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Fecha de referencia: 26-07-98
Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 1998, y catalogada como GOOD.
(
Best Practices Database.)
País/Country: Brasil
Región según Naciones Unidas: América Latina y el Caribe
Región ecológica: Ribera (cuenca hidrográfica)
Ámbito de la actuación: Ciudad
Instituciones: Gobierno local.
Categorías = Participación ciudadana y riqueza cultural:
Participación comunitaria. Situaciones de emergencia y desastres
naturales: reducción de riesgos; reducción de la vulnerabilidad.
Gestión ambiental: restauración ambiental; reducción de la
contaminación.
Contacto principal:
Marcos Antonio Marques -Executive Manager- SAAE/BM
Rua Luis Ponce 263 - Centro
Barra Mansa
Estado do Rio de Janeiro
Brasil
27355 - 250
(024) 322 89 16
(024) 322 39 12
prefeita@pmbm.rj.gov.br
Socio:
Forest State Institute (I.E.F.)
Paulo Wagner Mithidieri Bougleux
Rua Jose Hipolito 149 apt. 201 - Cotiara
Barra Mansa
Estado do Rio de Janeiro
Brasil
27345 - 000
(024) 322 6062 extensión 188
Socio:
Local Legislative Power
Councilman Claudio Cruz
Praca da Bandeira 1 - Centro
Barra Mansa
Estado do Rio de Janeiro
Brasil
27355 - 030
(024) 322 26 52
prefeita@pmbm.rj.gov.br Colaborador: Forest State Institute (I.E.F.) Paulo Wagner Mithidieri Bougleux Rua Jose Hipolito 149 apt. 201 - Cotiara Barra Mansa Estado do Rio de Janeiro Brasil 27345 - 000 (024) 322 6062 extensión 188 Colaborador: Local Legislative Power Councilman Claudio Cruz Praca da Bandeira 1 - Centro Barra Mansa Estado do Rio de Janeiro Brasil 27355 - 030 (024) 322 26 52 (024) 322 37 52
Colaboración política.
Financiación
Presupuesto por actuación:
Poder ejecutivo municipal (Ayuntamiento y Water and Sewer
Autonomous Service (SAAE/BM) (Servicio Autónomo de Aguas y
Alcantarillado): 17.511,50 dólares de los E.E.U.U.
Empresas privadas y comunidades: Variable (se ha estimado en
aproximadamente el 20% del total del presupuesto de ejecución).
Se consideran actuaciones tales como el servicio mutuo de limpieza
del río y de los arroyos y la recogida de basuras en las
comunidades que carecen de servicios (distintos tipos de residuos)
mediante el proceso de "Operaciones de recogida de basura".
Lecciones aprendidas
Los distintos ríos y arroyos que fluyen por el municipio de Barra
Mansa presentan signos evidentes de degradación. El crecimiento de
la población en las comunidades asentadas en las riberas que se ha
producido en los últimos años ha ocurrido de una manera
desorganizada y la ciudad y la propia comunidad han sufrido
impactos ambientales que han modificado la calidad de vida y la
condición de portabilidad de las aguas de los manantiales.
El incremento de las basuras en las orillas de los manantiales y de
los cauces de los ríos, las desviaciones y obstrucciones de éstos
causados por las construcciones, a menudo incontroladas, la
desaparición del bosque ribereño y el vertido de los residuos
transportados a través de las alcantarillas directamente en la
naturaleza, son factores que afectan a la calidad del agua de esos
ríos y arroyos y provocan alteraciones en las comunidades que viven
en sus proximidades, como la presencia de vectores que transmiten
enfermedades y las inundaciones constantes durante la estación de
las lluvias. Para resolver este problema merece la pena prestar
atención a la cuestión del medio ambiente y minimizar las
consecuencias del impacto, en la medida en que el crecimiento
continúa y difícilmente se podrá limitar. A la vista de los
indicios de degradación del río Cotiara, agravados a consecuencia
de la violenta tormenta que colapsó
el municipio de Barra Mansa el 10 de enero de 1997, los delegados
de una de las comunidades situadas a la orilla del mismo río
buscaron a los gestores del Servicio Autónomo de Aguas y
Alcantarillado,la autárquica administración municipal, y les
pidieron que organizasen la limpieza del lecho del manantial.
Este hecho supuso plantar la semilla de lo que posteriormente sería
el Programa de Saneamiento de Ríos y Arroyos en el municipio de
Barra Mansa. Antes del establecimiento de las directivas generales
del programa y de la realización de la primera experiencia, la
relación entre los distintos participantes era exclusivamente
institucional y los grupos que colaboraban realizaban su cometido
de acuerdo con su buen saber y entender.
El municipio de Barra Mansa está situado a lo largo de la cuenca
del río Paraiba do Sul, en el Sul Fluminense del Estado de Río de
Janeiro y se caracteriza por tener un relieve desigual. La
desordenada ocupación, incluso en las zonas ribereñas, tuvo un
grave impacto social y ambiental. Surgieron gran cantidad de
comunidades que crecieron en lugares carentes de infraestructura y
saneamiento y que vivían juntas en un entorno degradado y en las
que había agentes que podían causar enfermedades, debido a la gran
población de vectores que pueden provocar enfermedades que allí
coexistían.
A los precursores, los delegados de los sectores comunitario,
público y privado, les correspondió reconocer y discutir acerca de
los graves problemas ambientales y de salud pública que tenían y
posteriormente la tarea de motivar e implicar a los ciudadanos en
el estudio, el análisis y la búsqueda de soluciones al problema.
