Orientaciones para el futuro
Índice
El punto de partida para el desarrollo urbano del futuro debe ser
el reconocimiento del papel de la ciudad como motor del progreso
económico regional, nacional y europeo. Al mismo tiempo, es preciso
tener en cuenta que son las zonas urbanas y, especialmente, los
barrios deprimidos de las ciudades grandes y medianas los que han
sufrido gran parte de los costes sociales de los cambios acaecidos
en los últimos tiempos, como, por ejemplo, los ajustes
industriales, el abandono de fábricas, la precariedad de las
viviendas, el paro de larga duración, la criminalidad o la
exclusión social.
Así pues, es doble el reto al que se enfrenta la política urbana de
la Unión: por una parte, mantener las ciudades europeas al frente
de una economía cada vez más globalizada y competitiva y, por otra,
superar el pesado legado de privaciones y penurias urbanas. Estos
dos aspectos de la política urbana son necesariamente
complementarios dado que es improbable que sea sostenible a largo
plazo un progreso económico que socave la cohesión de las ciudades:
- la sociedad urbana pagará un alto precio en términos de
criminalidad y de conductas antisociales si el desarrollo económico
va acompañado de grandes desigualdades en el acceso a sus frutos y
beneficios;
- Europa en su conjunto pagará las consecuencias del desinterés
de sus ciudadanos y de la pérdida de apoyo al modelo de sociedad
europeo;
- por último, la economía europea sufrirá si no gozan de un
consenso generalizado los ajustes a los rápidos cambios que serán
necesarios para mantener la competitividad de las ciudades de
Europa.
Es a los Estados miembros a quienes corresponde la responsabilidad
principal en el desarrollo de la política urbana del próximo siglo.
El fortalecimiento de la democracia local, el sentido de
ciudadanía, la migración, el empleo, el desarrollo cultural, la
educación, la exclusión social y la criminalidad urbana, cuestiones
todas ellas que se han examinado en la Parte 1 del presente
documento, requieren el empleo de instrumentos de política que
están en manos de las administraciones nacionales.
Sin embargo, como ya antes se ha indicado en el punto 1.5, dado que
hay una multiplicidad de organismos competentes en la gestión de
las ciudades, será esencial lograr una mayor coordinación de las
políticas y hacer que todos los niveles interesados (desde los
barrios hasta el sistema urbano europeo, pasando por las
conurbaciones) participen en un marco de interrelaciones y de
responsabilidad compartida.
A nivel de la UE, las medidas que se emprendan deberán evaluarse
teniendo en cuenta la necesidad de un desarrollo coherente y
sostenible de las ciudades. Por este motivo, la Comisión invita a
que se hagan cuantos comentarios se consideren oportunos para
lograr una mejor integración de las políticas comunitarias en
materia de desarrollo urbano y garantizar así que éstas se
correspondan plenamente con las medidas emprendidas a otros niveles
y, en particular, con las necesidades de las ciudades grandes y
medianas. A la vista de los resultados del debate que tenga lugar
a raíz de la presente Comunicación, la Comisión analizará las
formas de adaptar su organización interna de modo que contribuya
constructivamente al desarrollo urbano. En esta labor, deberá
prestarse especial atención a, por lo menos, las orientaciones
siguientes.
Necesidad de una perspectiva urbana en las políticas de
la Unión Europea
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La Unión Europea debe desempeñar un papel complementario en el
tratamiento de los asuntos urbanos dado que son competencia suya
las políticas de varios sectores que tienen un peso directo en el
desarrollo y la calidad de vida de las zonas urbanas. Por ello, es
preciso examinar más exhaustivamente las posibilidades de ajustar
esas políticas para que mejore su contribución al desarrollo
urbano. Entre los aspectos que requieren mayor reflexión figuran
los siguientes:
- el establecimiento, con calendarios precisos, de unos objetivos
claros para la mejora del medio ambiente urbano y el ajuste de las
políticas sectoriales de la UE desde el punto de vista de la
sostenibilidad; esto puede requerir el desarrollo de unos
instrumentos voluntarios de planificación urbana orientados al
desarrollo sostenible;
- el desarrollo de las RTT de forma que se garantice un buen
acceso a ellas desde los sistemas regionales y locales y una
utilización de los recursos que permita avanzar lo máximo posible
en la consecución de los objetivos medioambientales, de empleo e
industriales;
- el fortalecimiento del transporte intermodal de mercancías y
pasajeros con objeto de facilitar tanto el acceso a las ciudades
como la movilidad dentro de ellas; debería hacerse especial
hincapié en el fomento del transporte público de pasajeros;
- la dedicación de las actividades de IDT a los principales
problemas a los que se enfrentarán las ciudades del futuro,
principalmente el transporte integrado, la energía, la tecnología
de la construcción sostenible, las redes de información, la
tecnología para la protección del patrimonio cultural, el
desarrollo urbano sostenible, las tecnologías medioambientales y
