Ciudades para un Futuro más Sostenible
Búsqueda | Buenas Prácticas | Documentos | Boletín CF+S | Novedades | Convocatorias | Sobre la Biblioteca | Buzón/Mailbox
 
Documentos > El espacio agrícola entre el campo y la ciudad > http://habitat.aq.upm.es/eacc/amontpellier.html   

La protección del suelo agrícola en la Comunidad de Aglomeración de Montpellier (Francia)
Una combinación ganadora: leyes e instituciones que apoyan la agricultura junto a colectivos que defienden el territorio como bien colectivo


Marian Simón Rojo

La ciudad de Montpellier, situada en la región mediterránea del Languedoc-Rousillon, es desde los años sesenta un centro de atracción de población. El continuo crecimiento demográfico ha ido acompañado de una expansión urbana que se va trasladando a municipios cada vez más alejados de la ciudad central, por territorios tradicionalmente vinculados a la agricultura, especialmente al vino. El crecimiento demográfico y la aún más intensa expansión de zonas urbanas están transformando los paisajes y las dinámicas socioeconómicas. Los nuevos desarrollos se basan en viviendas unifamiliares, en urbanizaciones de baja densidad con un considerable impacto en el consumo de suelo.

El atractivo demográfico se traduce en un conflicto entre los usos urbanos y los agrícolas, que se ven sometidos a una fuerte presión urbanizadora. Los pueblos del Bajo Languedoc han visto dispararse los beneficios de la venta de tierras, ante las expectativas de nuevas urbanizaciones. El metro cuadrado de suelo agrícola se valora a 1,3 euros (0,5 para las garrigas y los bosques) mientras que los terrenos urbanizables se pagan a 28 euros el metro cuadrado. A un agricultor ya mayor que no tiene quien quiera seguir con la labor, que se ha dedicado al vino y ahora ve como cambian los gustos y su uva ya no se vende tan bien, que sabe que, por su terreno cerca de Montpellier, le pagarían lo suficiente como para poder vivir con desahogo, no es extraño que le atraiga la idea de venderlo y retirarse.

Los nuevos habitantes traen consigo una manera diferente de relacionarse con el territorio, para ellos ya no es su objeto de actividad; por ello, crece la demanda de actividades de ocio al aire libre y los usos productivos de los suelos agrícolas van dejando paso a los recreativos. Las garrigas, que tradicionalmente fueron abiertas y accesibles, se van vallando y privatizando, por ejemplo para residencias particulares y cotos privados de caza.

Esto sucede en Francia, un país en el que el sector agrario tiene una capacidad organizativa y reivindicativa considerable; un país en el que la agricultura periurbana está presente en las reflexiones políticas y profesionales desde finales de los años sesenta y que se ha dotado de leyes y figuras para proteger los suelos agrícolas. Esta protección aparece en leyes sobre agricultura y desarrollo rural, entre las que destaca la  Loi relative au développement des territoires ruraux [Ley sobre el desarrollo de los territorios rurales] (DTR) de 2005, que establece la figura de  Périmètre de Protection et de Mise en Valeur des Espaces Agricoles et Naturels Périurbains [Perímetros de Protección y Revalorización de Espacios Agrícolas y Naturales Periurbanos] (PAEN); pero también en otras específicas sobre urbanismo como la  Loi Solidarité et renouvellements urbain [Ley de Solidaridad y Renovación Urbana] (SRU), en la que se afirma que el suelo es un recurso escaso y aboga por una gestión ahorradora de los espacios periurbanos.

Uno de los principales retos hoy en día es la gestión política de estos espacios periurbanos. Todos los actores coinciden en que la escala municipal está superada. En esta línea, 31 municipios crearon en 2001 la Communauté d'Agglomération de Montpellier [Comunidad de Aglomeración de Montpellier] que ocupa 55.435 hectáreas y alberga algo más de 400.000 habitantes.

Las comunidades de aglomeración tienen en el  Schemas de Coherence Territoriale [Plan de Coherencia Territorial] (SCoT) el instrumento básico para ordenar el territorio a escala supramunicipal. En la redacción de los SCoT de la Comunidad de Aglomeración se propuso ‘invertir la mirada’ para superar la aproximación tradicional en la que lo construido es lo que cuenta y el resto se ve como un vacío. Además —y esto es una novedad— se entiende que los espacios naturales y los agrarios forman un sistema y como tal han de ser considerados. Los SCoT proponen fijar unos límites claros y seguros al espacio agrícola, que eviten incertidumbres sobre su destino. También hablan de favorecer una economía local de agricultura periurbana, que además sirva para reforzar la identidad del territorio a partir de productos locales. A su vez consideran a la agricultura como una herramienta pedagógica y de inserción social.

Además de estos instrumentos de planificación, en el área objeto de estudio hay un interesante ejemplo de intervención pública para preservar el territorio como bien colectivo. Se trata de un proyecto sobre 537 hectáreas en Mas Dieu. Ante la amenaza de que se fuera a instalar una planta de residuos, los habitantes y las autoridades locales se movilizaron para proponer proyectos comunes en defensa de su territorio. Acudieron a una institución de sólida trayectoria, la  Société d'Aménagement Foncier et d'établissement Rural [Sociedad de Gestión Territorial y de los Establecimientos Rurales] (SAFER), que, entre otros cometidos, se ocupa de facilitar el acceso a la propiedad de las fincas a los colectivos con proyectos de gestión territorial de interés público. La SAFER de Languedoc-Roussillon compró los terrenos y se pusieron en marcha distintas iniciativas recreativas, agrícolas y de divulgación.

En el caso de la Comunidad de Aglomeración de Montpellier merece la pena destacar:





Índice General

 

1 Introducción

El área objeto de estudio está constituida por 31 municipios en torno a Montpellier, que se unieron en 2001 para formar la Communauté d'Agglomération de Montpellier [Comunidad de Aglomeración de Montpellier]. Ocupa 55.435 hectáreas[1] y alberga algo más de 400.000 habitantes. Pertenece al Departamento de l'Hérault [2], situado en la región costera de Languedoc-Roussillon. El municipio de Montpellier forma parte de otra agrupación supramunicipal, el área urbana de Montpellier, más extensa, que abarca 1.438,1 kilómetros cuadrados y 93 municipios.

