Ciudades para un Futuro más Sostenible
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Un modelo de desarrollo sostenible en un destino turístico maduro:
Lanzarote, Islas Canarias (España)
Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 1996, y catalogada como GOOD.
(
Best Practices Database.)
País/Country: España
Región según Naciones Unidas: Europa occidental (Turquía incluida)
Región ecológica: Zona costera
Ámbito de la actuación: Provincial
Instituciones: Gobierno local, gobierno regional, organismos
internacionales, organizaciones no gubernamentales (ONG),
organizaciones de base comunitaria (OBC) y sector privado (sector
informal incluido)
Palabras clave = Area edificada. Capacidad de carga. Desarrollo
económico. Plan General. Abastecimiento de agua.
Categorías = Desarrollo económico: capacidad empresarial.
Protección del medio ambiente: higiene ambiental; seguimiento y
control; reducción de la contaminación. Vivienda y usos del
suelo: industria de la construcción; normativa y ordenación
territorial (SIG incluido)
Contacto principal:
Comisión Lanzarote en la Biosfera
Amiogo de Portanous, 3.
Arrecife de Lanzarote
35500 Lanzarote, Islas Canarias España
Tel: 928 800367
Patrocinador:
Oficina del Plan Insular de Ordenación del Territorio
Canalejas, 11 3.
Arrecife de Lanzarote
35500 Lanzarote, Islas Canarias España
Tel 928 800367
Fax 928 800375
Socio:
Mario Alberto Perdomo
Coordinador de la Comisión Lanzarote en la Biosfera MAB-UNESCO
Amiogo de Portanous, 3.
Arrecife de Lanzarote
35500 Lanzarote, Islas Canarias España
Tel: 928 800367
Socio:
Leopoldo Díaz
Director de la Oficina del Plan Insular de Ordenación del
Territorio
Canalejas, 11 3.
Arrecife de Lanzarote
35500 Lanzarote, Islas Canarias España
Tel 928 800367
Fax 928 800375
R E S U M E N
La Isla de Lanzarote (800 km2 y 60.000 habitantes), Reserva de la
Biosfera desde 1994, constituye un ecosistema de origen volcánico
único en su especie con un paisaje excepcional. El crecimiento
turístico (182.363 turistas en 1980 y 1.165.680 en 1992) es un
riesgo para los equilibrios básicos de la Isla. El Plan Insular
de Ordenación Territorial de Lanzarote, desarrollado por el
Cabildo insular y aprobado y operativo desde 1991 delimita los
límites físicos, criterios de conservación del medio y una
estrategia de desarrollo sostenible. Se ha desclasificado el 60
por 100 de las plazas turísticas previstas (150.000 de 250.000).
En la actualidad se elabora el Plan Lanzarote en la Biosfera: una
estrategia de desarrollo sostenible en la Isla.
Inicio: 1991
Final: continúa
D E S C R I P C I Ó N
1. Descripción de la experiencia
La Isla de Lanzarote, Reserva de la Biosfera recientemente
declarada por la Unesco en 1994, constituye uno de los parajes
más hermosos y frágiles del archipiélago Canario. Lanzanrote es
un ecosistema de origen volcánico, único en su especie, que se
extiende por una superficie de 800 km2 y alberga una población de
60.000 habitantes. El crecimiento exponencial del turismo
experimentado en la isla en los últimos años supone un riesgo
evidente para la preservación del ecosistema isleño a la vez que
amenaza con consolidar el monocultivo turístico expulsando a las
formas de producción y cultura tradicionales.
Lanzarote conforma un paraje natural de singulares
características cuajado de endemismos biológicos altamente
valorado por su excepcional belleza. Junto con campos de lavas
históricas, como es el caso del parque nacional de Timanfaya, se
dan zonas de arenas eólicas (el Jable de Famara), ambientes
marinos y costeros. Coexisten en Lanzarote 586 especies y 37
subespecies de plantas vasculares, cerca de 200 especies de
líquenes, 35 especies de aves nidificantes.... La endemicidad es
muy alta en Lanzarote: 17 por 100 de las plantas vasculares, 60
por 100 de las aves nidificantes, el 40 por 100 de los insectos
y el 100 por 100 de los reptiles. En algunas zonas como los
Jameos del Agua, declarados Sitios de Interés Científico de las
26 especies de invertebrados acuáticos 14 son endemismos de la
isla.
