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Documentos > El espacio agrícola entre el campo y la ciudad > http://habitat.aq.upm.es/eacc/aoostzuidholland.html   

Gestión de bienes y servicios rurales en Oost Zuid Holland (Países Bajos)
El papel clave de la agricultura multifuncional para preservar el paisaje, favorecer la biodiversidad y mejorar la calidad de vida de los habitantes


Marian Simón Rojo

La región de Oost-Zuid-Holland pertenece a la provincia de Zuid-Holland[1] y está formada por 16 municipios que acogen a 320.000 habitantes. El 44% de esta población vive en Alphen aan den Rijn y Gouda, las dos principales ciudades de la región. La ciudad de Gouda y los parques temáticos en Alphen a/d Rijn son los principales destinos turísticos; se trata de un turismo que, por lo general, se suele limitar a estos enclaves y no se relaciona con el territorio circundante.

Es una región muy llana, sin apenas relieve, con el típico paisaje holandés de polder y prados sobre turberas. Prácticamente toda la región está bajo el nivel del mar; aquí encontramos algunas de las zonas más antiguas de tierra ganada al agua (reclaimed land). Además, el 7% de sus 54.600 hectáreas están cubiertas por agua.

La agricultura sigue siendo uno de los usos predominantes, ocupa más del 80% del territorio. Desde los años noventa ha habido una reducción en el número de explotaciones, acompañada de un aumento en el tamaño medio de las mismas. En la actualidad persisten en torno a 2.300 explotaciones agrícolas, la mayoría dedicadas a la producción de lácteos.

La región de Oost-Zuid-Holland forma parte del Groene Hart, literalmente el corazón verde de una de las zonas más densamente urbanizadas de Europa: el Randstad, una red urbana en forma de anillo que incluye las cuatro mayores ciudades neerlandesas (Amsterdam, La Haya, Rotterdam y Utrecht). Los sucesivos planes han intentado proteger las zonas agrarias y verdes del área, aunque no siempre lo han logrado. La región sigue expuesta a la presión derivada de la presencia de las grandes áreas urbanas que la rodean y de la creciente demanda de áreas recreativas que emana de esas ciudades. Si en un principio la protección de los suelos agrarios estaba ligada a la protección de la producción agrícola, incluso planteándose la autosuficiencia alimentaria, en la actualidad la protección se plantea desde la preservación del medio ambiente y del paisaje. Por ello, se busca la multifuncional del sector agrario, con una gestión que incorpore los servicios verdes —relacionados con la naturaleza— y azules —relacionados con la gestión del agua— y que se vincule a la demanda de espacios verdes y de ocio de los habitantes de las ciudades.

Aunque hay voces discrepantes que temen que las zonas agrarias y naturales acaben fundiéndose con lo urbano, en general se ve esta demanda de esparcimiento y recreación en el campo como una oportunidad para asegurar la viabilidad futura del sector y del paisaje agrario, y se está trabajando sobre la valoración económica de dichos bienes y servicios.

Por otra parte, se puede entender la voluntad política y de la sociedad de aumentar las zonas naturales, pues son inexistentes, a excepción de las zonas húmedas o relacionadas con el agua. En la región solo se contabilizan 18 hectáreas de zonas forestales o seminaturales.

En general la valoración social de lo agrario está mejorando gracias al mayor contacto entre los urbanitas y los granjeros. También contribuyen actividades para dar a conocer el mundo rural, como jornadas de puertas abiertas o campañas de recogida de fruta, iniciativas de apadrinar un árbol o una gallina, o granjas con vocación pedagógica dentro de las ciudades.

Los puntos de interés que merece la pena destacar de este caso son los siguientes:





Índice General

 

1 Introducción

Si España estuviera tan densamente poblada como los Países Bajos (483 hab/km2 en 2006), habría más de 260 millones de habitantes en nuestro país. Casi la mitad de su población vive en el Randstad, el anillo de las cuatro mayores ciudades neerlandesas (Amsterdam, La Haya, Rotterdam y Utrecht) que destaca como uno de los espacios centrales europeos, una posición que no quiere perder. El objetivo de mantenerlo como uno de los lugares más atractivos, competitivos e innovadores es parte esencial de la visión de futuro para el país y se recoge en los principales documentos y planes estratégicos.

Paradójicamente, este pequeño, denso y artificial país, levantado sobre terrenos pantanosos y construido bajo el nivel del mar, es a la vez uno de los mayores productores agrarios del mundo, exportador sobre todo de flores y productos lácteos y derivados. Esto se logró gracias a la intensificación de la agricultura, que contó con el apoyo gubernamental y con el desarrollo de poderosas industrias innovadoras y que se benefició a su vez de las condiciones climáticas, topográficas y de recursos energéticos, pues contaba con el gas del subsuelo como energía barata para los invernaderos y para la producción de fertilizantes.