1.1 Polo de atracción de población

La Comunidad de Aglomeración de Montpellier, como tantas otras zonas del arco mediterráneo, es un polo de atracción demográfica; la población se concentra a lo largo de la costa —donde se localizan las principales ciudades— mientras que las zonas del interior de la región van despoblándose. En 1975 los municipios que hoy conforman la Comunidad de Aglomeración contaban con 250.000 habitantes, que pasaron a 367.000 en 1999, lo que supone un crecimiento del 47%, y a 400.000 en 2004. La población de la Villa de Montpellier se ha duplicado desde 1962 y la de los otros treinta municipios que constituyen la Comunidad de Aglomeración se ha quintuplicado. Se espera que el atractivo se mantenga en el futuro y que la población haya aumentado otros 100.000 habitantes hacia 2020.


i2amontpellier-expansion.png

Figura 1: La expansión urbana en la Comunidad de Aglomeración de Montpellier


El conjunto tiene una importante proporción de empleos en funciones metropolitanas superiores, lo que le permite situarse dentro del rango de áreas metropolitanas más influyentes, a pesar de su menor tamaño demográfico —sólo queda por detrás de París, Toulouse y Grenoble—. En paralelo tiene un gran peso el sector de servicios personales, ya sean privados como comercio, artesanado, ocio o servicios asistenciales, o públicos como educación, sanidad y administración.

Sin embargo el porcentaje de población activa sobre el total ha venido reduciéndose en los últimos veinte años y la evolución de los ingresos, del empleo y de la riqueza no ha seguido el ritmo del incremento demográfico ni se corresponde con su importancia metropolitana.

1.2 Hacia un uso más eficiente del espacio

El atractivo de la región y su crecimiento demográfico se traducen en un conflicto entre los usos urbanos y los agrícolas; estos últimos están sometidos a una fuerte presión urbanizadora. Los nuevos desarrollos se hacen por lo general con vivienda unifamiliar en urbanizaciones de baja densidad, que han dañado especialmente el paisaje en las entradas a los pueblos.

Además, la expansión de usos urbanos desborda con creces el núcleo de Montpellier y se extiende a municipios cada vez más alejados, sobre todo en la mitad oriental del departamento. Esto acarrea un importante aumento de los desplazamientos motorizados. Los hogares de menos recursos tienen problemas para asumir los costes de transporte.

Las autoridades son conscientes de que, puesto que las densidades son más bajas que en otras áreas similares (Grenoble, Nantes o Estrasburgo), cuentan con margen de maniobra para densificar y utilizar mejor el espacio. Esta idea se repite a lo largo de distintos planes de ordenación, que plantean diversificar la oferta con alternativas a la casa unifamiliar en parcela independiente. Las autoridades quieren aumentar la oferta de vivienda asequible y fomentar áreas residenciales más densas y servidas mediante transporte público[3].

1.3 El reto de la gestión pública del territorio

Distintos foros y documentos señalan que la respuesta a los problemas derivados del modelo de expansión pasa, entre otras medidas, por proteger y valorar los espacios naturales y agrícolas, y que para ello es necesario fijar claramente unos límites al espacio urbano.

Este es un territorio vinícola, aun hoy su paisaje y sus historias, su representación cultural, están íntimamente ligadas al vino. Sin embargo la poblacion ha ido cambiando, los nuevos habitantes ya no trabajan en el campo y esperan que el territorio les ofrezca actividades de ocio al aire libre. Los usos productivos de los suelos agrícolas van dejando paso a los recreativos. Sobre estos espacios periurbanos recaen demandas y reivindicaciones cada vez más variadas. En paralelo se hace también más compleja su gestión pública. Todos los actores coinciden en que la escala municipal está superada y se buscan opciones de gestión política supramunicipal (Laurens, 2003).

La creación de la Comunidad de Aglomeración de Montpellier se enmarca dentro del intenso proceso de formación de mancomunidades[4] que se vive en Francia desde hace un par de décadas. Se constituyó en 2001 [5] en un proceso que no estuvo exento de conflictos y problemas, pues varios municipios se mostraban muy reticentes a la integración en una entidad superior. Temían que sus intereses quedaran supeditados a los de Montpellier[6], veían demasiados desequilibrios entre la ciudad central y los pequeños núcleos periféricos. Algunos de ellos consiguieron mantenerse fuera de la Aglomeración, otros a pesar de su rechazo se han visto obligados a integrarse en ella.

2 Usos, propiedad y gestión del suelo

Los nuevos habitantes son muy sensibles al entorno y a su paisaje, simbolizado por la imbricación permanente entre viñedos y garriga, aunque la mayoría de estas últimas han perdido su destino agrario (Laurens, 2003). El territorio de la Comunidad de Aglomeración está marcado por la trilogía litoral-planicie-garriga:

2.1 Presión urbanizadora

Como se ve en el Cuadro 1 los usos artificiales (según terminología del proyecto Corine Land Cover) ocupan el 79% del término municipal de Montpellier y el 27% de la Comunidad de Aglomeración. Si consideramos la región del Languedoc-Roussillon la cifra se reduciría hasta un mero 5% de su territorio. Los usos urbanos, como la población, no se distribuyen por igual en toda la región. Se concentran en las áreas de influencia —cada vez más extensas— de las principales ciudades de la costa. Según los datos del proyecto CLC únicamente en el núcleo de Montpellier hay tejido urbano continuo, las zonas urbanas del resto de los municipios corresponden a tejido urbano discontinuo, con urbanizaciones ajardinadas —excepto los cascos de los pueblos, de dimensiones muy reducidas—.

En el conjunto de la Comunidad de Aglomeración los terrenos agrícolas, que ocupan el 43% del territorio, continúan siendo predominantes. Incluso en la intensamente urbanizada Montpellier representan el 20% del término municipal.

La cantidad de suelo artificial por habitante de la Comunidad de Aglomeración se cifra en el documento el Plan de Coherencia Territoria en 800 metros cuadrados, de los que la mitad corresponden a suelos residenciales y la otra mitad a infraestructuras de transporte, actividades productivas, comerciales y recreativas. Los datos del CLC se aproximan bastante a lo que se refiere a superficie urbana por habitante (400 m2/habitante) pero difieren considerablemente en el resto de los usos artificiales, que apenas llegan a los 100m2/habitante cuando según los SCoT deberían suponer 400m2/habitante. De todas formas las cifras de suelo que aparecen desglosadas en los SCoT tampoco coinciden con estos valores de consumo de suelo por habitante [8], con lo cual optamos por presentar aquí las del CLC.


Cuadro 1: Usos de suelo en la Comunidad Aglomeración de Montpellier. 2006
Fuente: elaboración propia a partir de datos del proyecto CLC.
Comunidad de Aglomeración Municipio de Montpellier
Suelo (ha) (%) (ha) (%)

Zonas artificiales11.871274.51079
Zonas urbanas 8.966 76 3.272 76
Industria, comercio y transporte2.1471892021
Extracción, minería, en construcción 2522541
Zonas verdes artificiales no agrícolas50542646
Zonas agrícolas 18.773 43 1.157 20
Zonas forestales y seminaturales 11.069 25 55 1
Zonas húmedas 653 1 0 0
Superficies de agua 1.619 4 0 0
Total 43.986 5.724

* La cifra corresponde al porcentaje de cada tipo de suelo artificial respecto del total de suelo artificial.