Una vez planteada la cuestión, se invitó a los distintos
participantes y a los beneficiarios potenciales a participar en las
reuniones preparatorias, en las que asistieron a la presentación de
un escenario adverso y a actividades de motivación para cambiarlo.
Esta práctica se extendió a cada una de las nuevas solicitudes,
identificadas y confirmadas, para llevar a cabo la experiencia.
Cualesquiera que sean las necesidades de intervenir en un manantial
determinado habitado por una comunidad preocupada, la planificación
de la acción la decide desde la fase inicial la propia comunidad
junto con las autoridades locales y los socios locales. Se
especifican las prioridades de acuerdo con las directivas generales
establecidas en el programa con el fin de promover la limpieza de
los manantiales seleccionados y de imbuir en la comunidad el
espíritu de conservación. Se crea y se realiza una campaña de
divulgación y de orientación educativa que al igual que el
"Servicio mutuo de limpieza" y las "Operaciones de recogida de
basura" constituyen parte del Servicio Autónomo de Aguas y
Saneamiento (SAAS/BM), la autarquía municipal, de la que se
benefició la coordinación general del programa, establece y aporta
los recursos materiales y humanos necesarios en cada fase. Del
mismo modo, la comunidad y las empresas privadas establecen el
material y los recursos humanos de los que disponen, tales como:
material divulgativo, equipos de autoprotección, herramientas,
equipamiento, cenas, etc.
Dado el peculiar cometido del SAAE/BM, es decir, promover el
saneamiento básico en el municipio, se le concedió que asumiera la
coordinación general del programa y funcionó bien. Este órgano es
el canal de admisión de las solicitudes, que, junto con las
personas interesadas, las analiza y confirma y éstas reciben
orientación sobre el modo de desarrollar la experiencia que
proporcionan las directivas generales del programa. Cada puesta en
marcha de una nueva experiencia se hace según el mismo órgano de
coordinación.
La implantación efectiva del programa ha encontrado algunas
dificultades iniciales, algunas superadas en poco tiempo, otras que
han permanecido en cada nueva experiencia. Entre las limitaciones,
merece destacar la inexperiencia del personal que debía enfrentarse
con una empresa innovadora, cierto escepticismo crítico y la falta
de medios adecuados para llevar a cabo las tareas necesarias en el
interior de los ríos, arroyos y corrientes, entre otros. Sin
embargo, la excelente capacidad de adaptación y el alto grado de
motivación de las personas implicadas han creado unas condiciones
en las que muchas de las dificultades se superarán.
No obstante, todavía queda por resolver la cuestión de disponer de
medios más adecuados para los trabajos que hay que realizar en el
interior de los manantiales y la carencia de un control preventivo
a posteriori, salvo el de la propia comunidad, que hasta cierto
punto ha resultado efectivo, teniendo en cuenta que de él no
participa la autoridad reconocida como capacitada para hacerlo.
A pesar de las dificultades y de las limitaciones, parece que se ha
conseguido el objetivo de promover un nuevo tipo de relación entre
los ciudadanos y el medio ambiente, una vez que los lugares que se
han acogido al programa se han preservado y mantenido, gracias al
cuidado de la propia comunidad, salvo en algunos casos.
Un estudio realizado recientemente en los lugares en los que se han
llevado a cabo las experiencias permite evaluar los resultados de
una manera aceptable. Un equipo designado por el órgano de
coordinación general inspeccionó distintos lugares, verificando las
buenas condiciones de mantenimiento. El mismo equipo entrevistó de
forma aleatoria a algunos residentes de los distintos lugares que
declararon acerca de la considerable reducción de la población de
vectores (ratas, cucarachas, mosquitos patilargos, etc.), al igual
que la reducción de los lugares en los que se producen
desbordamientos e inundaciones cuando se producen fuertes
precipitaciones. Las observaciones enfocadas fundamentalmente a la
evaluación, que se han producido durante las visitas realizadas in
situ, ofrecen una impresión general de los resultados del programa.
Cada nueva experiencia del equipo del Programa de Saneamiento de
Arroyos y Ríos resulta ser más integrada y global, y ofrece unas
condiciones de coordinación mejores.
La implantación efectiva del programa demuestra la tesis de que
donde se da la participación de la población los resultados son
generalmente más consistentes y duraderos, porque en ellos
interviene cierta complicidad derivada de la práctica conjunta y
asociada.
Los esfuerzos que se realizan en la puesta en marcha de nuevas
experiencias han revelado que los recursos son insuficientes y la
consecuencia de esta escasez es que en aras del ahorro se
sacrifican recursos tanto materiales como humanos sobre el terreno.
El programa ha sugerido que se lleve a cabo una evaluación y
reuniones de planificación periódicas, un espacio adecuado para
realizar ajustes, mejoras y que presenta oportunidades reales en
cada uno de los sistemas o procesos en evolución. En vista de la
escasez de recursos, su racionalización y optimización son
necesidades imperiosas, de hecho, como lo son en cualquier empresa
que quiera triunfar.
La divulgación de las experiencias del programa a través de la
radiodifusión local amplifica el esfuerzo realizado a nivel
nacional en lo que se refiere al fomento de la limpieza y la
conservación de los ríos, arroyos y los sistemas de drenaje en
general. La participación de las escuelas y comunidades ha
provocado un sentimiento conservacionista, que se puede observar en
las distintas manifestaciones de autocontrol que llevan a cabo las
propias comunidades.
El impacto en los cambios de comportamiento de una parte
considerable de las comunidades es incontestable y proporciona una
pequeña apertura más en la búsqueda del rescate del legado
ambiental original.
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