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Buenas Prácticas > Concurso Internacional > 1998 > http://habitat.aq.upm.es/dubai/98/bp555.html

Planificación de oportunidades en la región de Waterloo (Canadá)


Fecha de referencia: 26-07-1998

Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 1998, y catalogada como BEST. ( Best Practices Database.)
País/Country: Canadá

Región según Naciones Unidas: América del Norte
Región ecológica: ribera
Ámbito de la actuación: metropolitano
Instituciones: Organización comunitaria de base (OCB). Organizaciones no gubernamentales (ONG). Gobierno central.

Categorías = Participación ciudadana y riqueza cultural: educación cívica; participación comunitaria. Desarrollo económico: oportunidades para la cooperación; creación de empresas (sectores formal e informal); formación. Erradicación de la pobreza: acceso a créditos; generación de ingresos; creación de puestos de trabajo.

Contacto principal:
Paul Born
35 Dickson Street
Cambridge
Ontario
Canada
N1R 7A6
Tel: (519) 623-9380
Fax: (519) 740-8540
E-mail: cac@bond.net

Socio:
Cambridge Self-Help Food Bank (Organización no gubernamental)
Pat Singleton
56 Dickson Street
Cambridge
Ontario
Canada
N1R 1T8
Tel: (519) 622-6550
Colaboración técnica

Socio:
Langs Farm Village Association (Organización comunitaria de base)
Bill Davidson
887 Langs Drive, Unit 1
Cambridge
Ontario
Canada
N3H 5K4
Tel: (519) 653-1470
Colaboración técnica

Socio:
Ontario Ministry of Community & Social Services (Gobierno central)
Ed Dubas
75 King St. South
Waterloo
Ontario
Canada
N2J 1P2
Tel: (519) 886-4700
Colaboración financiera

Financiación

Presupuest o ($) Gobierno Fondos privados Residentes locales
Planificac ión de oportunida des
1993-1994 637.000 100% 0% 0%
1994-1995 730.000 100% 0% 0%
1995-1996 687.473 100% 0% 0%
1996-1997 659.389 100% 0% 0%
Oportunida des 2000
1997-1998 225.207 11,5%
1998-1999 355.000 1,5% 87% 25%
1999-2000 375.000 1% 74% 25%
30 Diciembre 2000 335.000 1% 74% 25%


R E S U M E N

Desde 1993 hasta 1996, una coalición de grupos comunitarios y residentes con ingresos bajos de la región de Waterloo, Canadá, mostró cómo las comunidades pueden encontrar maneras de ayudar a aquellos que reciben asistencia social de manera continuada en la identificación y la creación de oportunidades para el empleo dentro de un entorno en contínuo cambio como es la economía moderna. Antes de que se lanzara el programa Opportunities Planning (OP) (Planificación de Oportunidades) para la Región de Waterloo el 1 de abril de 1993, una fuerte recesión había devastado la economía de la región. Como resultado de ello, la tasa de desempleo y las listas de asistencia social habían aumentado, dejando a muchas personas con la incertidumbre de si alguna día saldrían de la pobreza. Cuando la OP finalizó casi cuatro años después, el programa había ayudado a más de 1.100 perceptores de asistencia social de larga duración a insertarse en el mundo laboral o a poner en marcha sus propios negocios.

La OP implicó a más de una docena de organismos comunitarios independientes y proporcionó trabajo, autoempleo y servicios de asesoramiento sobre asuntos de utilidad cotidiana en 18 lugares de algunos de los barrios más aislados y desfavorecidos de la región de Waterloo. Varios estudios demostraron que los participantes en el programa OP volvían a trabajar mucho antes que los clientes de los programas de empleo del gobierno y además a un coste mucho menor.

La OP tuvo éxito gracias a su mezcla sinérgica de colaboraciones entre organismos, a su democrático equipo de gestión, que concedía gran atención a los clientes del programa, y a su manera única de enfocar la planificación profesional, ayudando a los clientes a superar las barreras personales que tradicionalmente les impedían volver al trabajo. La OP proporcionó un modelo eficaz y humano de reforma social para todo Canadá, que además se convirtió en un símbolo de esperanza para miles de parados de la región de Waterloo. Al poner tanto énfasis en la colaboración de la comunidad, el programa contribuyó a crear en la región un sector de ONGs más unido y aumentó la capacidad de los organismos comunitarios para ofrecer servicios.

