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Fecha de referencia: 26-07-98
Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 1998, y catalogada como GOOD.
(
Best Practices Database.)
País/Country: Brasil
Región según Naciones Unidas: América Latina
Región ecológica: Ribera (cuenca hidrográfica)
Ámbito de la actuación: ciudad
Instituciones: Organización no gubernamental(ONG)
Categorías = Erradicación de la pobreza: generación de ingresos,
creación de puestos de trabajo. Tecnologías, instrumentos y
métodos: instrumentos y técnicas de planificación, investigación
y desarrollo, formación y capacitación. Gestión ambiental:
sostenibilidad ecológica, restauración ambiental, creación de
zonas verdes en la ciudad.
Contacto principal:
Celso Junius F. Santos
Rua Alfonso Calvancanti 455/12 andar
Rio de Janeiro
Brasil
20211
(55-21)293 3596
(55-21)293 3083
E-mail:cjunius@prcj.rj.gov.br/smac
Socio:
Secretariat for the Enviroment of Rio de Janeiro (SMAC)-autoridad
local.
Mauricio Lobo
Rua Alfonso Cavalcanti 455/1241
Rio de Janeiro
Brasil
20211
(55-21)293 3293
(55-21)293 0595
http://www.rio.rj.gov.br/smac
Colaboración financiera
Socio:
Fundaçao Brasileira para a Conservaçao da Natureza (Organización
no gubernamental)
Jose Carlos Ribeiro
Rua Miranda Valverde 103
Rio de Janeiro
Brasil
22281-00
(55-21)527 7565
(55-21) 537 1343
Colaboración técnica.
Socio:
Centro Nacional de Pesquisa de Agrobiología (EMBRAPA)-
institución académica y de investigación.
Avilio Franco
Antiga Rodovia Rio-Sao Paulo km 47
Seropedia - RJ
Brasil
27583-970
(55-21)682 1500
E-mail:agrob@cnps.embrapa.br
Colaboración técnica.
Hasta el año 1997, el proyecto de reforestación comunitaria ha
afectado de manera directa a 57 comunidades que engloban 140.000
residentes, así como a otras zonas adyacentes a estos barrios de
favelas.
Por otro lado, 520 trabajadores locales han sembrado 1.200.000
plantas de vivero sobre un área total de 670 hectáreas. En cuanto
a los beneficios obtenidos de la reforestación, se han conseguido
una extensa recuperación de la vegetación y el regreso de la
fauna salvaje, con un incremento de la biodiversidad gracias a
las semillas transportadas por las aves. Las fuentes de agua se
han regenerado y se ha producido un cambio perceptible del
microclima, debido a que las áreas reforestadas proporcionan
zonas de sombra y han mejorado la calidad tanto del suelo como
del aire. Al mismo tiempo, la reforestación ha reducido la
erosión, las inundaciones producidas por las lluvias
torrenciales, así como el asentamiento de población en zonas de
alto riesgo de estas laderas.
Debido a su éxito, el proyecto se ha extendido a toda la ciudad. Al reducir el riesgo de catástrofes y mejorar la calidad de vida de los residentes de las favelas, esta iniciativa ha conseguido la implicación de estas comunidades pobres en un marco de colaboración que beneficia tanto al conjunto de la ciudad como a los habitantes de estos asentamientos. Esta colaboración es la razón del éxito de este programa, tanto desde el punto de vista de la reforestación como del alivio de la pobreza.
Situación previa
La inmensa región metropolitana de Río de Janeiro, la segunda
ciudad más grande de Brasil y hogar de 11 millones de personas,
comparte muchos de los problemas de las grandes ciudades del
mundo. El crecimiento extremadamente rápido y la falta de
instrumentos adecuados de planificación han propiciado un
desarrollo descontrolado, que ha sobrepasado la capacidad de la
ciudad de generar servicios básicos, creando un situación
ambiental insostenible. Las clases más desfavorecidas de Río, que
viven en su mayor parte en asentamientos irregulares denominados
favelas sufren la presión de los problemas más graves: viviendas
hacinadas e insuficientes, acceso inadecuado a los servicios de
atención sanitaria, desempleo, salarios congelados, escasa
higiene, infraestructuras insuficientes y degradación del medio
ambiente.
Uno de los problemas ambientales que afecta especialmente a los
ciudadanos del municipio de Río de Janeiro es el avance de la
deforestación en las laderas de las colinas que rodean la ciudad,
así como en los ríos y arroyos que se encargan de drenar la
región. La deforestación se encuentra en la intersección del
problema de la pobreza con el de la degradación ambiental, con
consecuencias para el conjunto del área metropolitana.
La actividad humana ha deteriorado los bosques de Río de Janeiro
desde antiguo. En un primer momento, gran parte de su superficie
fue dedicada a cafetales, que se abandonaron una vez agotado el
suelo; a continuación, los madereros talaron grandes extensiones
de bosque de hoja caduca para la industria naval; a partir de
1940, la expansión descontrolada de las favelas por las riberas
de los ríos y las laderas de las colinas aumentó el grado de
deforestación, empeorando los problemas derivados de ésta.