Desde hace años en el sector agrario las cosas están cambiando, hay una creciente preocupación social por los impactos sobre el medio ambiente y sobre la salud de esta agricultura intensiva, así como por la amenaza del cambio climático. En teoría hay voluntad de evolucionar hacia una agricultura menos insostenible, que incluya una visión del desarrollo rural basado en la multifuncionalidad de la agricultura, con la combinación de nuevas actividades (por ejemplo educativas, turísticas, asistencial y de ocio) cada vez más demandadas por la sociedad y de servicios en favor de la naturaleza, del paisaje y de la gestión del agua.

En este documento se plantean las tensiones a las que las zonas agrarias del área intensamente urbanizada del Randstad se ven sometidas y las respuestas que se han dado para preservarlas, especialmente desde los instrumentos de ordenación pero también mediante otras medidas e incentivos económicos.


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Figura 1: Comparación de la distribución urbana del Randstad y otras áreas centrales europeas


2 Usos del suelo

2.1 Usos del suelo

Aproximadamente el 9% de la superficie de la región Oost-Zuid-Holland está ocupada por usos urbanos y algo más del 80% por usos agrarios. Entre éstos predominan los pastos para la cabaña lechera. A nivel provincial, el 55% del suelo agrario se destina a la ganadería, el 25% a la agricultura y el 12% a la horticultura. La agricultura biológica no tiene un gran peso, ni por el número de empresas (apenas cien) ni por la superficie (no llega a 2.000 de las casi 46.000 hectáreas de suelos agrícolas), aunque aumentó un 50% entre 2000 y 2005 (Provincie Holland Zuid, 2007).

A continuación se presentan los datos recogidos en el proyecto Corine Land Cover. Aunque las cifras difieren respecto de las facilitadas por Province Holland Zuid, resulta interesante poder compararlos con los totales nacionales procedentes de la misma fuente. Como se ve, a pesar de estar afectada por usos dispersos, la importancia de los suelos dedicados a la agricultura es grande; se puede entender que siga siendo el espacio más despejado dentro del Randstad y que siga conservando su carácter de pulmón verde artificial. También se puede entender la voluntad política y de la sociedad de aumentar las zonas naturales, pues son inexistentes, a excepción de las zonas húmedas o relacionadas con el agua. En la región sólo se contabilizan 18 hectáreas de zonas forestales o seminaturales.


Cuadro 1: Usos de suelo en Oost Zuid-Holland. 1990
Fuente: elaboración propia a partir de datos del proyecto Corine Land Cover. La cifra corresponde al porcentaje de cada tipo de suelo artificial respecto del total de suelo artificial.
      Oost Zuid-Holland Países Bajos
Tipo de suelo (ha) (%) (ha) (%)

1. Zonas artificiales 5.002 9 358.455 10
   Zonas urbanas 3.805 76 25.524 71
  Industria, comercio y transporte 524 10 53.615 15
  Extracción, minería, en construcción 229 5 16.519 5
   Zonas verdes artificiales no agrícolas 444 9 33.797 9
2. Zonas agrícolas 45.943 84 2.620.117 75
3. Zonas forestales y seminaturales 18 0 396.418 11
4. Zonas húmedas 826 2 31.526 1
5. Superficies de agua 2.767 5 82.538 2

Totales 54.556 100 3.489.054 100


2.2 La presión urbana

El crecimiento demográfico entre 1981 y 2000 fue del 21%, similar a la media nacional (Overbeek y Vader, 2003). Sin embargo, entre 2000 y 2009 la población prácticamente no ha variado en la región, ha pasado de 321.484 habitantes en 2000 a 322.240 en 2009 [2], lo que supone un incremento del 0,2% frente al 3,9% del total nacional.

El número de viviendas en la región ha aumentado a un ritmo considerablemente mayor, creciendo un 5,4% en los últimos nueve años; había 124.087 viviendas al iniciarse 2000 y 130.797 al finalizar 2008[3]. Las dos ciudades principales —Alphen aan den Rijn y Gouda— han experimentado los mayores incrementos demográficos, en buena medida atribuibles al Plan nacional de desarrollo de vivienda, que se tradujo en las áreas residenciales definidas en el  Vierde Nota Ruimtelijke Ordening Extra [Cuarto Informe Extra de Planificación Espacial Nacional] (VINEX) de 1993.

