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Fecha de referencia: 26-07-98
Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 1998, y catalogada como GOOD.
(
Best Practices Database.)
País/Country: Canadá
Región según Naciones Unidas: América del Norte
Región ecológica: continental
Ámbito de la actuación: país
Categorías = Procesos de planificación urbana y regional: gestión
y resolución de conflictos; proceso consultivo; conservación del
patrimonio cultural; planeamiento urbano y metropolitano. Buena
gestión urbana: gobernabilidad urbana y metropolitana; fomento
de la colaboración pública y privada; gestión y administración
públicas. Participación ciudadana y riqueza cultural: educación
cívica; participación comunitaria; riqueza social y cultural.
Contacto principal:
Peter Frood
Director
Centre for Municipal-Aboriginal Relations (CMAR)
Organización no gubernamental (ONG)
90 Elgin Street, 2nd floor
Lorne Building
Ottawa
Ontario
Canada
K1A 0H4
Tel: 1 613 954 6201
Fax: 1 613 990 2494
E-mail: director@cmar-crma.org
http://www.cmar-crma.org
Socio:
James W. Knight
Director ejecutivo
Federation of Canadian Municipalities
Organización no gubernamental (ONG)
24, rue Clarence Street
Ontario
Canada
K1N 5P3
Tel: 1 613 241 5221
Fax: 1 613 241 7440
http://www.fcm.ca
Colaboración política
Socio:
Brent Moreau
Director ejecutivo en funciones
Indian Taxation Advisory Board (ITAB)
Ministry of Indian Affairs and First Nations
Gobierno central
321-345 Yellowhead Highway
Kamloops
Brittish Columbia
Canada
V2H 1H1
Tel: 1 250 828 9857
Fax: 1 250 828 9858
E-mail: moreaub@inac.gc.ca
http://www.itab.cactuscom.com
Colaboración financiera
Socio:
Bob Coulter
Director Regional de Educación
Department of Indian Affairs and Northern Development (DIAND)
Gobierno central
Ottawa
Ontario
Canada
K1A 0H4
Tel: 1 819 994 0057
http://www.inac.gc.ca
Colaboración técnica
Para hacer frente a todas estas cuestiones, la Federación
Canadiense de Municipios (FCM) (Federation of Canadian
Municipalities) y el Consejo Asesor de Política Fiscal para los
Indios (Indian Taxation Advisory Board (ITAB)), con la
colaboración del Departamento para los Asuntos Indios y el
Desarrollo del Norte de Canadá (Department of Indian Affairs and
Northern Development (DIAND)), han aunado esfuerzos para fundar
el Centro para las Relaciones entre la Población Amerindia y los
Municipios (Centre for Municipal-Aboriginal Relations (CMAR)),
con tres objetivos principales: crear una cámara de compensación
nacional de relaciones eficaces entre los municipios y la
población nativa (basadas en el reconocimiento mutuo, la
responsabilidad, el respeto y la contribución equitativa);
coordinar las tareas de investigación orientadas a documentar las
mejores prácticas; y facilitar el diálogo entre los líderes
municipales y los de la población amerindia.
Desde enero de 1997, el CMAR ha puesto en marcha una base de datos a escala nacional, con lo que ya es posible tener una imagen clara de las relaciones entre los municipios y la población aborigen. Además, ha realizado un gran número de estudios y ha creado una página web para facilitar la difusión de la información, así como todo tipo de búsquedas y peticiones. Se han venido negociando acuerdos satisfactorios a lo largo y ancho de todo el país; el acceso a esas experiencias es ahora mucho más rápido y sencillo, lo que supone una gran ayuda para los líderes de las diferentes comunidades a la hora de diseñar nuevos acuerdos de base comunitaria.
Situación antes de la iniciativa
Tradicionalmente, las relaciones con la población nativa han
constituido un punto negro en la sociedad canadiense, con
implicaciones constitucionales, políticas, económicas y sociales
muy profundas. En 1991, se fundó la Comisión Real para los
Pueblos Amerindios (Royal Commission on Aboriginal Peoples
(RCAP)), con el fin de emprender una amplia revisión de las
mismas y hacer las recomendaciones pertinentes al Gobierno de
Canadá (Government of Canada). El informe se presentó en
noviembre de 1996 y el gobierno federal anunció un plan de
acción, denominado Aunar Esfuerzos (Gathering Strength), en enero
de 1998.
