Ciudades para un Futuro más Sostenible
Búsqueda | Buenas Prácticas | Documentos | Boletín CF+S | Novedades | Convocatorias | Sobre la Biblioteca | Buzón/Mailbox
 
Buenas Prácticas > Concurso Internacional > 1998 > http://habitat.aq.upm.es/dubai/98/bp274.html

Iniciativa para estudiar la calidad del aire, Hamilton-Wentworth, (Canadá)


Fecha de referencia: 26-07-98

Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 1998, y catalogada como GOOD. ( Best Practices Database.)
País/Country: Canadá

Región según Naciones Unidas: América del Norte
Región ecológica: ribera (cuenca hidrográfica)
Ámbito de la actuación: metropolitano

Categorías = Gestión ambiental: higiene ambiental; reducción de la contaminación. Buena gestión urbana: responsabilidad; sistemas de información administrativa; evaluación; fomento de la colaboración pública y privada; políticas públicas; movilización de recursos.

Contacto principal:
Rosemary Foulds
Gobierno local
35 King Street East, Main Floor
Hamilton
Ontario
Canada
L8N 4A9
Tel: 1 905 546 2193
Fax: 1 905 546 4364
E-mail: rfoulds@hamilton-went.on.ca
http://www.hamilton-went.on.ca

Socio:
Denis Corr
Gobierno central
Ministerio de Medio Ambiente, Región Centro-Oeste (Ministry of Environment: West Central Region)
119 King Street West, 12th floor
Hamilton
Ontario
Canada
L8P 4Y7
Tel: 1 905 521 7720
Fax: 1 905 521 7820
E-mail: corrde@ene.gov.on.ca
Colaboración técnica

Socio:
Esther Bobet
Gobierno central
Canadá Medio Ambiente (Environment Canada)
4905 Dufferin Street
Downsview
Ontario
Canada
M3H 5T4
Tel: 1 416 739 5880
Fax: 1 416 739 4251
E-mail: esther.bobet@ec.gc.ca
Colaboración financiera

Socio:
Brian McCarry
Académicas y científicas
Universidad McMaster (McMaster University)
1280 Main Street West
Hamilton
Ontario
Canada
L8S 4M1
Tel: 1 905 525 9140 / 24192
Fax: 1 905 522 2509
Colaboración técnica


R E S U M E N

Durante algún tiempo, los habitantes de Hamilton-Wentworth han estado reflexionando sobre la calidad del aire que respiran. Aunque muchos pensaban que la industria local era la principal culpable de la contaminación atmosférica, lo cierto es que no existían datos definitivos sobre el tema. La Iniciativa para estudiar la calidad del aire en Hamilton-Wentworth (HAQI) ha surgido, precisamente, para cubrir esas carencias de información. Se han determinado los contaminantes que más afectan a la salud humana -las pequeñas partículas inhalables y el ozono que se encuentra a nivel del suelo-, y se han identificado las fuentes de las que proceden: la transmisión a través del aire (los vientos predominantes arrastran hasta el 70% de las pequeñas partículas que flotan en el aire de la zona), el transporte y la industria. Por último, se han realizado recomendaciones concretas para mejorar la calidad atmosférica, así como para crear un organismo que las coordine y haga frente al problema.


Fechas clave


D E S C R I P C I Ó N

Situación antes de la iniciativa
Los motivos para poner en marcha esta iniciativa han sido varios. Por una parte, existía la impresión generalizada de que la población apenas entendía lo que significa la calidad del aire; por otra, además del interés mostrado por las autoridades provinciales en estudiar el tema, el gobierno local se había comprometido en su Plan Oficial a efectuar mejoras en este campo.

Antes de la iniciativa, las relaciones con estos organismos eran cordiales; ya se habían dado colaboraciones previas en investigación y en cuestiones operativas.

Hamilton-Wentworth es conocida por la presencia en su territorio de industria pesada, lo que conlleva una imagen negativa que la región está tratando de cambiar con la adopción de numerosas iniciativas cuya meta es la sostenibilidad. Geográficamente, está situada en un entorno visualmente agradable, al borde de un gran lago y rodeando la ladera del Niágara. Desgraciadamente, la industria metalúrgica ya no genera puestos de trabajo. Los ingresos económicos y el nivel educativo de la población son bajos y, en lo referente a los indicadores relacionados con la salud, podríamos decir que difícilmente alcanzaría el nivel de aprobado.

En relación con la calidad del aire, se planteaban diferentes necesidades:

Preparación de la información y clarificación de prioridades
La coordinadión y la dirección del proyecto han estado a cargo de un grupo formado por representantes del Gobierno Regional de Hamilton-Wentworth, el Ministerio de Medio Ambiente y Canadá Medio Ambiente. El trabajo se ha organizado en cuatro grupos temáticos:

Los miembros de cada grupo procedían de los sectores implicados en la iniciativa e incluían a empleados de la administración (en política e investigación), investigadores de la universidad, grupos comunitarios, representantes de la industria y residentes locales. Se ha buscado la participación ciudadana en los temas clave a través de un "Grupo de Consulta". Contar con la colaboración de las ONGs, los grupos comunitarios y la industria supuso tener que celebrar cuatro reuniones hasta poder poner en marcha la iniciativa.

