Buenas Prácticas > Concurso Internacional > 2002 > http://habitat.aq.upm.es/dubai/02/bp054.html |
Fecha de referencia: 26-06-2002
Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 2002, y catalogada como BEST.
(
Best Practices Database.)
País/Country: Alemania
Región según Naciones Unidas: Europa
Región ecológica: Continental
Ámbito de la actuación: regional (internacional)
Instituciones: organización no gubernamental (ONG), institución
académica o de investigación, gobierno central, gobierno local
Categorías = Igualdad y equidad de género: plena participación en la
sociedad; funciones y cometidos por razón del género; necesidades
por razón del género; eliminación de trabas a la igualdad de
género (medidas de discriminación positiva). Infancia y
adolescencia: programas de apoyo comunitarios (protección frente
a abusos, abandonos, violencia y delincuencia); educación y
formación profesional, cuidado de día y cuidados fuera de horario
escolar; salud y nutrición; legislación/intercesión.
Participación ciudadana y riqueza cultural: participación
comunitaria; riqueza social y cultural.
Contacto principal:
Andrea Laux
Muetterforum/ AG International, ONG
Ludwigstr. 41-43
70176 Stuttgart
Alemania
Tel: 49-711-50536850
Fax: 49-711-50536851
muetterforum.ba-wue@t-online.de
Organización Nominadora:
Deutsches Jugendinstitut ((DJI)) - institución
académica (Instituto de la juventud alemana)
Monika Jaeckel
Nockherstr. 2
81541 Munich
Alemania
Tel: 49-89-62306253
Fax: 49-89-62306162
jaeckel@dji.de
Socio:
Federal Government Department for Family, Senior Citizens,
Women and Youth - gobierno central (Ministerio Federal de
Asuntos Familiares, mujeres, jóvenes y ancianos)
Marion Thielenhaus
Rochusstr. 8-10
53123 Bonn
Alemania
Tel: 49-228-930-2538
Fax: 49-228-930-2221
Colaboración financiera
Socio:
Deutsches Jugendinstitut (DJI) - institución académica
(Institutio de la juventud alemana)
Monika Jaeckel
Nockherstr. 2
81541 Munich
Alemania
Tel: 49-89-62306253
Fax: 49-89-62306162
jaeckel@dji.de
Socio:
(GROOTS), (Grassroots Organisations Organising Together
in Sisterhood), (Mujeres del pueblo juntas en hermandad)
Sandy Schilen
249 Manhattan Ave
Brooklyn
NY 11211, USA
Tel: 1-718-388-8056
Fax: 1-718-388-0285
SSNCNW2@aol.com
Colaboración financiera
Los centros de madres son puntos de reunión para mujeres de
clases y étnias diversas donde unir fuerzas para enfrentarse a
problemas cotidianos, crear servicios comunitarios y redirigir
recursos públicos a manos de los centros.
Los centros de madres se han convertido en una entidad de
consulta regular para las instituciones municipales, así como
para los gobiernos locales, regionales y nacionales. Éstos abogan
por las cuestiones familiares y de género, influyendo
notoriamente en la legislación nacional y en el planeamiento
urbano.
Situación previa a la iniciativa
A pesar de las nuevas tecnologías y las comunicaciones globales,
la condición humana no se ha visto modificada. En sus primeros
años, un niño precisa de cuidados continuos y de una relación
estable, mientras que las madres necesitan apoyo para llevar a
cabo esta desmoralizante tarea, ya que el apoyo familiar y el
recibido de las estructuras comunitarias son cada vez más escasos
en la sociedad actual.
En los países industrializados la experiencia materna, cada vez
más marginada, convierte la relación madre-hijo en una situación
de completo aislamiento. El contacto con otros niños y el acceso
a los espacios públicos se han reducido drásticamente debido al
aumento de familias con un único hijo y al incremento de la
peligrosidad del entorno urbano. El ritmo y las prioridades del
mercado laboral son la principal causa de que las madres que
dejan el trabajo para criar a sus hijos pierdan la confianza en
sí mismas. La pérdida de la vida en comunidad ha fomentado la
violencia entre niños y adolescentes e impide el cuidado
apropiado de éstos al igual que de las personas mayores. Resulta
imprescindible reestablecer la vida en comunidad para que tanto
niños como mayores vuelvan a sentirse vinculados con el resto de
la sociedad.