Las numerosas iniciativas que han ido surgiendo -reivindicaciones
territoriales globales, negociaciones sobre tratados y autonomía,
acuerdos sobre el derecho a la tierra, gestión del sector
público, renovación de programas, restricciones tributarias y
disminución de gastos-, así como el rápido crecimiento de una
joven población aborigen en las ciudades, representan retos
significativos para las relaciones entre las administraciones
locales, los gobiernos de las Primeras Naciones y las comunidades
autóctonas. En muchos casos, los mecanismos de participación de
los municipios en las iniciativas políticas no estaban claramente
definidos y, en la práctica, no se había establecido un diálogo
fluido entre las partes.
En este contexto, la FCM centró su atención en los intereses
municipales surgidos de la política llevada a cabo con la
población aborigen. Inicialmente, se organizó un equipo de
personas para trabajar sobre el tema, que acabó transformándose
en una Comisión Permanente para las Relaciones de los Municipios
con la Población Amerindia (Board Standing Committee on
Municipal-Aboriginal Relations). Debido a lo limitado de la
información y a la dispersión de los conocimientos profesionales
sobre este asunto, la FCM presentó un informe a la CORPA y empezó
a buscar el apoyo del gobierno federal para crear un centro de
investigación.
Al mismo tiempo, el ITAB, una comisión que asesora sobre el
sistema tributario de todos los amerindios de las tierras de las
Primeras Naciones, trabajaba para el Ministerio para los Asuntos
Indios y las Primeras Naciones (Ministry of Indian Affairs and
First Nations), en relación con la legislación fiscal. El ITAB
constató las numerosas situaciones en que ha habido que mantener
negociaciones intensas entre las Primeras Naciones y las
administraciones locales, en lo referente a acuerdos sobre
servicios, para compensar las pérdidas de recaudación fiscal de
los municipios ante unos pueblos que ejercitan su propio sistema
tributario en las tierras que les pertenecen. Así pues, se puso
de manifiesto la necesidad de revisar los diferentes aspectos de
la relación con la población nativa, no solamente con la que vive
en los territorios de las Primeras Naciones, sino también con la
que reside en las ciudades, cada vez más numerosa.
Los intereses de ambas organizaciones convergieron en la
necesidad de crear una institución neutral, que aunase a los
municipios y a la población autóctona, y tuviera la capacidad de
identificar, documentar, difundir y abogar por convenios
intergubernamentales eficaces. En junio de 1996, la FCM y el ITAB
firmaron un Memorando de Acuerdo para confirmar su participación
en la creación del CMAR. El Ministro para los Asuntos Indios y
el Desarrollo del Norte estuvo presente en la firma del
memorando, con el fin de corroborar el apoyo gubernamental a la
iniciativa. Oficialmente, el centro comenzó su funcionamiento en
enero de 1997.
Preparación de la información y clarificación de prioridades
Durante las discusiones que, finalmente, condujeron a la firma
del Memorando de Acuerdo, se establecieron los objetivos
prioritarios, las funciones y la estructura de gestión del CMAR.
Un Comité Directivo (Steering Committee), compuesto por tres
representantes del Comité de Dirección de la FCM (FCM Board of
Directors) y otros tres miembros de la comisión ITAB, trabaja en
equipo con otras personas para desarrollar los planes de acción
que el centro llevará a cabo. Al mismo tiempo, los miembros del
Comité Directivo trabajan activamente con sus respectivos comités
para proporcionarles la información precisa sobre el centro y
mantener su colaboración.
Desde su origen, el CMAR ha hecho hincapié en su papel como
defensor de las BUENAS relaciones de los municipios con la
población nativa. No podría desarrollar las funciones para las
que ha sido creado si es considerado por una u otra parte como
una plataforma para sus intereses particulares.
Formulación de objetivos, estrategias y movilización de recursos
El CMAR tiene tres objetivos prioritarios: establecer una cámara
de compensación de información a nivel nacional; emprender un
proceso de documentación de las prácticas más eficaces en la
relación de los municipios con la población aborigen; y facilitar
el diálogo entre los líderes de unas y otras comunidades. Hasta
ahora, los esfuerzos se han centrado en los dos primeros
objetivos.
Hasta el momento, el centro ha dado pasos contados. De enero a
junio de 1997, el trabajo se centró en ofrecer rápidamente
productos y material de investigación, mediante el desarrollo de
una estrategia de comunicaciones, el diseño de folletos con
información básica y la preparación de un gran número de
informes. De julio a diciembre del mismo año, el centro realizó
una encuesta entre los miembros de la FCM sobre las relaciones
de los municipios con la población india de Canadá y creó una
base de datos para facilitar el acceso a esa información.
