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Sociedad agrícola-científica (FSRP) para la investigación de la acuicultura integrada (Malawi)


Fecha de referencia: 26-07-98

Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 1998, y catalogada como GOOD. ( Best Practices Database.)
País/Country: Malawi

Región según Naciones Unidas: África
Región ecológica: tropical y subtropical
Ámbito de la actuación: Nacional
Categorías = Tecnologías, instrumentos y métodos: tecnologías apropiadas; investigación y desarrollo, soporte lógico; transferencia de tecnologías; formación y capacitación.
Erradicación de la pobreza: generación de ingresos.
Gestión ambiental: sostenibilidad ecológica; tecnología ambientalmente responsable; gestión de recursos.

Contacto principal:
Randall E. Brummett
Investigación académica
National Aquaculture Center, Domasi
P.O. Box 229
Zomba
Malawi
+265-531274
+265-522733
E-mail:r.brummett@cgnet.com

Socio:
International Center for Living Aquatic Resources Management (ICLARM)
Randall E. Brummett
Investigación académica
P.O. Box 229
Zomba
Malawi
265-531274
265-522733
E-mail:r.brummett@cgnet.com
Colaboración técnica

Socio:
Malawi National Aquaculture Center (NAC)
Alfred Maluwa
Central Government
P.O. Box 44
Domasi
Malawi
265-531215
265-522547
Colaboración política

Socio:
Malawi German Fisheries and Aquaculture Development Project (GTZ)
Uwe Scholz
Agencia internacional (bilateral)
P.O. Box 206
Zomba
Malawi
265-522888
265-522397
E-mail:magfad@unima.wn.apc.org
Colaboración financiera


R E S U M E N

El International Center for Living Aquatic Resources Management (ICLARM) y el Malawi German Fisheries and Aquaculture Development Project (GTZ) avanzaban la hipótesis de que el fracaso del proceso TDT (Transfer Data Test) de acuicultura era debido más al uso de tecnología importada que al desarrollo in situ. De 1987 a 1990 el ICLARM y el National Aquaculture Center (NAC) trabajaron para lograr un conocimiento completo de la situación de la agricultura de minifundios de Malawi a partir del cual desarrollar las tecnologías adecuadas. Estas tecnologías se entregaron a agentes locales para su difusión por medios televisivos. La tecnología se adoptaba a un ritmo lento. Para comprender el porqué se invitó a los granjeros a criticar la tecnología durante varios días de trabajo de campo, realizado en el NAC. Los granjeros entendían claramente las tecnologías, pero creían que muchas de ellas no eran de utilidad inmediata. Para profundizar en la investigación, el ICLARM y el MAGFAD (Malawi-German Fisheries and Aquaculture Development Project, Proyecto Malawi-Germano de Desarrollo de Pesquerías y Acuacultura) adaptaron instrumentos participativos de RRA, actualmente PLA (Participatory Learning and Action, Aprendizaje y Acción Participativas) a la identificación de las limitaciones y posibilidades de las granjas. A partir de la información recogida, el ICLARM y el NAC, más que intentar sencillamente reemplazar una iniciativa por otra, desarrollaron una gama de tecnologías que integraba la acuicultura en los sistemas agrícolas existentes. El análisis del nivel de impacto abarcaba desde el vivero de peces hasta toda la granja. También se pudo apreciar que la herramienta del RRA para los diagramas sobre circulación de recursos era útil para brindar a los agricultores una perspectiva más ecológica y con ello facilitar la integración de la tecnología adoptada. El enfoque del FSRP (Faculty-Student Research Program, Programa de Investigación de las Facultades y Estudiantes) se basaba en la recogida sistemática de la información directa de los granjeros para su inclusión en la agenda de investigación, desarrollando así un mecanismo para la mejora progresiva del funcionamiento del sistema agrícola a través de un proceso cooperativo TDT. La evaluación del impacto ha demostrado que el enfoque del FSRP para el desarrollo de sistemas agrícolas integrados de acuacultura puede mejorar de forma sostenible la eficiencia agrícola, la capacidad de generación de ingresos, la estabilidad y la productividad.