Los usos humanos en la Isla también guardan rasgos peculiares de
interés y alcanzan una gran importancia paisajística. Los
principales usos tradicionales son la agricultura en enarenados
volcánicos, la cría de la cochinilla, la pesca y la industria
salinera tradicional.
La progresiva especialización de la isla ha ido desequilibrando
de forma preocupante la situación. De hecho el 75 por 100 de la
población trabaja en el sector servicios, significadamente el
turístico, el 14 por 100 en la construcción el 5,6 por 100 en la
industria manufacturera y tan sólo un 5 por 100 en la agricultura
y la pesca. En en corto período de una década el crecimiento del
número de visitantes (turistas) en la isla de Lanzarote
experimentó un crecimiento exponencial pasando de 182.363 en 1980
a 1.165.680 en 1992. Este crecimiento del negocio turístico
disparó las expectativas de los operadores inmobiliarios locales,
nacionales e internacionales. Fruto de ello fue un incremento
sustancial en la calificación de suelo desarrollada de forma
autónoma por los diferentes municipios de la isla en una carrera
por hacerse con la mayor porción posible del mercado potencial.
El número de plazas turísticas previstas por el planeamiento
municipal alcanzó las 250.000 amenazando con inducir una serie
de impactos ambientales gravemente lesivos para el mantenimiento
de los equilibrios básicos en la Isla y que amenazaban con
desbordar la capacidad de carga del ecosistema isleño.
Desde esta situación de partida el Plan Insular de Ordenación
Territorial plantea una reconsideración en profundidad del modelo
territorial vigente dirigiéndole hacia la consideración de
criterios de sostenibilidad que tengan en cuenta la capacidad de
carga del ecosistema insular comprendido en su globalidad. El
Plan Insular ha conducido inicialmente a la descalificación de
150.000 plazas turísticas previstas como punto de partida para
un modelo sostenible en la isla.
Las políticas clave contenidas en el Plan Insular son las
siguientes:
- Una opción de desarrollo cualificada y sostenible que parte
de preservar los valores naturales y paisajísticos de la isla a
largo plazo.
- Hacer viable un gobierno integrado del territorio
lanzaroteño, estableciendo directrices generales.
- Articular planeamiento y mercado, concertando las políticas
territoriales.
- Cualificar la oferta turística, principal actividad en la
isla.
- Basarse en la concertación intermunicipal, la cooperación
entre administraciones y en la colaboración público-privada.
- Elaborar un Plan gestionable, creando los instrumentos
necesarios para ello (Comisión Insular de Urbanismo).
- Desarrollar métodos de trabajo abiertos a la sociedad,
considerando como ejes centrales del Plan conceptos tales como
la preservación de la capacidad de carga del sistema insular o,
más aún, como el establecimiento de ciertos límites de cambios
aceptables para su población.
Una de las características del Plan ha sido el alto grado de
participación, concertación y consenso que ha presidido todo el
proceso de elaboración. El Plan mereció la distinción del Drago
de Oro concedido conjuntamente por el Gobierno Canario, la OCDE
y la Organización Mundial del Turismo (OMT).
Recientemente y coincidiendo con la designación de Lanzarote como
Reserva de la Biosfera se ha iniciado un nuevo ciclo de trabajo
y concertación cuya finalidad es la formulación del Plan
Lanzarote en la Biosfera: una estrategia de desarrollo sostenible
en la Isla cuyas bases ya han sido aprobadas por el Cabildo
Insular:
- Preservación y utilización sostenible de los recursos
naturales, la biodiversidad, el medio físico y el paisaje.
