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Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 1996, y catalogada como GOOD.
(
Best Practices Database.)
País/Country: Venezuela
Región según Naciones Unidas: América del Sur
Región ecológica: Tropical y subtropical
Ámbito de la actuación: Nación
Instituciones: organizaciones no gubernamentales (ONG),
organizaciones de base comunitaria (OCB), sector privado (sector
informal incluido).
Palabras clave = Organizaciones de base comunitaria. Créditos.
Educación. Vivienda. Mejora de zonas urbanas degradadas.
Categorías = Erradicación de la pobreza: acceso a los préstamos,
creación de puestos de trabajo. Servicios sociales: educación;
grupos vulnerables. Vivienda y uso del suelo: vivienda asequible;
acceso a la financiación de la vivienda.
Contacto principal:
Fundación Vivienda Popular
Calle Junín, Quinta Júpiter, Urb. El Rosal
Caracas, D.F. Venezuela
1026-P.O. Box 6756
Tel: (02) 952.17.86 - 952.46.62 - 953.94.78
Fax: 953.22.26
75307.3117@compuserve.com
http://ourworld.compuserve.com/homepages/Vivienda_Popular/
Patrocinador:
Fundación Vivienda Popular
Calle Junín, Quinta Júpiter, Urb. El Rosal
Caracas, D.F. Venezuela
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Socio:
Asociación Civil Apoyo al Mejoramiento de Viviendas en los
Barrios (APROMEBAR)
Ing.
Jacobo Rubinstein (Vicepresidente Ejecutivo)
Calle Junín, Quinta Júpiter, Urb. El Rosal
Caracas, D.F. Venezuela
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75307.3117@compuserve.com
En Venezuela, al igual que en la mayoría de los países
latinoamericanos, la industrialización insuficiente y dependiente
ha sido acompañada de un extraordinario crecimiento demográfico
en las ciudades. Uno de los rasgos característicos de este
proceso fue la aparición y rápida expansión de asentamientos
humanos al margen de los procedimientos regulares de habilitación
urbana y control estatal. Este fenómeno experimentó un acelerado
crecimiento hasta la década de 1980. Su expansión fue mucho más
intensa que la experimentada por la población urbana. La
aparición del barrio como realidad urbana es una de las
consecuencias de dicho proceso. El barrio es el mecanismo
utilizado por los habitantes desplazados para incorporarse
plenamente a la ciudad.
El conjunto de viviendas que hoy conforman los barrios en las
principales ciudades del país, han sido transformadas, unas de
manera total, otras en forma menos visible. Aun cuando el barrio
sea un fenómeno colectivo, cada vivienda tiene una historia
particular, la cual está asociada a la vida de sus ocupantes. La
vivienda constituye una necesidad frente a otras, su importancia
depende del conjunto de necesidades no satisfechas por el grupo
familiar. Su satisfacción está marcada por la continuidad; se va
construyendo en la medida que se solucionan otros problemas; con
la evolución del grupo familiar (aumento del ingreso familiar,
la estabilidad laboral) y del medio residencial. Esa dinámica
constituye una de las claves para entender la vivienda como un
proceso sin límites pre-establecidos y en el cual se ha destacado
la capacidad del hombre para construirse su propio hábitat.
El Estado Venezolano ha tratado de dar un límite a la ciudad,
mediante el llamado perímetro de servicios. Sin embargo, en lugar
de planes sistemáticos se han tomado medidas "asistencialistas"
que resuelven, a medias, el problema. Se buscaba la integración
de la población en la ciudad, a través de su incorporación a los
sistemas y servicios urbanos, pero las políticas no han dado los
resultados esperados. Por un lado, los barrios autoproducidos se
han convertido en una solución habitacional para la población que
allí habita. Por el otro, el suelo urbanizable se coloca fuera
del alcance de aquellos grupos económicamente débiles, los cuales
buscan tierra barata y la encuentran allí, donde los
planificadores habían decidido que no se podía construir debido
a las condiciones topográficas del terreno. Estos sectores, que
representan el 65% (aproximadamente 8.500.000 habitantes) de la
población urbana, le han resuelto, en cierta forma, un problema
al Estado. Por ejemplo: la distribución de la construcción de
viviendas en el quinquenio 1979-84 fue de la siguiente manera:
32.873 construidas por el Estado, 37.926 por el sector privado,
y 69.136 por los propios habitantes de los barrios. (Lovera y
Marcano. 1986)
En este contexto, a partir de 1976, la Fundación de la Vivienda
Popular, organización no gubernamental orientada al área de
vivienda y hábitat, comienza el diseño de un modelo que
contribuya a la solución de este problema en los sectores de
escasos recursos, dicho modelo se pone en práctica en 1979; apoya
los procesos constructivos propios del barrio, a través de la
capacitación para la organización de las familias, y así crear
Asociaciones Civiles de Viviendas (ASOVIV) que fomenten la
participación consciente y activa de la comunidad en el
mejoramiento no sólo de su vivienda sino también de su hábitat.
Para la implementación del modelo en las comunidades la
Fundación realiza previamente un estudio Técnico (situación
geológica, propiedad de los terrenos, densidad habitacional,
nivel de infraestructura urbana, posibles intervenciones de otros
organismos, etc) y Social (estudio sociodemográfico, educativo,
laboral, organizacional, etc.), a fin de obtener un conocimiento
general que permita determinar la factibilidad o no del programa.
El programa parte de la constatación de que los esfuerzos hechos
por el grupo familiar hace para mejorar su vivienda no siempre
se traducen en una elevación de sus condiciones de habitabilidad.
