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Fecha de referencia: 26-07-98
Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 1998, y catalogada como GOOD.
(
Best Practices Database.)
País/Country: Nicaragua
Región según Naciones Unidas: América Latina
Región ecológica: árida y semiárida
Ámbito de la actuación: barrio
Instituciones: organización de base comunitaria (OBC)
Categorías = Vivienda: acceso a la financiación de la vivienda,
vivienda asequible. Infraestructuras, comunicaciones y
transporte: medios de comunicación, abastecimiento de agua
potable, saneamiento. Procesos de planificación urbana y
regional: programación de la inversión del capital, planificación
comunitaria, proceso consultivo.
Contacto principal:
Comité de Desarrollo Comunitario
Denis Rosales, presidente.
Managua
Nicaragua
(505) 289 0828
Socio:
HABITAR, centro de investigación y promoción del habitar
(Organización no Gubernamental)
Ninette Morales Ortega, arquitecta
P.O.Box 2829
Managua
Nicaragua
(505) 266 6126
E-mail:habitar@tmx.com.ni
Colaboración Técnica
Socio:
Instituto Nicaragüense de Aguas y Alcantarillado (INAA)- Gobierno
central
Proveedor público de agua y servicios de saneamiento
Socio:
Alcaldía de Managua (ALMA), distrito 6. Delegado de distrito del
gobierno local. Organización de base comunitaria.
Colaboración financiera.
Los resultados obtenidos han sido los siguientes:
Financiación:
Período | 1997 | 1998 | Total | % |
Presupuesto | 30.100 | 84.200 | 11.300 | 100 |
Organizaciones de base | 7.000 | 12.300 | 19.300 | 17 |
HABITAR | 19.100 | 62.900 | 82.000 | 72 |
INAA | 2.000 | 8.000 | 10.000 | 9 |
Alcaldía de Managua | 2.000 | 1.000 | 3.000 | 2 |
Estas son cifras preliminares. Las cantidades están expresadas
en dólares estadounidenses.
La financiación de HABITAR proviene de la Junta de Castilla y
Leon (España) y la ONG española Entrepueblos, con base en
Barcelona.
Conceptos básicos
Planificación vecinal participativa: los vecinos participan en
el análisis de sus problemas, desarrollando soluciones y
analizando las actuaciones para mejorar su barrio.
Colaboración en la gestión urbana: la planificación y el
desarrollo de intervenciones se realiza con la participación de
los agentes públicos y privados.
Autogestión comunitaria: capacidad de un grupo de personas para
resolver sus problemas de manera organizada.
Integración socio-espacial: progreso en la consolidación física
y legal de las áreas habitadas.
Producción social del hábitat: producción basada en una lógica
social que incluye los elementos básicos imprescindibles en un
entorno urbano adecuado.
Situación previa
Esta iniciativa surgió de la petición de las organizaciones
vecinales de un barrio de la ciudad de Managua a la organización
no gubernamental HABITAR dedicada a apoyar la instalación de
sistemas públicos de saneamiento. Basándose en dicha petición,
se tomaron diversas medidas para conseguir la financiación
necesaria para llevar a cabo un proyecto más ambicioso de mejora
del barrio.
Es importante señalar que los vecinos han mantenido un alto grado
de organización desde la fundación del barrio. Un grupo de
vecinos se estableció por primera vez en 1986 y, tras diversas
negociaciones como comunidad de vecinos, obtuvo en 1988 el
reconocimiento oficial por parte del gobierno sandinista, lo que
supuso someterse a la disciplina urbanística. Su estatus de
barrio legal se hizo efectivo cuando se concedieron títulos de
propiedad a las diferentes parcelas. A través de la actuación de
los vecinos, y sin contar con el apoyo de ninguna institución
pública, se instaló un sistema de agua potable; gracias también
a la iniciativa vecinal se instaló un sistema eléctrico y,
recientemente, algunas líneas de teléfono. Los vecinos han
conseguido proteger los espacios comunes de asentamientos
irregulares y de vertidos de basuras, obteniendo el
reconocimiento oficial de las autoridades municipales. Este
historial es la base del desarrollo de la práctica que se
presenta.