- Incentivar el desarrollo sostenible de la economía insular.
- Minimizar el consumo de recursos y la generación de residuos
en los sectores clave.
- Impulsar el desarrollo de las políticas territoriales y
ambientales contempladas en el Plan Insular territorial.
- Fomentar la recuperación del patrimonio cultural.
- Impulsar el desarrollo de las áreas formativas, culturales
y científicas en base al potencial natural y la cultura de la
isla.
- Favorecer un desarrollo insular compatible con unos niveles
de cohesión social deseables.
2. Situación anterior
El fuerte crecimiento del turismo en la segunda mitad de los
ochenta provocó una grave crisis en el excepcional y frágil medio
natural de la isla de Lanzarote así como en el equilibrio
sociocultural existente. Los crecimientos experimentados -se pasó
de diez mil turistas en los años setenta a más de un millón en
los noventa- produjeron un fenómeno de calentamiento económico.
El auge inmobiliario turístico hizo que de las pocas miles de
plazas existentes se superaran las cincuenta mil en 1990 (casi
una por isleño, 60.000 habitantes en aquellas fechas).
Las importantes expectativas del sector turístico, la carrera
iniciada por obtener beneficios en el corto plazo sin mirar el
impacto ejercido sobre el medio, impuso unos umbrales de
crecimiento que arrojaba un escenario inmobiliario con un parque
de alojamiento turístico de 250.000 plazas en el corto plazo.
En el plano socioeconómico el calentamiento producido por un
crecimiento acumulativo del PIB de 7 por 100 interanual disparó
la especulación y la carestía de la vida, dividiendo a la
población entre quienes participaban en el negocio
turístico-inmobiliario en alza y los que quedaban fuera de juego
sufriendo tan sólo el aumento de los precios.
En otro orden de cosas, Lanzarote se abocaba hacia el monocultivo
económico turístico, abandonando actividades productivas
tradicionales tales como la agricultura y la pesca. El proceso
de diferenciación social empieza a extenderse también entre
municipios turísticos y no turísticos y sus poblaciones.
Desde una perspectiva puramente espacial se produjeron una serie
de distorsiones provocadas por el desarrollo improvisado de las
nuevas áreas turísticas que se situaron al margen de la
estructura territorial preexistente. El boom turístico, las
expectativas brutales de crecimiento incentivaron la competencia
intermunicipal por captar el máximo crecimiento turístico en el
más breve plazo de tiempo posible.
Todo ello tuvo grandes repercusiones en cuanto a la degradación
del valioso y frágil patrimonio medioambiental de la isla por la
acción combinada de tres factores:
- Las ocupaciones y alteraciones provocadas en el medio por el
proceso urbanizador.
- Las generadas por la extracción incontrolada de materiales
y el abandono progresivo de cultivos.
- Finalmente, las repercusiones provocadas por los
desplazamientos de los turistas (un millón de visitantes en 1990)
a través de un medio físico caracterizado por su fragilidad.
En el plano sociocultural la rapidez de las transformaciones
descritas se tradujeron en una ruptura con las tradiciones
locales que no fueron sustituidas por una nueva cultura gestada
en un proceso evolutivo y capaz de articularse con una visión
consciente del futuro.
Un cierto vacío cultural se impone en estos años de vértigo
marcado por tres polos:
- El dinero que corre en abundancia.
- La frustración local ante los roles dominantes jugados por
gente venida de fuera que contrastan con las formas de vida
locales.
- La percepción social de una cierta complicidad en la
degradación de una cultura y un entorno fuertemente enraizado en
la cultura local.
Todo ello va configurando un futuro amenazado por una crisis
multisectorial. Las dinámicas existentes, más los fuertes
compromisos de crecimiento turísticos adquiridos hacia el futuro
tienden a agudizar las contradicciones en diversos campos y a
aumentar las crispaciones sociales a pesar de un aumento de la
riqueza que, por otra parte, se reparte de forma muy desigual
3. Situación posterior
- La aprobación del Plan Insular de Lanzarote sienta un marco
jurídico sobre el que apoyar el gobierno del territorio isleño
en la senda de la sostenibilidad. Máxime dada la unanimidad
alcanzada entre los diferentes sectores de la isla.