En cualquier caso, como consecuencia de esta demanda y presión urbanizadora, los pueblos del Bajo Languedoc en los que la economía estaba ligada a la agricultura y sobre todo al vino han visto dispararse los beneficios de la venta de tierras tras recalificaciones urbanas. El metro cuadrado de suelo agrícola cuesta 1,3 euros (0,5 para las garrigas y los bosques) mientras que los terrenos urbanizables se pagan a 28 euros el metro cuadrado (Laurens, 2003). La diferencia es especialmente acusada en aquellas parcelas de menos de una hectárea en las proximidades de los núcleos habitados, en las que el precio de venta no se fija de acuerdo con su valor agrícola, sino en función de las expectativas de que se puedan urbanizar (Jarrige, 2004). Ante las oportunidades de negocio los propietarios agrícolas se ven tentados a vender parte de sus tierras para desarrollos urbanos.

2.2 Privatización y abandono de usos agrarios

Entre 1988 y 2000, la Superficie Agrícola Utilizada (SAU) en el área urbana de Montpellier se redujo en 20.000 hectáreas (Laurens, 2003). Tres factores inciden en esta dinámica de abandono de los usos agrarios:

Las autoridades y los grupos afectados, desde los agricultores hasta los ecologistas, pasando por los cazadores, se plantean cómo mantener la accesibilidad al territorio y evitar los riesgos medioambientales. Con el abandono de la agricultura y, sobre todo, de las prácticas de pastoreo se agudiza especialmente el riesgo de incendio. Ante esta situación distintos colectivos cooperan buscando respuestas. Por ejemplo, en el municipio de Guzarques, al nordeste de la Comunidad de Aglomeración, hubo en 1989 un incendio que arrasó 1.600 hectáreas. A la vista del desastre, los colectivos locales decidieron tomar cartas en el asunto y adoptar medidas de gran envergadura: se embarcaron en un proyecto de rehabilitación forestal y paisajística del municipio.

2.3 La intervención pública

En este contexto privatizador y de cierre de fincas en el territorio se comprenden mejor los esfuerzos del Departamento de l'Hérault para adquirir espacios verdes y mantener su carácter público, abierto y accesible. En 2003 había adquirido ya 8.000 hectáreas y había acondicionado 500 kilómetros de caminos para senderismo. La red de espacios verdes atraviesa el territorio de Este a Oeste y su presencia se intensifica en las cercanías de Montpellier (Laurens, 2003).

Dentro del departamento, el caso de Mas Dieu —que se explica en el apartado 6.1— ofrece un interesante ejemplo de intervención pública para preservar el territorio como bien colectivo.

3 Agricultura

3.1 Abandono de cultivos

La agricultura en la Comunidad de Aglomeración de Montpellier ha estado marcada históricamente por la importancia del sector vitivinícola. De acuerdo con Clarimond (2007), en la región Languedoc-Roussillon hay 27.000 explotaciones y 290.000 hectáreas ocupadas por los viñedos, que representan un tercio de la SAU y el 72% de las explotaciones. A pesar de la importancia del viñedo, en los últimos doce años se ha producido una reducción del 41% en el número de explotaciones y del 17% en lo que se refiere a la superficie de viñedos. La producción se ha visto intensamente afectada por los cambios de los hábitos de consumo de vino de mesa, que ha descendido un 50% en treinta años, entre 1974 y 2004. De acuerdo con las previsiones, en la región Languedoc-Roussillon se iban a arrancar 50.000 hectáreas de cepas entre los años 2007 y 2010; de mantenerse la tendencia, para el año 2015 la superficie de viñedo se habrá reducido a la mitad, con lo que quedarían 190.000 hectáreas. Las encuestas revelan que las intenciones de arrancar cepas son más fuertes en las periferias de grandes aglomeraciones. Precisamente es en los mejores terrenos donde la competencia entre viticultura y urbanización se hace más intensa, puesto que a menudo en la llanura los viñedos son de mejor calidad.

En los 38 municipios [9] de la Comunidad de Aglomeración había en 1985 18 cooperativas que explotaban una superficie de 7.570 hectárea. En 2002 sólo quedaban ocho bodegas cooperativas. Si atendemos a la superficie total de viñedo declarada en la recogida de 2002 por las bodegas cooperativas, algunas han aumentado su superficie pero a menudo se debe a la fusión de otras tantas, siendo su estructura todavía débil. En conjunto la superficie recolectada por las cooperativas de bodegas se ha reducido de 98.234 hectáreas en 1985 a 69.824 en 2002 (Laurens, 2003).

No sólo se abandonan los viñedos, en el año 2000 había censadas 8.000 explotaciones —40.000 hectáreas— destinadas fundamentalmente a la producción de frutas y legumbres. Entre los censos agrarios de 1988 y 2000 se ha reducido a la mitad el número de explotaciones, mientras que la superficie cultivada ha disminuido un 30%. El proceso de abandono ha tenido especial incidencia en manzanos y perales, que de todas formas siguen siendo los árboles frutales que predominan. Los cultivos que más reducen su superficie son el espárrago —con una disminución del 70%—y el tomate industrial.

En definitiva, aumentan de manera continua las tierras en baldío: cada año se abandonan 4.500 hectáreas de viñedo y 1.000 ha de frutales. En la región Languedoc-Roussillon había en 2007, 450.000 hectáreas de tierras en baldío y se prevé que para el año 2015 otras 110.000 hectáreas se sumen a estas tierras sin cultivar.

3.2 Reconversión de viñedos

Hay una estrategia en marcha para potenciar la producción de calidad, aunque la reestructuración de los mercados regionales plantea problemas de organización y se aborda de una manera progresiva. Los viñedos con denominación crecieron entre 1988 y 2000 un 15%.

Dentro de la política de reconversión del viñedo se ofrece una prima de aproximadamente 6.000 euros por hectárea de cepas arrancadas. La intención es fomentar la producción de calidad, pero los incentivos para arrancar las cepas más pobres no están coordinados con ayudas para recepar. Las limitaciones reglamentarias condicionan la reconversión del viñedo (para replantar hace falta justificar derechos específicos). Además existen dificultades financieras, puesto que para iniciar una producción de calidad son necesarias importantes inversiones iniciales, lo que, junto a la incertidumbre sobre la evolución del mercado, desanima a los potenciales emprendedores.