Los centros de madres también pueden aplicarse a las sociedades
post-socialistas en transición. Debido al aumento del desempleo
y a la reducción de los servicios públicos de cuidado infantil,
muchas madres se han visto obligadas a quedarse en casa cuidando
de sus hijos. El aislamiento que sufren estas mujeres es
especialmente virulento ya que la estructura comunitaria en las
sociedades socialistas, organizadas en torno al trabajo, fue
interrumpida. En Europa Central y Oriental, el papel de la
sociedad civil ha sido desmantelado de forma sistemática y la
estructura familiar y de barrio ha sido destruida. El desempleo,
el trauma de la guerra y la pobreza sin precedentes produjeron
una gran desorientación que llevó a que muchas mujeres sufriesen
depresiones y apatía. Muchos de los países de Europa Central y
Oriental se caracterizan por la falta de orientación en cuanto
a los roles y patrones sociales, incluyendo la pobreza, las
relaciones de género y las tradiciones religiosas y étnicas.
Cuando se derrumban aquellos sistemas que antes garantizaban la
integración y la cohesión social, como ocurrió con el pleno
empleo, con la familia extensa o con las redes sociales de los
pueblos pequeños, las personas necesitan nuevos espacios donde
encontrarse, reorientarse y remendar los lazos sociales.
El caso de Bosnia
En Bosnia-Herzegovina, la guerra asoló la vida social y pública,
la seguridad social estaba basada en la familia extensa y en las
redes colectivas. Pero la guerra lo ha destrozado todo, familias,
barrios y pueblos. Ha dispersado a la gente de sus hogares, de
sus ciudades y de sus comunidades y ha creado un proceso que
tiende al individualismo, lo cual era completamente desconocido
para la sociedad bosnia. A las consabidas tensiones étnicas se
ha añadido tras el conflicto la llamada guerra social bosnia
entre `los que tienen y los que no tienen' entre aquellos que han
sabido aprovecharse de la guerra y los que lo han perdido todo.
Prácticamente cada bosnia cuenta en su pasado con el recuerdo de
una separación familiar o un trauma provocado por la guerra.
Las ciudades de Bosnia-Herzegovina se componen casi enteramente
de inmigrantes, ya sean aquellos retornados de Alemania o
aquellos refugiados de otros lugares pertenecientes a la antigua
Yugoslavia, los cuales debieron abandonar sus hogares durante y
después del conflicto.
Por otra parte, hay que destacar la elevada tasa de desempleo,
que supera el 90% en algunas áreas. Si a esto unimos que las
estructuras sociales han sido completamente destruidas, se nos
presenta la devastadora imagen de dos grupos sociales
especialmente vulnerables: los ancianos y las madres solteras,
que no cuentan con el apoyo y el respaldo familiar, siendo en
estos dos grupos donde se nos presenta la tasa más alta de
pobreza y los problemas de salud más preocupantes. Es en este
entorno donde los centros de atención a las madres resultan
vitales, adoptando el papel de los centros de reunión y contacto
dentro de la comunidad, especialmente en los grupos
desfavorecidos antes mencionados. Se convierten en el sitio
idóneo para encontrar alguien que les escuche y que les tienda
la mano.
Después de un intercambio con Alemania, se han producido
iniciativas similares en Sarajevo y en Sanski Most.
Cabe destacar los comentarios de algunas personas:
«Ahora estoy sola, necesito crear nuevos lazos. Ya no puedo
apoyarme en mi familia ni en conocidos porque ya no lo son.
Pertenecer a la iniciativa Centro de Madres es una forma de
creara una nueva familia.»
«Gracias a este proyecto, estamos creando oportunidades de
trabajo para mujeres y además servimos de apoyo y proporcionamos
servicios al sector más vulnerable de la ciudad. Propiciamos la
interacción en la comunidad para grupos con diferentes entornos
étnicos. Hemos sentido la necesidad de volver a tejer una red
social tanto como la de reconstruir las casas y la
infraestructura de nuestras ciudades destruidas.»
El caso de la República Checa
Las condiciones económicas son, de algún modo, más favorables en
la República Checa que en otros países post-comunistas. La tasa
de desempleo es menor, la situación del alojamiento es mejor y
su sistema sanitario es más estable.
La mayor parte de las madres Checas disfrutan el esquema de
permanencia en el hogar los cuatro años siguientes al nacimiento
del niño, el cual incluye una pequeña manutención. Permanecer en
casa según este esquema mientras los niños son pequeños se
considera una decisión consciente y clara en contra de la
devaluación familiar que se produjo durante el régimen comunista,
y en contra del uniforme modelo socialista de participación plena
en el mercado laboral.
