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Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 1996, y catalogada como GOOD.
(
Best Practices Database.)
País/Country: Reino Unido
Región según Naciones Unidas: Europa Occidental (Turquía incluida)
Región ecológica: Continental
Ámbito de la actuación: Nacional
Instituciones: Académicos y científicos, gobierno central,
gobierno local, Organizaciones No Gubernamentales (ONG) y
Organizaciones de Base Comunitarias (OBC), asociaciones
profesionales.
Palabras clave = Asequible a los recursos financieros
disponibles. Materiales de construcción. Desarrollo de la
capacidad de actuar. Tecnología de la construcción. Iniciativa
personal.
Categorías = Procesos de planificación regional y urbana: proceso
consultivo. Erradicación de la pobreza: generación de ingresos;
creación de puestos de trabajo; formación profesional. Desarrollo
económico: desarrollo de empresas (sector formal y sector
informal).
Contacto principal:
The Community Self-Build Agency, Unit 26
Finsbury Bus. Ctre, 40 Bowling Green Ln.
Londres, Reino Unido
EC1R ONE
Patrocinador:
National Federation of Housing Associations (NFHA)
175 Gray's Inn Road
Londres, Reino Unido
WC1X 8UP
0171 278 6571
Socio:
The community Self Build Agency
Mc Gettigan, Anna: Com'ty Self-Build Ag'y
40 Bowling Green Lane
Londres, Reino Unido
EC1R ONE
Socio:
Walter Segal Self-Build Trust
Broome, Jon: Architype
4 The Hop Exchange
Londres, Reino Unido
SE1 1TY
Inicio: 1978
Historia
La gente construye cada año un número significativo de casas para
su propio uso. Generalmente la intención es construir una
vivienda convencional pero mayor de lo que de otro modo podrían
permitirse. Muchas de estas personas tienen conocimientos de
construcción de alguna clase y la mayoría tienen la capacidad de
conseguir financiación para el proyecto.
En los años setenta, el arquitecto
Walter Segal estableció un
nuevo enfoque de la autoconstrucción para capacitar a gente
corriente sin conocimientos previos para construir su propia
vivienda. Su idea era simplificar el proceso de construcción
utilizando una estructura de vigas y pilares que podía ser
levantada totalmente a mano para proporcionar un hogar de
sustanciales ventajas: una amplia gama de posibles diseños y
situación de puertas y ventanas, altos niveles de aislamiento,
fácil mantenimiento y posibilidad de ampliación o variación si
las necesidades de vivienda cambiaban.
El primer proyecto de comunidad autoconstruida utilizando esta
técnica se empezó en Lewisham, en el sur de Londres, en 1978, y
proporcionó a los constructores una vía de acceso a bajo coste
hacia la propiedad de su vivienda. El potencial de esta técnica
para ayudar a la gente con bajas rentas a adquirir conocimientos,
confianza y una vivienda, empezó entonces a inflamar la
imaginación de la gente en diferentes zonas del país y se
empezaron a construir muchas más casas. Jóvenes en paro
completaron un proyecto en Bristol (Zenzele). Otros arquitectos
han desarrollado distintas técnicas para conseguir el mismo
objetivo y el primer proyecto autoconstruido para alquiler
comenzó en Tower Hamlets en 1988 utilizando una de estas
variaciones. En marzo de 1995, se habían completado 36 proyectos
que proporcionan 214 viviendas y otros 20 que proporcionarán 200
viviendas están en construcción.
Actualmente se han establecido oficinas para promover la
autoconstrucción: Walter Segal Self Build Trust (Asociación para
la Autoconstrucción Walter Segal) fundada en 1987, la Community
Self Build Agency (Oficina de Autoconstrucción de la Comunidad)
en 1989 y la Young Builders Trust (Asociación de Jóvenes
Constructores) en 1994.