El Ministerio de Medio Ambiente, que acababa de realizar un estudio sobre agentes tóxicos del aire en Windsor, fijó su atención en la región de Hamilton-Wentworth. La idea de centrar el problema sobre los agentes tóxicos fue puesta en duda por los profesores de la Universidad McMaster, que habían realizado estudios extensivos sobre los efectos de los contaminantes transportados por el aire en la salud y en el medio ambiente. Pese a todo, el Gobierno Regional se mostró interesado en la propuesta del Ministerio de Medio Ambiente, e intentó que la participación en el proyecto se ampliase al mayor número posible de agentes y al público en general.

Así pues, se han planteado unos objetivos previos para entrar en contacto con los sectores de la ciudadanía a los que podría interesar esta iniciativa y, en base a ellos, se ha solicitado su colaboración en la formulación de tales objetivos, así como en la definición de la estructura que mejor pudiera servir para realizar el trabajo. Como resultado, más de 100 personas interesadas en este asunto han intervenido en las discusiones.

Formulación de objetivos, estrategias y movilización de recursos
El objetivo principal de la iniciativa ha sido utilizar la información y los recursos existentes para identificar las prioridades en lo que al control de la calidad del aire se refiere, mediante un sistema de cooperación con los diferentes agentes implicados.

Se han ido planteando diferentes objetivos parciales:

Para llevar el proceso a cabo con éxito, era fundamental contar con la estructura organizativa adecuada. Así pues, el Grupo Coordinador ha figurado permanentemente en el centro de la iniciativa, siguiendo el proyecto de cerca y coordinando las actividades de los cuatro grupos de trabajo mencionados.

La colaboración política vino de la mano del Consejo Regional, que aprobó su participación en noviembre de 1995. En consecuencia, tres políticos han intervenido activamente en todo el proceso. Los resultados de la iniciativa se presentaron a este organismo en noviembre de 1997.

Se ha promovido la participación de todas aquellas personas con un interés demostrado en el tema. Los miembros de los cuatro grupos temáticos han sido designados por mandato, pero la mayor parte del trabajo se ha llevado a cabo gracias a que las personas que han intervenido han cedido parte de su tiempo desinteresadamente. Los miembros del Grupo Coordinador han sido designados por sus propios superiores para trabajar en este proyecto. Las administraciones provincial y federal han aportado los recursos financieros (50.000 dólares canadienses), una vez establecido el plan de trabajo.

Proceso
La información recogida ilustra la naturaleza compleja del problema al que nos enfrentamos. Se han identificado tres fuentes emisoras de contaminantes: la industria, los medios de transporte y otras fuentes externas al área de Hamilton-Wentworth. Algunas industrias ya se han comprometido a reducir sus emisiones voluntariamente; hay que seguir adelante con iniciativas de este tipo. También es necesario elaborar una estrategia para modificar el uso del transporte motorizado (automóviles y camiones). Por último, para conseguir una mejor calidad del aire es indispensable la reducción de la contaminación exterior. El informe recomienda una serie de acciones que se han diseñado para ser llevadas a cabo en el mismo clima de colaboración y participación en que se ha desarrollado la iniciativa.

En realidad, el trabajo está empezando ahora. El Consejo Regional recibió el Informe Resumen el 21 de octubre de 1997, y encargó al equipo del proyecto la preparación de un Plan de Ejecución para enero de 1998. El programa que se está estudiando tiene como objetivo reducir las emisiones contaminantes, con medidas que abarcan desde operaciones a escala metropolitana (como el barrido de calles y la modernización del parque público de vehículos con criterios ecológicos), hasta iniciativas de apoyo para reducir la contaminación que se produce fuera de la región y crear una organización permanente que haga frente a los retos que plantea conseguir una mejor calidad del aire.

El total de las iniciativas supone una inversión que roza el millón de dólares. El Consejo Regional estudiará la propuesta en sus debates presupuestarios de 1998.

Este asunto es muy complejo y difícil de abordar. Es necesario que las acciones emprendidas a nivel local se complementen con otras actividades a escala más amplia, si realmente se quiere conseguir una mejora sensible en la calidad del aire.

Resultados conseguidos
Se han conseguido los objetivos anteriormente descritos; entre ellos, una mayor coordinación e integración entre las partes
implicadas.

Los datos obtenidos se han reunido y publicado en forma de folletos, informes y diapositivas. Los resultados han sido valorados tanto cuantitativa como cualitativamente, aunque esos indicadores no han servido para medir el impacto del proyecto. Entre los efectos más importantes de la iniciativa, cabe señalar que han cambiado las estrategias cuya atención se centraba en reducir la contaminación generada por la industria local, igual que lo ha hecho el enfoque de los planes de las autoridades provinciales para mejorar la calidad del aire.