Asimismo, siguiendo una serie de intercambios con sus
equivalentes alemanes, se ha producido el movimiento de auto-ayuda en los centros de atención a las madres dentro de la
República Checa, que ha alcanzado tal magnitud que ya se ha
fundado la red checa de centros de atención a las madres,
coordinando 80 centros en el país en la actualidad.
Éstos resultan especialmente atractivos para las mujeres checas
por varios motivos:
Establecimiento de prioridades
En países del norte como Alemania, los Centros de Madres intentan
paliar la marginación materna creando nuevas formas de
relacionarse en los barrios y adaptando el lema `hace falta un
pueblo para criar a un niño' a la sociedad industrializada. Se
busca reintegrar el cuidado de los niños, los mayores, los
enfermos y los discapacitados en la comunidad, como prioridad y
responsabilidad colectiva. La iniciativa de los centros de madres
en las sociedades post-socialistas de Europa Central y Oriental
se enfoca hacia la reconstrucción de las relaciones familiares,
de barrio y comunitarias. Los jóvenes, los mayores, los
inmigrantes, los exiliados y las familias de diferentes grupos
étnicos se reúnen para afrontar los problesmás cotidianos de la
familia y de su entorno.
El concepto de centro de madres se desarrolló a raíz de un
proyecto de investigación del Instituto Alemán de la Juventud,
Deutsches Jugendinstitut (DJI) en el cual se estudió
la situación de los padres en las sociedades actuales. El
Ministerio Federal de Asuntos Familiares de Alemania financió los
tres primeros centros modelo y publicó un libro documentando las
experiencias, las estrategias y las lecciones aprendidas de
éstos. El libro propició un movimiento de autoayuda en Alemania
impulsado por el aprendizaje entre padres y el intercambio entre
países vecinos en Europa Occidental y posteriormente en Europa
Central y Oriental.
Formulación de objetivos y estrategias
El enfoque de dichos centros difiere radicalmente de aquel
orientado hacia las carencias, ya sean de tipo laboral o social,
a la manera de: `Tienes un problema, acude a nosotros, los
expertos y te ayudaremos'. Por el contrario, la propuesta de los
centros de atención a la madre es diagonalmente opuesta: `Sabemos
que eres bueno en algo. Ven al centro y ofrece aquello que sabes
hacer a tu comunidad'. Los propios centros se autogestionan y las
madres, sabiéndose expertas en todo lo referente al día a día,
manejan con destreza la totalidad de las actividades.
El núcleo del proyecto es una cafetería que incluye el cuidado
de los niños. Dichas actividades se pagan normalmente en base al
número de horas, e incluyen proyectos que contribuyen a reducir
en lo posible el gasto de las familias, esto es, tiendas de
segunda mano, peluquerías, alimentación, clases de costura,
servicios de reparación y el necesario apoyo familiar tanto en
las labores cotidianas como en épocas de crisis.
En la filosofía de dichos centros se incluye el conseguir que
dichas madres perfeccionen sus habilidades para una posible
reincorporación al mercado laboral, mediante cursos de idiomas,
de informática y de reciclaje en el trabajo; además, como parte
del programa diario, cuentan con servicios orientados a la
relajación y la salud.
Un hecho clave en el despegue de dichos centros fue la
publicación por parte del equipo del instituto alemán por la
juventud (DJI), de sus investigaciones, no bajo la óptica
académica, sino facilitando un proceso mediante el cual las
mujeres involucradas en los tres primeros centros de atención a
las madres redactaron sus propias experiencias, de un modo
auténtico y dinámico que posteriormente se tradujo al Checo.
Este libro supuso, sin duda, una estrategia que impulsó el
despegue de dichos centros ya que, cuando otras madres leían las
historias, sentían la necesaria inspiración e impulso para
intentarlo por ellas mismas.
El libro, escrito por mujeres de la comunidad, aportaba dos
mensajes básicos para los grupos de mujeres de otras comunidades
de Alemania y más allá: `¡Esto es lo que buscábamos!' y
`¡Nosotras también podemos hacerlo!'. El movimiento Centro de
Madres es un ejemplo interesante de la transferencia de las
`buenas prácticas' de participación ciudadana mediante el boca
a boca y el aprendizaje entre compañeros.