Clarificación de las prioridades
Las consecuencias de esta situación para la ciudad son muy
graves. Sin la cubierta protectora de la vegetación, el suelo se
desestabiliza de manera peligrosa, lo que produce deslizamientos
de tierra, que desalojan rocas y piedras formando profundos
barrancos y grietas en la superficie. Río tiene un largo
historial de pérdidas humanas y económicas como resultado de este
fenómeno, más habitual en los barrios pobres y agravado por la
acumulación de basuras a lo largo de los años. Con el tiempo, la
lluvia que incide directamente sobre el suelo aumenta su
compacidad, reduce su capacidad de infiltración y por tanto
incrementa las escorrentías. Esto produce una mayor erosión del
terreno y un depósito de sedimentos en los cauces de ríos y
arroyos, obstruyendo los drenajes naturales y provocando
inundaciones que afectan a todos los residentes. Otras
consecuencias de la deforestación son la desaparición de especies
animales y vegetales, la proliferación de mosquitos portadores
de enfermedades que habitan las áreas deforestadas, la
obstrucción de arroyos y fuentes, además de cambios en el
microclima local, como es el aumento de las temperaturas.
Formulación de objetivos, estrategias y movilización de recursos
Como respuesta a este problema, el gobierno municipal de Río de
Janeiro creó en 1986 un programa de preservación y reforestación
de las áreas más desfavorecidas, conocido como Proyecto de
Reforestación Comunitaria, con la participación inicial de 8
ingenieros forestales. El proyecto pretendía atajar dos
problemas: la deforestación de las colinas y los problemas
sociales de los asentamientos empobrecidos, con la certeza de que
la reforestación y estabilización de las áreas de riesgo debía
contar con la implicación y la participación de las comunidades
afectadas.
Los objetivos principales del Proyecto de Reforestación
Comunitaria son la recuperación del bosque atlántico, invirtiendo
el proceso de deforestación producido en las áreas urbanas, así
como la mejora de las condiciones socio-económicas de los
asentamientos de renta reducida que se sitúan en las laderas de
la ciudad.
Proceso
El proyecto se desarrolla en períodos de tres o cuatro años,
dependiendo del lugar. Después de una solicitud de la comunidad,
los ingenieros del Secretariado Municipal de Medio Ambiente(SMAC)
seleccionan el emplazamiento adecuado para la actuación siguiendo
los siguientes criterios: laderas deforestadas de pendiente
abrupta y con riesgo para asentamientos residenciales; áreas que
incluyan fuentes de abastecimiento de agua o manantiales que
alimenten ríos y canales de drenaje; comunidades que presenten
asociaciones vecinales bien organizadas. El proyecto y sus
beneficios se presentan y discuten en las asambleas de las
asociaciones vecinales. Se elige un director local que se hace
responsable de la contratación del personal, el control de los
materiales y la participación de la población local. El
ayuntamiento proporciona herramientas, equipo y asesoramiento
técnico. Una planta de reciclaje de residuos, dependiente de la
corporación municipal COMLURB, aporta el fertilizante orgánico.
Tras la plantación inicial, se lleva a cabo, por parte de
miembros de la comunidad contratados por el ayuntamiento, una
crucial labor de mantenimiento durante dos o tres años. Esta
labor consiste en realizar replantaciones, eliminar las malas
hierbas y controlar las plagas. Después de este período, el nuevo
tejido forestal se sostiene por sí mismo, requiriendo un
mantenimiento mínimo o nulo.
El proyecto se basa en la capacidad de los ingenieros forestales
para seleccionar tres especies apropiadas para las condiciones
locales y la regeneración de la cubierta forestal natural de la
región, el bosque atlántico. Las plantas son cultivadas en el
Viveiro Florestal da Fazenda Modelo, donde trabajan vecinos de
las comunidades, disminuidos físicos y psíquicos, así como
personas sin techo y otros habitantes de las calles de Río. Las
especies se escogen según los siguientes criterios:
Resultados obtenidos.
Hasta el año 1997, el Proyecto de Reforestación Comunitaria ha
actuado en 57 comunidades de favelas, con una población de
140.000 habitantes, aunque también ha producido ventajas para los
residentes de áreas situadas bajo las laderas afectadas. Por otra
parte, se han plantado 1.200.000 plantas en un área total de 670
hectáreas. En cuanto a los beneficios de la reforestación, se ha
reducido la erosión, con lo que han disminuido los sedimentos
depositados en la base de las colinas; los sistemas de drenaje
que antes eran insuficientes debido a la obstrucción de estos
sedimentos, en la actualidad son capaces de evacuar las
escorrentías producidas por las lluvias. La reforestación ha
colaborado en la prevención de deslizamientos de tierras y rocas.