los nuevos vehículos urbanos, cuestiones todas ellas que figuran en
la acción "la ciudad del mañana" de la propuesta formal de la
Comisión para el V Programa marco [1];
- el desarrollo de las políticas de la telecomunicación,
incluidas las obligaciones de Servicio Universal, con objeto de que
los barrios deprimidos de las ciudades y las pequeñas zonas urbanas
queden enlazados lo antes posible con las autopistas de la
información;
- el fortalecimiento de la función comercial de las ciudades [2]
y barrios y de su papel en el desarrollo del turismo;
- los asuntos de migración, cooperación policial y judicial y
criminalidad, que se tratan en el Título VI del Tratado de la Unión
Europea;
- la lucha contra la exclusión social y económica, que es uno de
los objetivos explícitos de la estrategia europea para el empleo,
y la lucha contra la segregación racial en el marco del Año europeo
contra el racismo (1997); las medidas emprendidas con motivo del
Año Europeo deben contribuir a sensibilizar a la opinión pública
del peligro que representa el racismo para las democracias urbanas
en particular; asimismo, sería conveniente que las reflexiones del
Foro de Política Social [3] sobre los derechos sociales fundamentales
prestara mayor atención a la vertiente social de los problemas del
desarrollo urbano;
- la política de sanidad pública y, en particular, los problemas
sanitarios en los segmentos de indigencia y pobreza de las ciudades
(abuso de drogas, condiciones de alojamiento insatisfactorias,
etc.);
- la necesidad de crear entre los diversos agentes e
interlocutores locales unas relaciones de confianza que permitan
fomentar la asunción local de competencias, la responsabilidad y la
iniciativa, así como reforzar las políticas de empleo; éstos son
los objetivos que persigue la Comisión con los pactos territoriales
para el empleo.
Algunas de estas cuestiones se examinan ya en el Plan Europeo de
Ordenación del Territorio (PEOT) [4], que debe desempeñar un
importante papel en la organización a escala europea de un debate
sobre temas de interés común con efectos territoriales que
transcienden zonas urbanas, regiones o países concretos.
Servicios de interés público y desarrollo urbano
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El sector público y la gestión de la ciudad van perdiendo
progresivamente su función de proveedor directo de servicios. Los
Estados miembros han adoptado enfoques muy distintos sobre este
tema. Aún reconociendo la diversidad de modos de organización, en
una comunicación reciente la Comisión subrayó el hecho de que los
servicios de interés público son parte de los valores compartidos
en Europa. Dichos servicios son parte de la esencia del modelo
europeo de sociedad, puesto que promueven objetivos fundamentales
de las sociedades europeas, tales como la solidaridad y el
tratamiento equitativo dentro de un mercado abierto y dinámico.
Estos valores compartidos se traducen en distintas formas de
organización de dichos servicios en diversas regiones y en
distintos sectores. En el caso de los servicios económicos tales
como las telecomunicaciones, correos, el transporte, la energía o
la radiodifusión, se deberán realizar ajustes para adaptarse al
progreso tecnológico, la globalización de la economía y las
expectativas y necesidades de los usuarios. La Comisión ha
destacado que, pese a que los Estados miembros son libres de
definir su propia política a este respecto y no tiene interés
alguno en quién proporciona específicamente estos servicios, es
evidente éstos han de servir a la sociedad en su conjunto
garantizando continuidad, igualdad de acceso, universalidad y
transparencia.
La autoridad pública sigue siendo el principal proveedor de
servicios no comerciales, tales como la educación, la formación, y
la asistencia sanitaria. De ellos, el servicio a la sociedad en su
conjunto cobra una importancia progresiva en un contexto de
dualización de las sociedades, que se hace especialmente patente en
las zonas urbanas. El Libro Blanco de la Comisión "Enseñar y
aprender: hacia la sociedad cognitiva" hace hincapié en este
aspecto. Actuaciones tales como las "escuelas compensatorias" en
zonas urbanas deprimidas y las redes europeas se han marcado como
objetivo la promoción de ciudades que son capaces de superar el
acceso desigual a los recursos educativos.
Contribución de los Fondos estructurales
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Cada vez es más evidente que las ciudades desempeñan un papel
fundamental en la política estructural. El incremento de la
atención prestada al desarrollo urbano en la elaboración de
estrategias y en los programas futuros podría concretizarse en una
estrategia integrada de las acciones en las zonas urbanas y con las
de regiones más amplias en torno a ellas, así como en términos de
desarrollo económico y de recursos humanos. Para lograr tal
coherencia, es importante que las autoridades locales participen
estrechamente en la preparación y aplicación de los programas de
desarrollo regional. Con frecuencia, dichas autoridades también
pueden aportar la experiencia y conocimientos necesarios sobre la
economía y el mercado de trabajo locales.
