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Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 1996, y catalogada como GOOD.
(
Best Practices Database.)
País/Country: Venezuela
Región según Naciones Unidas: América Latina y el Caribe
Región ecológica: Tropical y subtropical
Ámbito de la actuación: Metrópoli
Instituciones: Académicas y científicas, gobierno local,
organizaciones no gubernamentales (ONG), organizaciones de base
comunitaria (OBC) y sector privado (sector informal incluido)
Palabras clave = Participación comunitaria. Educación.
Medioambiente. Asistencia sanitaria básica. Pobreza urbana.
Categorías = Servicios sociales: educación; salud y bienestar;
grupos vulnerables; infancia y juventud. Protección ambiental:
salud ambiental; reducción de la contaminación. Participación y
riqueza cultural: educación cívica; participación comunitaria;
mediops de comunicación e información; reducción de la exclusión
social; integración social
Contacto principal:
Programa de Clínicas Móviles
Calle 77 entre Av. 13 y 13A Edificio Yeppas
Maracaibo, Zulia Venezuela
4002
58 61 978 983
Patrocinador:
Alcaldía de Maracaibo
Calle 95 frente a la Plaza Bolívar
Maracaibo, Zulia Venezuela
4001
58 61 232 479
Socio:
Universidad de Zulia
Otton Fernández H.
Apartado Postal 1156
Maracaibo, Zulia Venezuela
4001
58 61 410 895 / 58 16 616 907
Socio:
Centro al Servicio de la Acción Popular (CESAP)
Fernando Chumaceiro Ch (Mayor)
Calle 95 frente a la Plaza Bolívar
Maracaibo, Zulia Venezuela
4001
58 61 229 944
El Programa Clínicas Móviles, concebido como proveedor de servicios primarios, promueve, a través de sus unidades móviles, una transformación de la atención sanitaria a base de procesos de educación y de programas preventivos. La población a la que está destinado este nuevo servicio son aquellos grupos emplazados en comunidades periféricas que no cuentan con los servicios públicos más elementales, y mucho menos con facilidades médicas.
Inicio: 09/93
Final: Programa permanente
Podemos observar algunos ejemplos de estas acciones en un par de
barriadas situadas en el norte de la ciudad y que contienen un alto
porcentaje de población india, concretamente el pueblo Wuayu. La
primera de ellas, San Antonio de los Caños, se estableció en 1972
y al comienzo del proyecto no contaba con ningún tipo de servicio
público (agua corriente, electricidad, depuración de aguas
residuales, carreteras adecuadas, etc.) o de planificación del
espacio construido, lo cual le confería características de zona
rural a pesar de encontrarse situada dentro del perímetro urbano.
Esta ausencia de las condiciones mínimas de habitabilidad
propiciaba una enorme cantidad de problemas de salud y como
consecuencia de ello, y debido a las características de la zona,
los habitantes tomaron la decisión de dirigirse al Instituto
Agrario Nacional (IAN) para pedir una planimetría de la comunidad
(plano de carreteras y del terreno).
A finales de 1984, el IAN había elaborado este plano y en 1985 se
iniciaron las obras para instalar un sistema eléctrico con la
participación directa de la Compañía Eléctrica de Venezuela,
ENELVEN. Actualmente, un 40% de las familias disfrutan de este
servicio y se está educando a la población para que elaboren su
propio sistema de procesamiento del agua potable a base de
hipoclorito de sodio, ya que hasta ahora el único agua de que
disponían no estaba tratada. Este proceso de aprendizaje está
siendo posible gracias a la colaboración de varias organizaciones
involucradas en la formación ciudadana, como son el Instituto
Municipal de Formación y Educación Ciudadana (IMCEC) y la ONG
Centro al Servicio de la Acción Popular (CESAP), lo cual ha
demostrado de manera clara la posibilidad de consolidar los
distintos esfuerzos institucionales que participan de manera activa
en el desarrollo de las comunidades.