Asimismo, emprendió una campaña de recogida de fondos, buscando
la contribución de los miembros de la FCM, de las asociaciones
municipales de alcance provincial, de la administración
provincial y de algunas de las Primeras Naciones. El CMAR ha
trabajado también con la Sección de Asuntos Indios del Servicio
Administrativo de Canadá en el Exterior (Canadian Executive
Service Overseas (CESO)), en la tarea de diseñar un programa
nacional de modelos de prácticas eficaces relacionadas con este
tema. Asimismo, se han aprovechado los medios disponibles para
dar a conocer el centro, a través, por ejemplo, de la inserción
de artículos en las publicaciones de la FCM y del ITAB, de la
distribución de información sobre prácticas eficaces entre las
Primeras Naciones, las administraciones locales y provinciales
y los departamentos federales, y de la presentación del Comité
de Dirección de la FCM y de la comisión ITAB en congresos anuales
de asociaciones municipales y provinciales y a otros grupos,
tales como la Escuela de Gestión Empresarial Banff (Banff School
of Management). En la actualidad, teniendo en cuenta el amplio
material de investigación del que dispone el centro, el trabajo
se centra en la creación de oportunidades para el diálogo entre
los líderes municipales y aborígenes, mediante talleres,
programas de intercambio y otras iniciativas.
El apoyo del DIAND ha sido clave en el desarrollo de la
colaboración necesaria para el funcionamiento del CMAR; entre
otras cosas, ha incrementado su aportación al ITAB, de manera que
éste pueda, a su vez, apoyar económicamente al centro, y ha
subvencionado parcialmente el salario de su director durante un
período de dos años. Además, el ITAB contribuye con espacio para
oficinas y equipos. Por otro lado, la FCM proporciona
constantemente colaboración administrativa, sin menospreciar su
fuerte apoyo a nivel político.
Cinco de las Primeras Naciones, quince administraciones locales
y dos asociaciones provinciales han realizado suscripciones como
miembros del CMAR, proporcionando a sus actividades un apoyo
modesto pero de alcance nacional. Estas suscripciones refuerzan
la colaboración de los socios. La FCM representa a más de 600
ayuntamientos y el ITAB trabaja con más de 60 Primeras Naciones
en la elaboración de su legislación fiscal.
Proceso
La sola apertura del centro ha supuesto un triunfo, teniendo en
cuenta que representa la culminación de más de dos años de
discusiones y presiones, hasta que surgió la colaboración entre
la FCM y el ITAB. Su acuerdo ha asegurado la participación activa
de las Primeras Naciones, lo que compensa el escepticismo inicial
de algunas asociaciones amerindias sobre el CMAR, además de
asegurar los medios con los que el DIAND ha colaborado en su
fundación.
El CMAR es una ONG que está empezando; conseguir una financiación
estable constituye una preocupación constante. Se ha planteado
una estrategia a corto plazo para prorrogar de dos a tres años
el acuerdo de colaboración financiera establecido.
La experiencia inicial sugiere que existe una demanda real de las
funciones específicas que realiza el centro, pero no es seguro
que esa demanda vaya a ser sufragada de manera continua por todas
las partes interesadas. Como organización, el CMAR necesita
seguir desarrollando el sistema de suscripciones y otras
actividades generadoras de ingresos. En un futuro próximo, será
necesario complementar estos recursos con financiación para
programas de varios años de duración (por ejemplo, un programa
nacional para documentar prácticas eficaces surgidas en la
relación de los municipios con la población amerindia, programas
de intercambio entre comunidades, etc.) y para proyectos más
cortos, como definir las estrategias y directrices necesarias
para las posibles relaciones de los municipios con el sector
empresarial nativo.
Resultados conseguidos
La mayor parte de las actividades desarrolladas por el CMAR están
actualmente en curso. Los resultados conseguidos en los últimos
16 meses son:
Cámara de compensación de información:
Lo que sí es cierto es que el centro ha añadido una capacidad
institucional nueva a los municipios y a la propia población
autóctona, con la introducción de una visión del problema a
escala nacional, aun cuando tal perspectiva ya existía
previamente. Esto proporciona cierta tranquilidad a uno y otro
sector, en el sentido de que no están solos a la hora de tratar
estas cuestiones y de que pueden aprovechar los recursos del
centro y la experiencia de otras comunidades. El CMAR ha
demostrado también que existe ya todo un elenco de acuerdos de
colaboración que han tenido éxito, y que hacer frente a la
relación de los municipios con la población autóctona no es el
preludio de una maraña de conflictos y de debates caústicos.