La OP proporcionará beneficios duraderos en la región de Waterloo y en todo Canadá. El programa se convirtió en la inspiración para Oportunidades 2000, una ambiciosa campaña lanzada en 1997 para ayudar a la región de Waterloo a alcanzar el nivel de pobreza más bajo de todo Canadá en el año 2000, usando muchas de las estrategias de cooperación comunitaria empleadas por la OP.




Fechas clave


Junio 1992
Una coalición de organismos y receptores de asistencia social de la región de Waterloo respondieron a la petición del gobierno provincial de proponer proyectos piloto que ayudaran a los beneficiarios de asistencia social a encontrar trabajo.
Abril 1993
La Planificación de Oportunidades (OP) para la región de Waterloo es uno de los nueve proyectos piloto aprobados y lanzado con una lista inicial formada por once organismos colaboradores.
Diciembre 1995
Los participantes de la OP organizan una conferencia a nivel provincial sobre la reforma asistencial que reunió a casi 300 funcionarios del gobierno, asistentes sociales, personal docente y perceptores de asistencia social para buscar las mejores prácticas de toda América del Norte. La conferencia revela un gran consenso sobre la necesidad de programas de creación de empleo para complementar el apoyo a las rentas. Se trata de una característica destacada de la estrategia para la reforma de la asistencia social del gobierno de Ontario anunciada un año más tarde.
Diciembre 1996
La financiación del gobierno para el programa Planificación de Oportunidades da como resultado un balance de 18 organismos colaboradores implicados y más de 1.100 perceptores de asistencia social que han encontrado trabajo o que han puesto en marcha un negocio.
Abril 1997
Oportunidades 2000, un proyecto basado en las lecciones aprendidas de la Planificación de Oportunidades, se crea con 1'3 millones de dólares procedentes de fondos privados y de residentes en la zona. Su objetivo es ayudar a que 2.000 familias puedan salir de la pobreza antes del 30 de diciembre del 2000, implicando en el proceso a numerosos proyectos de desarrollo económico comunitario para que ayuden a los residentes con ingresos bajos a generar nuevos ingresos u oportunidades de autoempleo.



D E S C R I P C I Ó N

La región de Waterloo es un conglomerado de siete municipios con casi 400.000 habitantes, situado en el corazón industrial de Canadá a unos 100 km al suroeste de Toronto.

La recesión de principios de los 90 devastó la región. Docenas de fábricas cerraron y en 1993 más de 40.000 personas (el 11% de la población) dependían de la asistencia social y otras 15.000 recibían dinero del paro. Lo más alarmante era que el 75% de los beneficiarios de asistencia social estaban considerados como potencialmente contratables y buscaban trabajo (un aumento de casi un 400% en tan solo cuatro años). Los perceptores susceptibles de ser contratados recibían esta asistencia durante más tiempo, pasando de cuatro meses por término medio en 1989 a doce meses en 1991.

En la ciudad de Cambridge, la Community Opportunities Development Association (CODA) (Asociación Comunitaria para la Creación de Oportunidades) ha estado trabajando con grupos de otras comunidades durante muchos años en la creación de programas de empleo eficaces para residentes con ingresos bajos. Sin embargo, en el resto de la región de Waterloo, el sector de las ONGs era un grupo de organismos independientes dividido y a menudo displicente, sin una estrategia unificadora para combatir la pobreza y el desempleo.

En un esfuerzo por detener la creciente afluencia de casos de dependencia de la beneficencia en Ontario, el gobierno provincial solicitó en 1992 propuestas de proyectos piloto que ayudaran a los perceptores de asistencia social a reintegrarse en el mercado laboral. La CODA vio esto como una oportunidad para progresar en la lucha contra la pobreza.

