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Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 1996, y catalogada como BEST.
(
Best Practices Database.)
País/Country: Filipinas
Región según Naciones Unidas: Asia (Irán, Afganistán y Japón incluidos)
Región ecológica: Zona costera
Ámbito de la actuación: Provincia
Instituciones: Académicos y científicos, gobierno local, gobierno
regional.
Palabras clave = Zona costera. Ecosistemas. Gestión del medio
ambiente. Protección del medio ambiente. Desarrollo sostenible.
Categorías = Desarrollo económico: desarrollo de empresas (sector
formal y sector informal). Protección del medio ambiente: higiene
ambiental; rehabilitación ambiental; seguimiento y control;
reducción de la contaminación.
Contacto principal:
Hon. Edward S. Hagedorn, City Mayor
New City Hall
Puerto Princesa, Barangay Sta. Monica Filipinas
Patrocinador:
City Government of Puerto Princesa
Hon. Edward S. Hagedorn, City Mayor
New City Hall
Puerto Princesa, Barangay Sta. Monica Filipinas
Socio:
Palawan NGO Network, Inc. an umbrella organization of local NGOs
Hon. Edward S. Hagedorn, City Mayor
New City Hall
Puerto Princesa, Barangay Sta. Monica Filipinas
Socio:
Mr. Antonio Romasanta, Program Coord.
New City Hall
Puerto Princesa, Barangay Sta. Monica Filipinas
Socio:
Mr. Nelson D. Lavina, Ambassador to Keny
P. O. Box 47941
Nairobi, Kenia
254 2 721791; Fax: 254 2 725897
Inicio: 7/1992
Las aguas marinas de la ciudad son tan ricas como la vida marina.
El sesenta por ciento de los diez millones de población de la
metrópoli de Manila obtiene su suministro de pescado de Puerto
Princesa en particular y de Palawan en general. Realmente, muchos
de sus productos marinos - desde langostas a pepinos marinos y
algas - terminan en los mercados europeos, americanos y
asiáticos.
Pero las cosas están cambiando a gran velocidad. La extensa
superficie de la ciudad y sus ricas aguas marinas se han
convertido en imanes que atraen montones de inmigrantes de todo
el país. Y la incontrolada afluencia de población ha hecho
estragos en sus sistemas ecológicos. La tala ilegal de árboles,
los cultivos en suelo obtenido por la quema y destrucción de la
vegetación, las pescas perniciosas y con cianuro se convirtieron
en las nuevas formas de producción entre un nuevo grupo de
personas obsesionadas por la idea de hacerse ricas rápidamente.
En consecuencia, el manto forestal de Palawan, incluida la ciudad
de Puerto Princesa, se ha reducido drásticamente de ocupar un 75%
de suelo en 1976 al 50% en 1992. Dentro de sólo 30 años, 63.495
hectáreas de campos que una vez fueron verdes habrán sido
sistemáticamente devastados, a un promedio de unas 3.968,4
hectáreas al año y 10,87 hectáreas al día. Algunas zonas de la
ciudad empezaron a experimentar riadas durante las duras lluvias
del monzón. Por otro lado, la ecología marina sufrió una enorme
devastación debido a la pesca con palangre, dinamita y cianuro.
Se destruyeron valiosos arrecifes de coral y otros hábitats de
vida marina. Las cosas habían cambiado tanto que los precios del
pescado y otros productos marinos estaban superando cada vez más
la capacidad adquisitiva de los hogares normales. A este
deterioro del medio ambiente se añade la afrenta de la
indiferencia de quienes desde el gobierno parecían no ver ni oír
nada malo en la matanza ecológica que estaba teniendo lugar.
En julio de 1992, los habitantes de Puerto Princesa eligieron un
nuevo líder en la persona del alcalde
Edward S. Hagedorn. Éste,
afligido por la extensa devastación del medio ambiente,
estableció medidas inmediatas en contra y en este marco se
integra el Programa Puerto Bantay.
Uno de los elementos principales de Puerto Bantay es el Bantay
Gubat o Vigilancia Forestal que se ocupa de la protección,
conservación y rehabilitación de las zonas forestales de la
ciudad. El Bantay Gubat ha confiscado miles de pies cuadrados de
una pulgada de espesor de la mejor madera, cientos de pájaros
habladores, docenas de sierras mecánicas y camiones de troncos.
El Bantay Gubat también ha detenido a más de cien personas que
encontraron violando diversas ordenanzas forestales, y ha
iniciado causas legales contra 12 de ellos, uno de los cuales ya
ha sido condenado.