Movilización de recursos
A principios de los años ochenta, el concepto de Centros de
madres como espacios autogestionados en la comunidad era una idea
completamente desconocida para la política familiar e infantil
alemana. El DJI es un instituto de investigación subvencionado
que permanece en contacto continuo con las políticas sobre temas
de familia y de juventud. Gracias a un proyecto de investigación
que realizó dicho instituto, éste pudo movilizar fondos federales
para la creación de tres centros modelo durante los tres primeros
años, tiempo suficiente para buscar apoyo local y regional de los
sectores público y privado. A lo largo del proceso se desarrolló
el concepto de creación de nuevas medidas con las que obtener una
política familiar preventiva, defendido frente a diferentes
municipios y organizaciones benéficas privadas con el argumento
de que resultaba más barato facilitar la ayuda mutua entre
familias que costear las disfunciones de una sociedad sin entidad
familiar. Con el tiempo, el éxito de los centros y su rápida
multiplicación supuso un aumento en las peticiones de
subvenciones tan significativo que, junto con las constantes
presiones de los centros de madres en comunidades de todo el
país, impulsaron la modificación de la legislación, creando un
nuevo procedimiento de subvenciones a través de programas para
el bienestar familiar e infantil. Las entidades públicas y
privadas occidentales consideran que resulta beneficioso invertir
en políticas preventivas para conservar familias y barrios
saludables, por lo que resulta sencillo obtener fondos tanto
públicos como privados para grupos de ayuda mutua entre familias
en países como Alemania, Austria y Holanda. Resulta más difícil
obtener fondos para estas iniciativa en países de Europa Central
y Oriental, ya que es poco o inexistente el dinero destinado a
políticas sociales de esta índole, tanto en presupuestos
municipales como estatales. En estos países, los centros de
madres, utilizando la misma argumentación, han conseguido locales
y terrenos de los ayuntamientos y recursos financieros de
fundaciones y del sector privado.
Resultados obtenidos
El número de familias participantes en nuestros centros oscila
entre las 50 y las 500 familias por barrio (evidentemente, según
el tamaño del mismo y según el tiempo que lleven funcionando).
Se ha demostrado que esta experiencia contribuye a menudo a
cambiar las vidas de las mujeres más profundamente involucradas
en los centros. Gracias a un estudio llevado a cabo por el DJI
se desprendieron las siguientes respuestas a la pregunta: ¿qué
efecto ha producido en usted su participación en los centros de
atención a las madres?; el 70% dijo haber aprendido a ser más
tolerante; el 58% afirmó haber aprendido a participar más y a
hacerse escuchar; el 55% aprendió a calibrar lo realmente
necesario y a aceptar ayuda en caso de necesitarla, además de
lidiar con el día a día de manera más relajada y con mayor
confianza.
En lo referente a los niños, dichos centros se convierten en una
prolongación de su espacio propio, de sus experiencias sociales
y físicas. Para los padres, los centros a menudo plantean un reto
donde se ponen en entredicho los tradicionales roles familiares,
y donde se persigue compartir las responsabilidades. Este es un
reto que el 67% de los padres consideran positivo. El 80% de los
encuestados opina que los centros de madres enriquecen la
comunidad; el 47% detectó mejoras en las condiciones de la
estructura familiar y el 41% constató que los centros de madres
habían cambiado el barrio propiciando un mayor contacto social
y una mayor integración social (incluyendo la tolerancia de
grupos minoritarios).
El 67% de los centros afirman que han participado en la política
local de su comunidad, estando el 46% de los centros
representados en sus respectivos consejos municipales en temas
de planificación y desarrollo urbano.
Estos centros cooperan incluso con un amplio abanico de programas
comunitarios y diversos grupos. Además, han trazado nuevas vías
y plataformas en colaboración con el gobierno local dirigidas al
planeamiento.
Los centros han contribuido decisivamente a la creación de nuevos
servicios vecinales y de una nueva cultura que pretende fomentar
una atención de calidad para niños y mayores dentro de las
propias comunidades
Se ha demostrado su eficacia para la incorporación al mercado
laboral a través de programas formativos, además de ayudar a la
creación de nuevos negocios y de generar nuevas oportunidades de
ingresos.
Sostenibilidad
La iniciativa Centros de Madres ha contribuido a la
transformación de instituciones sociales y a la modificación de
la legislación. Ha producido un cambio innovador en el campo del
trabajo social y del bienestar social, en el cual las madres y
las familias han pasado de ser clientes de programas
profesionales a ser participantes activas de programas de
autoayuda y de fomento de la capacidad de autogobierno en el
ámbito de la planificación y de la toma de decisiones a nivel
local. Esta nueva situación contrarresta la exclusión social que
sufría un importante sector de la sociedad.