Ello se debe a dos factores. Primero, los recursos de las
familias no son suficientes para realizar el mejoramiento de la
vivienda, ello unido a la ausencia de mecanismos de
financiamiento asequibles del sector formal. En segundo término,
la falta de capacitación técnica influye en el deterioro de las
etapas iniciales o no conclusión de la vivienda, así como también
el cambio de interés del usuario durante el desarrollo del
proceso, que inciden en la pérdida del esfuerzo realizado. Para
enfrentar ambos problemas, lo más relevante era la creación de
una instancia organizativa diferente de las tradicionales. Ësta
debería ofrecer financiamiento y asistencia técnica integral a
las familias y, al mismo tiempo, no ser percibida como algo ajeno
a su realidad. Las ASOVIV cumplen estas dos condiciones, ya que
están conformadas por los mismos habitantes del barrio y son
capacitadas para asistir a los asociados en el programa.
La labor de las ASOVIV se fundamenta en dos principios. Primero,
la progresividad de la construcción de la vivienda en los
barrios. Se parte del supuesto que "... La demanda
(habitacional) que debería suplirse mayoritariamente es la de
mejoramiento de las viviendas existentes..." (
Cilento,1992)
debido a que éstas representan la inversión de toda una vida del
grupo familiar. Existe un patrimonio cultural y una riqueza
inmobiliaria que es invalorable y que se debe preservar: La
"restauración del patrimonio construido por los pobres urbanos
implica para el Estado la revalorización económica y social del
stock de viviendas existentes..."(
Cilento,1992). Segundo, el
beneficiario debe participar directamente en la toma de
decisiones de la ASOVIV, ya que el programa se fundamenta en el
funcionamiento de una estructura organizativo-participativa que
se maneja de acuerdo a un cuerpo normativo.
Es por ello, que el desarrollo del programa está acompañado de
un proceso de capacitación en las siguientes áreas: Educativa-organizativa, Técnica-constructiva, Administrativa y Legal. Lo
cual les otorga las herramientas necesarias para asumir, de
manera autónoma, las funciones propias de la ASOVIV. De esta
forma, se fomenta un proceso de participación comunitaria que
conlleva a un cambio actitudinal, es decir, se pasa de la acción
individual a lo comunitario, con lo cual se potencian las
capacidades de la población superando el "aprender a hacer" y
llegar al "aprender a ser".
A partir de estos principios, se diseñó un sistema operativo que
consta de cuatro componentes:
Desde el punto de vista cuantitativo, la gestión desempeñada por
la Fundación de la Vivienda Popular desde 1979 puede parecer poco
relevante. Sin embargo, se debe señalar que la misión de la
Fundación, como organización no gubernamental, es contribuir a
la búsqueda de soluciones al problema habitacional. Por ello, el
objetivo del programa es que las ASOVIV existentes sean modelos
reales. Así, a través del efecto de demostración, podrán
formarse, independientemente, otras ASOVIV en diferentes lugares
del país. Por ello, la Fundación no ha masificado el programa,
más bien ha profundizado el modelo, adecuando el sistema a nuevas
situaciones.
A partir de 1990 con la entrada en vigencia de la Ley de Política
Habitacional, se crean condiciones para que el modelo ASOVIV
desarrollado por la Fundación de la Vivienda Popular pueda
masificarse. Esto representa un cambio en la política
tradicional: el Estado tenderá a facilitar la acción de otros
grupos (el sector privado, las organizaciones no gubernamentales,
las comunidades y las familias) en la solución de los problemas
habitacionales de la población más vulnerable.
Asimismo esta Ley estipula la creación de un órgano técnico, el
Sistema Nacional de Asistencia Técnica (SNAT), cuyo fin es
fomentar la promoción, capacitación y constitución de
organizaciones gubernamentales o no, para prestar apoyo técnico
a la población organizada en asociaciones civiles o cooperativas
de vivienda. El objetivo último es propiciar el fortalecimiento
de las comunidades y el desarrollo local, facilitando que la
población, de manera organizada, pueda participar en las
decisiones que afectan su hábitat. Los planes diseñados serán
ejecutados por agentes intermediarios: Organizaciones
Intermediarias de Vivienda (OIV), quienes capacitarán y brindarán
asistencia técnica integral a las Organizaciones Comunitarias de
Vivienda (OCV).
La Ley crea las condiciones y estimula la implantación de
sistemas con una estructura similar a la diseñada y desarrollada
por la Fundación desde el año 1979. De hecho, las estructuras de
OIV-OCV funcionarían como las de Fundación-ASOVIV; en otras
palabras, la OCV es capacitada por la OIV para el otorgamiento
de créditos y asistencia técnica integral a aquellas familias que
deseen mejorar su vivienda. En este ambiente favorable, algunas
ONG a través del efecto de demostración de la buena práctica
desarrollada por la Fundación; se han constituido como OIV y
están fomentando la constitución de OCV en todo el país. Un
ejemplo de ello, lo constituyen por el sector privado las
Fundaciones Banca Hipotecaria y Benito Alvarez y por el sector
público el Ministerio de la Familia, a través del Programa
Organización e Incorporación de las Comunidades en la
Consolidación de Barrios, los cuales han fomentado la creación
de organizaciones comunitarias de vivienda tipo ASOVIV. Al asumir
el sector privado y los organismos regionales la responsabilidad
de la implementación de programas de viviendas, se contribuye al
proceso de descentralización actualmente en marcha en el país.
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