Se ha producido un reflorecimiento y una diversificación de la
flora de estos bosques, una vez que las plantas primarias y
secundarias ha proporcionado al suelo suficientes nutrientes para
soportar un mayor número de especies arbóreas. Además, con el
tiempo se ha producido un retorno de la fauna y la flora, con
semillas que, trasladadas por aves, han aumentado la
biodiversidad de los nuevos bosques. Se han regenerado
manantiales, sobre todo en la áreas reforestadas en el oeste de
la ciudad. Se ha producido un cambio sensible en el microclima
local, gracias a la sombra que proporciona la nueva cubierta
forestal, así como la mejora de la calidad del suelo y del aire.
El éxito del proyecto también puede notarse en las vidas de los
habitantes de las favelas; puesto que muchos de ellos son
emigrantes procedentes del áreas rurales, la plantación y cuidado
de árboles frutales ha recuperado un fuerte lazo cultural con su
pasado agrícola, al tiempo que les proporcionaba una dieta más
nutritiva. El uso de personal contratado en la propia comunidad
les ha permitido cubrir algunas necesidades básicas de
alimentación, vestimenta, vivienda y educación. Tener empleo
cerca de sus hogares les ha proporcionado mayor tiempo libre, sin
obligarles a gastar parte considerable de su tiempo y sus
ingresos en desplazamientos. La formación profesional conseguida
con esta experiencia ofrece a los participantes futuras
oportunidades de trabajo en el ámbito forestal. Finalmente, el
proyecto ha inculcado sentido de participación en la comunidad
y ha despertado la conciencia política en los habitantes de las
favelas.
Principales problemas encontrados
El Proyecto de Reforestación Comunitaria se ha enfrentado a una
gran variedad de problemas y obstáculos que han interferido su
desarrollo. Los ganaderos locales quieren acceso libre a las
áreas forestales y se han mostrado abiertamente en contra de los
esfuerzos de reforestación; los rebaños caprinos, equinos y
vacunos representan una seria amenaza para las áreas
reforestadas. Otra práctica que resulta una amenaza, no sólo para
los bosques, sino también para parques y edificios, es la
tradición popular brasileña de lanzar globos de aire caliente
durante determinadas épocas del año; generalmente acaban
estrellándose y causando incendios. El tráfico de drogas, que
forma una red paralela de poder en las áreas pobres de Río, es
una amenaza potencial frente a las asociaciones vecinales,
afectando tanto a esta iniciativa como a otros proyectos de
desarrollo de los barrios de favelas.
Sostenibilidad
El principal instrumento para el desarrollo del proyecto es el
empleo de trabajadores remunerados procedentes de las propias
favelas. Los equipos encargados de la plantación y el
mantenimiento de las áreas de reforestación también son
residentes locales, contratados y dirigidos por los líderes
comunitarios, de tal manera que se garantiza la participación de
la comunidad y el cumplimiento de muchas de las necesidades de
desarrollo de las favelas, que sólo indirectamente están
relacionados con la reforestación.
Lecciones aprendidas
La idea innovadora de la que surge el proyecto se centra en el
aspecto organizativo, persiguiendo la implicación de la comunidad
en la gestión de la reforestación y contratando, a precio de
mercado, personal del propio barrio para realizar estas labores.
El empleo de trabajadores locales remunerados se adaptó
perfectamente a los modos de actividad y organización
tradicionales de las favelas, lo que garantizó la participación
de la comunidad, vital para la sostenibilidad del proyecto.
Igualmente, proporcionó empleo e ingresos en un sector deprimido,
permitiendo a los trabajadores pobres cubrir las necesidades
básicas de sus familias sin llegar a convertirse en una carga
para el estado o, simplemente, en víctimas de la negligencia del
estado.
Transferibilidad
El Proyecto de Reforestación Comunitaria es una alternativa al
modelo tradicional de reforestación, que generalmente se lleva
a cabo por parte de contratistas privados, que emplean métodos
más intensivos económicamente y que mantienen tanto el control
del proceso como los beneficios económicos del proyecto lejos de
la población local, lo que complica su posterior sostenibilidad.
Esta iniciativa, apoyándose en la colaboración de la comunidad
y fomentando su propio orgullo, abre nuevos espacios forestales
al tiempo que impide la expansión incontrolada de las favelas.
El empleo de personal de la comunidad se convierte en una
experiencia práctica de educación ambiental y formación
profesional para los trabajadores no cualificados y los líderes
de la comunidad.
El Proyecto de Reforestación Comunitaria, en cuanto que presenta un enfoque innovador frente a los problemas de degradación ambiental y desarrollo social, tiene un gran potencial para su aplicación en otras regiones de Brasil y de todo el mundo. Aunque cada situación presentará diferentes problemas y desafíos, y requerirá diferentes participantes, los elementos esenciales de la iniciativa son de amplia aplicación: el empleo de personal local remunerado, la colaboración de la comunidad y una estructura de gestión simple que aporta flexibilidad y evita la dependencia de complejas alianzas.
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