Crecen por tanto las explotaciones de calidad, aunque en menor medida que la tasa de abandono de cultivos de viñedo, y crecen a su vez la horticultura y la ganadería, dos actividades que son menos exigentes en cuanto al territorio, se benefician de la cercanía a mercados urbanos y —a diferencia del vino— permiten una más rápida amortización de las inversiones. Pero sobre todo se produce un abandono de las tierras, es frecuente que los suelos queden sin cultivar y de esa situación rápidamente se cede a la tentación de vender para urbanizar y construir, como se ha explicado en el apartado 2.1. Los agricultores ven en la venta de tierras un complemento ‘normal’ a la jubilación (Clarimond, 2007).

3.3 Diversificación y multifuncionalidad

Ahora que la agricultura está en clara regresión y vive un proceso de plena recomposición, se reflexiona sobre cómo fomentar la multifuncionalidad de las áreas agrícolas y naturales que son además determinantes en la configuración el paisaje.

3.3.1 Instituciones y proyectos de fomento de la agricultura local

El proyecto  Compétences, Réseaux, Observatoire, Communication [Proyecto de Competencia, Redes, Observatorio y Comunicación] (CROC) apoya la agricultura local mediante redes de proximidad. Se encuadra dentro del Programa Iniciativa Comunitaria-Equal (PIC Equal) para luchar contra la discriminación y desigualdad en el trabajo entre las regiones y entre las personas. Acompañan a los colectivos locales de la región Languedoc-Roussillon para que se valore mejor la agricultura. Para ello tienen seis líneas de trabajo con grupos implicados en la mejora de la calidad de los productos locales y en darlos a conocer: sobre la apertura de nuevas vías de comercialización de los productos agrícolas, sobre desarrollo territorial, sobre preservación de los espacios naturales y en torno a la defensa de la agricultura y la economía local.

Las plataformas Qualité Hérault y Bienvenue à la Ferme apoyan la agricultura a través de actividades de promoción, especialmente orientadas al agroturismo.

3.3.2 Venta directa de productos locales

El CROC estudia cómo pueden los circuitos cortos de comercialización contribuir a mantener y generar actividad en el medio rural. Han construido un laboratorio de cooperación para observar y experimentar in situ el tema de la exclusión o integración en los mercados agrícolas y abordar cuestiones ligadas al desarrollo de sistemas de alimentación sostenibles.

Los cambios también son perceptibles en la incipiente diversificación en el mismo seno de las empresas agrícolas, aunque todavía sea algo marginal (Laurens, 2003). Distintos estudios revelan sobre todo la voluntad de venta directa (ver Cuadro 2). Hay esfuerzos por parte de los agricultores para intentar aproximarse a la clientela y fidelizarla, ya sea abriendo la explotación para venta al público, ya sea saliendo a su encuentro en los mercados locales. La oferta de estos productos agroalimentarios está estrechamente asociada a otros elementos de identidad, como el paisaje rural del área.


Cuadro 2: La diversificación de las explotaciones agrícolas en el área de influencia de Montpellier
Fuente: Laurens (2003) según datos tomados de los catálogos Bienvenue a la ferme y Qualite Herault de 2003.
Bienvenue a la Ferme Qualité Hérault

Venta de productos manufacturados y horticultura 18 6
Venta directa de vinos 14 11
Alojamiento (hotel, albergue) 5 1
Camping en la granja 4 -
Centro ecuestre 1 -


4 Protección de los suelos agrícolas frente a la urbanización

4.1 Instituciones relevantes

En Francia numerosas instituciones implicadas en la promoción de la actividad agraria cuentan con una sólida trayectoria. En Languedoc-Roussillon encontramos desde las Cámaras agrarias —aunque por ejemplo en la redacción de los SCoT de la Comunidad de Aglomeración de Montpellier la Cámara apenas ha participado, según (L'Auran, 2009)— hasta los sindicatos, pasando por distintos organismos ministeriales con presencia regional, como la Délégation interministérielle à l´aménagement du territoire et à l'attractivité régionale (DATAR) que desde 1963 prepara, impulsa y coordina las políticas territoriales. En el caso de la región Languedoc-Roussillon, la DATAR ha impulsado un proceso de prospectiva territorial, con unos talleres que se materializaron en el documento Futurs Possibles. Otra institución, Directions Régionales de l'Alimentacion, de l'Agriculture et de la Forêt (DRAAF), impulsa desde el Ministerio líneas de investigación-acción, como el proyecto Analyse du potentiel des terres agricoles affectées par l’aménagement du territoire [Análisis de las tierras agrícolas potencialmente afectadas por la gestión del territorio (2007-2010)] para evaluar y cuantificar la dinámica de consumo de suelos agrícolas por desarrollos urbanos en zonas periurbanas y rurales. El estudio se realiza con la colaboración de las universidades. De hecho, en Montpellier varios departamentos o institutos universitarios forman un tercer bloque de instituciones que trabajan en los temas de agricultura periurbana.

A título de ejemplo, el Institut National de la Recherche Agronomique (INRA) junto a Cemagref, Enita y AgroParisTech, crearon el 1 de enero de 2005 el  Unité Mixte de Recherche [Unidad Mixta de Investigación] (UMR) para avanzar en la comprensión de las «mutaciones de las actividades, los espacios y las formas de organización de los territorios rurales» y para acompañar a los actores en el proceso.

Además de todas ellas, en Languedoc-Roussillon debemos destacar la actuación de la  Société d'Aménagement Foncier et d'établissement Rural [Sociedad de Gestión Territorial y de los Establecimientos Rurales] (SAFER), por su papel de facilitador en el acceso a la propiedad de las fincas para proyectos de interés público o colectivo.

4.1.1 SAFER

La SAFER tenía como objetivo inicial reorganizar las explotaciones agrícolas para lograr una agricultura más productiva. En la actualidad además de ocuparse de la agricultura, protege el medio ambiente, los paisajes y los recursos naturales como el agua y acompañan a los colectivos en sus proyectos territoriales. La SAFER:

Para la compra de tierras por interés público dispone de instrumentos como la compra amistosa [acquisition amiable], el derecho de tanteo [droit de préemption], la gestión temporal de tierras [convention de mise à disposition] (CMD) y la intermediación y acuerdos de ocupación provisional en precario [convention d'occupation provisoire et précaire] (COPP).

4.2 Marco legislativo

La siguiente relación de las leyes que hacen alguna referencia al tratamiento que se le da a la agricultura en los instrumentos de planteamiento, se basa en el documento elaborado por GTUA (2007).