El mayor éxito de la iniciativa ha consistido en redirigir
recursos destinados a programas de trabajo social a manos de
grupos comunitarios de mujeres. En el caso de Alemania, el cambio
en la política pública ha supuesto la reforma de la legislación
alemana para el Bienestar de la Juventud, en la que se ha
incluido un párrafo relativo a las subvenciones de iniciativas
de ayuda mututa entre familias. A través de los centros de
madres, estos grupos populares de mujeres han conseguido tener
voz en los gobiernos locales, fomentando la igualdad de género
en la toma de decisiones que afectan a la vida pública.
Lecciones aprendidas
Reclamación del espacio público
La mayor fuerza del movimiento que nos ocupa reside en la
reclamación de espacio público dentro de las comunidades. Según
su propia denominación, los centros buscan convertirse en
`salones públicos'.
Los centros de madres son espacios públicos que se auto-gestionan
de forma no profesional, convirtiéndose en lugares idóneos para
reunirse, muy lejos de conceptos más propios de la relación
profesional-cliente. Se consigue, de esta manera, una cultura
mutua que premia el aliento y el estímulo y, lo que es más
importante, donde la experiencia cotidiana se reconoce y valora.
El hecho de reclamar el espacio público necesario ha demostrado
ser una pieza clave dentro de la dinámica de los centros. En los
mismos, sentadas en torno a un café, las mujeres reconocen y
aúnan sus habilidades, ofrecen mutuamente sus recursos y se
apoyan las unas a las otras, desarrollando la capacidad de
liderazgo útil para su comunidad.
Participación en la toma de decisiones
La participación en la toma de decisiones a todos los niveles,
incluido el gobierno local, para estos grupos populares resulta,
con demasiada frecuencia, un primer contacto con una cultura
alienante y claramente intimidatoria que consigue desconectar a
los propios líderes populares de sus comunidades y de su anterior
vida. Éste es el mayor escollo con el que tropieza la
participación en política para las mujeres, de base.
Sin embargo, la experiencia recogida de los centros de atención
a las madres han demostrado cómo mujeres comunes que se han
implicado en labores políticas permanecen vinculadas a los
centros aún cuando se comprometen con el gobierno local, quedando
de este modo enraizadas en la comunidad, conscientes por tanto
de las necesidades diarias del vecindario y de las familias que
lo componen.
Puesta en valor de la maternidad
Si nos centramos en lo referente a la maternidad, ésta ha
demostrado aunar mujeres de muy diferente estrato social y
cultural. Y es que el aislamiento social de las mujeres que
tienen hijos pequeños en las sociedades del Norte no respeta
clases o etnias. Son auténticos crisoles dentro de la comunidad,
ya que, como hemos visto, reúne a mujeres tanto de clase media
como de clase trabajadora, concilia solteras con casadas,
familias locales como familias inmigrantes.
Pero el nexo común de todos estos grupos radica en la necesidad
de que se les reconozca la propia maternidad, además de entender
la misma como la base de la experiencia diaria.
Cohesión social y enriquecimiento de los barrios
Los centros crean, a su vez, redes sociales que combaten el
creciente anonimato de los vecindarios, tornándose bastiones de
tolerancia y democracia en la comunidad. Ya en las discusiones
que versan sobre la crisis de la democracia europea, se ha hecho
bien visible la importancia de la comunidad en la integración
social y en el funcionamiento democrático de las sociedades. Los
puntos clave que nos abocan al incipiente aumento de la violencia
y el racismo los encontramos en el aislamiento producido por un
contexto social cada vez más anónimo.
Sin embargo, los centros para la atención de la mujer contribuyen
a crear y a consolidar barrios fuertes, que cuentan con un centro
abierto, seguro y que se preocupa de todas las familias.
El entramado, a nivel tanto urbano, regional, nacional o
internacional, que engloba dichos centros se compone de madres
pertenecientes a barrios y culturas muy diversas, consiguiendo
un sentimiento tanto de diversidad como de comunidad.