Para el período 2010-2020 está prevista la construcción de algo más de 200.000 viviendas en la provincia de Zuid-Holland, la mayor parte (61%) en zonas ya urbanas o en áreas pendientes de desarrollo dentro del plan VINEX. En Oost-Zuid-Holland se ha planificado un incremento de unas 13.500 viviendas en los próximos diez años. Pero, al contrario de lo que sucede en la provincia, tan solo un 36% se construirán completando tejido existente, el 64% restante se hará sobre nuevas extensiones de los núcleos[4].

En cualquier caso, cuando se discute sobre el desarrollo de las áreas rurales en foros interregionales, los municipios más pequeños no ven con buenos ojos la injerencia de las ciudades metropolitanas. Muestran una actitud favorable a las ampliaciones, pero siempre que den una respuesta a sus exigencias. Se advierten diferencias entre los municipios urbanos y los rurales. Los primeros, en los que apenas queda suelo vacante, tienden a ampliar las áreas construidas a costa de zonas verdes de los municipios rurales, mientras que éstos prefieren conservar la distinción entre lo natural y lo construido (green versus red). Los recién llegados intentan detener la expansión urbana, pues prefieren conservar el carácter rural y la tranquilidad que les atrajo para irse a vivir allí (Overbeek, 2006).

3 El sector agrario

3.1 Producción agraria

A pesar de su extensión espacial, el sector agrario ocupa tan solo al 5% de la población activa (cifra similar a la media nacional). En los años noventa el número de empresas agrarias se redujo un 30%, el proceso afectó mayormente a las explotaciones extensivas y fue acompañado de un aumento en el tamaño de las que quedaron, con lo que la superficie total apenas ha variado. En 2000 quedaban unas 2.500 empresas (Provincie Holland Zuid, 2007).

De acuerdo con el Plan Regional Provincial, la ganadería, los invernaderos y los viveros de árboles son las fuentes principales de ingresos agrarios. La reducción de los precios de la leche causada por la reforma de la Política Agraria Común ha aumentado las dificultades del sector. Grandes compañías dominan este mercado y las cooperativas de los granjeros que producen la leche apenas pueden incidir en el precio que se les paga (Aalbers et al, 2009).

A pesar de todo, en conjunto se trata de un sector bastante estable. El principal cambio que se observa es que los granjeros se van dedicando cada vez más al manejo del paisaje. Además, en las explotaciones extensivas disminuyen las cabezas de ganado para la producción de leche, mientras que aumentan el número de caballos y los ingresos procedentes del agroturismo, de la equitación y del cultivo de maíz (en los planes regionales se establecen precisamente límites a este cultivo) (Provincie Holland Zuid, 2007).

3.2 Bienes y servicios rurales

El Sociaal-Economische Raad [Consejo Económico y Social] de los Países Bajos ha reconocido que los servicios verdes —relacionados con la naturaleza— y azules —relacionados con la gestión del agua— van a jugar un papel decisivo en el futuro del sector agrario (SER, 2008). Los agricultores y ganaderos ofrecen servicios públicos relacionados con la gestión del agua, de la naturaleza y del paisaje, dan respuesta a la demanda de usos recreativos y reciben una compensación económica por dichos servicios.

Servicios azules. Las autoridades son conscientes de que el sistema de polders no es capaz de contener todo el agua todo el tiempo; su capacidad para desaguar es insuficiente ante grandes precipitaciones. El cambio climático y el propio asentamiento del terreno juegan en contra. Es necesario encontrar espacios para el almacenamiento temporal del agua ante circunstancias extremas y también prever los problemas derivados de una creciente salinización de las aguas. Los terrenos agrícolas aparecen como una alternativa razonable para formar parte de una estructura azul que pueda recoger el agua y evitar problemas de inundaciones en zonas habitadas.

Servicios verdes. Se ha lanzado una campaña para invitar a los granjeros y agricultores a prestar servicios relacionados con la naturaleza y el paisaje. Otros bienes y servicios verdes, más orientados hacia el público, son una fuente complementaria de ingresos y van en la línea de diversificar sus economías y prestar un servicio para una demanda que al sector público cada vez le resulta más difícil cubrir. En el pasado se crearon varias áreas recreativas o áreas para la conservación de la naturaleza de propiedad estatal o provincial. Las autoridades están preocupadas por los costes de mantenimiento y buscan formas alternativas de propiedad y gestión para las zonas recreativas. Se marcan objetivos de ampliación de la oferta y la mejor manera de cumplirlos es en el suelo agrario, que no cuesta tanto (Aalbers et al, 2009).