El segundo caso, la barriada de Jesús de Nazaret, se trata de una
comunidad establecida en 1982 en la periferia norte de un vertedero
de basuras saturado. Poco después de que se cerrara este vertedero,
el área cercana fue ocupada y se fundó la comunidad. Esta comunidad
sufre graves problemas de salud como consecuencia de las
características tan extremas a las que está expuesta. Y no sólo
como consecuencia directa del vertedero, sino también porque la
comunidad no se dio cuenta de la gravedad del problema y continuó
arrojando basura por toda la barriada. En 1994, la calle principal
tuvo que ser limpiada en cuatro ocasiones debido a que los vecinos
continuaban obstruyendo el paso público con basura. Como
consecuencia de esta situación, la comunidad presentaba elevadas
tasas de enfermedades cutáneas o relacionadas de alguna forma con
la piel, además de frecuentes brotes de enteritis. Las autoridades
sanitarias daban a estos problemas el tratamiento tradicional, pero
no tomaban ningún tipo de medidas para resolver las condiciones que
originaban las enfermedades, por lo que la naturaleza de éstas se
convirtió en permanente y de grave magnitud.
Sólo a partir de que las unidades móviles llegaran a estas
comunidades en septiembre de 1993, se inició un proceso de
concienciación comunitaria y un intento por involucrar a las
instituciones responsables. Se tomaron medidas para integrar todos
los esfuerzos hacia objetivos comunes, para unificar las acciones
y para asumir de manera repartida las responsabilidades que
llevaran al control de un problema que afectaba gravemente a 15.000
personas. A lo largo de 1995 se llevaron a cabo actividades cuyo
objetivo era aumentar la concienciación además de realizar las
siguientes acciones directas junto con otras organizaciones:
Ministerio de Sanidad y Asuntos Sociales (Ingeniería sanitaria,
epidemias rurales y malaria):
Se han obtenido resultados muy positivos con respecto al
comportamiento de la comunidad, hasta el punto de que, desde
noviembre de 1994, la avenida principal del barrio se encuentra
siempre limpia de basuras por iniciativa propia. Se ha logrado
conseguir un sistema programado de recolección de basura por parte
del Instituto de Salud Pública y se ha iniciado un proceso
planificado para la regeneración de los bancales y depósitos del
vertedero. Hoy por hoy, hay un objetivo concreto de recuperar las
cuatro hectáreas que ocupa el vertedero para el beneficio de las
20.000 personas que habitan la zona circundante. Las sociedades
latinoamericanas, y muy notablemente la venezolana, han sufrido
grandes transformaciones como consecuencia de los factores
macroeconómicos, políticos y sociales que afectan gravemente a los
grupos de población de nivel económico medio, y de manera especial
a los más desfavorecidos. El impacto de esta situación limita
considerablemente las posibilidades de subsistencia de los barrios
más pobres de las ciudades, donde encontramos problemas de
malnutrición que afectan a cerca del 30% de la población infantil
y que tienden a aumentar en el futuro. Se han tomado algunas
medidas informativas para promover el cuidado infantil y para
fomentar la explotación de los recursos naturales de la región, que
podrían aportar una buena cantidad de nutrientes a bajo coste.
Se ha propuesto la creación de una unidad de recuperación
nutricional con el consejo de la Escuela de Nutrición de la
Universidad de Zulia que pone un especial énfasis en la aplicación
directa de un enfoque educativo. En este sentido, se espera una
enorme recuperación nutricional de la población infantil y de las
mujeres embarazadas, puesto que el objetivo es controlar todos los
factores involucrados en el proceso.