Expertas en la comunidad
Cuando fracasa la escuela, cuando los barrios decaen o bien se
hacen poco seguros, cuando se ha de dar la bienvenida e integrar
a los refugiados, la comunidad es con frecuencia la primera que
se moviliza para encontrar soluciones. Y es porque la comunidad
de mujeres posee a menudo grandes competencias y sabe el aspecto
y el carácter que lo construido debe tener para satisfacer las
necesidades de los usuarios. Dichas competencias, dentro de los
centros, se canalizan y se centran en el liderazgo de las propias
comunidades.
A lo largo de los años, los centros para madres han dado lugar
a multitud de iniciativas comunitarias (por ejemplo, una mayor
flexibilidad en la atención infantil, la creación de campos de
juego de calidad, unas condiciones de tráfico más seguras o un
planeamiento urbano que tome en consideración los intereses
familiares). Por otra parte se han consolidado como plataformas
estables en lo referente a cuestiones de paternidad y como
elementos de conexión de los intereses comunitarios con las
campañas y con las estrategias a nivel nacional destinadas a
conseguir una sociedad y un medio ambiente más favorables a los
intereses de los niños y las familias.
Servicios cercanos al hogar
Los centros crean servicios vecinales que contrarrestan el
clientelismo propio de los servicios de atención profesionales
de las sociedades del bienestar del norte. Y es que a menudo
estos programas son alienantes porque forman parte de un contexto
instrumental que se orienta a conseguir un trabajo, pero que
adolece completamente de auténticas relaciones personales, de
verdadera `atención personal'.
Por otra parte, los servicios de atención alternativos, del tipo
de los centros para ancianos, servicios de recogida y
acompañamiento, tanto para niños como para mayores o cuidado
infantil, una vez acabadas las clases, los servicios de
conserjería y mantenimiento, centros de alimentación y tiendas,
todos estos servicios se han desarrollado a la par que los
centros de atención a las madres y han logrado cimentar las bases
para lograr los necesarios centros de reunión vecinales, muy
animados y aptos para todas las edades, dentro de un marco de
relaciones personales verdaderas.
La reducción de la pobreza y de la exclusión social
En la opulenta sociedad alemana tener hijos se convierte,
curiosamente, en el principal riesgo para desembocar en la
pobreza. Por cada seis niños que nacen en la sociedad del
bienestar, la mitad vive en familias con uno solo de los padres.
Los centros para madres han conseguido crear una red comunitaria
al servicio de aquellas familias susceptibles de caer por entre
los agujeros de la red de la seguridad social alemana.
Las mujeres alcanzan el ideal de comunidad en los propios
centros, con sus hijos, y lo hacen incluso si no pueden
permitirse el lujo de asistir a eventos públicos o a cenar en
restaurantes.
De esta forma, la espiral negativa del fracaso, la amargura y el
abandono se combate en la atmósfera sin complejos de dichos
centros. Sin duda, una cultura y un enfoque basados en la amistad
y el apoyo mutuo, y un cierto grado de reconocimiento, ayudan a
recuperar la perdida confianza en uno mismo.
Impacto
El impacto de dichos centros se ha dejado notar en diversos
frentes. Notoria es su influencia en cuestiones referentes a las
relaciones entre padres e hijos y en la propia sociabilidad de
los niños. De la misma manera, ha aumentado la calidad en las
relaciones familiares. Sin olvidar la notable revitalización de
muchos barrios y la creación de redes comunitarias que han
conseguido que se escuche la voz popular en el gobierno local.
En el ámbito personal, pueden presumir de haber alcanzado el
apoyo necesario en situaciones difíciles e incluso de crisis, y
no sólo eso, también han promovido un desarrollo de la
personalidad y de las aptitudes personales. Podemos, por lo
tanto, afirmar que se han alcanzado importantes avances en lo
referente a las perspectivas laborales y en cuanto a la
recuperación de la confianza perdida en ellas mismas, además de
ganar en vitalidad y autonomía. Se han logrado aunar objetivos
comunes, como una mayor resistencia frente al estrés, mejorando
la capacidad de organización y de negociación, promoviendo el
trabajo en equipo, alcanzando cotas más altas en lo que respecta
a la asunción de responsabilidades, así como en tolerancia y en
comunicación en general.
Cabe destacar el impacto positivo de estos centros en las
relaciones familiares, muy especialmente durante los fines de
semana o por las tardes en que los padres toman parte en los
eventos familiares, lo que ocurre en el 70% de los casos. En
algunos centros se han desarrollado consejos informales de padres
que aconsejan sobre temas como la manera de sobrevivir con muy
pocos medios. Resulta de especial importancia el acceso a través
de los propios centros a servicios profesionales de apoyo en caso
de necesidad.