En torno al 15% de las granjas de Oost-Zuid-Holland están implicadas en la gestión agrocultural del paisaje. La extensión de estas prácticas a otras granjas se ve dificultada por una compensación monetaria insuficiente, por los frecuentes cambios en las políticas y porque las cooperativas agroambientales no pueden recibir fondos por los servicios colectivos de gestión del paisaje que prestan (Overbeek, 2006).

Los bienes y servicios rurales de carácter privado incluyen cafés, restaurantes, alojamientos y granjas abiertas al público y con tiendas. Las granjas encuentran a menudo impedimentos para ampliar su oferta comercial, debido a las restricciones espaciales y ambientales, que únicamente permiten actividades no agrarias de pequeña escala junto a una granja o establecen distancias de higiene que no permiten combinar diferentes actividades, como tiendas junto a establos. La repercusión que tienen los bienes y servicios rurales en la economía local es escasa; en su mayoría son actividades que tradicionalmente ya ofrecían las granjas familiares. Están surgiendo nuevas actividades como el agroturismo, la atención social y las tiendas.

Desde las instituciones púbicas se ofrecen bienes y servicios rurales, relacionados con la gestión ornitológica, de espacios naturales y de terrenos agrarios con prados abiertos que refuerzan el valor del paisaje. Las políticas de apoyo a los bienes y servicios públicos rurales para potenciar el paisaje se orientan a la creación de infraestructuras recreativas. Otras medidas como el desarrollo de rutas turísticas, la gestión de museos o la preservación de granjas antiguas facilitan el «consumo del paisaje» (Overbeek, 2006).

La valoración social de lo agrario está mejorando gracias al mayor contacto entre los urbanitas y los granjeros. También contribuyen actividades para dar a conocer el mundo rural, como jornadas de puertas abiertas o campañas de recogida de fruta, iniciativas para apadrinar un árbol o una gallina, o granjas con vocación pedagógica dentro de las ciudades.

4 La protección del suelo agrario

4.1 Las políticas de protección

En los Países Bajos los planes de ordenación espacial a distintas escalas han protegido históricamente los suelos agrícolas. Los sucesivos Informes de Planificación Espacial Nacional establecen restricciones a la expansión urbana de los núcleos y acotan las zonas que se pueden urbanizar mediante la delimitación de un perímetro de color rojo. También se delimitan las zonas naturales o verdes sujetas a protección, mediante el correspondiente trazado de un contorno verde. Los planes de ordenación provinciales y municipales adoptan enfoques similares y han de ser coherentes con lo establecido a nivel nacional.

Junto a la protección derivada de los documentos de ordenación espacial, encontramos otros planes, acompañados de medidas de financiación, que promueven la diversificación de los suelos agrarios. De acuerdo con los Natuurbeheerplan [Planes de Gestión de la Naturaleza] aquellos terrenos que formen parte de redes naturales, que contribuyan a mejorar la biodiversidad y a preservar el paisaje, pueden optar a subvenciones.

En el caso del Groene Hart hay que señalar que, además, obtuvo la categoría de Nationale Landschap Groene Hart [Parque Nacional] en 1998; detrás había una larga trayectoria de protección de sus espacios agrarios y naturales (ver apartado 4.3).

4.2 Las reivindicaciones ecologistas

El aumento de los costes de gestión está conduciendo a cambios en la política sobre agua. La Región de Oost-Zuid-Holland está situada bajo el nivel del mar, y la decisión clave sobre a qué altura se ha de mantener el agua tiene repercusiones en múltiples sectores. Durante mucho tiempo la  Dienst Landelijk Gebied [Autoridad de Gestión de Agua y Suelo] (DLG) decidió esa altura teniendo en cuenta los intereses de los granjeros (el término granjeros incluye a agricultores). En la actualidad, la decisión se ha de tomar considerando el conflicto entre los intereses de los granjeros, de los residentes y de las organizaciones para la protección de la naturaleza. Los granjeros y los residentes prefieren un nivel de agua más bajo, pues así aumenta la eficiencia de la producción agraria y mejora el asentamiento de casas y jardines. Las organizaciones ecologistas prefieren un nivel de agua relativamente más alto para proteger los hábitats específicos. (Overbreek y Terluin, 2006). Hoy, con la política de servicios azules y los cambios en la gestión de los espacios agrarios, estas posiciones van cambiando.

Aparentemente se está dando un creciente entendimiento entre ecologistas y gentes del sector agrario en torno a la preservación de los valores naturales y paisajísticos. En la actualidad se reconoce que agricultores y ganaderos han sido protagonistas esenciales en la configuración del paisaje actual y que sin ellos desaparecería. En Oost-Zuid-Holland los granjeros/agricultores han creado numerosas cooperativas medioambientales para organizar la gestión del paisaje agrocultural. También los ciudadanos pueden formar parte de estas cooperativas, con lo que aumenta la relación entre granjeros y población urbana.