Se pidió un presupuesto a la Fundación para la Salud (FUNDASALUD),
adscrita al gobierno del Estado de Zulia y, en estos momentos, se
espera una respuesta sobre las posibilidades presupuestarias que
permitirían la realización de esta unidad de recuperación
nutricional. Entre las medidas de información que se han tomado, se
incluye el fomento de que las madres den de amamantar a sus hijos
como medio preventivo de la malnutrición y la advertencia sobre los
indicadores que permiten reconocer enfermedades que podrían poner
en peligro la vida de niños menores de cinco años, como por ejemplo
la diarrea; o la educación sobre las ventajas derivadas del uso de
las unidades de terapia de rehidratación oral (TRO). Como resultado
de estas políticas se han conseguido instalar las Unidades de
Terapia de Rehidratación Oral de la Comunidad (UROC), que ofrecen
un servicio de 24 horas y han disminuido considerablemente el
índice de complicaciones de la diarrea entre la población infantil.
A finales de 1995 se espera disponer de un total de cinco de estas
unidades en funcionamiento.
Al comienzo de nuestras actividades se observó que el 50% de los
niños menores de cinco años de las dos comunidades objeto de
estudio no habían recibido ningún tipo de vacunación y, por lo
tanto, corrían un alto riesgo de infección epidémica. A raíz de
esta noticia, el hospital privado Paradise Clinic, el Departamento
de Epidemiología del Ministerio de Sanidad y el Ambulatorio
Archidiocesano de Santa Inés emprendieron una intensa campaña de
vacunación. En la actualidad alrededor del 80% de estos niños están
dentro de un programa de vacunación, y muchos ya han recibido todas
las inyecciones necesarias. Como a finales de 1994, un grupo de
estudiantes de la Facultad de Psicología de la Universidad Rafael
Urdaneta realizó un estudio independiente sobre los resultados de
la intervención del proyecto en el barrio Jesús de Nazaret. Una de
sus recomendaciones fue la de incluir también entre los servicios
ofrecidos atención odontológica, así como una unidad de terapia
respiratoria, ya que se había observado que un porcentaje elevado
de la mortalidad infantil era debida a infecciones respiratorias
agudas y problemas asmáticos. En octubre de 1995, se equipó cada
unidad móvil con una unidad de terapia respiratoria y se iniciaron
conversaciones con los responsables del Programa de Infecciones
Respiratorias Agudas (IRA) del Ministerio de Sanidad para que se
incluyeran en las comunidades programas de atención que comenzarían
a comienzos del mes de noviembre.
Dentro del área de planificación familiar, y particularmente
dirigidos hacia los adolescentes, se propusieron programas
educativos para la prevención de embarazos precoces. En los casos
detectados se realizaron seguimientos, puesto que se considera que
estas madres están en una situación de alto riesgo. Debido a que la
población predominante en las comunidades estudiadas es india, hay
un alto porcentaje de partos en domicilio asistidos por comadronas
que no tienen la preparación mínima necesaria, por lo que éstos
acaban con un número muy elevado de enfermedades y muertes de los
recién nacidos. Puesto que en estos casos la mayor parte de las
madres se niega a ir a centros de salud públicos (debido a
cuestiones económicas o culturales), se ha ofrecido una preparación
a estas comadronas y se les ha provisto con el material mínimo
necesario para asistir los partos bajo condiciones higiénicas más
adecuadas.
Los servicios odontológicos se iniciaron en el tercer trimestre de
1995 bajo la modalidad de educación preventiva. Se fomentó la
participación de la empresa privada (Colgate-Palmolive) a través de
la organización de campañas de uso del flúor entre los niños así
como de campañas de educación de higiene bucal. La unidad
odontológica está equipada para ofrecer una atención preventiva
integral así como una atención curativa y hay que tener en cuenta
que es el único servicio de este tipo que funciona en la zona. Por
último, se está preparando un acuerdo, al que sólo le falta la
última firma, con la Archidiócesis de Maracaibo para la instalación
de un laboratorio clínico en el Ambulatorio Archidiocesano de Santa
Inés, situado en la Parroquia Idelfonso Vásquez, que beneficiará
aproximadamente a 20.000 personas. Este será el primer laboratorio
de este tipo de la parroquia, que corresponde a una población de
unas 90.000 personas.