Los centros de madres tienen un gran impacto en las comunidades
como se puede comprobar en estos dos ejemplos concretos:
«Nos implicamos de forma activa en nuestro hospital local para
demostrar que no hay una única postura adecuada para dar a luz.
En la actualidad, las mujeres tienen varias formas de escoger
cómo quieren dar a luz. Además, hemos conseguido que la madre
pueda pasar la noche en el hospital con su bebé. Estos cambios
se produjeron gracias a los debates mantenidos en el centro de
madres sobre la salud de la mujer.» (Centro de Madres de la
República Checa)
«A medida que se iba desarrollando e iba creciendo la comunidad
en el centro de madres, yo me fui sensibilizando en temas de
mayor escala. Por ejemplo, a pesar de que nuestro distrito sigue
un sistema de aparcamiento para residentes, nuestras calles
siempre estaban ocupadas por grandes Cadillacs que no pertenecían
al distrito. La policía no hacía nada para paliar el problema.
Podía ser que fuese algún tipo de mafia resolviendo temas de
negocios y que ésta hubiese sobornado a la policía. Esto no es
democrático. Me gustaría que nuestra sociedad fuese
verdaderamente democrática y que no existiesen estas formas de
corrupción. Hemos escrito una carta de protesta a la policía. Es
importante que se den cuenta de que los ciudadanos son
conscientes de lo que está pasando y de que no están dispuestos
a ser espectadores pasivos.» (Centro de Madres de Bulgaria)
Algunas mujeres del centro de madres se han presentado a consejos
de padres en guarderías y colegios, han llevado a cabo campañas
electorales e incluso se han presentado al consejo municipal.
Acuerdos de colaboración
La historia de los centros de madres ha proporcionado un ejemplo
atractivo de fructífera colaboración entre ámbitos tan dispares
como el gubernamental, la institucional, la profesional y la
popular. Localmente, los centros se implican en consultas varias,
en mesas redondas y en procesos de planificación con
departamentos regionales, locales y municipales. En algunos casos
tienen incluso presencia en los consejos municipales. Los centros
de madres están considerados como un importante lazo de unión con
la comunidad por lo que están invitados a exponer su opinión en
un amplio abanico de temas, entre los que se incluyen el papel
de la familia en la sociedad civil, la reforma del sistema
educativo o la prevención de la delincuencia.
Se han establecido acuerdos de colaboración con diversos miembros
de la sociedad como pediatras, psicólogos y consejeros
familiares. Algunos profesionales consideran los centros como un
importante sistema de apoyo para la reintegración en la
comunidad. Resulta notoria la fructífera colaboración establecida
con departamentos locales de desempleo que ayudan a los centros
a buscar trabajo, aparte de diseñar programas formativos y de
reinserción al mundo laboral.
En la República Checa se han promovido y logrado acuerdos
sostenibles de colaboración a escala nacional con el Ministerio
de Asuntos Sociales, el Ministerio de Asuntos Exteriores, el
Ministerio de Asuntos Internos, el Ministerio de Agricultura, los
Departamentos de Derechos Humanos y de Igualdad de Género, así
como con parlamentarios de diferentes partidos, incluyendo el
vicepresidente del parlamento checo. La propia oficina del
gobierno central ha elaborado un borrador para varios municipios,
donde recomienda a las autoridades locales la creación de centros
de madres.
Transferibilidad
El proceso de transferibilidad y reproducción de los centros de
madres en Europa Central y Occidental se ha visto reforzado por
la emigración y la vuelta a sus países de origen tras la caída
del socialismo y el fin de las guerras de la región. Los centros
de madres se convirtieron para las madres refugiadas en una `casa
lejos de casa' y posteriormente en una `casa para llevar a casa'.