Preparación de la información y clarificación de prioridades

En la primavera de 1992 la CODA y el Centro de Trabajo, otro organismo independiente de la cercana ciudad de Kitchener, se reunieron con doce beneficiarios de asistencia social, con otros doce organismos y con los representantes locales del Ministerio de Comunidades y Servicios Sociales para preparar un anteproyecto del proyecto piloto. El principio dominante de la propuesta de la Región de Waterloo era el convencimiento de que los perceptores de asistencia social conocían el sistema de asistencia social mejor que nadie, por lo que sus conocimientos serían vitales en la dirección de un programa que pretendía ayudarles a encontrar trabajo.

La Planificación de Oportunidades para la Región de Waterloo se promocionó a sí misma como un enfoque para la creación de empresas centrado en la participación y de base comunitaria y que convertía a sus beneficiarios tanto en clientes como en guardianes del programa.

Esre equipo de trabajo encargó un estudio para averiguar cómo los perceptores de beneficencia podrían crear un sistema que les ayudara a encontrar trabajo. Los interesados ofrecieron muchas sugerencias para los programas de empleo, entre las que se encontraban: más apoyo financiero para derribar las barreras económicas del empleo; inversiones más participativas; trabajadores sociales mejor formados; servicios de barrio accesibles y mejores vínculos entre los organismos sociales de la comunidad.

Todas estas sugerencias se incluyeron en el diseño de la Planificación de Oportunidades de la Región de Waterloo (OP), uno de los nueve proyectos piloto aprobados por el gobierno a finales de 1992.

Formulación de objetivos, estrategias y movilización de recursos

Los objetivos de la OP incluían el reforzamiento de la economía local, creando una fuerte colaboración entre los diversos organismos sociales y convirtiendo el sistema de beneficencia en más humano y responsable. Sin embargo, su objetivo pricipal era ayudar a las personas a reinsertarse en el mundo laboral.

La OP esperaba atraer unos 1.000 clientes al año en su tercer año, de los que el 56% encontraría trabajo y hasta un 12% pondría en marcha sus propios negocios. El programa puso gran énfasis en la motivación de los clientes y en la responsabilidad individual. Los clientes trabajarían con los asistentes sociales de la OP para desarrollar un "plan de acción personal" que identificara las barreras personales que les impedían encontrar trabajo, tales como poseer un bajo nivel de alfabetización, problemas familiares, falta de medios de transporte o una educación insuficiente. A continuación serían ellos quienes determinaran los pasos concretos necesarios para convertirse de nuevo en trabajadores potenciales y quienes asesoraran a los organismos colaboradores de la OP para señalar la formación más adecuada o los servicios de orientación necesarios. La OP proporcionó subvenciones para el cuidado de los niños y los gastos de transporte y estableció un fondo de préstamos que ofrecía préstamos libres de interés para ayudar a los clientes a sufragar los gastos relacionados con su búsqueda de trabajo.

Los clientes del programa disfrutaban de una influencia sin precedentes en la OP. Aunque la CODA asumía la dirección administrativa del proyecto, éste lo dirigía un comité de dirección formado por trece miembros, de los que siete eran perceptores de asistencia social que ayudaron a fijar pautas y a desarrollar estrategias. Los organismos colaboradores participaron en el comité y facilitaron un lugar para las reuniones, así como otros recursos in situ en más de doce centros vecinales de toda la región.


Proceso

La OP fue un programa extenso que se encontró con numerosos obstáculos, entre los que se cuentan un cambio de gobierno y el consiguiente recorte de fondos.

Otros retos fueron:

La OP respondió a estos retos modificando contínuamente el programa con las aportaciones de los clientes. Se contrató a personal nuevo de primera línea para aliviar el volumen de casos y se consiguieron además nuevos organismos colaboradores, así como lugares para la oferta de servicios, consiguiendo finalmente doce colaboradores y dieciocho lugares. Una campaña de educación pública ayudó a informar a la comunidad sobre el programa y sus participantes para desestigmatizar la asistencia social. Por otra parte, varios participantes en la OP escribieron y publicaron un manual de recursos comunitarios para los residentes con bajos ingresos después de que las tasas de asistencia social de Ontario fueran severamente recortadas.