Para rehabilitar las áreas devastadas de los terrenos forestales
de la ciudad, el programa emprendió un plan de reforestación
masiva. Apodado "Pista Y Ang Kageban" o Fiesta de la Selva, este
plan ha movilizado a unas ocho mil personas de todas las
condiciones sociales en los tres años en los que se ha celebrado,
y ha sido un gran éxito no sólo en términos de número de árboles
plantados en realidad (aproximadamente 700.000 , con un índice
de supervivencia del 80% ), sino también en la definición de la
propia actitud de los habitantes de Puerto Princesa en lo
referente a plantar árboles y a su conservación.
Otro elemento fundamental del programa es el "Bantay Dagat", o
Vigilancia de la Bahía, cuyo papel primordial es la protección
y conservación de la ecología marina de la ciudad, emprendiendo
una persecución total contra la pesca ilegal y actividades
relacionadas con ella, en sus cuatro bahías principales, esto es:
Puerto Princesa Bay, Turtle Bay, Honda Bay y Ulugan Bay. El
Bantay Dagat ha detenido a 1.700 barcos pesqueros por violar
diversas leyes pesqueras y ordenanzas de la ciudad. Un barco (F/B
Robinson) por valor de 20 millones de pesos filipinos fue
confiscado en favor del gobierno de la ciudad. Se confiscaron
unos 15.000 kilos de pescado, incluidos los vivos, que se
descubrieron como captura ilegal. Los condenados suman cerca de
150.
En 1993, el gobierno de la ciudad asignó al programa 7,67
millones de pesos filipinos, lo que supone sólo 81,05 pesos
filipinos per cápita. El valor total del material y los bienes
confiscados ascendió a 40 millones de pesos filipinos, de este
modo el programa se convierte sin duda en un rotundo éxito. Para
1994, se ajustó su presupuesto a 6 millones de pesos filipinos,
también dos millones menos que el anterior. Esta disminución es
resultado de los menores desembolsos de capital debido a un
público mejor informado. Prueba de ello es una tasa cero de
delitos relacionados con el mar en Puerto Princesa Bay.
Animados por el éxito de los líderes de la ciudad en la
conservación de sus ricos recursos naturales, el Department of
Environment and Natural Resources (DENR) (Departamento de Medio
Ambiente y Recursos Naturales) ha transferido al gobierno de la
ciudad la gestión del mundialmente famoso St. Paul Subterranean
River National Park (Parque Nacional del Río Subterráneo de San
Pablo), junto con la Irawan Watershed (Cuenca de Irawan). Esta
transferencia de la administración nacional a la local es la
primera de su clase en la historia del país. El Parque Nacional
del Río Subterráneo de San Pablo es un parque natural de 5.753
hectáreas que alberga el que se considera el río subterráneo
navegable más largo del mundo. Desde la transferencia, se ha
convertido en el principal destino turístico de la ciudad.
El gobierno de la ciudad se guía por la Ley de la República
No.7611, también conocida como Strategic Environmental Plan (SEP)
(Plan de Estrategia Medioambiental) para Palawan. Todos los
aspectos de su desarrollo se compaginan para la correcta gestión
y utilización de recursos de manera sostenible, a través de la
protección de su medio ambiente.
Ahora puede decirse que es factible. Esperemos que todas las demás instituciones de gobierno del país lleven asimismo a su gente al convencimiento de que la conservación del medio ambiente no es negociable, si queremos que la humanidad sobreviva. Después de todo, todos nosotros vivimos en el mismo frágil planeta.
El programa asimismo dio fuerza a una ley nacional que prohibía
el cultivo en suelo obtenido por la quema y destrucción de la
vegetación. Antes podían verse fácilmente grandes cantidades de
hierba segada o campos y bosques quemados que asolaban miles de
hectáreas de suelo. Ahora esa clase de visiones desoladoras ya
no existen. El gobierno de la ciudad ha prestado apoyos
materiales y financieros a los granjeros afectados, tales como
subvenciones al arroz, establecimiento de fondos comunitarios de
tractores y carabaos, y medios de vida alternativos. Con ello,
el anti - kaingin ban (edicto anti - kaingin) fue nada menos que
un gran éxito.
El gobierno nacional delegó muchas de sus funciones y sus poderes en los gobiernos locales según el Código de Gobierno Local de 1991 (Ley de la República No.7160). El gobierno de la ciudad asimismo transfirió muchos de sus deberes, funciones y responsabilidades en el Programa Puerto Bantay al nivel de barangay (aldea) en reconocimiento de la voluntad y capacidad de este último para proteger el medio ambiente.
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