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Fecha de referencia: 26-07-1998
Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 1998, y catalogada como BEST.
(
Best Practices Database.)
País/Country: Canadá
Región según Naciones Unidas: América del Norte
Región ecológica: ribera (cuenca hidrográfica)
Ámbito de la actuación: provincial/estatal
Instituciones: Sector privado, ONG, Gobierno Central
Categorías = Gestión ambiental: sostenibilidad ecológica, higiene
ambiental, restauración ambiental, tecnología ambiental
responsable, reducción de la contaminación, gestión de recursos.
Modelos de producción y consumo: reciclaje y reutilización de
residuos, eficiencia en el uso de la energía, conservación de
recursos, concienciación del consumidor, ciclos de producción y
consumo. Buena gestión urbana: contabilidad, auditoría,
legislación, sistemas de administración e información, fomento de
la colaboración pública y privada, políticas públicas.
Contacto principal:
El Rayes Environmental Corporation (Sector Privado)
Dr. Hamdy El-RAyes
2601 East Mall
Vancouver
Canada
V6T 1Z4
Tel: 604 222 2387, 604 222 9481
E-mail: elrayes@istar.ca
http://home.istar.ca/~elrayes
Asistencia técnica
Socio:
British Columbia Automotive Recyclers Association (ONG)
Mr. Neil James
Suite 120 - 4281 Canada Way
Burnaby
B.C.
Canadá
V5G 4P1
Tel 1 (604) 325 7010, 1 (604) 325 5105
E-mail: ralph@axionet.com
Asistencia administrativa
Socio:
Environment Canada (Gobierno Central)
Dr. David Poon
224 West Esplanade
North Vancouver
B.C.
Canada
V7M 3H7
Tel: 1 (604) 666 2862, 1 (604) 666 7294
Financiación
British Columbia Automobile Recycling Association (B-CAR)
(Asociación para el Reciclaje de Automóviles de British Columbia)
decidió promover una gestión respetuosa con el ambiente y trabajar
activamente con el gobierno para establecer unos estándares
ambientales más adecuados.
Para lograr estos objetivos, El-Rayes Environmental Corp. EEC la
empresa de Medio Ambiente El-Rayes, una consultora medioambiental,
propuso desarrollar una serie de documentos técnicos para la
prevención de la polución, entre los que se encuentran uno sobre
Buenas Prácticas de Gestión, una Guía para la Prevención de la
Polución y un Código de Prácticas, ofreciéndose a su vez para
capacitar a los operarios y para impulsar la incorporaración de las
recomendaciones del Código a las normativas provinciales.
EEC asumió la responsabilidad de recaudar fondos para el proyecto
y de movilizar apoyos políticos dentro del gobierno.
Neil James, de
B-CAR se encargó de implicar en el proyecto a otros agentes, como
por ejemplo la Empresa de Seguros o el Ministerio de Transportes.
El proyecto comenzó en septiembre de 1994 y en marzo de 1996 EEC
había concluido la elaboración de los documentos técnicos; en
noviembre de 1996, EEC completó satisfactoriamente el programa de
capacitación para los operarios y los trabajadores de las plantas.
Después, B-CAR firmó un convenio con el Ministerio del Medio
Ambiente para incorporar el Código de Prácticas a los reglamentos
provinciales, que empezarán a aplicarse a partir de septiembre de
1998.
Esta iniciativa muestra que, para lograr una protección efectiva del medio ambiente, es importante la colaboración entre la industria y el gobierno.
Situación antes de la iniciativa
En British Colombia, Canadá, el reciclaje de vehículos contribuye
en buena medida a la conservación del medio ambiente, puesto que
permite ahorrar la energía y materiales que se hubieran necesitado
para producir componentes nuevos. Sin embargo, el desguace de
automóviles implica el manejo de una considerable cantidad de
materiales peligrosos, entre los que se encuentran combustibles
(gasolina y gasoil), aceite de motor, líquido de transmisión,
filtros de aceite, refrigerante, líquido limpia parabrisas,
anticongelante (etileno-glycol), baterías (ácido sulfúrico y plomo)
y piezas de plomo, accesorios de limpieza con disolventes a base de
hidrocarburos ligeros orgánicos, interruptores de mercurio,
pastillas de frenos (asbestos), líquido de frenos (glicol), líquido
de trasmisión, lubricantes en general, trapos y el propulsor del
airbag (ácido sódico). La tradicional mala gestión del desguace de
coches ha provocado en algunos lugares una considerable
contaminación del suelo y de las aguas superficiales y
subterráneas. Ello se debe a una pobre gestión de los residuos, y
a la falta de conocimiento de las normativas ambientales. La
polución causada por la actividad de estas industrias ha tenido una
repercusión muy negativa en la imagen pública de las mismas y la
recuperación de los lugares afectados será demasiado costosa.