Resultados alcanzados

a) Resultados en cuanto a empleo
La Planificación de Oportunidades nunca alcanzó sus abiertamente ambiciosos objetivos en materia de empleo. Esto no fue una sorpresa para las autoridades provinciales, quienes eran conscientes de que los objetivos del programa eran dos veces más altos que los de muchos otros programas experimentales de la provincia en esa época. Por otra parte, el personal y los participantes admitieron abiertamente que habían sobrestimado la tenacidad de la recesión del país y que subestimado el número de obstáculos que encontraban aquellas personas que habían estado fuera del mundo laboral casi dos años por término medio. Al mismo tiempo, los resultados del programa aumentaron anualmente tanto en términos reales como en porcentajes de objetivos. De hecho el programa estaba en el buen camino para lograr sus objetivos en el cuarto año, cuando el nuevo gobierno retiró (a falta de tres meses) los fondos del programa, de acuerdo con un programa electoral de reducción del gasto público.

Resultados del programa de Planificación de Oportunidades 1993-1997:

1993/1 994 1994/199 5 1995/199 6 1996/199 7
Participantes 559 900 1.239 1.100
Puestos de trabajo encontrados 103 211 304 294
Negocios puestos en marcha 15 91 59 24
Formación y educación 225 255 372 205
Coste de los empleos y negocios en los 9 meses de funcionamiento (en dólares) 5.949 2.202 1.894 2.073

Los resultados se fueron alcanzando de manera cada vez más eficiente. En el primer año, el resultado del coste por empleo fue de 5.949 dólares y de 2.073 dólares en el cuarto año, lo que supone un notable éxito, teniendo en cuenta que en esos últimos tres meses del año no se sirvió a los clientes puesto que el programa había llegado a su fin.

Resultado del coste por empleo de la Planificación de Oportunidades:

1993/1994 1994/1995 1995/1996 1996/1997
Coste por empleo (en dólares) 5.949 2.202 1.894 2.073

El éxito del programa supuso también un balance positivo en relación con las inversiones del gobierno en el programa. Durante el tercer año del programa, un asesor externo estimó que la OP había acelerado la vuelta al trabajo de los participantes en casi diez meses. Para el erario público esto supuso un ahorro de 2'2 millones de dólares canadienses durante los dos primeros años y de 5'3 millones de dolares adicionales en el tercer y cuarto año.

b) La mejor coordinación e integración de los servicios de la OP ilustró claramente las ventajas asociadas a la colaboración entre organismos comunitarios en aras de un fin común. La gente piensa a menudo que la llamada red de seguridad social de Canadá consiste en una serie de programas de apoyo a las rentas procedentes de una autoridad central y nacional. De hecho, la OP puso de manifiesto otra red de seguridad social, constituída por los recursos combinados de diversos grupos comunitarios independientes y por organismos sin ánimo de lucro. En una época en la que los servicios públicos se están reduciendo de manera rutinaria, este sistema de apoyo comunitario tiene un papel cada vez más importante a la hora de ayudar a las personas a crear oportunidades y a encontrar el camino para su reinserción en la corriente económica y en la vida social.

c) Incremento de la capacidad institucional de los organismos locales
Al comienzo del programa, la mayoría de los organismos estaban interesados principalmente en los temas sociales y recreativos. Sin embargo, hacia el final del programa, muchos organismos comenzaron a integrar la dimensión económica en su forma de pensar, en su planificación y en sus actividades. En varios casos, esto se demostró por medio de organismos que lanzaron sus propias iniciativas de desarrollo económico, entre las que se incluyen:

d) Impacto en las políticas de asistencia social subnacionales (provinciales).