Los Países Bajos crearon una Red Ecológica Nacional y está aumentando la superficie de reservas naturales y hábitats protegidos. Sin embargo, estas áreas siguen estando tan fragmentadas que, incluso cuando hayan completado su red, el país no será capaz de cumplir sus compromisos internacionales sobre conservación de la biodiversidad. La situación en Zuid-Holland es especialmente delicada, pues de acuerdo con el Inventario de Áreas Naturales (Van Egmon y Vonk, 2007), Zuid-Holland es la provincia con menos zonas sin urbanizar y las que quedan son más pequeñas que en el resto del país. El tamaño reducido de los espacios abiertos, la dispersión de construcciones y la fragmentación del territorio tienen un efecto negativo sobre la principal cualidad del territorio, su paisaje abierto y despejado (openness).

Ante estas circunstancias, la presión para permitir actividades controladas que combinan edificación y ecología (red-green) está generando una oposición creciente. Hay temores de que la creciente influencia urbana acabe definitivamente con los valores naturales de la zona. Las grandes ciudades lanzaron un manifiesto por el Groene Hart al que diversas organizaciones replicaron con su propio manifiesto en defensa del Groene Randstad.

4.3 Diferentes visiones sobre el espacio agrario

En los años sesenta se empezó a hablar del Randstad (concepto supuestamente surgido en los años treinta) como una gran conurbación con un espacio verde central, el Groene Hart (Figura 1). Hasta entonces a este espacio central se le había considerado un paisaje agrario a proteger desde el punto de vista de la producción. Pero en 1996, con el Segundo Informe de Planificación Espacial Nacional, se cambiaron los objetivos; abogaban por preservar el Groene Hart como zona no urbanizada para la recreación dentro del Randstad. Los objetivos no se cumplieron en su totalidad, pues la creciente presencia de infraestructuras y la expansión urbana de ciudades y pueblos ejercían una fuerte presión sobre el espacio rural. Aún así, el objetivo de diferenciar entre lo urbano y lo rural, entre los asentamientos urbanos y los espacios sin edificar, se mantuvo en el Cuarto Informe de Planificación Espacial Nacional (VINO) de 1988 (Kühn, 2003). El Cuarto Informe Extra (VINEX) de 1993 recogió este planteamiento y en principio las zonas urbanas no se podían ampliar. En la revisión de 1999 se establecía que una parte sustancial de las necesidades de expansión urbana del Groene Hart deberían canalizarse hacia el Randstad (AALBERS et al, 2009).

En 2002 el Consejo de Ministros aprobó que los municipios dentro de Parques Nacionales pudieran ampliarse para cubrir las necesidades de alojamiento derivadas de su crecimiento demográfico. No daba respuesta a las necesidades de las ciudades limítrofes con el Randstad.

Sin embargo, también en 1998, las ciudades de Amsterdam, Rotterdam, La Haya y Utrecht lanzaron el concepto de Deltametropolis. En lugar de entender el Randstad como la parte más intensamente urbanizada de los Países Bajos, proponían la Deltametrópolis como una ciudad europea y mundial de baja densidad (Storm, 2004). Esto tiene importantes repercusiones en el papel que se le atribuye al Groene Hart, que va a ser un elemento esencial de calidad e identidad —y de competitividad para toda la región. Consideran que se usa poco como área de recreación y que hay que vincularlo más al disfrute de la población, abriendo la posibilidad de nuevas actividades controladas, que justifican nuevas edificaciones relacionadas con funciones verdes [5]. Antes ya se había cuestionado que se siguiera hablando y protegiendo el Groene Hart idílicamente, sin reconocer que está muy alterado.

De todas formas, en el vigente Informe de Planificación Espacial Nacional [Nota Ruimte] de 2006 se le sigue concediendo la categoría de espacio a preservar (Ver apartado 5.1).

5 Instrumentos de planeamiento

5.1 Planes nacionales. La protección de los suelos agrícolas en el Groene Hart

El Informe de Planificación Espacial Nacional [Nota Ruimte], aprobado en 2006 incluye un programa de desarrollo para el Groene Hart, en el que destaca el papel de las redes verdes (ecológicas) y azules (agua), y la función agraria, natural y paisajística —en la que incluye los elementos de valor histórico-cultural— del territorio. También señala las funciones recreativas, aunque circunscritas a determinadas áreas. En este plan desaparece el recurso de la delimitación de zonas urbanizables y naturales (contorno rojo y verde), pero sin embargo las provincias sí que lo mantienen en sus planes provinciales y regionales.