Fechas clave

1987: Comienzan a funcionar los proyectos del ICLARM y del GTZ
1990: Primera interacción agrícola participativa
1991: Comienza la aplicación/ prueba de las técnicas participativas
1994: Formalización del FSRP
1997: Evaluación del FSRP del impacto




D E S C R I P C I Ó N

Situación antes del comienzo de la iniciativa
Desde los años cincuenta se ha promocionado la acuacultura como una opción para el desarrollo rural en el África subsahariana. A principios de los ochenta, docenas de proyectos se habían encargado de adaptar la tecnología de la acuacultura procedente de industrias establecidas estadounidenses, europeas y asiáticas a su uso por agricultores africanos. Se basaban, en gran medida, en módulos que habían resultado ser económicamente viables según los presupuestos empresariales. Desafortunadamente, pocos de ellos resultaron ser sostenibles. En 1986, el ICLARM y el GTZ formularon la hipótesis de que la tecnología desarrollada in situ, basada en un amplio conocimiento de la situación de los agricultores africanos, tendría más posibilidades de ser verdaderamente "apropiada" que la simplemente importada y adaptada.

Se eligió Malawi como un posible país de prueba porque presentaba muchos de los problemas a los que se enfrenta el desarrollo en África: alta densidad de población, granjas de pequeñas dimensiones, pobreza generalizada, lluvias estacionales, pérdida de la fertilidad del suelo y degradación ambiental generalizada, resultado de una pobre gestión del suelo.

El Malawi National Aquaculture Center, Centro Nacional de Acuacultura de Malawi (NAC) y un equipo de estudiantes supervisados por dos científicos del ICLARM en su investigación para el MSc (Master in Science, Licenciatura en Ciencias), formaron la espina dorsal de los recursos institucionales y humanos del proyecto. El GTZ aportó apoyo financiero e inició el proyecto paralelo de extensión malawi-germano de la industria pesquera y la acuicultura, el MAGFAD.

Preparación de la información y clarificación de las prioridades
Se encargó a varios especialistas de la Universidad de Malawi y de otras partes la recogida de un amplio espectro de datos sociales, políticos, ambientales, culturales, económicos y biofísicos de la agricultura minifundista malawiana, para adquirir una comprensión de la situación en la que los minifundistas estaban intentando hacer su vida. Tanto los datos archivísticos como los obtenidos en las granjas fueron analizados y publicados en un informe de trescientas páginas, que se utilizó como documento de fondo para diseñar un nuevo enfoque del desarrollo y la transferencia (TDT) de la tecnología de la acuicultura.

A partir de los datos, se hizo patente que los minifundistas malawianos no estaban en una posición financiera como para adquirir factores de producción externos para sus granjas. A corto plazo, el progreso sólo era posible si se podía incrementar la producción a través de mejoras en la eficiencia en el uso de aquellos materiales ya disponibles en la granja. Se diseñaron y ejecutaron muchos experimentos para encontrar una combinación óptima entre las especies de peces indígenas, la periodicidad estacional, los tipos de vivero y los factores de producción disponibles.

Formulación de objetivos, estrategias y mobilización de recursos.
Hacia 1989, se había desarrollado un conjunto de tecnologías que podían producir, según fuentes fidelignas, 2,500 kg/ha/año de pescado en la estación experimentada. Éstas se compilaron en un kit de información que fue publicado por el MAGFAD y distribuído a agentes locales.

La respuesta de los agentes locales y los bajos índices de adopción de las tecnologías animaron al ICLARM, el NAC y el MAGFAD a organizar un día de campo que reuniría a investigadores y granjeros, evitando así posibles problemas en la relación agentes locales-granjeros. Se construyó un conjunto de cinco viveros tradicionales para evitar dar una falsa idea a los granjeros de cómo era la acuicultura en una granja actualmente. Los granjeros se quedaron impresionados con las tecnologías pero muchos de ellos pensaron que no serían capaces de usarlas. Cuando se les preguntó al respecto propusieron diversas formas en que las tecnologías podrían adaptarse más fácilmente a sus granjas.

