Buenas Prácticas > Concurso Internacional > 1998 > http://habitat.aq.upm.es/dubai/98/bp384.html |
Fecha de referencia: 26/07/98
Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 1998, y catalogada como GOOD.
(
Best Practices Database.)
País/Country: Estados Unidos
Región según Naciones Unidas: América de Norte
Región ecológica: Costera
Ámbito de la actuación: Barrio
Instituciones: Organización no gubernamental; Fundación;
Institución académica y de investigación; Hospital.
Categorías = Infancia y adolescencia: de 0 a 9 años; de 10 años
a la edad adulta; programas de apoyo comunitarios; salud y
nutrición; programas de ocio y culturales; grupos vulnerables.
Contacto principal:
Dra. Barbara Barlow, Director
Injury Prevention Center
(Organización no gubernamental)
506 Lenox Avenue, Suite 17103
New York
New York
United States
10037
1-212-939-4004
1-212-939-4015
Socio:
Open Society Institute
Erlin Ibreck, Program Director
Youth Development Program
(Fundación)
400 West 59th Street
New York
New York
United States
10019
1-212-548-0127
1-212-548-4677
eibreck@sorosny.org
http://www.soros.org
Socio:
Columbia University
Dr. Alan Rosenfield, Dean Columbia School of Public Health
(Institución académica y de investigación)
202 Low Library
60 Morningside Drive
New York
New York
United States
10027
1-212-845-2825
http://www.columbia.edu
Colaboración financiera
Socio:
Harlem Hospital Center
Linette Webb, President Harlem Hospital
(Hospital)
506 Lenox Avenue
New York
New York
United States
10037
1-212-939-4000
Colaboración técnica
La Universidad de Columbia ha financiado la mayoría de los
programas del Hospital de Harlem y, junto con el propio hospital,
ha formalizado un acuerdo de colaboración para proporcionar apoyo
al barrio de Harlem donde se encuentra situada. La zona norte
de Manhattan, o Harlem, es uno de los barrios más pobres de la
ciudad de Nueva York. Cuenta con la mayor tasa de mortalidad
infantil y de embarazos de adolescentes de toda la ciudad, además
de serios problemas ambientales, que provocan las altas cifras
de asma infantil, y de un altísimo desempleo. El PPL se centró
en el hecho de que uno de cada cien niños de la comunidad de
Harlem es ingresado anualmente en la unidad de trauma infantil
a causa de lesiones graves, diez veces más que la media nacional.
Los socios principales del programa son todos los afectados por
los accidentes infantiles: los niños, sus familias, el Hospital,
la autoridad local escolar, las asociaciones de Harlem y quienes
ofrecen servicios que tengan que ver con los efectos posteriores
de los traumas y las lesiones. Dado que la población es en su
mayoría afroamericana, el PPL ha tenido mucho cuidado de no
imponerse a la comunidad. Antes bien, se procura que el trabajo
refleje las necesidades y deseos de la población, empezando por
la contratación del equipo del programa dentro del barrio. El
programa gestiona quince proyectos diferentes dentro de la
comunidad, pero en esta buena práctica se destaca principalmente
el proyecto de parques.
Los primeros participantes pudieron comprobar el éxito de sus
esfuerzos desde el primer momento, cuando lograron llamar la
atención de los funcionarios locales y de educación así como de
los políticos, sobre la falta de seguridad en los parques y zonas
de juegos de Harlem. El interés demostrado por parte de toda la
comunidad ha ido incorporando nuevos socios y recursos al PPL y,
dado que cada organización y cada individuo se compromete a unas
actividades específicas dentro del programa, se está consolidando
el sentimiento de responsabilidad compartida para lograr el
objetivo de que toda la comunidad participe en la prevención de
accidentes y en el bienestar público.
El objetivo del Proyecto de parques es la prevención de los
accidentes en las zonas de juegos mediante la acción comunitaria.
La primera acción consistió en conseguir que los parques y zonas
de juegos de Harlem resultasen seguros. El PPL recopiló datos
estadísticos sobre accidentes y lesiones en columpios, documentó
posibles riesgos en zonas de juegos de todo Harlem, y colaboró
con los funcionarios locales así como con las asociaciones
ciudadanas, para transformar las áreas de juegos al aire libre.
En primer lugar, se contrató a dos vecinos de Harlem como
personal del proyecto. Estos vecinos se pasearon por el barrio
fotografiando y estudiando los posibles peligros, y recopilaron
estos datos en varios informes, uno por cada parque. El siguiente
paso fue identificar a los responsables locales de cada una de
estas áreas dentro del gobierno local. El personal del proyecto
se reunió con los funcionarios locales y les presentaron sus
recomendaciones. Tras una de estas reuniones, el responsable de
educación del distrito les pidió que expusieran sus
recomendaciones en el pleno del distrito. El Comité Central de
Educación también se implicó. Puesto que apenas se contaba con
financiación para la renovación de los parques, los funcionarios
del ayuntamiento colaboraron con el personal del PPL para
elaborar solicitudes de financiación privada. El personal del PPL
también estuvo buscando colaboraciones. Por ejemplo, el equipo
se reunió con el Departamento de Transporte, que accedió a situar
un proyecto piloto de "ciudad segura" en una escuela de primaria
del centro de Harlem. El resultado ha sido la recuperación del
patio escolar, anteriormente un descampado cubierto de basura y
de restos abandonados por drogadictos. El Departamento de Parques
también ha cooperado, arreglando un parque en tan solo dos meses,
después de la reunión entre los funcionarios locales y el
personal del proyecto, los padres de la Little League (Liguilla)
y otros ciudadanos afectados.