La Loi d´Orientation Agricole [Ley de Orientación Agrícola], aprobada en 1999, tiene en cuenta la multifuncionalidad de la agricultura, crea la figura  Zone Agricole Protégé [Zona Agrícola Protegida] (ZAP) (apartado 4.3.1), para los terrenos agrarios de interés general, y establece el principio de reciprocidad para construir cerca de edificios agrarios.

Un año después, en 2000 se aprobó la Loi Solidarité et Renouvellement Urbain [Ley de Solidaridad y Renovación Urbana] que regula los SCoT (apartado 5.1.1) y los  Plans Locaux d'Urbanisme [Planes Locales de Urbanismo] (PLU) que sustituyen a la figura de planeamiento anterior, el  Plan d'Occupation des Sols [Plan de Ocupación de Suelo] (POS). Esta ley apuesta por el equilibrio entre desarrollo urbano y preservación de espacios agrícolas y naturales. Entiende que el suelo es un recurso escaso y aboga por tratar los espacios naturales, urbanos, periurbanos y rurales siguiendo criterios de ‘economía’ o ahorro. A diferencia de su predecesor POS el plan debe incluir un  Projet d'Aménagement et de Développement Durable [Proyecto de Gestión y Desarrollo Sostenible] (PADD) con las orientaciones esenciales sobre gestión territorial y urbanismo con criterios de sostenibilidad.

Esta ley se complementó en el año 2003 con la Loi Urbanisme et Habitat [Ley sobre Urbanismo y Hábitat], que permite a los municipios proteger su patrimonio paisajístico y posibilita el cambio de uso de aquellas edificaciones agrarias que tengan un interés arquitectónico o patrimonial, siempre que los nuevos usos no perjudiquen a la explotación agrícola.

La Loi sur le Développement des Territoires Ruraux [Ley para el Desarrollo de las Zonas Rurales] de 2005 fijaba como objetivos el desarrollo de actividades agrícolas y ecuestres, conectando ambos sectores; la rehabilitación del patrimonio rural construido y su destino como alojamiento —por ejemplo como albergues turísticos en zonas de montaña—, para lo cual permite la creación de sociedades de inversión para el desarrollo rural; la revalorización y protección de los espacios agrícolas y naturales, por un lado mediante la delimitación de  Périmètre de Protection et de Mise en Valeur des Espaces Agricoles et Naturels Périurbains [Perímetros de Protección y Revalorización de Espacios Agrícolas y Naturales Periurbanos] (PAEN) (apartado 4.3.2) y por otro lado mediante el establecimiento de distancias mínimas para construir edificaciones agrícolas.

La Loi d´Orientation Agricole [Ley de Orientación Agrícola] de 2006 mantiene la figura de ZAP (apartado 4.3.1) y establece que la agricultura ha de ser tenida en cuenta en los PLU, especialmente en la fase de diagnóstico.

4.3 Figuras de protección

4.3.1 Zona Agrícola Protegida

La Ley de Orientación Agrícola 1999-574 de 1999 fijó la figura de ZAP, cuyas condiciones de desarrollo se concretan en el artículo L.112-2 de la ley y en los artículos R.112-1-4 al R.112-1-10 del  Règlement de développement rural [Reglamento de Desarrollo Rural] (RDR). Su fin es la protección de aquellas zonas agrícolas que cumplen un servicio de utilidad pública —o de interés general— ya sea por la calidad de su producción o por su situación geográfica. Los municipios afectados solicitan la declaración de ZAP, que ha de ser aprobada por orden del gobierno civil.

Una vez fijada la ZAP, todo cambio de destino o de modo de ocupación de suelo que altere permanentemente su potencial agronómico, biológico o económico debe ser sometido a informe de la cámara de agricultura y de la comisión departamental responsable de los temas agrarios. Esto no se aplica si el cambio de uso de suelo se deriva de una autorización recogida en el Code de l'Urbanisme [Código de Urbanismo].

En el caso de que alguna de estas instituciones emita informe desfavorable, no se podrá autorizar el cambio, salvo mediante una autorización del prefecto convenientemente motivada. Aparentemente los documentos de urbanismo tienen la capacidad de modificar la delimitación de una ZAP.

4.3.2 Perímetros de Protección de Espacios Agrícolas y Naturales Periurbanos

La Ley de Desarrollo de los Territorios Rurales de 2005 creó la figura de los PAEN. La figura se concretó en el Decreto 2006-821 del 7 de julio de 2006, en los artículos L.143-1 a L.143-6 y en los artículos R.143-1 a R.143-9 del Código de Urbanismo. La figura surge en un contexto de toma de conciencia general sobre las presiones que sufren la agricultura y los espacios naturales en un contexto periurbano.

Los Departamentos y las Mancomunidades pueden elegir utilizar un PAEN para profundizar en políticas ya en marcha sobre propiedad de la tierra o políticas agrícolas y forestales periurbanas. También puede servir para reforzar la planificación urbana, con frecuencia más ‘blanda’ en la protección de los terrenos agrícolas. Para que se pueda iniciar el proceso, el factor determinante es que el espacio identificado venga respaldado por un proyecto de puesta en valor del territorio desde una perspectiva multifuncional. El proyecto habrá de evolucionar y desarrollarse hasta conformar un programa de acción concertado con los distintos actores afectados. El PAEN ha de ir acompañado de unas directrices de gestión que faciliten la explotación agraria, la gestión forestal y la preservación y mejora de los espacios naturales y de los paisajes. La estabilidad de los PAEN dependerá de que vengan respaldados por una fuerte voluntad política.

La autoridad competente para delimitar los PAEN es el Departamento, que ha de acordar su delimitación y el programa de acción con los municipios afectados[10] y tiene que contar a su vez con la opinión de la Cámara de agricultura. Para el programa de acción también necesita el visto bueno —en los casos en que se vean afectados— de la  Office national des forêts [Oficina Nacional de Bosques] (ONF) y del órgano de gestión de parques nacionales.

La delimitación del perímetro tiene que ser coherente con los SCoT y no puede incluir parcelas situadas en zonas clasificadas como urbanas o urbanizables en los planes de ordenación POS o PLU ni en una Zona de Gestión Diferida [Zone d´Aménagement Différé] (ZAD). Una vez delimitado el PAEN sólo mediante Decreto puede reducirse su superficie.

