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Fecha de referencia: 26-07-98
Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 1998, y catalogada como GOOD.
(
Best Practices Database.)
País/Country: Kenia
Región según Naciones Unidas: África
Región ecológica: árida y semiárida
Ámbito de la actuación: regional
Categorías = Infancia y adolescencia: educación y formación
profesional (incluyendo cuidados de día y cuidados fuera del
horario escolar); programas ambientales dirigidos a los jóvenes.
Erradicación de la pobreza: generación de ingresos; creación de
puestos de trabajo; formación profesional. Gestión ambiental:
sostenibilidad ecológica; tecnologías ambientalmente
responsables; gestión de recursos.
Contacto principal:
Dr. Ramesh C. Saxena
PO Box 30
Mbita
Kenya
Tel: 254 385 22216/7/8
Fax: 254 385 22190
E-mail: rcsaxena@tt.sasa.unon.org
Socio:
Mrs. Pia Sovio-Pyhala
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)/
United Nations Environment Programme (UNEP)
Agencia internacional (multilateral)
United Nations Avenue
PO Box 30552
Nairobi
Kenya
Tel: 254 2 624046
Fax: 254 2 623741
E-mail: pia.sovio-pyhala@unep.org
Socio:
Mr. Anthony Fagin
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)/
United Nations Environment Programme (UNEP)
Agencia internacional (multilateral)
United Nations Avenue
PO Box 30552
Nairobi
Kenya
Tel: 254 2 623728
Fax: 254 2 623741
E-mail: anthony.fagin@unep.org
Colaboración financiera
Socio:
Embajada de Finlandia
Gobierno central
Colaboración financiera
A pesar de todo, la población no está concienciada de su gran
valor. Desde 1995, mediante la realización de talleres sobre
"Cómo cultivar y utilizar el nim", estamos tratando de dar a
conocer su enorme potencial; hasta ahora, se ha impartido
formación a unas 600 personas procedentes de varios países del
este y del sur de África.
Se ha demostrado la eficacia de este árbol en pruebas de campo
contra plagas que afectan a cultivos extensivos y a productos
almacenados, aunque se pueden destacar muchos otros usos, entre
los que se cuentan los medicinales. Su cultivo a gran escala,
estimulado por la participación de niños, jóvenes, agrupaciones
de mujeres, ONGs y otros, que tiene lugar en las escuelas, las
granjas, los bordes de las carreteras, así como los proyectos de
repoblación forestal en determinados países, deberían mejorar
significativamente los entornos urbanos y rurales del África
Subsahariana. Además, la recolección de semillas de nim para usos
industriales, ya iniciada en algunas zonas del continente, está
generando ingresos y oportunidades de empleo para la población,
por lo que también contribuye a aliviar la pobreza rural.
Cuando llegué a Kenia, en julio de 1991, me impresionó la
insignificante productividad de los cultivos, causada por el mal
manejo de las cosechas y el escaso control de las plagas, en
situaciones en que se podrían haber alcanzado altos rendimientos.
Me pareció que había una necesidad urgente de dar a conocer
tecnologías agrícolas ambientalmente responsables, tales como los
sistemas de control integrado de pesticidas y nutrientes, así
como de promover medios sostenibles de subsistencia mediante el
incremento de actividades generadoras de ingresos. Comprendí
también que el futuro desarrollo de África tendría que depender
menos de las ayudas externas y más del aprovechamiento y de la
conservación de los recursos naturales disponibles y renovables.
Durante las dos últimas décadas, el abundante nim de la India o
margosa, Azaridachta indica A. Juss. (Meliáceas), se ha
convertido en objeto de minuciosos estudios científicos en todo
el mundo, que exploran sus propiedades como fuente de pesticidas
naturales, fertilizantes de baja mineralización, hierbas
medicinales, productos farmacéuticos, artículos de tocador y
agentes reguladores de la fertilidad humana, entre otros
productos útiles. El nim es particularmente valioso para reducir
las pérdidas causadas por las plagas de las cosechas y de los
productos almacenados, y se ha demostrado eficaz contra,
aproximadamente, 500 especies de insectos dañinos, acáridos,
garrapatas, nematodos, moluscos, ostrácodos, etc., así como
contra desórdenes provocados por bacterias, hongos y virus,
aunque es inofensivo para determinados organismos, entre ellos
el cuerpo humano. El propio árbol constituye un refugio para la
biodiversidad, dando cobijo a toda una fauna de organismos
beneficiosos, entre los que se cuentan abejas, avispas,
serpientes, pájaros y murciélagos en su copa, micorrizas en las
raíces, y colémbolos, paurópodos, acáridos, miriápodos,
lombrices, etc., en el humus de sus hojas caídas.