Desde 1991, HABITAR ha ayudado a estas asociaciones de vecinos
a obtener mejoras para su barrio. El primer contacto se produjo
durante el desarrollo de un proyecto en el barrio Leningrado, que
limita con el Enrique Smith.
La iniciativa de mejora de este barrio se inscribe en un contexto
donde no existe continuidad en las inversiones para la mejora de
las infraestructuras de los barrios de bajo poder adquisitivo,
a pesar de que la demanda sí existe, pues de hecho estos barrios
constituyen más de la mitad del área urbana de Managua. La falta
de infraestructuras básicas da lugar a un entorno frágil, que
sufre un riesgo cierto de deterioro y puede convertirse en lugar
propicio para la propagación de diversas enfermedades. Las
características específicas del proceso de urbanización sufrido
a lo largo de la década de los ochenta, condujeron a la creación
de numerosos barrios urbanos que, aunque aún se encuentran en
fase de consolidación, ya forman parte del tejido de la ciudad.
Así, estos barrios pueden tener un fácil acceso a las redes que
prestan servicio al resto de la ciudad, lo que ha favorecido el
desarrollo de organizaciones vecinales.
Partiendo de esta situación, la iniciativa se ha enfocado hacia
la consolidación física y legal de estos barrios, así como a la
potenciación de la gestión vecinal. La consolidación física
incluye la dotación de un sistema de saneamiento en el barrio y
en las viviendas para evitar la evacuación de aguas en superficie
y mejorar las condiciones sanitarias del barrio. Este proceso
también incluye un nuevo replanteo de las viviendas para definir
y marcar de forma definitiva los límites de las diferentes
propiedades, con el fin de facilitar su legalización. Por otro
lado, se llevan a cabo cursos de formación profesional dirigidos
a los jóvenes conflictivos y se forma a los líderes vecinales en
aspectos como la organización de la comunidad y la participación
en la gestión.
Preparación de la información y definición de las prioridades
Los vecinos participaron en la formulación del proyecto a través
de reuniones en grupo con los responsables de HABITAR. Durante
estas sesiones, se analizaron los problemas, se propusieron
soluciones y los propios vecinos decidieron que el desarrollo de
la red de saneamiento debía continuar siendo la principal
prioridad. A continuación, se invitó a diversas instituciones
públicas a participar en el proyecto y se comenzó a recaudar
fondos.
Formulación de objetivos, estrategias y movilización de recursos
Una vez garantizada la financiación, se procedió a validar el
proyecto a través de asambleas vecinales, donde los vecinos
también eligieron a sus representantes. La planificación y el
seguimiento se realizaron a través de reuniones entre la junta
de directores y los diferentes comités de trabajo: se definió el
papel de todos los organismos participantes y se programó una
asamblea vecinal de evaluación del proyecto. Esta práctica
concede una importancia fundamental a estos procesos de
participación vecinal, autónomos e independientes, puesto que el
mayor apoyo político es aquel que proviene de las organizaciones
vecinales.
Proceso
Los problemas encontrados incluyen la dificultad de conseguir que
las instituciones públicas reconozcan que organizaciones nacidas
en el seno de la sociedad civil, tales como asociaciones
vecinales u organizaciones no gubernamentales(ONG), puedan
participar activamente en la gestión urbana. Por este motivo, la
respuesta de las instituciones públicas a cualquier compromiso
con tales interlocutores es siempre lenta, produciendo tiempos
muertos y momentos de muy baja intensidad de trabajo, que tienden
a producir una distorsión en el desarrollo de las iniciativas
diseñadas por estas organizaciones. Esto produce, al mismo
tiempo, un sobrecoste de los proyectos. Otro obstáculo encontrado
ha sido la necesidad de un proceso articulado de toma de
decisiones basado en el consenso, que ha chocado con las
posiciones unilaterales que todavía se mantienen muy extendidas;
es complicado cambiar los métodos de trabajo de las instituciones
y acomodar los ritmos y métodos de trabajo de todos los agentes
a un modelo de responsabilidad compartida.