Dentro del perímetro delimitado, bien el Departamento o bien un colectivo territorial o una  Etablissement Public de Coopération Intercommunale [Institución Pública de Cooperación Intermunicipal] (EPCI) con el visto bueno del Departamento, puede adquirir tierras mediante compra amistosa, por expropiación o aplicando el derecho de tanteo. En las zonas de  Espaces naturels sensibles [Espacios Naturales Sensibles] (ENS) se aplica un derecho de tanteo específico, fuera de estas áreas la SAFER tiene potestad para aplicar el derecho de tanteo, para lo cual el Departamento tiene que solicitarlo y firmar previamente un convenio con SAFER. El derecho de tanteo se aplica sobre todo en terrenos que son objeto de enajenación onerosa.

Los bienes adquiridos pasan a formar parte del dominio privado del colectivo local o de la institución pública y deben utilizarse para cumplir los objetivos del programa de acción. No podrán incluirse en una zona urbana o urbanizable de un PLU.

5 Instrumentos de planeamiento

5.1 Planes supramunicipales

5.1.1 SCoT

La Ley de solidaridad y renovación urbanas del 13 de diciembre de 2000 estableció la figura de los SCoT. De esta manera dotan a las Mancomunidades de una herramienta para armonizar las políticas locales de urbanismo.

A partir del 1 de enero de 2002, en aquellos municipios que no cuenten con un SCoT, las zonas urbanizables de los POS y PLU no pueden desarrollarse. (Esta disposición no se aplica a los municipios situados a más de 15 kilómetros de la periferia de una aglomeración de más de 15.000 habitantes y a más de 15 kilómetros de la orilla del mar.)

5.1.2 SCoT Montpellier

El SCoT ofrece la oportunidad de clarificar un modelo de gestión y una visión compartida sobre el territorio. En el caso de la Comunidad de Aglomeración de Montpellier la consideración de los espacios agrícolas y naturales desempeña un papel fundamental a la hora de construir esa nueva visión. El documento habla de «invertir la mirada», para superar la aproximación tradicional en la que lo construido es lo que cuenta y el resto se ve como un vacío. Además —y esto es una novedad— entienden que los espacios naturales y los agrarios forman un sistema y como tal han de ser considerados (L'Auran, 2009).


i3amontpellier-espagric.png

Figura 2: Los espacios agrícolas en la Comunidad de Aglomeración. Invertir la mirada.


Presentan el documento de ordenación SCoT como un trabajo colectivo en el que se han consensuado los tres grandes ejes estratégicos en la ordenación de la Comunidad de Aglomeración de Montpellier:

Preservar el capital natural

El SCoT quiere preservar la calidad de vida y proteger y revalorizar los espacios naturales y agrícolas, que son una fuente de riqueza y uno de los principales atractivos del área.

Para lograr estos objetivos propone proteger y valorar el litoral, por su biodiversidad, su paisaje y su atractivo turístico y superar la práctica habitual de considerar todo el espacio de la planicie no construido como un espacio a urbanizar, a menudo sin coherencia urbana. También abre una reflexión sobre el papel que ha de desempeñar la agricultura urbana en un mercado innovador, para que ciudades y territorio se enriquezcan mutuamente.

El SCoT se propone fijar unos límites claros y seguros al espacio agrícola, que evite incertidumbres sobre su destino. También habla de favorecer una economía local de agricultura periurbana que además sirva para reforzar la identidad del territorio a partir de productos locales. A su vez considera a la agricultura como una herramienta pedagógica y de inserción social.

El SCoT ordena un territorio de 43.850 hectáreas, en las que 30.300 hectáreas de suelos naturales y agrícolas quedan protegidas; esto supone el 91,5% de lo que existía en 2004. En ellas se permite la construcción de equipamientos de interés general, infraestructuras de transporte y energía, de tratamiento de residuos, así como equipamientos deportivos y alojamientos, si existe una necesidad técnica y se hace de una manera armónica con el entorno. También se pueden realizar construcciones, instalaciones e infraestructuras ligeras para el ocio al aire libre dentro de un plan de gestión aprobado por los municipios afectados; las instalaciones necesarias para el mantenimiento de las actividades agrícolas; residencia ligada a la explotación agraria, cuando la presencia permanente sea imprescindible, (con condiciones de implantación integrada en el entorno y junto a las instalaciones agrícolas), adaptación y ampliación comedida de las construcciones existentes y cambio de uso conforme a la vocación del lugar en el que se sitúa.

Construir ciudades de proximidad

Se trata de construir una ciudad para todos, con un urbanismo que refuerce la solidaridad y la convivencialidad. Plantea la aproximación entre empleo y residencia y la localización de desarrollos urbanos cercanos a nodos de transporte público. También propone un reparto equilibrado y diversificado de la oferta residencial y de los equipamientos y servicios de proximidad.

En relación con el medio ambiente, el SCoT hace hincapié en la gestión de las aguas usadas, el tratamiento de residuos y la lucha contra la contaminación atmosférica y sonora.

Economizar el espacio

Incorpora medidas para intensificar el desarrollo urbano economizando el espacio, para lo cual fija densidades que se corresponden con formas urbanas compactas y permiten preservar el patrimonio territorial.

El SCoT fija una superficie urbanizable de 2.800 hectáreas, lo que supone el 6,5% del territorio. El plan implica una reducción respecto a lo que ha venido sucediendo en los últimos años. Entre 1990 y 2005 se han urbanizado aproximadamente entre 300 y 350 hectáreas al año, mientras que el SCoT prevé alrededor de 150 a 170 hectáreas al año entre 2005 y 2020.

En paralelo propone densificar las áreas ya edificadas, puesto que el espacio menos consumidor de suelo es el que ya esta urbanizado...insuficientemente. Este objetivo se traduce en que una tercera parte del crecimiento propuesto corresponde a intervenciones de reurbanización y dos tercios a nuevas extensiones.


i4amontpellier-limites.png

Figura 3: Límites al crecimiento urbano en la Comunidad de Aglomeración


5.2 Agenda 21 Local de la Comunidad de Aglomeración

La Agenda 21 Local está todavía en sus primeras fases. Se lanzó en el año 2007, pero hay poca información disponible. Montpellier forma parte del Comité 21, el comité francés para el medio ambiente y el desarrollo sostenible.

Una de las tres líneas claves de la Agenda 21 Local es: «Demos a la ciudad un aire de campo». Se plantean elaborar una guía para los municipios y contrapartes para crear agroparques en los que las actividades de ocio y agrícolas estén asociadas para revalorizar tanto los espacios agrícolas como los naturales.