Los investigadores comprendieron que los agricultores no sólo tenían en cuenta la productividad relativa de la tecnología antigua en relación con la nueva para tomar sus decisiones en cuanto a su adopción. También era importante el grado en que las prácticas agrícolas existentes tendrían que ser alteradas para adaptarse a la nueva tecnología. Las granjas minifundistas son formaciones complejas de factores agrícolas, económicos y sociales que, a lo largo del tiempo, se hacen muy tradicionales y enemigas del riesgo. El objetivo principal de una granja es producir alimento 365 días al año. Aunque esto no se haga de una forma óptima, es difícil alterar una organización que pueda hacerlo con alguna fiabilidad, especialmente si la alteración implica substituir porciones substanciales de una práctica probada por el tiempo por una nueva, con módulos nuevos y no verificados.

Para hacer que la tecnología desarrollada en las estaciones experimentales fuera "adoptable" habría, pues, que alcanzar un conocimiento muy detallado de los aspectos idiosincrásicos sociales, económicos, tradicionales, místicos y de otro tipo, no biotécnicos, de cada granja en particular. Esto era claramente imposible. Era mucho más eficiente comprometer pronto a los granjeros en el proceso TDT, de forma que ellos mismos pudieran tomar estos aspectos en consideración antes de decidir qué tipo de tecnología se adaptaría bien a sus necesidades. Los granjeros e investigadores malawianos adaptaron para su uso los métodos de RRA del farming system research (FSR), sistema de investigación agrícola, para que los granjeros se involucraran más directamente.

El proyecto estaba bien situado para adaptarse a este cambio de planteamiento. En todas las actividades previas, los investigadores malawianos habían asumido un papel dirigente, mientras que los científicos del ICLARM actuaban, principalmente, como estudiantes graduados y como supervisores de la investigación. La inclusión de los granjeros como participantes y no como sujetos de estudio, supuso sólo problemas logísticos, no ideológicos.

Proceso
Inicialmente los granjeros se apuntaron en grupos o individualmente (dependiendo del proyecto de investigación) para participar en el RRA y en pruebas agrícolas dirigidas a adaptar las tecnologías previamente desarrolladas en el NAC. Se adaptaron los diagramas de flujos de recursos, los sistemas de generación de transeptos de las granjas así como otros métodos para facilitar su uso por parte de los granjeros malawianos y para controlar el sistema de transformación agrícola.

Muchos años de pruebas demostraron que, efectivamente, los índices de adopción aumentarían considerablemente a través de este tipo de interacción granjero-investigador. Además, los ejercicios con los diagramas de flujos de recursos -resource flow diagramming- (RFD) resultaron ser útiles para que los granjeros comenzaran a pensar en sus granjas de forma que se facilitara la transformación. Pero el coste en relación a las ganancias era enorme. Se estaban transfiriendo las tecnologías, pero de forma poco sistemática, con lo cual tendían a ser estáticas y no evolutivas. Los investigadores seguían desarrollando tecnologías en laboratorio y después las adaptaban a las condiciones de la granja. El salto a vencer era mucho menor con las tecnologías indígenas, en comparación con las importadas, pero se seguía perdiendo mucho tiempo. Además, mantener a los investigadores en el campo de trabajo reuniendo minuciosamente los datos participativos no era rentable y les mantenía alejados de otros trabajos urgentes. Hacía falta identificar los aspectos positivos esenciales del sistema y trabajar con ellos empleando una nueva metodología.

Resultados alcanzados
La asociación de granjeros-científicos para la investigación (FSRP) se desarrolló a partir de la necesidad de implicar directamente a los granjeros desde el comienzo del proceso TDT y de crear un medio ambiente donde la tecnología, una vez introducida en un sistema agrícola, pudiera evolucionar y continuar mejorando. También necesitábamos ahorrar dinero y, por ello, el sistema tuvo que trabajar sin la participación diaria de los científicos.