Resultados obtenidos
Los objetivos planteados se han alcanzado sobradamente.
En cuanto a la mejora de las condiciones de vida de los vecinos
con menos recursos de los barrios, se han conseguido mejores
condiciones sanitarias gracias a una red adecuada de saneamiento
y una reformulación del plan urbano, que incluye la recolocación
de la población situada en zonas de alto riesgo, mejoras en
sistema de saneamiento de las viviendas y cobertura para el
proceso de legalización de los títulos de propiedad. Los
resultados se pueden medir a través de las siguientes cifras: 375
viviendas y parcelas enganchadas a la red de alcantarillado, 200
viviendas con instalación de saneamiento y 50 cuartos húmedos.
Por otra parte, se diseñó un plan de distribución urbana,
entregando a las autoridades competentes los planos de
alineaciones, así como toda la información necesaria para obtener
los títulos de propiedad.
Respecto a la potenciación de la capacidad de autogestión, las
organizaciones vecinales han aumentado su agenda de trabajo y el
número de sus actividades. Además de la junta de directores,
formada por seis personas, existe un comité ampliado de 24
personas, mayoritariamente mujeres, jóvenes y adultos de
diferentes partidos políticos y credos religiosos. El 98% de los
vecinos ha participado en proyectos relativos al sistema de
saneamiento. Se ha obtenido un apoyo financiero mayor al
inicialmente previsto, que se ha utilizado para aspectos no
planteados en el proyecto inicial, como saldar la deuda con el
INAA. Además, se ha progresado en las negociaciones para la
mejora de las calles y el sistema de suministro de agua potable.
Los participantes han descubierto nuevas formas de planificar y
negociar con las autoridades locales y los responsables de las
diferentes áreas.
Gracias a la colaboración con otros agentes sociales a la hora
de desarrollar estos proyectos, se han reforzado las bases de un
nuevo método de desarrollo del medio, dotándoles de un carácter
social y promoviendo los procesos de obtención de consenso. Los
vecinos reciben asesoramiento técnico y eso refuerza su capacidad
negociadora con el estado.
Se ha logrado la integración de los jóvenes en el mundo laboral:
la mayoría de los que siguieron algún curso de formación tiene
empleo en la actualidad. Algunos de ellos han llevado a cabo
parte de los trabajos que contemplaba este proyecto.
Se han conseguido mejores niveles de coordinación con las
instituciones públicas, especialmente con el INAA, que han
incorporado esta iniciativa, junto con otras similares, a sus
planes a corto y medio plazo. Esta actuación reconoce el valor
y la importancia de este método de trabajo basado en la
colaboración. Debido a la presión de los vecinos, la alcaldía de
Managua ha reconocido a las organizaciones vecinales como
interlocutores válidos y ha otorgado su apoyo a los procesos de
reordenación urbana, realojamiento de la población y desarrollo
de proyectos de protección de depósitos de agua. HABITAR y los
vecinos han estrechado sus lazos de colaboración en la gestión
de la mejora de los barrios.
Es posible afirmar que esta iniciativa está teniendo un
importante impacto sobre las estrategias y políticas sociales.
Prueba de este impacto es el hecho de que el método se haya
presentado como un ejemplo para todas las organizaciones
implicadas y que se estén planteando nuevas iniciativas que
siguen este planteamiento.
Esta iniciativa está demostrando que es posible movilizar los
recursos locales con éxito. El hecho de que la población
contribuya con un 20% del presupuesto de la red de saneamiento,
mientras que la cooperación internacional aporta el 65% y el INAA
el 15% restante, evidencia que se puede realizar un esfuerzo
conjunto y obtener la financiación necesaria para proporcionar
una red de servicios de mayor calidad. El sistema de saneamiento
es una prioridad en la ciudad de Managua, donde sólo el 35% de
la población dispone de este servicio. La importancia de los
recursos de la población también se ha demostrado, en tanto que
son parte esencial de la financiación al tiempo que son
beneficiarios del proyecto.