5.3 Planes municipales

5.3.1 El Plan Local de Urbanismo y el Plan de Biodiversidad de Montpellier

El Plan Local de Urbanismo de Montpellier no contempla la protección de los terrenos agrícolas, parte de los suelos urbanizables se sitúan en terrenos cultivados. En el municipio el trabajo va más encaminado a la preservación de la biodiversidad:

Según el dossier de prensa Montpellier, mil y una ciudades, Montpellier aspira a convertirse en un referente mundial en biodiversidad urbana. Forma parte de la red Global Partnership on Cities and biodiversity y cuenta con un Plan pluriannuel pour la Biodiversité [Plan plurianual de acciones en defensa de la biodiversidad].

En 2005 el Consejo municipal aprobó un estudio para la certificación ecológica de 412 hectáreas de espacios verdes de la ciudad. Con ello se reconocen los esfuerzos de largo plazo de Montpellier para reducir la polución, economizar los recursos naturales y proteger la biodiversidad.

Dentro del Plan Biodiversidad destaca el Agroparque de Mas Nouguier, 18 hectáreas del municipio dedicadas a una agricultura respetuosa con el medio ambiente, que acerca esta actividad a los ciudadanos. También hay un espacio para la apicultura.

Por último, desde la asociación Greenpeace se ha puesto en marcha una campaña para que se realice en la región Languedoc-Roussillon un plan de producción local de proteínas vegetales para asegurar la autonomía alimentaria para el ganado y evitar la importación de soja transgénica.

6 Otros instrumentos

6.1 Intervención pública en terrenos agrarios. El caso de Mas Dieu

Las 537 hectáreas del terreno de Mas Dieu y Mas de la Tour pertenecían a un único propietario y se extienden por cuatro municipios cercanos a Montpellier. En 2000 se supo que el propietario había firmado un acuerdo de venta con el grupo Vivendi, empresa especializada en gestión de residuos. Era la segunda vez en diez años que la amenaza de un vertedero se cernía sobre Mas Dieu. Los municipios afectados, Murviel les Montpellier, Saint Georges d'Orques, Montarnaud y Saint Paul et Valmalle, se unieron para oponerse al proyecto y firmaron un convenio con SAFER para plantear una alternativa (Doyon, 2007).

Esa alternativa se tradujo en un primer momento en la intención de promover un parque en Mas Dieu que dinamizara económicamente sus municipios a través del turismo. La iniciativa permitiría mantener la cría de corderos, preservar el entorno natural y la calidad de los paisajes, desarrollar actividades agrícolas y facilitar el acceso al territorio para la población de la Comunidad de Aglomeración de Montpellier.

Distintos agentes se unieron —desde los municipios, el Departamento o la Comunidad de Aglomeración hasta asociaciones de cazadores y agricultores, pasando por emprendedores privados— para plantear proyectos en común en defensa de un bien colectivo, su territorio. A finales de 2000 solicitaron a SAFER su colaboración para realizar un estudio sobre cómo gestionar mejor el territorio de Mas Dieu e integrarlo en un proyecto de parque temático Univers Tropical y para negociar con los propietarios la adquisición de los terrenos. Los promotores del proyecto solicitaron a SAFER-Languedoc Roussillon que coordinara el proceso de reflexión y elaboración de propuestas y que asegurara la puesta en marcha de los estudios complementarios pertinentes.


i5amontpellier-masdieu.png

Figura 4: Plan de gestión de Mas Dieu y Mas de la Tour


La colaboración de SAFER

La propuesta que se estaba planteando implicaba una inversión económica muy alta (2.330.000 euros). Se comenzó con un estudio preoperacional para determinar la viabilidad de los diferentes proyectos propuestos y la asignación de terrenos a los distintos emprendedores. En paralelo se realizó un análisis de la gestión para la revalorización de las actividades de pastoreo y para que todos los proyectos (de pastoreo, de medio ambiente y de gestión de riesgos e incendios) fueran coherentes y tuvieran en cuenta el medio ambiente; esto condujo a un proyecto de gestión conjunto.

El 7 de febrero de 2002 la SAFER adquirió los terrenos y los ayuntamientos de Murviel les Montpellier, Saint Georges d'Orques, Montarnaud y Saint Paul et Valmalle recompraron 136 hectáreas para reservas territoriales y para la realización del parque temático.

Conforme al acuerdo, la SAFER cedió casi la mitad de la superficie al Departamento de l'Hérault; las edificaciones de Mas Dieu y diez hectáreas para un proyecto privado de un Centro de la Viña y el Olivo; las edificaciones de Mas de la Tour y cuatro hectáreas para un proyecto privado de una Casa de la Naturaleza y de las Energías Renovables.

La superficie restante, de 144 hectáreas, tiene un destino agrícola; de ellas, más de la mitad se dedican a viñedo. Se crea el olivar más grande de Francia, con 50 hectáreas y se reserva una parte para la explotación de trufas y para un proyecto apícola. Las tierras se reparten para su explotación entre dieciséis candidatos.

Se busca consolidar la ganadería/pastoreo mediante actividades de puesta en valor y la construcción de apriscos. El pastoreo contribuirá a evitar el vallado de los terrenos, a limitar los riesgos de incendio y a favorecer la biodiversidad del territorio.

Los distintos proyectos han contado con un buen número de participantes, cada uno lo ha hecho en función de sus competencias, ya fueran éstas territoriales (ayuntamientos, Consejo general y Consejo regional), económicas (la agrupación Collines de la Moure, cooperativas bodegueras de Montarnaud, cooperativas oleícolas de Pignan y de Clermont l'Hérault) o técnicas (Ecologistes de l'Euzière, Service Interdepartemental Montagne-Elevage, Chambre d'agriculture de l'Hérault, Groupe BRL). El Estado francés también ha apoyado el proyecto a través de sus direcciones generales.

7 Resultados y expectativas

El SCoT lleva cuatro años vigente, pero no se han podido encontrar cifras sobre la eficacia de las medidas para controlar la dispersión urbana. Además, puesto que el contexto económico de los últimos años ha cambiado tanto, tampoco se podría establecer con claridad la incidencia de los planes y medidas en los resultados finales. De todas formas, Montpellier es uno de los seis casos europeos estudiados dentro del proyecto Peri-urban Land Use RELationships, 2006-2010 (PLUREL). Uno de los objetivos del mismo es entender cuál ha sido el impacto de las políticas e instrumentos de planificación (el área de influencia de Montpellier está afectada por cinco SCoT) en las relaciones urbano-rurales. Todavía no hay ninguna información disponible, pero puesto que el proyecto termina este año, es previsible que en breve ofrezca resultados interesantes al respecto. Parece haber una fuerte voluntad de la Comunidad de Aglomeración o del propio municipio de Montpellier de formar parte de redes (por ejemplo Comité 21), grupos por la biodiversidad, o proyectos PLUREL en los que asumen un protagonismo importante, pero la producción de material para dar a conocer sus iniciativas es bastante reducida.