A lo largo de cientos de años, el nim ha sido semi-domesticado
en su hábitat original. Crece incluso en terrenos secos y pobres
en nutrientes, y es capaz de tolerar temperaturas altas y muy
altas, bajas precipitaciones, alta salinidad y largos períodos
de sequía. En el último siglo se introdujo en las zonas áridas
de África; hoy en día se cultiva en muchos países asiáticos, en
las regiones tropicales del Nuevo Mundo, en varios países del
Caribe y en algunos de la cuenca mediterránea. Durante la última
década, se ha plantado a gran escala en regiones ecológicas
completamente distintas, como Australia, las Islas Filipinas y
en las llanuras del Arafat, cerca de La Meca, en Arabia Saudita.
El árbol crece sin problemas en todos esos lugares, lo que da
testimonio de su dureza y de su capacidad de adaptación.
Un árbol adulto produce 50 Kg. de fruta, que a su vez
proporcionan 30 kg. de semillas, de las cuales se pueden obtener
6 kg. de un aceite sumamente útil y recuperar 24 kg. de orujos.
El árbol puede llegar a los 300 años de vida. Cada una de sus
partes tiene un sabor amargo, debido a la presencia de una serie
de componentes altamente bioactivos, llamados "limonoides" o
"triterpenos". Afortunadamente para los países en los que crece,
la compleja estructura molecular de esos componentes excluye una
producción económica de su síntesis química, hasta el punto de
requerir un proceso industrial para poder contar con sus materias
primas.
Los productos derivados del nim se están convirtiendo en
artículos muy solicitados por los países desarrollados; se han
concedido hasta 40 patentes de diferentes compuestos y derivados
en todo el mundo. La demanda es creciente y se estima que, en la
próxima década, el comercio mundial del nim alcanzará un volumen
de 600 millones de dólares EEUU. Los países áridos y semiáridos
pueden obtener grandes beneficios mediante su cultivo y
explotación, no solamente para autoabastecerse, sino para
exportarlo a los países templados en los que no se desarrolla.
Este árbol tan versátil se adapta bien a las condiciones duras,
áridas y semiáridas, y ya está extendido en muchos países
africanos, incluida Kenia. Ya se conocían algunas de sus
propiedades medicinales (recibe el nombre de "mwarubaini" en
swahili, lo que significa alivio para 40 trastornos), pero su
potencial como pesticida era prácticamente desconocido.
Debido a todas estas consideraciones, concienciar a la población
de las posibilidades del nim como fuente de productos útiles para
tratamientos pesticidas sostenibles y de bajo coste, y facilitar
su uso, parecía ser la solución ideal. Así pues,
en 1994, la Cámara de Compensación del Programa de las Naciones
Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)/United Nations Environment
Programme (UNEP) Clearing House, dentro de su función de
corretaje, facilitó una asignación económica de 1,2 millones de
dólares EEUU a través de la Agencia Internacional de Finlandia
para el Desarrollo (Finnish International Development Agency),
para fundar el Proyecto para la difusión del uso del nim en el
África Subsahariana. El PNUMA aportó también 87.000 dólares EEUU
para facilitar la puesta en marcha de las actividades clave en
la preparación del proyecto, que asegurasen su inicio a tiempo
y su impacto creciente durante los cinco años siguientes.
Las estrategias para concienciar a la población de las
posibilidades del nim han incluido cursos prácticos de formación,
demostraciones y ensayos, llevados a cabo en el transcurso de los
talleres que tuvieron lugar en la estación de campo Mbita Point
del Centro Internacional de Fisiología de los Insectos y de
Ecología (International Centre of Insect Physiology and Ecology,
ICIPE), en Kenia. Los destinatarios han sido instructores de
técnicas agrícolas, guardabosques, personal de extensión,
trabajadores sanitarios, profesores, periodistas, representantes
de ONGs, jóvenes y agrupaciones de mujeres de diferentes países
del África Subsahariana, por lo que su efecto se multiplicará
posteriormente. Los cursos de formación se anunciaron en
periódicos de amplia difusión en el este del continente, y la
selección de los candidatos se llevó a cabo en función de su
experiencia anterior, de las recomendaciones recibidas y de sus
propias declaraciones sobre cómo los conocimientos que iban a
adquirir se usarían para mitigar la pobreza rural y rehabilitar
el entorno natural. Se ha explicado a los aprendices el modo de
cosechar, recolectar y procesar las semillas de nim; además, se
les ha enseñado a cultivar plantones y a usar los derivados del
árbol como pesticidas para los cultivos, para solucionar
problemas posteriores a la recolección y como hierbas
medicinales. También se les han proporcionado semillas viables
y plantones para su propagación en sus respectivos lugares de
origen. Por otro lado, se ha garantizado la distribución de
materias primas estableciendo viveros de nim en Mbita y en otros
puntos nodales. Las vinculaciones y contactos surgidos durante
la experiencia se han mantenido una vez completada la formación.