Algunos de los primeros proyectos fueron construidos por gente
que había estado a la cabeza de las campañas locales para
conseguir más viviendas, especialmente para solteros. Los
Brighton Diggers (Cavadores de Brighton) habían luchado durante
muchos años por que se reconocieran las necesidades de las
personas solteras, y lograron terminar sus viviendas en 1994. Más
recientemente, los grupos desfavorecidos de rentas bajas han
visto en la autoconstrucción la mejor respuesta a su problema de
vivienda, como en North Tyneside.
Grupos de minorías étnicas también han terminado proyectos,
incluyendo el Fusions Jameen en Lewisham.
Existe una serie de asociaciones de viviendas que han
promocionado la autoconstrucción como solución y han ayudado y
apoyado a grupos de autoconstructores. CHISEL Secondary Housing
Cooperative ha jugado un papel muy importante, pero al menos
otras doce han aportado estructura de apoyo y financiación
necesarias para que los grupos pudieran tener éxito.
Los proyectos individuales se han tenido en consideración como
ejemplos de Mejores Prácticas para Habitat II. La intención de
este estudio es proponer que el concepto de autoconstrucción en
sí mismo merece ser tenido en cuenta, paralelamente a la
consideración de proyectos concretos que ilustran cómo puede
hacerse mejor el proyecto para que funcione bajo diferentes
circunstancias.
Impacto cuantitativo y cualitativo
La autoconstrucción produce viviendas asequibles del mismo modo
que producen los promotores convencionales. El coste no es grande
y, en un emplazamiento difícil, puede ser considerablemente menor
debido a la sencillez de la cimentación y el diseño no
convencional.
Además el coste de la mano de obra que normalmente forma parte
del coste de construcción lo aporta el autoconstructor. El pago
por este trabajo puede posponerse a cambio de una reducción en
el alquiler de un 15-30%, lo que reduce el coste inicial de la
subvención, aunque no hay ahorro a largo plazo. Cuando se opta
por la vivienda en propiedad a bajo coste, el trabajo del
autoconstructor se traduce al final de la construcción en una
compensación entre el valor de la finca y la cantidad en que está
hipotecada.
La autoconstrucción no es una opción que se adapte a todo el
mundo, pero personas de ambos sexos, de todas las edades y de
todos los grupos sociales se han convertido con éxito en
autoconstructores. Puede ser tan eficaz como cualquier otro medio
de proporcionar viviendas a las personas que las necesitan,
creando oportunidades disponibles para gente sin hogar o dando
la posibilidad de cubrir sus necesidades a los hacinados
inquilinos de la vivienda pública municipal, y además dejan libre
la vivienda original para alquilarla a gente sin hogar.
Cada autoconstructor obtiene también conocimientos esenciales
sobre construcción. Puede establecerse una relación con los
niveles 1 y 2 de los National Vocational Qualifications (NVQ)
(Certificados de Aptitud Profesional Nacionales), de forma que
una vez construida la casa, se obtiene un certificado de
formación. Tras proyectos de autoconstrucción con éxito, se han
creado pequeñas empresas de gestión de suelo y de utilización de
papel reciclado como aislante.
Tan importante como eso es que los autoconstructores adquieren
confianza en sus propias habilidades, lo que les sitúa en una
buena posición a la hora de buscar cualquier tipo de empleo, no
sólo empleo en la construcción.
Las viviendas autoconstruidas en general son una intervención
favorable al medio ambiente. El tipo más común de construcción
es de estructura de madera con paneles y ventanas también de
madera, que logran altos niveles de aislamiento ahorrando unos
5.000 kilos de CO2 al año por vivienda de acuerdo con la
normativa de edificación. La utilización de madera de fuentes
sostenibles también ayuda a que el CO2 quede fijado en la
estructura y evitar que pase a la atmósfera. Como los
autoconstructores están expuestos directamente tanto al proceso
de construcción como al medio ambiente de la casa terminada, han
sido partidarios de minimizar el uso de productos químicos en
todas las fases del proceso de construcción y crear edificios
saludables.
Algunos autoconstructores pueden usar hormigón, que tiene mucha
energía acumulada, pero con un sistema constructivo que requiera
muy poca utilización de fuel para su funcionamiento.