Sostenibilidad
Esta iniciativa demuestra la importancia de la organización de
la comunidad para llevar a cabo todas las tareas. Esta constituye
una importante lección para todos los agentes implicados. El
proyecto ha contribuido a estrechar los lazos de solidaridad en
el barrio, promoviendo una mayor cohesión social entre los
vecinos y catalizando nuevos procesos. Esto constituye una
garantía en la sostenibilidad social del proyecto.
Aunque este proyecto en concreto ha recibido ayudas a fondo
perdido de organismos internacionales de ayuda al desarrollo, las
autoridades responsables del sanamiento y la distribución del
agua consideran posible el desarrollo de proyectos similares a
través de financiación pública, especialmente a través del Banco
Mundial. Es importante señalar que el proyecto obtiene el retorno
de una pequeña cantidad del presupuesto a través del pago
realizado por las familias de las mejoras realizadas en el
saneamiento de las viviendas y la instalación de cuartos húmedos
en las mismas. HABITAR ha empezado a formar un fondo para
financiar el mantenimiento de esta importante línea de trabajo
enfocada a la mejora de las instalaciones de saneamiento de las
viviendas.
Lecciones aprendidas
Una vez más, la práctica ha demostrado la existencia de recursos
potenciales en la población urbana. Desde el punto de vista
financiero, la principal contribución de la comunidad se
encuentra en la infraestructura física, pero, en realidad, es
mucho más importante la gestión vecinal. El frágil espacio social
de los barrios pobres se caracteriza por la falta de recursos
básicos y un bajo nivel de participación, generalmente limitada
a la participación electoral cada cierto tiempo, o incluso
deslegitimada por el clientelismo político. Por ello, el
desarrollo de nuevas alternativas enriquece la gestión, abre
nuevos espacios para la participación popular y contribuye a
formar líderes preocupados por el bienestar de los demás. Todos
estos aspectos tienen un gran valor, a pesar de la dificultad de
asignarles una contrapartida económica, y ayudan a la prevención
de la delincuencia social en el barrio. Más aún, la identidad del
barrio resulta reforzada y los vecinos forjan una historia común.
Los métodos participativos de planificación y la gestión
compartida implican un proceso de aprendizaje más amplio; aunque
la actuación coordinada entre todos los agentes sociales no es
siempre el método más rápido de hacer las cosas, su viabilidad
queda demostradade forma paulatina. Los diferentes agentes hacen
suyo este método y generan una experiencia de participación y
construcción de consenso, lo que puede mejorar el ritmo de
trabajo de forma significativa.
La lógica social de la formación del medio ambiente urbano parece
contradecir las nuevas políticas económicas y sociales. Aunque
las políticas neoliberales proclaman la importancia de la
iniciativa del sector privado (entendido como el mundo
empresarial privado), no dejan un espacio institucionalizado para
las organizaciones sin ánimo de lucro, cuyas actividades se
desarrollan en relación con el mercado en diversos aspectos. Este
método de trabajo está proporcionando importantes resultados, que
podrían tener un impacto mayor si el sector público promocionara
de manera activa las iniciativas que surjen de la sociedad civil.
Transferibilidad
Los vecinos de otros barrios de la ciudad, especialmente de otras
áreas donde se están preparando iniciativas similares, han
visitado el proyecto. Por ejemplo, el proyecto Pablo Uceda ha de
iniciarse a mediados de 1998. Organizaciones de otras ciudades
han visitado proyectos previos similares a éste que nos ocupa.
Debido a la extensión del problema, es importante conseguir el
desarrollo sostenible de iniciativas similares. Por ello, se está
planeando conmemorar el día internacional del habitat de 1998
mediante la celebración de un seminario dedicado al desarrollo
de barrios pobres, con la intención de hacer oir la voz de los
agentes implicados en esta iniciativa e incrementar su impacto
en las políticas públicas desarrolladas en torno a este tema.
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