Sostenibilidad
El CMAR está construyendo un historial práctico y positivo, en
aras de conseguir un futuro estable. La experiencia inicial es
positiva. Ahora se puede acceder rápidamente a un gran número de
iniciativas de base comunitaria para hacer frente a los problemas
de relación social, económica y política que se producen a ese
nivel, y entre los que se incluyen los siguientes: la creación
de guetos urbanos; la puesta a punto de los servicios municipales
y los convenios sobre impuestos; el desarrollo de protocolos
políticos, tanto de los municipios como de las Primeras Naciones;
la articulación de acuerdos que favorezcan el desarrollo
económico; la adecuación de los servicios a las necesidades de
la población nativa que reside en las ciudades; el diseño de
mecanismos adecuados para la participación de la población
amerindia en la gestión municipal; y el establecimiento de
estrategias para hacer frente a la frustrante pobreza y al
racismo.
El CMAR podría llegar a ser más eficaz en un plazo de tres a
cinco años, mediante la elaboración de un inventario extenso de
experiencias, la documentación de una amplia gama de prácticas
eficaces, el desarrollo de una serie de directrices para apoyar
a los líderes de base comunitaria y la creación de foros de
debate regulares. Se crearía así un conjunto de instrumentos y
de referencias literarias sobre la relación de los municipios con
la población amerindia. Una vez completado ese trabajo, los
objetivos del centro podrían ser reconsiderados y se podrían
plantear otras vías para asegurar que las funciones que realiza
siguen siendo accesibles a los sectores interesados.
Lecciones aprendidas
Conseguir que se produjera la colaboración entre la FCM y el
ITAB, antes de que el CMAR comenzase a funcionar, ha sido clave
para asegurar un enfoque equilibrado de la promoción de la
relación de los municipios con la población autóctona. Éste es
el principio organizativo continuo del trabajo del centro y un
componente esencial de los programas y proyectos que se están
desarrollando en este momento.
En un país como Canadá, es importante establecer una organización
nacional de recursos que pueda servir como un medio rápido para
el intercambio de información. Demasiado a menudo, el
conocimiento y la apreciación de estas cuestiones se han
mantenido a un nivel regional. Sin la existencia de un mecanismo
como el CMAR, la percepción de los problemas, las alternativas
posibles y el capital de conocimientos profesionales sobre el
tema permanecerían en ámbitos innecesariamente restringidos.
Hay una demanda real de oportunidades para entablar un diálogo
sobre las posibles soluciones políticas a las cuestiones
relacionadas con la población amerindia. Esto ha quedado apuntado
por la comunidad de la Columbia Británica en el Foro Comunitario
(Community Forum), un encuentro entre líderes municipales y de
las Primeras Naciones. También se ha reflejado, por ejemplo, en
la importancia que han adquirido las relaciones entre Ear Falls,
en la provincia de Ontario, y algunas comunidades amerindias
remotas, a la hora de realizar una gran inversión en una planta
astilladora dentro de la comunidad. Hay otros muchos ejemplos.
Estas observaciones refuerzan los objetivos prioritarios del
CMAR, afianzando su empeño en intercambiar información,
documentar experiencias y facilitar el diálogo.
Transferibilidad
El CMAR aplica las tradiciones establecidas de documentación de
buenas prácticas, intercambio de información, sistemas de
valoración, etc., a la dinámica legal, política, administrativa
y de intercambio cultural de la relación de los municipios con
la población autóctona. Los recursos del centro son relevantes
para otros países, y se está desarrollando la capacidad de aunar
e intercambiar información con organizaciones similares
extranjeras implicadas en el desarrollo indígena, en las
relaciones intergubernamentales y entre culturas diferentes. Las
experiencias internacionales también son relevantes para la
relación de los municipios con la población amerindia y el CMAR
se muestra vivamente interesado en identificar experiencias
desarrolladas en otros países que pueda incluir en su base de
datos. Documentar las perspectivas internacionales sobre las
relaciones entre los municipios y la población nativa podría
desarrollarse como una función regulada más del centro, sujeta
a la disponibilidad de fondos económicos.
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