En cuanto al impacto en la capacidad de respuesta de las diferentes instituciones, podemos decir que:

Como ya se ha mencionado, el Consejo Regional está estudiando un programa para reducir las emisiones contaminantes a escala metropolitana (mediante el barrido de calles y la adaptación ecológica del parque público de vehículos), que incluye apoyar las iniciativas para reducir la contaminación que se produce fuera del área de Hamilton-Wentworth y crear una organización permanente para hacer frente a los retos que plantea mejorar la calidad del aire. El coste total del programa supondría una inversión que rozaría el millón de dólares.

Debido al caracter multidisciplinar del problema y a sus múltiples orígenes, ha sido necesaria la participación de colaboradores adicionales para completar el proyecto. Un factor clave para el desarrollo del proceso ha sido el interés compartido y el compromiso de todos con la iniciativa. Las personas que han formado parte de los equipos de trabajo han sido designadas y secundadas para realizar esta tarea desde sus respectivos puestos de trabajo. En estos momentos, se está estudiando ampliar ese sistema a más gente.

El impacto que la iniciativa ha tenido en las actitudes y en el comportamiento de la población se manifiesta, fundamentalmente, en la mayor comprensión del problema por parte de todos los agentes implicados, en la superación de la estrechez de miras característica de una visión unidisciplinar y en la colaboración llevada a cabo para crear un saber compartido y desarrollar un trabajo en equipo con la universidad. Se ha establecido una base sobre la que poder ampliar esfuerzos para seguir mejorando la calidad del aire de la región.

Sostenibilidad
El estudio ha integrado los efectos de la calidad del aire en la salud y en el medio ambiente, así como la influencia de la meteorología y la transmisión de contaminantes a larga distancia con las emisiones de las industias locales. Ha demostrado también que esas emisiones han ido disminuyendo su carácter contaminante durante los últimos 20 años. Por último, mediante una encuesta realizada entre los habitantes de la región, ha integrado el interés por la calidad del aire con la buena disposición a pagar por las mejoras.

Existía un acuerdo básico sobre la necesidad de realizar el estudio. Cada una de las organizaciones participantes accedió a proveer algunos de los recursos necesarios para completar el trabajo; una vez hechas las transacciones económicas pertinentes, los agentes implicados negociaron los memorandums de los acuerdos. Las aportaciones de los participantes han sido tanto económicas como en especie. El dinero ha permitido realizar investigaciones clave para el desarrollo del proyecto, así como la contratación de personal de apoyo para facilitar su ejecución. Las colaboraciones en especie han permitido la dedicación del equipo al proyecto y la posibilidad de obtener recursos adicionales cuando ha sido preciso.

La estructura basada en el trabajo en equipo fue uno de los puntos que se negociaron al principio y ha permitido que cada una de las partes implicadas tuviera un cierto control sobre la gestión del proceso, así como la capacidad de actuar de manera independiente cuando ha sido necesario.

Para conseguir una mejor calidad del aire, dependemos también de las acciones que se realizan en otros municipios, por lo que estamos tratando de promover la repetición de este estudio, con la esperanza de reducir los niveles de contaminantes que llegan a Hamilton-Wentworth transportados por el viento. Estamos convencidos de que las mejoras a este problema se conseguirán a través de acciones conjuntas con personas de más allá de nuestras fronteras. Nosotros estamos proponiendo un modelo de actuación y animamos a los habitantes de otras áreas urbanas a seguir nuestro ejemplo.

Lecciones aprendidas
El Informe Windsor sobre la calidad del aire se centraba en los agentes tóxicos. En cambio, y gracias a aquella experiencia y a la participación de investigadores locales de la Universidad McMaster, nuestro estudio ha empezado a identificar los principales elementos contaminantes. Esto supone un importante paso adelante, ya que, según se ha comprobado, los agentes tóxicos no constituyen el problema más grave.

Las lecciones más importantes de la iniciativa han sido:

Todo lo aprendido durante la propia ejecución del proyecto se ha ido incorporando a la iniciativa. Hay que subrayar que su estructura organizativa, que ha sido un reflejo de la complejidad del tema tratado, ha fomentado la colaboración entre las partes y, además, ha resultado ser lo suficientemente flexible como para poder dar respuesta a hallazgos inesperados.

Transferibilidad
La iniciativa puede servir como modelo para otras comunidades, a la hora de determinar cuáles son los elementos que más contaminan el aire y su procedencia. Por lo que sabemos, éste es el primer estudio de este tipo que se ha realizado hasta el momento, pero ya existen grupos interesados en repetirlo en otros lugares. La iniciativa tiene un potencial excelente de transferibilidad, ya sea total o parcialmente.



Este documento se ha editado a partir de una versión inglesa.
Traducido por María J. Uzquiano.


Revisado por Carlos Verdaguer.

Buenas Prácticas > Concurso Internacional > 1998 > http://habitat.aq.upm.es/dubai/98/bp274.html
 
Ciudades para un Futuro más Sostenible
Búsqueda | Buenas Prácticas | Documentos | Boletín CF+S | Novedades | Convocatorias | Sobre la Biblioteca | Buzón/Mailbox
 
Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid Universidad Politécnica de Madrid
Grupo de Investigación en Arquitectura, Urbanismo y Sostenibilidad
Departamento de Estructuras y Física de la EdificaciónDepartamento de Urbanística y Ordenación del Territorio