Una de las organizaciones más importantes que ha aceptado y
apoyado el Proyecto de Parques, ha sido la Junta de la Comunidad
de Harlem Central, responsable de la revisión de los proyectos
propuestos y del planteamiento de recomendaciones al gobierno
local. Al mismo tiempo que el PPL se daba a conocer a los
funcionarios, el equipo del programa presentaba sus propuestas
a las organizaciones de la comunidad, como asociaciones de padres
y profesores, de vecinos, y grupos parroquiales. Los miembros de
estas organizaciones se involucraron más al saber el papel de
intermediario del Hospital de Harlem entre el gobierno local y
ellos. El PPL mantiene encuentros semanales con los funcionarios
del ayuntamiento e invita a los miembros de la coalición local
a participar y a debatir con los propios funcionarios. Como
resultado de estas reuniones se han formado cinco coaliciones de
vecinos para trabajar sobre cinco parques diferentes. Finalmente,
también se han implicado los más directamente afectados por el
estado de los parques y las canchas de juego: los propios niños
de Harlem. Por ejemplo, en el diseño y la construcción del área
de juego del Colegio Público 197, han colaborado los niños de la
zona. Esta zona de juegos es una réplica en miniatura del centro
de Harlem, donde destacan el Hospital de Harlem y el Teatro
Apollo.
El éxito del programa de parques puede medirse cualitativamente
por la respuesta de la comunidad. La mejor medida del éxito es
que, en un día cualquiera, uno puede ver a los niños jugando en
el recién renovado parque del Colegio Público 197, en la Calle
135. Una crónica del New Yorker incluso lo calificaba de modelo
a imitar en la ciudad. Otro magnífico ejemplo, el patio del
Instituto Charles Young Park, era en su día un refugio de
drogadictos, cubierto de basura. Hoy es la sede de la Harlem
Little League (Liguilla de Harlem). Los vecinos de la zona salen
en masa anualmente al parque un día del mes de octubre para
celebrar el Día de la Limpia de Otoño.
Los resultados de las actividades del PPL también se pueden medir
cuantitativamente a través de las bases de datos del Departamento
de Traumatología Infantil del Norte de Manhattan. Las últimas
estadísticas muestran una reducción del 50% en el número de niño
de la comunidad ingresados con pronóstico grave, dentro del grupo
de edad y tipo de lesiones objetivo del programa. Los accidentes
de automóvil con víctimas peatonales han descendido un 50%, y
como resultado de una campaña que recomendaba la instalación de
barandillas de protección en las ventanas de los apartamentos,
las lesiones debidas a caídas desde ventanas han disminuido
drásticamente. El programa tiene que resolver aún ciertos
problemas. Por ejemplo, aunque las lesiones por accidente han
disminuido, el número de lesiones por violencia hacia los niños
continúa aumentando, por lo que el programa está desarrollando
una serie de proyectos y planes de trabajo contra la violencia.
El Hospital de Harlem no cuenta con financiación para mantener
el PPL. Su socio, la Universidad de Columbia, se hace cargo de
todos los gastos generales y costes indirectos del Programa de
Prevención de Lesiones entre los niños del barrio, y no cobra
ningún alquiler por los locales utilizados por el mismo. El apoyo
económico con que cuenta el programa proviene, por tanto, del
gobierno local, de donaciones y fundaciones privadas, además de
los ingresos generados por los proyectos del PPL. Por ejemplo,
uno de los proyectos, la Urban Youth Bike Corps (Patrulla Urbana
de Jóvenes Ciclistas) regenta su propio negocio de reparación de
bicicletas. El programa llamado Art Studio (Estudio de Arte)
organiza exposiciones de la obra de artistas locales en galerías
como la John Pederson Fox Gallery de Nueva York. Recientemente,
una fundación privada ha adquirido obras de arte por un valor de
8.000 dólares EE.UU. para instalarlas en sus oficinas. La labor
de apoyo de la prensa favorable al programa ha proporcionado
donaciones de individuos anónimos y de gente famosa, y la
Dra.
Barlow y su equipo han pedido ayuda a diversas fundaciones.
El programa ha demostrado ser fácilmente transferido a otras ciudades. En 1994, el PPL recibió una subvención de 1,1 millones de dólares EE.UU. de la Robert Wood Johnson Foundation para pagar la asistencia técnica, además de ayudas para reproducir el proyecto en otras ciudades del país. En 1994, se inició un proyecto similar en el Hospital General de Allegheny, Pittsburg. En 1995 se iniciaron programas parecidos en el Children's Mercy Hospital, de Kansas City, y en el Children's Memorial Hospital de Chicago. Más recientemente, se han establecido programas similares en las ciudades de Atlanta, San Louis y Los Ángeles. La Dra. Barlow y su equipo han identificado otros centros de traumatología en todo el país que desean unirse a su red y seguir su programa. Estas peticiones han llegado desde las ciudades de Baltimore, Akron, Philadelphia, Nashville y Richmond.
Buenas Prácticas > Concurso Internacional > 1998 > http://habitat.aq.upm.es/dubai/98/bp384.html |