La contaminación de las aguas superficiales, del suelo y de las
aguas subterráneas en la cuenca del Rió Fraser es un problema muy
serio. Los residuos contaminados generados por las industrias y
vertidos al suelo pueden desplazarse a distancias considerables, al
ser arrastrados por el agua que circula por la tierra y por el río.
Una vez que la contaminación llega al subsuelo, puede permanecer
ahí durante un largo período de tiempo y expandir la contaminación
a los alrededores. A su vez, la contaminación que llega a las aguas
superficiales, arrastrada por la escorrentía del agua de lluvia,
tiene un impacto importante en la vida acuática de la región.
Debido a la situación actual del medio ambiente, Environment Canada
(EC) diseñó un programa de cinco años para limpiar la cuenca del
río Fraser, para lo cual se desarrollarían unas guías sobre
prevención de la polución y se promovería la formación de los
operarios de distintas industrias que estaban provocando la
contaminación.
B-CAR tiene 91 plantas de reciclaje de automóviles, 54 de ellas
situadas en la cuenca del río Fraser. B-CAR está concienciada de
que, para que la industria de reciclaje de vehículos cumpla su
objetivo, es necesario que adopte técnicas respetuosas con el
ambiente en las instalaciones de reciclaje.
En 1991,
Neil James, el presidente electo de B-CAR, llegó a la
conclusión de que el éxito de la industria pasaba necesariamente
por que las empresas que conformaban la asocación gestionaran su
actividad de un modo responsable hacia el medio ambiente. Le
interesaba conseguir que las plantas de reciclaje
asumieran su responsabilidad en la protección del medio ambiente,
aseguraran que sus empleados, los clientes, el público y el medio
ambiente no estuvieran expuestos a un nivel inaceptable de riesgo
manipularan y de un modo seguro los residuos peligrosos,
colaboraran con el gobierno y otras organizaciones para establecer
unos estándares ambientales más apropiados.
Preparar información y aclarar prioridades
Environment Canadá estaba muy preocupado por el nivel de
contaminación que había en la cuenca del río Fraser. Para mejorar
la calidad del agua de la cuenca, EC estableció un plan de
recuperación de cinco años de duración, para reducir los vertidos
contaminantes al río Fraser. El plan proporcionaba asistencia
técnica a las industrias situadas en la cuenca del río, para que
redujeran y eliminaran la contaminación que generaban. La
asistencia técnica incluía la elaboración de guías técnicas para la
prevención de la contaminación y Buenas Practicas de Gestión para
diferentes sectores industriales.
En mayo de 1994,
Neil James trasmitió su preocupación al
Dr. Hamdy
El-Rayes, de El-Rayes Environmental Corp. y solicitó su
asesoramiento para desarrollar un plan con el que lograr esos
objetivos. El
Dr. El-Rayes propuso un plan con las siguientes
fases:
Formulación de objetivos, estrategias y movilización de recursos
Con el plan propuesto se establecieron los siguientes objetivos:
Proceso
Como la Asociación no contaba con suficientes recursos económicos
para lanzar la iniciativa, fue necesario buscar el apoyo de
diferentes agentes.
Para superar el problema de financiación, el dr.
El-Rayes trabajó
durante tres meses -sin recibir ninguna compensación económica-
para lograr el respaldo financiero y político de distintos agentes.
Para ello, presentó el proyecto a los miembros del B-CAR durante su
asamblea anual de socios, y expuso los beneficios económicos y
ambientales que se esperaban conseguir con el proyecto. Mantuvo
además varias reuniones con EC para convencerles de la importancia
de esta iniciativa si se querían reducir los niveles de polución de
la cuenca del río Fraser.
El dr.
David Poon, de EC, respaldó el proyecto tanto financiera
como políticamente.
Ron Driedger, del Ministerio del Medio Ambiente
de BC, también aprobó la idea y aporto fondos para llevarla a cabo.
Entre otros participantes se puede citar al Ministerio de
Transporte de BC y a la Empresa de Seguros de British Columbia
(ICBC).
Se alcanzaron todos los objetivos del programa. En septiembre de
1994, los participantes aprobaron el proyecto y se recaudaron
suficientes fondos como para abordarlo según había sido
planificado. El 15 de marzo de 1996, tal y como estaba previsto,
EEC concluyo la elaboración de los documentos técnicos (BPG, Guía
Técnica de prevención de la Contaminación y Código de Prácticas).
El 26 de noviembre de 1996, EEC había impartido siete talleres de
formación para los operarios y gestores de las plantas en varias
regiones de la provincia.