El sistema, tal como funciona actualmente, comienza con la presentación a los granjeros de la noción de reciclaje de los recursos, mediante los RFD. El debate con los granjeros durante los ejercicios con los RFD conduce a determinar el momento oportuno para la puesta a prueba de una entre las varias tecnologías simplificadas modificadas a partir de su forma original durante los ensayos previos en granja. Se organiza un ensayo de la tecnología más sencilla con el granjero, el cual se compromete a mantener el recuento de las entradas y las salidas. Un agente local, durante las visitas semanales, recoge estas hojas de datos de entradas y salidas del granjero y dirige las pruebas básicas de calidad del agua. De vuelta al laboratorio de experimentación, se pasa esta información a la hoja de difusión Pond Sim (desarrollada en el NAC), que calcula el promedio de las condiciones de la granja, con los datos recogidos en otras granjas. Los datos resultantes se utilizan para diseñar pruebas experimentales de laboratorio, que mimetizan las condiciones promedio de las granjas. Las pruebas han demostrado que este método puede generar regularmente resultados en laboratorio que son estadísticamente idénticos a los resultados alcanzados por los granjeros.

Los investigadores diseñan modificaciones tecnológicas basadas en la gran base de datos de los recursos y en las limitaciones de los minifundios, empleando un conjunto de tres o cuatro de estos viveros de simulación de granja como controles experimentales. Al final de temporada, los resultados de estos experimentos se discuten con los granjeros y se comparan con los resultados que han alcanzado, para diseñar una nueva prueba para la siguiente temporada.

Lo que este planteamiento genera es una granja en la que se ha "integrado" la acuacultura. La integrated aquaculture- agriculture, acuicultura-agricultura integrada (IAA) utiliza desechos de una empresa agrícola para hacer funcionar otra (el vivero), creando así una sinergía positiva y mejorando la eficiencia económica de ambos. Los viveros de peces son particularmente buenos para esta labor, porque pueden ser empleados para "procesar" desechos sin los problemas de salud y pestes asociados al compost. También producen pescado muy valorado a partir de factores de producción de muy baja calidad.

El enfoque reiterativo, basado en incrementos del FSRP, ha llevado a mejoras sustanciales en el funcionamento de las granjas. Desde tecnologías sencillas que producen unos 800 kg/ha/año, la productividad media de pescado está ahora en 1350 kg/ha/año en las áreas de secano y 1650 kg/ha/año en las áreas de regadío comparado con una media de unos 900 kg/ha/yr en las granjas de pescado "más productivas" entre las analizadas en un estudio reciente, que dependía sólo del conjunto inicial de tecnologías "adaptadas". Estos granjeros no habían logrado alcanzar las productividades del laboratorio de experimentación ni siquiera después de siete años en la granja.

Económicamente, las granjas de IAA multiplican casi por seis el dinero en efectivo producido por el típico minifundista malawiano. El motor económico de estas granjas es el jardín con vivero y vegetación integrados que genera casi tres veces los ingresos netos anuales procedentes conjuntamente del cultivo básico de maíz y de la granja. El componente vegetal-pescado contribuye, por término medio, con el 72% de los ingresos en efectivo anuales. Sobre la base de un área como unidad, el sistema de recursos vegetal del jardín/vivero genera casi 14.00$ por 100 m2 por año comparados con 1.00$ y 2.00$ de la cosecha de maíz y la granja respectivamente.

Sostenibilidad
Todos los granjeros con los que ha trabajado el ICLARM, que tienen acceso a suministro permanente de agua, continúan criando peces y mejorando su producción. Entre aquellos granjeros que sólo tenían viveros de secano, el 36% abandonó por un motivo u otro (el 40% de los que abandonaron lo hicieron por la muerte de algún familiar o por enfermedad más que por motivos agrícolas), pero aquellos que permanecieron también han mejorado contínuamente sus viveros y su producción. Por ejemplo, el tamaño medio de los viveros ha aumentado desde 64 m2 a 88 m2 y se están plantando nuevos jardines alrededor de ellos.