5.2 Planes regionales

El Streekplan [Plan Regional] fue aprobado en noviembre de 2003 por el Provinciale Staten van Zuid-Holland [Parlamento provincial de Zuid-Holland]. La política territorial se traduce en el plan en una visión de desarrollo espacial para la región. Integra y coordina la ordenación espacial y las políticas estatales, municipales y sectoriales (medio ambiente, agua, transporte, ...). El contenido del plan incluye los elementos estructurantes a escala territorial, directrices básicas y decisiones sobre espacios concretos. El plan destaca como valores característicos de la región la tranquilidad y los espacios abiertos y reconoce el papel protagonista del sector agrario en la configuración del paisaje.

Se marca como un objetivo prioritario la preservación del paisaje (cerca de un área fuertemente urbanizada). Para ello establece límites a la expansión, concentra las nuevas funciones urbanas en torno a los núcleos existentes e intensifica las zonas ya urbanas. El Plan plantea que es necesario diferenciar las zonas limítrofes con áreas fuertemente urbanizadas del resto del territorio; por ejemplo, sólo en las primeras permite ampliar invernaderos (triángulo Rotterdam-Zoetermeer-Gouda).

Pretende explorar, junto con los afectados, nuevas perspectivas para el sector agrario, diversificando actividades y servicios.

Adopta la estrategia espacio-por-espacio (ruimte-voor-ruimte), con medidas de compensación. Así cuando determina el derribo de edificios —vinculados al sector agrario o no— porque no encajan en el paisaje, o de los invernaderos situados fuera de los terrenos de concentración de esta actividad. Permite a cambio , y como compensación, edificar en lugares adecuados. Pretende con ello desarrollar y sanear las zonas verdes y azules.


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Figura 2: Plano de ordenación del Plan Regional de Oost-Zuid-Holland


La consideración del espacio agrario en el Plan Regional

El plan reconoce que el sector agrario en general y la ganadería en particular, que son esenciales para la región, para preservar su paisaje, su identidad y su naturaleza, se enfrentan a un futuro incierto. Por ello intenta ampliar su campo de acción hacia la naturaleza, el paisaje y la gestión del agua. También hacia servicios de salud asistencial, actividades recreativas y agroturismo, siempre que no vaya en detrimento de las cualidades paisajísticas. Permite la adaptación de granjas como alojamientos Bed&Breakfast, siempre que no conlleven un aumento excesivo de las necesidades de transporte ni impliquen restricciones para el desarrollo de las instalaciones vecinas. Incluye la ordenación espacial como factor clave en la gestión del agua, para poder ampliar la superficie de almacenamiento en circunstancias extremas.

El plan distingue entre terrenos agrarios normales A y aquellos con valores singulares (naturaleza, patrimonio histórico-cultural y/o paisaje) A+.

En los terrenos A se habla de fomentar los elementos naturales y paisajísticos, no se permiten nuevos invernaderos, viveros ni ganado no extensivo. Se permiten frutales donde ya haya concentración de los mismos. Los valores de estos terrenos se pueden reforzar en el marco de la estructura ecológica provincial, dentro de corredores verdes. También tienen que respetar las zonas Habitat.

En los terrenos A+, que ya en el plan de 1995 se identificaban como terrenos agrícolas con valores naturales y paisajísticos o como terrenos sobre sustrato de turba, se apuesta por la ganadería extensiva como factor clave para proteger sus valores y no se permiten intervenciones de gran escala. Se limita la extensión de cultivos no pastizales (sobre todo maíz).

Reconoce que los objetivos no se van a lograr sólo mediante normativas, sino que es muy importante aprobar medidas de fomento, establecer acuerdos y conceder subsidios.

5.3 Planes comarcales y locales de desarrollo

Con mayor detalle se exponen a continuación dos zonas agrarias de la región. La primera es Land van Wijk en Wouden, en las inmediaciones de grandes ciudades, sometida a presión urbanizadora y que los movimientos locales intentan preservar fomentando sus funciones recreativas. La segunda, Krimpenerwaard, de mayor valor paisajístico y natural, se enfrenta a un futuro incierto pues su economía se basa en un sector en declive, el ganadero; en ella los grupos locales intentan encontrar alternativas.

Land van Wijk en Wouden

Se trata de una zona agraria con valores paisajísticos situada en las proximidades de grandes ciudades como La Haya, Leiden o Zoetermeer. Pertenece parcialmente a la comarca de Rijnstreeken, en Oost Zuid Holland. La mayor presión urbanizadora procede de las ciudades de Leiden y Zoetermeer.[6]

Las personas que visitan la tierra de Wijk en Wouden la perciben como un paisaje unitario. Sin embargo, esta unidad territorial no se corresponde con una estructura jurídica única, su gestión se reparte entre muchas jurisdicciones. Es difícil construir una coalición estable en la que estén implicados todos los niveles de gobierno con competencias sobre la zona.