La Red Internacional de Centros de Madres se creó con objeto de
establecer el siguiente peldaño para la transferibilidad
internacional de la iniciativa. La red proporciona apoyo y un
consultorio `paso a paso' para emprender el proyecto así como
formación, visitas e intercambios con otros padres en centros de
la región. Entre las actividades de la asociación se incluyen la
traducción de los manuales para poner en marcha el centro
fomentando el hermanamiento entre centros de diferentes países
y el establecimiento de actividades benéficas y comerciales entre
dichos centros. Entre los cursos formativos, se imparten clases
sobre liderazgo, métodos para resolver conflictos, cooperación
entre empresas y sistemas alternativos a la medicina
convencional. Ha sido notorio en el proceso de transferibilidad,
el trabajo realizado por las Academias Internacionales de Mujeres
de Base, Grassroots Women´s International Academias (GWIA),
creadas por la asociación entre 1998 y 2001. Estas academias
debían desarrollar fórmulas para el diálogo con socios
potenciales. Una de los instrumentos más potentes para la
transferibilidad de iniciativas populares es el intercambio cara
a cara. Esto se ve claramente ejemplificado en un caso checo que
se expone a continuación:
En 1999, centros de madres de la región de Baden Wuerttemberg,
Alemania, acogieron a un grupo que viajó en representación de
catorce centros checos de madres y de seis departamentos checos
de gobiernos locales y nacionales. El programa de la visita
incluía la celebración de mesas redondas con la participación de
los miembros fundadores de los centros alemanes, miembros de los
gobiernos locales y regional, así como fundaciones y
colaboradores del sector privado. Las mesas redondas sirvieron
para tratar temas de apoyo político y financiero de la
administración local, justificando el por qué de su apoyo a los
centros de madres y describiendo los programas políticos
utilizados para materializar dicho apoyo.
La siguiente cita muestra lo mucho que ayudó este intercambio en
el desarrollo de los centros de madres checos.
«La visita realizada a Alemania en compañía de nuestros políticos
fue determinante para el éxito de nuestro trabajo. Nos ayudó a
convencer a nuestros políticos y burócratas de que apoyaran la
iniciativa a todos los niveles y obtuvimos un gran apoyo
político. Viajar todos juntos fue una nueva experiencia. Supuso
una maravillosa oportunidad para ver y comprender el punto de
vista del otro. Las preguntas y las reacciones de cada uno a los
diferentes ejemplos alemanes diferían en muchas ocasiones. Los
debates que mantuvimos tanto oficiales como extraoficiales, en
el autobús, en casa y posteriormente en nuestras respectivas
comunidades fueron muy enriquecedores para la iniciativa.
En general, constatamos que, a pesar de las diferencias entre los
dos países, tenemos mucho en común. La situación de las madres
en sociedades industrializadas son muy similares con
independencia de las diferencias sociales, económicas, nacionales
y culturales. Saber que no estamos solas nos da fuerza y
confianza para afrontar la realidad de nuestras sociedades.»
En resumen, las principales estrategias que sirvieron como
detonante para la increíble multiplicación del modelo de centros
de madres son las siguientes:
Perfil financiero
Año
Presupuesto
total
(dólares
EEUU)
Gobierno
GROOTS
Bosch/SSB
Centro
de
atención
a las
madres
2000
150.000
65%
15%
20%
2001
85.000
25%
25%
5%
45%
2002
125.000
20%
30%
40%
10%
Referencias
Suranjana Gupta/Monika Jaeckel (2002) New Partnerships for a
New Millennium-The Stuttgart Model (Stuttgart)
Sangeetha Purushothaman/Monika Jaeckel (editors) (2001)
Engendering Governance and Development, Grassroots Women's Best
Practices (Books for Change, Bangalore)
Van Geldermalsen, Marieke (2001) Sofia International Mother
Centres Seminar - A Self Help Strategy for
Bulgaria and the Balkan Region (Report for Ford Foundation,
August 2001)
Purushothaman et al (2000) ``Mother Centres in the Czech
Republic - A Case Study'' (in: : Challenging Development - A
Grassroots Women's North-South Dialogue, Bangalore)
National Association of German Mother Centres (2000) All about
us (Hamburg)
Grassroots Women's International Academy (GWIA) Workshop (1999)
Grassroots Women's Groups from Central and Eastern Europe
(Documentation, Munich)
Jaeckel,M./Laux,A. (1998) Bringing the Habitat Agenda Home
(Case Study in Baden Wuerttemberg, Germany for Sustainable Cities
Sourcebook on Gender Sensitive Environmental Management Planning,
Nairobi 1998)
Mary Belenky et al (1997) ``The story of the German Mother
Centres'' (in: A Tradition with No Name - Nurturing the
development of people, families and communities, Basic Books)
Jaeckel, Schooss, Weskamp (1997) Muetter im Zentrum
Muetterzentrum (Juventa, Weinheim)
Páginas web:
http://www.muetterzentren-bv.de
http://www.materskacentra.cz
Buenas Prácticas > Concurso Internacional > 2002 > http://habitat.aq.upm.es/dubai/02/bp054.html |