La sensación que queda después de analizar el SCoT es que las medidas que se proponen no siempre están a la altura del discurso que aparentemente se asume sobre lo sostenible.

Por otro lado, este caso ofrece ejemplos exitosos como el de Mas Dieu de intervención pública para preservar el territorio como bien común, que han sido posibles gracias entre otras cosas a que la movilización de la población y de las autoridades locales contó con el respaldo de una institución fuerte con capacidad para intervenir comprando los terrenos objetos de reivindicación. Es un buen ejemplo de cómo, cuando un proyecto colectivo en defensa del territorio se combina con la existencia de mecanismos e instituciones con capacidad legal, organizativa y económica para respaldarlo, el proyecto sale adelante y se beneficia el conjunto de la población.

Por otro lado, varias de las iniciativas en marcha incluyen líneas pedagógicas para acercar la agricultura y los temas rurales al gran público, como por ejemplo el Agroparque de Mas Nouguier, o diversas actividades dentro del Plan Biodiversidad Montpellier. Ésta puede ser una estrategia a largo plazo; se puede esperar que en un futuro la población concienciada, que va aumentando su relación con el entorno agrario y los agricultores, se vincule afectivamente al campo y sea capaz de movilizarse para defender el territorio, su territorio, como bien común.

8 Referencias bibliográficas

—consultadas

AAVV  (2009)   Prendre en compte l´agriculture et ses espaces dans les SCoT.   Dossier Editions du Certu (PDF). 

Abrantes, Patricia; Jarrige, François; Laureans, Lucette; Soulard, Christophe  (2010)   «Dynamiques urbaines et mutations des espaces agricoles en Languedoc-Roussillon (France)»,   Cybergeo, Espace, Société, Territoire, artículo 485. Disponible en http://cybergeo.revues.org/index22869.html. Consultado el 8 de abril de 2010. 

Alinat, Sandrine; Carrie, Christian  (2003)   Les Garrigues du Mas Dieu. Un projet d´aménagement concerté,   en Organisation spatiale et gestion des ressources et des territoires ruraux (2003), de Dugué P., Jouve Ph., (editores). Actas del coloquio internacional, 25-27 de febrero del 2003, Montpellier (France). UMR Sagert, Cnearc. 

Clarimond, Bernard  (2007)   L'economie rurale en region: donnees et enjeux,   en Futurs posibles. Realizados por la Direction Régionale de l'Equipament (DRE) Languedoc Roussillon, el Centre National de Recherche Scientifique y el Plan Urbanisme Construction Architecture

Communauté d'Agglomération de Montpellier.  (2006)   Schema de cohérence territoriale de l'Agglomération de Montpellier   Aprobado por el Conseil d'Agglomération el 17 de febrero de 2006. 

Doyon, Melanie  (2007)   Conflicts et réseaux d'acteurs dans la construction d'espaces périurbains: analyse du jeu des acteurs dans deux processus de développement dans les régions de Montréal el de Montpellier.   Comunicación presentada en el Colloque de la Relève, cuarta edición, 17 y 18 de mayo de 2007. 

GTUA  (2007)   Agriculture et planification territoriale.   Groupe de Travail Urbanisme et Agriculture de Herault. Folleto de la Cámara de Agricultura del Departamento Herault, (PDF). 

Jarrige, Françoise  (2004)   «Les mutations d`une agriculture méditerranéenne face à la croissance urbaine : dynamiques et enjeux autour de Montpellier»,   Cahiers Agricultures, v. 13, n. 1, pp. 64-74. 

Laurens, Lucette  (2003)   «Le periurbain de Montpellier ou le grand chambardement.»,   Canadian Journal of Regional Science, verano-otoño de 2003. 

webs

Bienvenue à la Ferme

Información sobre PAEN

Montpellier Communauté d'agglomération

Qualité Hérault

PLUREL

DATAR, www.datar.gouv.fr

SAFER-Languedoc

9 Cronología



Notas

[1]: Esta superficie corresponde a los datos del Corine Land Cover (CLC), de acuerdo con el documento de los SCoT la cifra se reduce a 43.850 hectáreas.
[2]: En la división administrativa francesa los departamentos equivaldrían a nuestras provincias y las regiones a nuestras comunidades autónomas.
[3]: Los Planes locales de urbanismo tienen que incluir obligatoriamente un Plan de déplacements urbains [Plan de Desplazamientos Urbanos], lo que indica la importancia que los documentos de planificación —locales o supramunicipales— dan a los temas de movilidad incorporando el discurso de la movilidad sostenible.
[4]: Las mancomunidades pueden adoptar distintas modalidades y cubrir muy diferentes objetivos y servicios. El proceso se da desde finales del siglo XIX, pero ha sido a partir de la ley del 6 de febrero de 2002, y sobre todo de la Lou Chevènement, cuando se ha intensificado.
[5]: Para formar una comunidad de aglomeración los municipios deben albergar un mínimo de 50.000 habitantes y contar con un núcleo central de al menos 15 000 habitantes. En los casos de capitales de departamento o de la ciudad más importante de un departamento no se aplica el requisito del mínimo de 15.000 habitantes.
[6]: Detrás de las reticencias también había enfrentamientos o cuestiones personales sobre todo relacionadas con la personalidad del alcalde de Montpellier, reelegido desde 1977 y hoy presidente de la Comunidad de Aglomeración y de la región Languedoc-Roussillon.
[7]: Los SCoT señalan que puesto que se trata de un proceso natural, la postura es aceptarlo y mejorar su gestión y utilización.
[8]: A título de ejemplo, indican 10.650 hectáreas de suelo urbano, lo que significaría 266 m2/habitante.
[9]: La Comunidad Aglomeración está actualmente constituida por 31 municipios, el texto fuente de los datos se refiere a su primera etapa, cuando se constituyó con 38 municipios, pero algunos de ellos la abandonaron posteriormente.
[10]: La concertación es obligatoria.

Edición del 29-8-2017
Revisión: Raquel Antízar Mogollón
Documentos > El espacio agrícola entre el campo y la ciudad > http://habitat.aq.upm.es/eacc/amontpellier.html   
 
Ciudades para un Futuro más Sostenible
Búsqueda | Buenas Prácticas | Documentos | Boletín CF+S | Novedades | Convocatorias | Sobre la Biblioteca | Buzón/Mailbox
 
Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid Universidad Politécnica de Madrid
Grupo de Investigación en Arquitectura, Urbanismo y Sostenibilidad
Departamento de Estructuras y Física de la EdificaciónDepartamento de Urbanística y Ordenación del Territorio