- Se ha reconducido el crecimiento de la planta hotelera
prevista en la isla mediante la descalificación de 150.000 plazas
turísticas en un proceso de concertación y negociación con los
diferentes sectores y agentes implicados.
- Se profundiza en la consolidación de la llamada "marca
Lanzarote" entendida como una oferta turística de calidad cuyos
ejemplos más significativos son los Centros de Arte, Cultura y
Turismo, obra de César Manrique en los que se integra naturaleza
e intervención del hombre.
- Se consolida la consideración del medio ambiente como eje
central de desarrollo, muy especialmente a través del Plan
Lanzarote y la Biosfera.
- La aplicación de criterios de sostenibilidad está siendo
asumida en materia de producción de energía en la isla para los
procesos de desalinización del agua. Si por una parte la
arquitectura vernácula incorpora fuertes elementos de gran
potencial bioclimático, las nuevas necesidades impulsan la
obtención de energía por medios renovables como es el caso de los
Parques Eólicos de Los Valles y Montaña Mina.
- Ha ganado fuerza la consideración del ciclo integral del agua
en el ecosistema lanzaroteño, aplicando procedimientos de
desalinización, depuración y reutilización del recurso hidríco.
4. Proceso
El Gobierno Insular establece desde un principio que el
desarrollo insular está siendo determinado, en última instancia,
por el vector del crecimiento turístico en la isla. Se barajan
tres escenarios.
- El escenario tendencial fruto de las políticas de crecimiento
cuantitativo descontrolado vigentes en el momento de su
redacción. Riesgo de provocar una concatenación de crisis
sectoriales que terminarían por degradar el patrimonio natural
y cultural de la isla y, con ello, sus mejores posibilidades de
futuro.
- En el otro extremo, el escenario de crecimiento 0, a partir
de la prohibición de incrementar el parque en una sola plaza más.
Opción inviable más allá de la proposición teórica por las
fuertes indemnizaciones a efectuar bajo tal hipótesis a los
agentes inmobiliarios implicados. Riesgo de generar crisis de
diverso tipo en una economía en plena expansión.
- Finalmente, el escenario sostenible, entendido como un
compromiso entre un cierto crecimiento controlado del sector
turístico y la preservación de los equilibrios básicos del
sistema insular, de forma que el desarrollo del primero no
desborde la capacidad de carga de la isla. Este escenario exigía,
en todo caso, una fuerte reducción de los crecimientos turísticos
previstos y la consideración a fondo de las compatibilidades
entre el desarrollo turístico y la preservación medioambiental
y social de la isla.
En una coyuntura marcada por la dinámica expansiva de los
ochenta, la introducción de los criterios contenidos en el Plan
Insular de Ordenación Territorial no podía hacerse de otra forma
que mediante un proceso de negociación-concertación intensivo y
extensivo que incluyera a los diferentes colectivos sociales,
administraciones municipales, agentes inmobiliarios y operadores
turísticos. El resultado del proceso fue la aprobación del Plan
por unanimidad en el Cabildo Insular.
El cambio de rumbo marcado por el Plan Insular constituye la
antesala para que, en 1994, se declare a la isla de Lanzarote
como reserva de la Biosfera dentro del Programa MAB de Naciones
Unidas.
A raíz de ésto, se elabora en la actualidad el Plan Lanzarote y
la Biosfera, entendido como el desarrollo de una estrategia de
desarrollo sostenible en la Isla.
Quedan abiertos numerosos retos, entre los que no son los menores
el hecho de pasar de una economía de crecimiento en plena
expansión a otra basada en la permanente rehabilitación y
mantenimiento de edificiaciones o infraestructuras y en la
necesidad de evitar el monocultivo turístico enriqueciendo y
equlibrando el desarrollo insular.