Granjeros, agricultores y residentes formaron en 1999 el grupo Wijk en Wouden para pedir más atención al desarrollo del área. Un movimiento de base para resistir a la urbanización. En el año 2000 las autoridades dieron su respaldo a la iniciativa, y se estableció una comisión de zona. En la comisión participan siete municipios, las autoridades provinciales, la Autoridad de Gestión de Agua y Suelo del distrito y una serie de ONG (asociaciones agroambientales, el sindicato agrario, una gran organización conservacionista y una fundación para la preservación del paisaje de polders). Su composición garantiza una interacción fluida entre los intereses de lo urbano y lo rural. El proceso liderado por la Comisión culminó en una Visión integrada del área (2001) y un Programa de implementación (2003). La comisión de zona tiene un papel protagonista y sus objetivos son proteger el área de Wijk en Wouden como una unidad en la que:

La promoción del uso recreativo está directamente ligada a la preservación del paisaje. Los servicios relacionados con la naturaleza y con la gestión del agua se ven como una opción prometedora para mantener la producción agraria en el área. La comisión da a conocer el área, promueve la creación de senderos y pretende usar en el futuro el sistema de banco de suelo (Aalbers et al, 2009).

Krimpenerwaard

El Krimpenerwaard es una zona de gran valor, de mayor tamaño —ocupa unas 16.000 hectáreas— y toda ella está incluida a la región de Oost Zuid-Holland. La ganadería es la actividad agraria principal, la perspectiva de este sector es incierta y el futuro del paisaje también, como reconoce el Plan Regional. Se intenta reorientar al sector hacia la gestión de la naturaleza, el turismo, la recreación y los servicios asistenciales, por ejemplo con granjas atendidas por personas con problemas mentales o de drogodependencia.


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Figura 3: Plano de parcelas del corredor de interés natural en Krimpenerwaard


Pacto territorial Krimpenerwaard. En Krimpenerwaard se lleva hablando desde hace veinte años sobre la mejora wwwde la estructura agraria y sobre el valor de la naturaleza. En 1999 se redactó un plan (Raamplan) que preveía la obtención de 2.450 hectáreas de espacios naturales. Aunque no se llegó a realizar, en la actualidad la provincia de Zuid-Holland, junto con cinco municipios y organizaciones sociales, han decidido adaptar un nuevo plan para lograr ese espacio natural.

En la actualidad los espacios naturales ocupan el 2% del territorio, se espera que un futuro lleguen al 20%. Para lograrlo, se ha encargado a una fundación para la protección de la naturaleza y el medio ambiente que gestione el proceso de incorporar propietarios particulares —granjeros— a la gestión del paisaje.

En la Figura 3 se ve cómo se traduce gráficamente el Natuurgebiedsplan [Plan de terrenos naturales]: se identifican las parcelas con un valor natural o usos recreativos, se marcan los terrenos que de acuerdo con el Plan Regional están considerados como suelos del corredor natural de Krimpenerwaard y, dentro de ellos, se señalan aquellos que corresponden a propietarios particulares. Estos propietarios son los que pueden incorporarse al programa de gestión privada de naturaleza —a cargo de una fundación— y recibir una compensación económica por sus servicios. Durante la aprobación del plan hubo un período de información pública en el que algunos propietarios solicitaron su inclusión en el programa.

Por otro lado, en la comarca se han sucedido dos proyectos LEADER; el actual pone el énfasis en la diversificación económica de las empresas agrarias. Apunta como ejemplos de nuevas actividades a incorporar la prestación de servicios asistenciales de cuidado, guarderías infantiles, recreación y turismo —habla de creación de rutas ciclistas y de senderismo e instalación de puntos de información y merenderos, artesanía, producción de energía, etc.

6 Perspectivas

Hay práctica unanimidad en considerar que el futuro de los terrenos agrarios pasa por su orientación multifuncional, incorporando la prestación de servicios relacionados con la naturaleza, el paisaje y la gestión del agua. Y casi también unánime es la apuesta por atraer más visitantes y aumentar la oferta recreativa. Se esgrime que un mayor flujo de visitantes justificaría su permanencia como espacio no urbanizado y además permitiría la viabilidad de las explotaciones agrarias. Desde la población y desde las autoridades se valoran más las funciones de naturaleza y recreación que las propiamente dichas de producción —que se pueden trasladar a otros territorios lejanos. En este sentido, es interesante el documento elaborado por Groupe de Bruges, en el que se preguntan si, a la vez que se está cargando a los agricultores de multitud de funciones, no se estará olvidando o dejando de lado la función esencial de la producción de alimentos.