Las lecciones aprendidas de la Planificación de Oportunidades han influído en algunos aspectos de la administración de la ayuda social a nivel provincial. Ontario Works (Ontario trabaja), la nueva estrategia de asistencia social de la provincia presentada a principios de 1997, pone gran énfasis en la responsabilidad de los clientes y en las competencias del programa tal y como la OP hizo. De hecho, la fórmula de financiación basada en los resultados que ha utilizado el gobierno para pagar a los grupos comunitarios por ayudar a muchas personas a encontrar trabajo y a salir adelante, se basa en gran medida en el lenguaje y en los conceptos presentados por la CODA a los responsables de las estrategias provinciales en el documento de análisis <<resultados de las inversiones de los contribuyentes>>.
Por otra parte, el impacto de la OP sobre las regulaciones en materia de asistencia social ha sido decepcionante. El modelo descentralizado de diseño y realización del programa no se ajustaba a la nueva estrategia gubernamental de asistencia social. Los participantes tuvieron sólo una modesta participación en el diseño del programa a través de la representación en el comité asesor. Las reducciones en las ayudas, los criterios de selección más estrictos y las características de participación obligatorias de la versión de Ontario Works han dejado a muchos participantes con el sentimiento de estar estigmatizados y oprimidos.

Sostenibilidad

La Planificación de Oportunidades supuso un éxito significativo en cuanto a integración de elementos de desarrollo social y económico, al devolver autoridad a las organizaciones locales y, en particular, a los participantes con ingresos bajos, para solucionar algunos de los problemas de las personas marginadas en una economía industrial madura. Quizás el mayor indicador del impacto a largo plazo del proyecto se observa en su sucesor, el programa Oportunidades 2000 (OP2000), una campaña antipobreza que aspira a reducir el número de hogares pobres de la región para el 31 de diciembre del 2000.

Para conseguir este objetivo, OP2000 proporcionará apoyo técnico y financiero a tres grupos comunitarios _ muchos de ellos colaboradores de la antigua Planificación de Oportunidades _ para establecer sus propios proyectos CED de ayuda a la gente para salir de la pobreza. Los residentes con ingresos bajos jugarán un papel clave en las organizaciones comunitarias que trabajan con OP2000 y constituirán el 40% del organismo gestor del OP2000, conocido como la mesa redonda de la dirección.
Hasta la fecha, se han recaudado para el proyecto fondos por valor de casi 1'3 millones de dólares donados por fundaciones y residentes locales.

El OP2000 también tendrá una amplia aplicación a nivel nacional. Un colaborador clave en el proyecto es el grupo de expertos en política social nacional, el cual recopilará y difundirá la investigación puntera sobre buenas prácticas en estrategias de base comunitaria para la reducción de la pobreza.

Lecciones aprendidas

1. La motivación por sí sola no es suficiente para ayudar a que los parados de larga duración se integren en el mundo laboral. Las personas desempleadas necesitan adoptar un papel activo en la planificación de su propio futuro y a la hora de encontrar sus propias soluciones: este era el principio rector detrás de los "planes de acción personal" que los clientes de la OP cumplían tras unirse al programa. Los participantes son muy capaces de determinar sus propios objetivos, así como de identificar los temas que han frustrado sus esfuerzos pasados por alcanzar sus objetivos. Pero la mayoría de los parados de larga duración necesitan también apoyo financiero y otros materiales que les ayuden a superar los obstáculos personales que les impiden encontrar trabajo. La vivienda, el cuidado de los niños y los gastos de transporte son las dificultades más comunes, pero muchos también tienen problemas para satisfacer las necesidades básicas de comida, ropa y demás gastos personales.

La ayuda en estos temas debe abordarse si se desea realmente que las personas tengan éxito en su vuelta al trabajo. La relación entre los participantes y los trabajadores de primera línea es tremendamente importante. Como todo el mundo en épocas de transición, los parados de larga duración se benefician de los consejos, el ánimo y el apoyo personal. Un trabajador social compasivo puede ayudar a que los participantes no pierdan de vista los objetivos a largo plazo, ayudándoles así a superar los obstáculos. Un trabajador social afectuoso y accesible pone el rostro humano a la gran burocracia de la asistencia social, que a menudo se percibe de manera fría, impersonal y desmoralizante.
Finalmente, el camino de vuelta al empleo requiere paciencia y persistencia. Cuanto más tiempo haya estado una persona en paro, más tiempo necesitará para superar la gran cantidad de barreras personales y sociales que impiden su vuelta al mercado laboral.