La manera de influir en las comunidades locales y fomentar una
mayor conciencia entre los campesinos ha sido a través de las
interacciones personales, así como buscando la implicación en el
proyecto de los jefes de las aldeas, las iglesias, las escuelas
y las agrupaciones de mujeres, además de las asociaciones
gubernamentales y las ONGs de los países participantes. Se han
organizado demostraciones de campo y exhibiciones en lugares
estratégicos, en colaboración con instituciones nacionales, para
provocar el interés y la participación de dichas comunidades.
También se han reforzado las iniciativas locales existentes.
El objetivo principal de este proyecto ha sido elevar la
conciencia pública sobre la importancia de utilizar los
materiales derivados del nim como pesticidas naturales y dar a
conocer otros usos potenciales del mismo en siete países del
África Oriental. La finalidad última es la de salvaguardar el
medio ambiente, reemplazando el uso de pesticidas químicos y
promoviendo la utilización múltiple de los bosques como medio
para mitigar la pobreza rural y mejorar la economía, la nutrición
y la salud de la población.
Otros objetivos han sido:
La eficacia del nim se ha demostrado ampliamente en pruebas de
campo efectuadas en múltiples lugares, en explotaciones de mayor
o menor entidad, y en demostraciones contra las plagas de
cultivos de maíz, sorgo, guisante caballar, plátanos, tomates,
col rizada y otras variedades de col, además de las que atacan
a los productos almacenados, nematodos, etc. Asimismo, los
talleres han proporcionado foros de discusión sobre otros
aspectos de este árbol, tales como sus usos medicinales, sus
propiedades como fertilizante de baja mineralización, su
potencial para la salud humana y animal, su capacidad reguladora
de la fertilidad humana y de higiene del aparato reproductor,
etc. Se ha conseguido popularizar el uso de los productos más
sencillos, como el extracto de semilla de nim, la harina, el
orujo y los "amargos", además de los derivados ricos en nim que
se emplean en el tratamiento de las plagas. Se ha hecho hincapié
constantemente en la tecnología basada en el "hágalo usted
mismo", como pieza clave para conseguir la plena participación
de las familias de las zonas rurales en la sociedad. La primera
industria para la producción comercial de compuestos estándar de
nim se estableció en Nairobi hace dos años, con la intención de
atender a las demandas crecientes de los agricultores más ricos;
en particular, de los que cultivan fruta, verdura y flores. Hasta
hace poco tiempo, cuando no existía conciencia alguna de su
valía, las semillas de nim acababan en la basura; pero ahora se
han empezado a recoger en lugares como Wajir, Garissa, la costa
de Kenia y Tanzania, lo que está generando ingresos y
oportunidades de empleo para la población residente. En general,
los países del centro, sur y oeste africanos van siendo cada vez
más conscientes del enorme potencial de este árbol y muestran un
vivo interés por tomar parte en un proyecto como éste, altamente
participativo, que simboliza la cooperación entre los países del
Sur en beneficio de la gran mayoría de la población.
La prensa local, la radio y la televisión se han convertido en
nuestros más firmes colaboradores. Más de 20 colegios, iglesias
y agrupaciones de mujeres del distrito de Suba, en Kenia, están
participando en la difusión del nim. En algunas zonas, se ha
empezado a plantar en los bordes de las carreteras; en Tanzania
se han plantado 500.000 plantones, dentro del Programa de
Repoblación Forestal Kwimba; y en Adjumani (Uganda), se han
plantado más de 40.000 árboles en las zonas de asentamientos de
refugiados desde 1995.
En poco más de tres años, el Proyecto para la difusión del uso
del nim ha recorrido un largo camino. Obviamente, su impacto ha
sido mayor en el país anfitrión, pero también se han establecido
grupos de apoyo en otros países. Esperamos que, en pocos años y
con los fondos económicos adicionales asegurados, la utilización
variada del nim se asentará firmemente en la vida diaria de las
zonas rurales, provocando una mejora significativa en la
agricultura, en la asistencia sanitaria y en el medio ambiente
del África Subsahariana.
Referencias
Saxena, R. C. (1996) The Neem tree: Its potential for
developing countries (Technical Bulletin of ICIPE-Finland-UNEP
Neem Awareness Project. 4 p.)
Saxena, R. C. (1997) Directory of Neem Workers in Eastern and
Southern Africa (ICIPE-Finland-UNEP Neem Awareness Project. 31
p.)
Saxena, R. C. & E. L. Kidiavai (1997) Neem seed extract spray
applications as low-cost inputs for management of the flower
thrips in cowpea crop (Phytoparasitica 25(2): 99-110.)
Saxena, R. C. (1998) Neem in sustainable agriculture with
special reference to its role in IPM ( pp. 1-17. In Neem:
Applications in Agriculture, Health Care and Environment. Proc.
Int. Conf. on Neem - Setting Goals for Global Vision. Neem
Foundation, Mumbai, India, Dec 1996)
Buenas Prácticas > Concurso Internacional > 1998 > http://habitat.aq.upm.es/dubai/98/bp600.html |