5. Puntos fuertes
- Haber frenado un acelerado proceso de ocupación intensiva de
suelo que se ejemplifica en la descalificación de 150.000 plazas
turísticas previstas en el Planeamiento urbanístico.
- Disponer de un instrumento de planeamiento territorial que
permita una gestión integrada del territorio.
- La puesta en valor del ecosistema insular
- Sentar las bases para un desarrollo sostenible en la isla que
articule desarrollo-mercado-capacidad de carga del ecosistema
insular.
- El amplio grado de participación y consenso en torno a los
objetivos del Plan.
- El respaldo de la población a las medidas contenidas en el
Plan.
- La declaración de Lanzarote como Reserva de la Biosfera, que
constituye un importante espaldarazo a las políticas aplicadas
y permite dar nuevos pasos hacia adelante.
- La puesta en marcha de una segunda fase en orden a consolidar
una vía sostenible al desarrollo isleño a través del Plan
Lanzarote y la Biosfera.
6. Puntos débiles
Entre los puntos débiles de la aplicación del Plan Territorial
cabe destacar las tensiones generadas entre los promotores
inmobiliarios renuentes a aceptar el nuevo marco que echa por
tierra numerosas expectativas de realización de beneficios.
En otro orden de cosas, es necesario cambiar el signo de los
flujos turísticos, actualmente dominados por la demanda de sol
y playa haciendo valer la extraordinaria singularidad del paisaje
y ecosistema de Lanzarote.
S O S T E N I B I L I D A D
- Compatibilidad entre medio ambiente y economía. Primar la
divulgación y procesos importantes de participación e
información.
- Superar la idea de crecimiento como paradigma de desarrollo.
- Inducir cambios favorables a la sostenibilidad a la hora de
abordar decisiones estratégicas. Intención política de avanzar
hacia la sostenibilidad desde una visión integrada y a largo
plazo del desarrollo local.
- Existencia de instrumentos de intervención coherentes con la
estrategia local de sostenibilidad: Plan Insular de Ordenación
del Territorio y Plan Lanzarote en la Biosfera.
- Amplitud y carácter integrado de la gestión local con
procesos de concertación público privado y de participación
social.
- Esfuerzo desarrollado a través de iniciativas acometidas en
dirección hacia la sostenibilidad local.
- Preservación de la biodiversidad y de los ecosistemas locales
sin desbordar su capacidad de carga.
- Mejora de la capacidad de prevenir y actuar contra los
riesgos ambientales (erosión.incendios....).
- Minimización hasta donde sea posible en el consumo de
recursos naturales.
- Minimización de impactos ambientales, emisiones y residuos
en los sectores e instalaciones de la economía local.
- Adaptación de la estructura urbanística al marco territorial.
- Racionalidad en la consideración de las necesidades sociales,
el crecimiento y la generación de nuevos impactos.
- Razonable relación de la utilización-rehabilitación del
patrimonio cultural y edificado, y de los nuevos desarrollos
urbanos.
- Vertebración social y, o cobertura de las necesidades
básicas: alojamiento, educación, trabajo, salud, cultura..).
- Mejora de la calidad de vida..).
- Preservación y enriquecimiento de la identidad cultural
isleña.
- Acceso a información, formación, y participación-influencia
en procesos locales y globales.
I N D I C A D O R E S
- 150.000 plazas turísticas declasificadas (el 60 por 100 del
crecimiento permitido)
- Apoyo a la diversificación económica.
- Plan Insular de Ordenación del territorio.
- Plan Lanzarote en la Biosfera para un desarrollo sostenible.
- Programas de excelencia turística.
- Planes y Programas de protección del medio natural.
- Experiencias de obtención de energía por medios alternativos
(energía eólica) para los procesos de desalinización de agua de
mar.
Este documento se ha editado a partir de una versión castellana.Revisado por Javier Echenagusía.