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Fecha de referencia: 26-07-98
Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 1998, y catalogada como GOOD.
(
Best Practices Database.)
País/Country: Rumanía
Región según Naciones Unidas: Europa
Región ecológica: continental
Ámbito de la actuación: barrio
Categorías = Infancia y adolescencia: de 0 a 9 años, de 10 años
a edad adulta, grupos vulnerables.
Instituciones: gobierno local.
Contacto principal:
Sorin Astratini
54, Matei Basarab Srt.
Bucharest
Sector 3
Rumanía
40.1.322.74.88
Socio:
Local Council of Sector 3-Consejo local del sector 3 (Autoridad
local)
Marius Mihaita
2-4, Parfumului Str.
Bucharest
Sector 3
Rumanía
Colaboración financiera.
Socio:
Town Hall of Sector 3-Ayuntamiento del sector 3 (Autoridad local)
Sorin Paliga
2-4, Parfumului Str.
Bucharest
Sector 3
Rumanía
Colaboración administrativa.
Socio:
Department of Child Protection-Adoptions Committee, Departamento
de protección al menor-Comisión de adopciones (Gobierno central)
Cristian Tabacaru
1, Piata Victoriei
Bucharest
Rumanía
Colaboración Técnica.
La red de asistentes sociales se organiza por calles y distritos.
Hay un asistente social en cada área médica de la red de
asistencia sanitaria; cada uno de ellos trabaja junto a un
asistente médico.
La labor desempeñada consiste en prevenir el abandono de los
niños por parte de las familias, proporcionando consejo o ayuda
económica; ayudar a las familias biológicas en dificultades y
buscar familias adoptivas. También se busca la reintegración de
los niños procedentes de instituciones de acogida, tanto en las
familias biológicas como en las de adopción.
Se han creado un centro de maternidad y un centro de cuidado de
día. También se han puesto en funcionamiento centros para niños
abandonados que pueden atender al menos a seis o siete niños.
Se ha puesto en marcha la cooperación con organizaciones no gubernamentales para obtener financiación y ayuda logística.
El objetivo de la iniciativa es la prevención del abandono
infantil y la reintegración de los niños en sus familias
biológicas u otras de adopción, promoviendo las adopciones
nacionales. El nuevo sistema creado ha conseguido un
entendimiento del problema y una determinación para afrontarlo
mediante la innovación en el área de la protección de los
derechos del niño. Para prevenir el abandono se optado por
reintegrar a los niños en sus familias biológicas o en otras
adoptivas, o su acogida por parte de otras personas u
organizaciones no gubernamentales.
Todas las fuerzas políticas comprendieron que la situación de los
niños menos favorecidos era un problema real que no podía ser
aplazado. El consejo local y el ayuntamiento del Sector 3, así
como el gobierno rumano, a través del Departamento de Protección
al Menor y la Comisión de Adopciones, y diversas ONGs han
ofrecido su apoyo a esta iniciativa.
La dedicación que la dirección de la iniciativa ha dedicado al
cumplimiento de los objetivos ha sido, y continúa siendo, total,
descontando los problemas que hayan podido o puedan surgir. Se
comenzó con un pequeño número de trabajadores, aunque con alta
cualificación (el 85% contaba con estudios superiores), que tuvo
que enfrentarse a un sistema inflexible y una falta de
comunicación entre las instituciones, con una mentalidad
anticuada y reacia a cualquier novedad. La insuficiencia de los
fondos dedicados a cubrir los problemas sociales del barrio
hicieron el trabajo incluso más duro.
Aunque no todos los problemas del barrio se han visto cubiertos,
desde la iniciativa se considera que es más importante el aspecto
cualitativo del problema que el cuantitativo. Todos los logros
alcanzados son un buen resultado teniendo en cuenta el poco
tiempo pasado desde la puesta en marcha de la iniciativa y las
actuales condiciones del país. Por ejemplo, la Comisión de
Protección del Menor ha emitido un total de 147 de dictámenes
concernientes a menores en dificultades desde su reciente
creación.
No se ha creado un sistema para dar a conocer la iniciativa, pero
todos lo que se han puesto en contacto con ella se han mostrado
muy satisfechos con la calidad de los servicios, el enfoque con
en el se afrontan los problemas y, especialmente, el trabajo de
los asistentes sociales.
El impacto en el nivel de vida del barrio es bueno, puesto que
se ha podido hacer frente a un problema muy importante y se ha
conseguido aunar el esfuerzo de todas las partes implicadas. La
población al principio no acogió la iniciativa con entusiasmo,
pero pronto se dieron cuenta de que las medidas que se tomaban
eran por el bien de los niños.
La mentalidad está cambiando, y gente más joven, dinámica y
abierta está ocupando puestos de responsabilidad en la toma de
decisiones. Unir los esfuerzos de todas las partes implicadas ha
permitido cambiar la forma de ver el problema, fomentando una
mejor relación entre los diferentes agentes y especialmente entre
las instituciones públicas, descentralizadas a nivel local y
nacional.
Se ha hecho patente un cambio en el comportamiento de la gente, ahora más abierta, al descubrir que hay una forma de resolver sus problemas.
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