo realizado por el Patronato Chiapas en San Cristóbal de las Casas. Sobre las leyes, la reforma hecha en 1992 al Artículo 27 de la Constitución Mexicana dio lugar a la Ley General de Asentamientos Humanos (1993), instrumento de gran valía para nuestro trabajo. Por su parte, la Ley federal sobre monumentos y zonas arqueológicas, artísticas e históricas, aprobada en 1972, fue un referente constante y básico al momento de delimitar el Centro Histórico de San Cristóbal de las Casas, al catalogar su arquitectura en monumental, tradicional, relevante y vernácula y al determinar las alternativas adecuadas para restaurarla o revitalizarla. Por su parte, el Plan Nacional del Desarrollo 1994-2000 y el correspondiente al 2001-2006, difundieron las políticas nacionales y programas de apoyo relacionados con los proyectos del Patronato Chiapas; este último, sobre todo, en materia de desarrollo sostenible.

Debido al escaso conocimiento de las leyes y de los programas nacionales sobre ordenamiento territorial, ni el estado ni los municipios impulsaron las leyes, reglamentos y programas que dieran seguimiento a las reformas de ley hechas a nivel federal en 1992; razón por la cual San Cristóbal de las Casas carecía de reglamentación que regulara el crecimiento urbano y planificara el desarrollo de la industria de la construcción. Es por ello que una de las primeras acciones del Patronato Chiapas y del Capítulo San Cristóbal consistió en apoyar e impulsar el Programa de Ordenamiento Territorial para la ciudad y su respectivo Plan Parcial, de los cuales se derivó el reglamento para el uso de suelo y la construcción y el reglamento para el tránsito vehicular y la señalización, además del reglamento para el uso del andador. Todos estos instrumentos legales fueron aprobados en sesiones de Cabildo y continúan vigentes.

Referencias

AA.VV  (2007)   Comitán, una experiencia de promoción y gestión,   en Conservemos memoria. Organismos civiles rehabilitando poblados. Federación Mexicana para el Mejoramiento de Poblados y Ciudades, A. C. y Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, diciembre, pp. 216-232. 

Arqueología Mexicana  (2006)   «Patronato Chiapas, Mejoramiento Integral de Poblados A. C. Nuevo Andador en San Cristóbal de las Casas»,   Revista Arqueología Mexicana, Recorridos por Chiapas, Guía Visual. Edición Especial, volumen 20, p. 89, enero. 

Architectural Digest  (2005)   «Andador Eclesiástico. Recuperación de la Dignidad Popular y Urbana en Chiapas»,   Revista Architectural Digest México, primera entrega de los Iconos del Diseño 2005, volumen 6, pp. 48-49, noviembre. 

Periódico Reforma  (2005)   «Entregan Iconos del Diseño. Galardón a lo más destacado del Diseño en México»,   Periódico Reforma, Viernes Social, viernes 14 de octubre pp. h6. 

León, Gerardo  (2005)   «Katyna de la Vega revive poblados en Chiapas.»,   Periódico El Universal, Sección Estilos, jueves 13 de octubre, pp. G1. 6. 

Gutiérrez, Tuxtla  (2005)   «Otorgan reconocimiento mundial a Katyna de la Vega. Aportación a la arquitectura colonial»,   Periódico Diario de Chiapas, jueves 6 de octubre. 

Espinosa, Patricia  (2005)   «Otorgan premio a Katina de la Vega. Recibe galardón de la revista Architectural Digest»,   Periódico La Voz del Sureste, pp. 3A. 6 de octubre. 

de la Vega, Katyna  (2003)   La gestión social, el patrimonio cultural y el turismo: los casos de Comitán y San Cristóbal de las Casas en el estado de Chiapas,   en V Congreso Iberoamericano sobre Patrimonio Cultural, Desarrollo y Turismo. Morelia, Michoacán, 2003. Memorias/Parte I. pp. 281-291. 

de la Vega, Katyna  (2002)   «Ubanismo e Identidad»,   Revista Tierra Adentro, número 119, diciembre-enero 2003, sección Fragua, pp. 74-75. 

Notas


[1]: De diciembre del año 2000 al mes de abril del 2008, Francisco Madrid Flores fungió como subsecretario de Operación Turística y trabajó en coordinación con el Patronato Chiapas.
[2]: Del año 1994 al 2006, Rodolfo Tuirán fungió como subsecretario de Desarrollo Urbano y Ordenación del Territorio de Sedesol y fue la persona con la que el Patronato Chiapas trabajó directamente. En la actualidad se le puede contactar en los siguientes correos electrónicos: tuiran@sep.gob.mx y rtuiran@gmail.com
[3]: Desde que se iniciaron los trabajos en San Cristóbal de las Casas y hasta el año 2000, Roberto Albores Guillén fungió como gobernador de Chiapas. Del año 2000 al 2006 lo hizo Pablo Salazar Mendiguchía.
[4]: Para más información sobre esta experiencia veáse la buena práctica calificada como Good en el Concurso Dubai 2006 Comitán, un modelo innovador para la revitalización urbana N. de E..
[5]: Fuente: Informe anual 2006. Banco de México. Página consultada el 6 de mayo de 2008.


Edición del 13-11-2008
Revisión: Susana Simón Tenorio
Buenas Prácticas > Concurso Internacional > 2008 > http://habitat.aq.upm.es/dubai/08/bp1956.html   
 
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