2. Las organizaciones comunitarias pueden solventar los problemas locales... si los residentes se implican. El trabajo con un amplio abanico de colaboradores de la comunidad demostró ser tremendamente eficaz y rentable para la OP. Al utilizar los centros vecinales de la comunidad y al trabajar con los organismos que los dirigían, el programa pudo proporcionar servicios a un coste menor que si lo hubiera hecho independientemente. Se trata de un factor a tener en cuenta para las autoridades con dificultades económicas.

Este modelo descentralizado hace más accesibles los servicios y aumenta además la credibilidad del programa, al dar a los residentes la oportunidad de participar en el desarrollo y el reparto de los servicios a través de la implicación de voluntarios en sus centros comunitarios.
La OP permitió que los organismos asociados admitieran su propia capacidad para planificar y ejecutar una variada gama de servicios y para formar alianzas estratégicas que les ayuden a jugar un papel más eficaz en el servicio a los residentes locales. El resultado fue el surgimiento de un sector de servicios comunitarios más holístico y cooperativo, capaz de proporcionar una mayor variedad de ayudas a las personas necesitadas. En el futuro, las soluciones con base comunitaria y colectivas para los problemas locales serán más fáciles de planificar y alcanzar.

3. Una estrategia de inversiones humanas dinámica unida al desarrollo comunitario puede dar buenos resultados siempre y cuando se preste especial atención a los resultados concretos.
La OP demostró que unos objetivos claramente definidos son esenciales para el éxito de cualquier programa comunitario. Aunque los objetivos del programa, en cuanto a resultados de los clientes, se consideraban ambiciosos y a veces controvertidos, proporcionaron un punto de referencia constante con el que medir las actividades y los logros del programa, algo que adquirió una importancia creciente en los programas de larga duración que implicaban a miles de participantes con múltiples necesidades, así como a docenas de colaboradores con marcos relacionados no solamente con el empleo.

Transferibilidad

La mayoría de las lecciones de la Planificación de Oportunidades son transferibles a prácticamente cualquier comunidad que se enfrente al creciente número de personas marginadas por la moderna economía industrial y con una seguridad social muy centralizada.

Los principios de la OP, basados en devolver la autoridad y la plena participación de los individuos con ingresos bajos, en una fuerte inversión en potencial humano y en la responsabilización sobre los resultados, representan un esfuerzo largamente necesitado en el sentido de reordenar las relaciones entre la administración estatal y la comunidad. Las comunidades interesadas en conocer más sobre la OP con la esperanza de copiarla, pueden acceder a una extensa documentación, entre la que se incluye la propuesta inicial del programa, las exhaustivas autovaloraciones anuales realizadas por los colaboradores del programa y los participantes (basadas en estudios, grupos estudiados y evaluadores externos) así como artículos escritos por observadores externos. La experiencia de la OP al completo se describe en profundidad en un libro de 116 páginas publicado por la CODA en 1997 y titulado "De la seguridad social al trabajo: una historia de éxito comunitario en la creación de oportunidades para el empleo", se incluye una copia del mismo con esta entrega.

Referencias

(1995) New Economy Development Group Inc. A Study of Innovative Examples of Local Partnerships. (Preparado para Human Resources Development Canada. Ottawa, Ontario (pgs. 74-87)) .

(1993) New Economy Development Group Inc. Community Economic Development in Canada: A Different Way of Doing Things. (Preparado para The National Welfare Grants Program, Human Resources and Labour Canada (pgs. 8-14)) .

Brian Reid (1997) From Welfare to Work: A Community Success Story in Creating Employment Opportunities. (Community Opportunities Development Association, Cambridge, Ontario) .

Brenda Boomer (1995) "CODA program has allowed worker to branch out" (Cambridge Times, March 22 1995, pg. 10) .

Steve Cannon (1996) "Job program ends five years of success". (Kitchener-Waterloo Record, December 13 1996, pg. 1) .

Carol-Ann Nugent (1993) "Getting off social assistance one of the targets of CODA opportunities pilot project" (Cambridge Times, August 11 1993, pg. 20) .

Maria Wareham (1995) "Un tiempo de oportunidades y esperanzas" (O Lusitana, May 1995, pg. 12) .


Este documento se ha editado a partir de una versión inglesa.
Traducido por Esther Collado Quirantes.


Revisado por Carlos Verdaguer.

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