Cambios en política o práctica
El primer proyecto autoconstruido para alquiler necesitó que la
Housing Corporation (Corporación de Viviendas) aceptara que las
casas construidas de esta forma iban a ser de tan buen nivel como
las casas convencionales y que el trabajo aportado por el
autoconstructor se valoraría como parte del coste del proyecto.
Hubo una resistencia inicial pero se llegó por fin a un acuerdo
en ambos temas en 1990. La autoconstrucción es ahora una parte
pequeña pero aceptada de los fondos de la Housing Corporation.
Existe un considerable potencial para un programa mucho mayor.
Los proyectos autoconstruidos han tenido también que salvar
obstáculos en su camino por parte de los departamentos
municipales de regulación de la edificación que no siempre han
aceptado que las técnicas de construcción fueran aceptables. Esto
continua siendo una cuestión de negociación local pero con el
aumento del número de proyectos establecidos en otras áreas
municipales, se está haciendo más fácil conseguir licencias para
nuevos proyectos.
Los mismos problemas han surgido con las autoridades de
planificación que han dicho que las propiedades aisladas no son
adecuadas para solares particulares. De nuevo esto supone una
dificultad que hay que salvar en las áreas nuevas, pero una mayor
experiencia y una selección más amplia de tipos de viviendas
autoconstruidas, está haciendo más fácil superarla.
Participación de los usuarios y residentes
La autoconstrucción requiere que los usuarios y futuros
residentes estén plenamente comprometidos. Todos los proyectos
de autoconstrucción incluyen consulta y formación esencial antes
de comenzar el trabajo en el lugar y un apoyo continuado a partir
de ese momento.
Aceptación y apoyo
El apartado anterior de "cambios de política" establece las
dificultades que han tenido que ser superadas para ganar la
aceptación de los propios proyectos.
También ha habido algunas autoridades locales que dijeron
inicialmente que la autoconstrucción no puede cubrir las
necesidades de vivienda de los más desfavorecidos. Actualmente
la autoconstrucción ha llegado a un amplio conjunto de personas
diversas de diferentes orígenes y con diferentes circunstancias
de vivienda, desde alojados en albergues para gente sin hogar y
hoteles de cama y desayuno a viviendas municipales existentes
pero en malas condiciones. No deja de ser verdad que los
autoconstructores tienen que disponer de tiempo y automotivarse,
pero esto ha sido posible gracias al ejemplo de los propios
autoconstructores, que demuestran que están lejos de ser un grupo
exclusivo.
Los programas municipales y del gobierno reconocen cada vez más
el doble beneficio de cubrir las necesidades de vivienda y
reafirmar la capacidad y la confianza en uno mismo.
Fomento de la colaboración
Los grupos de individuos formados para llevar a cabo la
autoconstrucción necesitarán encontrar suelo en el que construir
sus hogares, conseguir financiación para cubrir el coste de los
materiales de construcción, habérselas con los procedimientos
burocráticos de la normativa de edificación y el planeamiento
local y conseguir la Housing Association Grant (Subvención de la
Asociación de Viviendas) si quieren construir para alquilar a
precios asequibles. Algunas asociaciones de vivienda se han
especializado en ofrecer sus servicios a grupos de
autoconstructores para abordar estos problemas, creando una
colaboración con el grupo de autoconstructores que hace posible
que el proyecto siga adelante y los problemas sean superados.
Las autoridades locales han fomentado la autoconstrucción,
reservando suelo para los proyectos mientras se busca la
financiación, se establece el grupo y los edificios se diseñan.
Evaluación
Los conocimientos adquiridos por los individuos se convalidan
generalmente como NVQ (certificados).
La autoconstrucción ofrece un poderoso ejemplo de cómo los
individuos pueden cubrir sus propias necesidades con un menor
perjuicio para el medio ambiente. No obstante, la construcción
de viviendas para la gente sin hogar puede excluirles del resto
de las ayudas habituales de la sociedad: resuelve su problema de
vivienda pero no así el resto de sus problemas. La
autoconstrucción tiene la posibilidad de cambiar la vida de los
autoconstructores.
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