El Programa Clínicas Móviles cumple de forma ejemplar y sistemática
todos los objetivos establecidos. Esto se debe a que ofrece
soluciones accesibles a corto, medio y largo plazo a los problemas
de salud que afectan a las comunidades urbanas que viven en estados
de extrema pobreza, mejorando su nivel de vida en este proceso.
Desde el programa se fomenta además la participación de
instituciones de una manera integrada y con una meta común. Estos
objetivos se consiguen mediante acciones directas que son las
consecuencias inmediatas de los procesos de toma de decisiones en
los que la comunidad involucrada es el protagonista. Por último,
todo ello tiene lugar dentro de un esquema de educación preventiva
que es parte integrante del servicio de atención médica.
Para alcanzar los objetivos del Programa, se requiere la
utilización de vehículos especializados diseñados especialmente
para desarrollar la doble función de educación y asistencia
sanitaria, así como de vehículos de apoyo que ayudan a los
anteriores a cumplir su misión. La unidad de asistencia móvil está
compuesta por un autobús acomodado con un médico perfectamente
equipado o con un equipo odontológico (dependiendo del tipo de
unidad), y que contiene el material de trabajo necesario para
cumplir con su función educativa o de asistencia cuando sea
necesario. También cuenta con una base de datos programada,
elaborada para para procesar la información que genera el Programa.
Cada unidad móvil de asistencia está equipada con el siguiente
personal: un/a médico, un/a enfermero/a, un/a asistente social,
un/a nutricionista y un/a asistente técnico sanitario. Las unidades
móviles de asistencia odontológica cuentan con el mismo número y
tipo de personal, excepto que el médico es sutituido por un
dentista. Este equipo, acompañado de personal multidisciplinar
(certificado), soluciona los problemas de una forma global y
especializada, que permite un mejor entendimiento de las variables
presente en los procesos sociales ya en marcha.
El Programa de Clinicas Móviles supone un cambio de estrategia en
el modelo de asistencia sanitaria de la ciudad de Maracaibo. El
sistema propone la realización de acciones concretas que respetan
los problemas específicos de cada comunidad, mediante un enfoque
multisectorial que empieza con reglas de higiene y abarca toda
clase de situaciones, que son la causa de las enfermedades más
comunes. Gracias a la movilidad de los equipos, que pueden
desplazarse a comunidades situadas en los límites urbanos, lo que
implica características de áreas rurales remotas (falta de
servicios públicos básicos), se puede dar servicio a un alto
porcentaje de la población cuya situación global, social y
económica, no les permite el acceso fácil a los servicios
sanitarios públicos. Es, precisamente, el sector de la población
total de la ciudad que más riesgo corre de padecer enfermedades
endémicas, lo que puede convertirse en epidemias generalizadas. Un
claro ejemplo de este peligro han sido las recientes epidemias de
"dengue" y "encefalitis equina venezolana", en las que esta
población ha sido un factor importante en la aparición de estas
enfermedades en la ciudad, como resultado directo de los propios
procesos migratorios del grupo étnico Wayu, al que pertenecían el
80% de los casos datados en el Municipio de Maracaibo.
En el campo de la gestión sanitaria, se presta especial atención a
humanizar las acciones de los equipos de salud, tanto en el área de
la investigación como en la búsqueda de respuestas a problemas
específicos. De esta manera, se facilitan los procesos que permiten
a las diferentes comunidades aprender a solucionar sus propios
problemas, al tiempo que ellos mismos se involucran en diversas
instituciones participativas, ya sean públicas, privadas, no
gubernamentales, religiosas o de cualquier otra clase; que fomentan
la realización de las soluciones necesarias. Así, los habitantes de
estas comunidades aprenden a distinguir los procesos que determinan
la situación sanitaria, y a iniciar acciones para conseguir los
soluciones desesadas, junto con las instituciones más relacionadas.
Este programa proporciona asistencia en toda su extensión a
aquellas ciudades que, debido a su rápido crecimiento, están
limitadas en su capacidad de cubrir áreas con riesgos sanitarios en
sí mismas y para el resto de la ciudad.
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