De los granjeros malawianos a los que se expuso la tecnología de IAA a través de varios mecanismos participativos, el 86% han adoptado al menos una de las tecnologías demostradas, el 76% han adoptado al menos dos y el 24% han adoptado cuatro. Curiosamente, en entrevistas posteriores se descubrió que los que adoptaban las tecnologías no copiaban exclusivamente lo que habían visto, sino que tomaban las ideas básicas y las modificaban para que encajaran con sus circunstancias individuales y sus sistemas agrícolas.

Una vez introducidas en la comunidad rural, las tecnologías se difundieron y evolucionaron sin más soporte local. Un estudio descubrió que, en seis meses de introducción de la tecnología a través del FSRP, el 46% de los que la habían adoptado en el área objeto de la investigación, la habían aprendido de otros granjeros. Un tercio de estos granjeros habían adoptado dos o más tecnologías de sus vecinos. Al final de 1992, casi el 80% de los granjeros que practicaban agricultura integrada de arroz y pescado en el distrito de Zomba, nunca habían presenciado directamente una demostración local. En Zomba Este, donde el ICLARM trabajó con 34 granjeros de 1991-1995, hay ahora 225 piscicultores en ejercicio.

Se han alcanzado estos resultados con serias limitaciones financieras. Las estimaciones efectuadas por el Departamento de Pesquería de Malawi, indican que el coste de este planteamiento sería menor que la investigación tradicional y los métodos locales. Un nuevo método de Investigación de Extensión Agrícola, basado en nuestra experiencia hasta el momento, está esperando la financiación que le permita ser verificado de forma más rigurosa.

Lecciones aprendidas
El FSRP debe gran parte de su éxito a los métodos y a la filosofía de investigación de los sistemas agrícolas y de desarrollo rural participativos. El hecho de que los granjeros tuvieran información útil que compartir y de que ésta fuera probablemente la única fuente de información ante las limitaciones culturales esenciales, facilitó el diseño de nuestro planteamiento. También fue importante la herramienta de dirección y evaluación RESTORE creada por los investigadores del ICLARM en Filipinas.

Transferibilidad
El ICLARM ha utilizado con éxito distintos aspectos del FSRP en Filipinas y en Ghana. Los colegas a los que se ha expuesto el planteamiento están de acuerdo en que se trata probablemente de una tecnología neutra culturalmente, de modo que debería ser transferida fácilmente a otros paises africanos. Se ha diseñado un proyecto de redes para verificar el FSRP bajo una amplia gama de condiciones económicas y agroecológicas en la región de Suráfrica, y actualmente está esperando financiación.


Referencias

Randall E. Brummett (1994) Aquaculture Policy Options for Integrated Resource Management in sub-Saharan Africa (ICLARM Conference Proceedings 46. Pág: 38)

Randall E. Brummett and Reg Noble (1994) Farmer-scientist research partnerships and smallholder integrated Aquaculture in Malawi (Paper presented at the International Seminar on The Management of Integrated Agro-Piscicultural Ecosystems in Tropical Areas. Belgian Royal Academy of Overseas Sciences and the Technical Centre for Agricultural and Rural Co-operation, Brussels, 16-19 Mayo. Pág. 443-464)

Randall E. Brummett and Reg Noble (1995) Aquaculture for African Smallholders (ICLARM Technical Report 46. Pág. 69)

Clive Lightfoot and Reg Noble (1993) A participatory experiment in sustainable agriculture (Journal for Farming Systems Research-Extension. Vol. 4(1). Pág. 11-34.)

Clive Lightfoot, Reg Noble and R. Morales (1991) Training resource book on a participatory method for modelling bioresource flows (ICLARM Educational Series 14. Pág: 30)

Reg Noble (1996) Wetland management in Malawi: a focal point for ecologically sound agriculture (ILEIA Newsletter Vol.: 12(2). Pág: 9-11.)



Este documento se ha editado a partir de una versión inglesa.

Traducido por Anna Moll Dexeus.


Revisado por Carlos Verdaguer.

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