Hay organizaciones que cuestionan la nueva orientación Deltametrópolis, en parte por la manera en que se ha gestado, entre las grandes ciudades —colonizadoras del territorio. Los firmantes del manifiesto por el Groene Hart quieren conservar el carácter agrario del territorio y evitar la urbanización. También hay una propuesta de canon cultural, no tanto con fines recaudatorios, sino para abrir un debate sobre lo que se valora y lo que significa el patrimonio natural, paisajístico y edilicio de la zona.

A continuación se explican algunas reivindicaciones en marcha sobre posibles instrumentos para mejorar las perspectivas del sector agrario y la protección de sus suelos frente a otros usos.

6.1 Bancos de suelo

Una posibilidad de cara al futuro es comprar terrenos para proteger los suelos agrarios, creando un banco de suelo. El precio del suelo es tan alto que los granjeros no pueden entrar en el mercado para montar una granja o ampliar la que tienen. Como se considera que sin ellos el paisaje estaría amenazado, hay una llamada para intervenir en el mercado de suelo. El banco de suelo compraría tierras agrarias en peligro de ser urbanizadas y las cedería a los granjeros. El Gobierno asumiría el pago de la diferencia entre el precio de cesión y los intereses. Los granjeros beneficiados, por su parte, deben prestar servicios ecológicos y de gestión de agua (servicios verde y azul) (Van Rij y Korthals Altes, 2007 citados en Aalbers et al, 2009).[7]

6.2 Evaluación agraria

El sindicato agrario propone que los ayuntamientos estén obligados a hacer una evaluación agraria cuando redactan o modifiquen un plan, para asegurar que si una granja se va a vender, otros granjeros tengan prioridad de compra. También plantean que la vivienda u otros edificios se puedan vender a particulares y pase a ser vivienda privada.

7 Referencias bibliográficas

—consultadas

Aalbers, C.; Dijk, T. Van; Jagt, P.D. Van Der; Westerink, J.  (2009)   Analysis of regional spatial planning and decision making strategies and their impact on land use in the urban fringe. Case study of The Hague Region.   s.c. The Netherlands: Proyecto Plurel. Septiembre. 

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webs

Water, Land en Dijken

Consejo Económico y Social

Proyecto Leader Krimpenerwaard

Fundación Groene Hart.

Custodia del territorio en Zuid-Holland

Base de datos de la naturaleza

8 Cronología



Notas

[1]: El territorio de los Países Bajos está dividido en provincias, cada una con su parlamento provincial (Provinciale Staten). A su vez cada provincia se divide en regiones y éstas en comarcas.
[2]: Valores para el 1 de enero 2009, Central Bureau Statistik [Instituto Nacional de Estadística].
[3]: El incremento se debe a cambios en los patrones residenciales de número de habitantes por vivienda, la vivienda secundaria prácticamente no existe —es menor del 1%.
[4]: Cifras del banco de datos de la provincia http://pzh.databank.nl/.
[5]: Alternativas a esta concepción la encontramos por ejemplo en Amsterdam, que ha desarrollado una estrategia de alimentación en la que promueven las relaciones entre el campo y la ciudad mediante la producción de alimentos en la región.
[6]: En Zoetermeer hay planeadas nuevas estaciones de transporte público en su límite norte que potencialmente atraerán nuevos desarrollos residenciales. Algo muy probable, puesto que es la única parte que queda por urbanizar. (Aalbers et al, 2009).
[7]: En Midden Delfland, también situada en Zuid-Holland, la estrategia de compra de terrenos ya ha funcionado con éxito. La Ley de Reconstrucción, que entró en vigor en 1997 (revocada en 2008), pretendía reforzar la política de protección de la buffer zone aplicada desde 1958 y contemplaba la opción de expropiación. Permitió comprar terrenos agrícolas en las inmediaciones de la ciudad de Delft y Rotterdam y convertirlas en áreas naturales y de recreación. Además, estudios posteriores de Van Rijk, Dekkers y Koomen (2008) comprobaron que la urbanización había afectado menos a las buffer zones en Middle Delfland.
[8]: La Visión Estructurante equivaldría a un plan estratégico de desarrollo espacial y funcional de la provincia.

Edición del 22-7-2010
Revisión: Mariano Vázquez
Documentos > El espacio agrícola entre el campo y la ciudad > http://habitat.aq.upm.es/eacc/aoostzuidholland.html   
 
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