En el período de programación actual ya se podrían aplicar las
siguientes acciones:
- concentración de las actividades del Fondo estructural,
incluidas las medidas relacionadas con el mercado de trabajo, en
las bolsas del centro de las ciudades con un alto nivel de
desempleo, o en la periferia urbana con una alta densidad de
población, y modulación de éstas para cubrir las necesidades
específicas de los grupos de inmigrantes;
- encauce de las experiencias derivadas de los programas URBAN e
INTEGRA y refuerzo del desarrollo de la comunidad urbana como eje
prioritario en el cual se incluya la noción de comunidades locales
sostenibles que cuenten con la participación activa de la población
local;
- mayor concentración en los distintos aspectos del transporte
para mejorar la infraestructura y los sistemas de transporte
públicos, de forma que las regiones periféricas sean más
accesibles; este aspecto contribuiría la resolución de los
problemas de congestión y medio ambiente en las zonas urbanas;
difusión de la experiencia acumulada y de las mejoras prácticas
disponibles para el desarrollo urbano.
Estas acciones contribuirán a concentrar más atención sobre:
- la función de las ciudades como polos de crecimiento para el
desarrollo regional;
- la inclusión social y la paliación de la pobreza urbana;
- el desarrollo urbano integrado y sostenible que combine
soluciones multisectoriales y suponga una inversión en capital
humano y físico.
Enriquecimiento de conocimientos y fomento del
intercambio de experiencias entre ciudades
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Cada día es más necesario disponer de información significativa y
comparable sobre las ciudades, y esto es especialmente cierto en el
caso de las autoridades locales y demás autoridades públicas
responsables de la política urbana. Para garantizar una base sólida
para mejorar la toma de decisiones sobre aspectos comunes
relacionados con el desarrollo urbano, la Comisión propone aplicar
un doble enfoque.
A corto plazo se lanzará una "auditoría urbana" para valorar los
puntos fuertes y los débiles de las ciudades europeas. Dicha
auditoría medirá la calidad de vida de nuestras ciudades de tamaño
mediano y grande mediante el empleo de un paquete simple de
indicadores urbanos y una metodología común.
La Comisión tratará de establecer un paquete de indicadores fáciles
de usar y actualizados para fomentar la participación de las
autoridades locales tanto en la compilación como en el empleo
futuro de la información obtenida a la hora de elaborar su política
urbana.
En una segunda fase, esta herramienta también podría permitir
llevar a cabo una mejor valoración de la repercusión de distintas
políticas nacionales y europeas en la evolución de las zonas
urbanas.
A partir de la experiencia adquirida con la "auditoría urbana", la
Comisión está considerando la creación de herramientas para medir
y controlar su sostenibilidad.
Paralelamente a esta acción ascendente, la Oficina Estadística de
las Comunidades Europeas (EUROSTAT) procesará la información de
nivel local ya disponible en sus bases de datos para proporcionar
datos estadísticos básicos sobre las ciudades y las aglomeraciones
urbanas. A medio plazo, deberán continuar los trabajos llevados ya
a cabo por EUROSTAT, en cooperación con los institutos estadísticos
nacionales, para crear un sistema de información armonizado que
incluya definiciones de ciudades normalizadas.
Dentro de la UE existen numerosos foros y redes gracias a los
cuales las ciudades intercambian sus experiencias y cooperan en
distintos temas. La campaña "Ciudades Sostenibles" agrupa a
autoridades locales con una preocupación específica por aplicar el
"Programa Local 21". En el contexto del artículo 10 del Reglamento
del FEDER, recientemente la Comisión propuso apoyar una serie de
redes relacionadas con aspectos concretos tales como el desarrollo
económico, las PYME, la tecnología, la mejora medioambiental y la
igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en la economía [5].
Otros aspectos en los que se fomenta activamente la cooperación son
la telemática, la energía, el transporte, la educación, la cultura
y la investigación. También se proporcionan incentivos a las
autoridades locales de la Unión Europea para que participen en la
cooperación descentralizada con ciudades de otros continentes del
mundo para ayudar a dichas ciudades a su desarrollo, reforzar las
relaciones de la UE con terceros países y apoyar la participación
de los agentes locales de la UE en el proceso de integración global
(por ejemplo, Med-Urbs, Asia-Urbs, URB-AL).
En los próximos años, la Comisión intensificará sus esfuerzos para
que se realicen intercambios supranacionales de experiencias entre
ciudades con el objetivo de recoger y compilar toda la experiencia
pertinente en regeneración urbana y desarrollo urbano sostenible,
incluidos los resultados de la investigación en el campo
socioeconómico.
Comisión de las Comunidades Europeas
Fecha de referencia: 24-03-1998
1: COM(97) 142 de 9.4.1997.
2: COM(96) 530 de 20.11.1996 - Libro Verde de la Comisión sobre
el comercio.
3: Véase el punto 2.2.
4: El PEOT, aprobado en la reunión ministerial de política
regional y ordenación territorial (Lieja, noviembre de 1993), es un
ejercicio de los 15 Estados miembros que, con el apoyo de la
Comisión teien por objeto desarrollar una visión estratégica de la
evolución territorial de la Unión.
5: Convocatoria de propuestas para la cooperación interregional
interna (DO CE C 386 de 31.10.96), y Ecos-Ouverture II (DO CE C 125
de 22.4.97).