Para completar el programa de formación,
Neil James y el BCMOE
procedieron a incorporar el Código de Prácticas a las Normativas
Provinciales. En mayo de 1996,
James se reunió con Distritos
Regionales de toda la provincia y con la Unión de Ayuntamientos de
British Columbia para dar a conocer y promocionar el Código de
Prácticas y para buscar apoyo para los reglamentos. Posteriormente,
en agosto de 1997 creó la Asociación Ambiental de Recicladores de
Automóviles. En septiembre de ese mismo año, propuso al ICBC un
convenio para la gestión completa de los vehículos deshechados, y
en la actualidad trabaja para que Greenhouse Emissions Manufactures
Cooperative (GEMCO) participe también en la iniciativa.
Actualmente
James impulsa en la ciudad de Abbotsford, B.C. un plan
a través del cual quedan ligadas la obtención de un certificado de
adecuación al Código y la obtención de una licencia de apertura de
un nuevo negocio.
El 3 de febrero de 1998 estaba listo un segundo folleto sobre la
normativa, la cual se espera que entre en vigor en septiembre de
1998.
En definitiva, la iniciativa ha logrado un gran éxito, como lo
demuestra el consenso alcanzado por las partes implicadas, entre
los que se encuentran el gobierno y los recicladores de
automóviles.
Para medir los resultados, se han empleado distintos tipos de
indicadores, por ejemplo la cantidad de asistentes a los talleres
de formación o el grado en que los socios de B-CAR participaron en
la revisión del Código, durante sus asambleas anuales. También se
ha podido observar el impacto del programa en las reformas de las
instalaciones y las técnicas empleadas, adoptadas por los gestores
de las plantas de reciclaje después de haber asistido a los cursos
de capacitación.
Nunca antes en Canadá habían trabajado como socios gobierno e
industria y esto ha tenido su repercusión en las políticas de
ámbito provincial y federal. Otros sectores industriales, como el
de conservación de la madera, están en vías de adoptar un enfoque
similar a nivel nacional.
También la Asociación de Recicladores de Automóviles, de la
Provincia de Quebec se ha mostrado interesada por este método para
el desarrollo conjunto de sistemas de control para la industria.
La iniciativa ha logrado reducir los costes derivados de
laimposición de regulaciones a la industria, puesto que ha sido la
propia industria la que ha asumido la iniciativa, así como la que
ha fomentado su aplicación y cumplimiento y la que controla a los
miembros de la asociación mediante un programa de inspección por
terceros, que es financiado por la industria.
El dinero ahorrado se puede emplear en ofrecer asistencia a otros
sectores de la provincia.
La iniciativa ha sido a su vez muy beneficiosa para cambiar la
actitud y el comportamiento de la industria, los trabajadores, el
gobierno y la población. La capacitación que han recibido los
encargados les ha permitido comprender mejor las exigencias
ambientales y qué es lo que debería hacerse en las plantas de
reciclaje para proteger el medio ambiente y mejorar la rentabilidad
de sus negocios. En cuanto a los trabajadores, también ellos están
ahora más concienciados sobre la relación entre la industria y el
medio ambiente y sobre la importancia de aplicar las BPG en sus
actividades para que el negocio vaya mejor y para proteger el medio
ambiente.
Con la iniciativa también se han mejorado las relaciones de la
industria con el gobierno y con el público. La colaboración entre
industria y gobierno, a la hora de promulgar y aplicar las nuevas
normativas, ha servido para que, tanto la gente como el gobierno,
vean que la industria también quiere proteger el medio ambiente,
con lo cual se ha mejorado la imagen pública de toda la industria.
Sostenibilidad
El proceso es autosostenible. El dinero empleado en desarrollar las
BPG, la guía para la prevención de la polución, el Código de
Prácticas y los talleres de formación ha sido mínimo, si se compara
con los inestimables beneficios obtenidos, entre los que se
encuentran:
Lecciones aprendidas
Las lecciones aprendidas gracias a esta iniciativa son:
Transferibilidad
La iniciativa se puede aprovechar cuando se quiera establecer un
acuerdo entre la industria y los gobiernos. Otros sectores
industriales pueden volver a plantear una iniciativa similar en el
ámbito municipal, provincial o nacional. Actualmente, EC la está
aplicando al sector de la conservación de la madera, a nivel
nacional.
Referencias
(1996) Best Management Practices for Auto Recycling Industry in
British Columbia, ((Volume I). Environment Canada. El-Rayes, Hamdy.
El Rayes Environmental Corporation) .
(1996) Technical Pollution Prevention Guide for the Automotive
Recycling Industry in British Columbia, ((Volume II). Environment
Canada. El-Rayes, Hamdy. El Rayes Environmental Corporation) .
(1996) Code of Practice for the Auto Recycling Industry in British
Columbia, ((Volume III). Environment Canada. El-Rayes, Hamdy. El
Rayes Environmental Corporation) .
(1996) Summary of the Best Management Practices for the Auto
Recycling Industry in British Columbia. (Environment Canada.
El-Rayes, Hamdy. El Rayes Environmental Corporation)
Buenas Prácticas > Concurso Internacional > 1998 > http://habitat.aq.upm.es/dubai/98/bp422.html |