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Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 1996, y catalogada como GOOD.
(
Best Practices Database.)
País/Country: Pakistán
Región según Naciones Unidas: Asia (incluidos Irán, Afganistán y Japón)
Región ecológica: Montaña y alta meseta
Ámbito de la actuación: Pueblo
Instituciones: Agencias internacionales, Organizaciones No
Gubernamentales (ONG) y Organizaciones de Base Comunitaria (OBC)
Palabras clave = Participación de la comunidad. Tecnología de la
construcción. Educación. Asistencia sanitaria primaria.
Autogestión.
Categorías = Servicios sociales: educación; infancia y juventud.
Igualdad y equidad de género: posibilidad de disponer de los
recursos; toma de decisiones. Tecnología e instrumentos:
tecnologías adecuadas; investigación y desarrollo.
Contacto principal:
Shaban, Abid H.
300/2, Garden East,
Karachi, Sindh Pakistan
74550
92-21-7213797 / 7225574
akhbp@biruni.erum.com.pk
Patrocinador:
CIDA, NORAD & USAID among others through Aga Khan Foundation
(AKF) Pakistan
2nd floor Jubilee House,
I. I. Chundrigd
Darachi, Sindh Pakistan
74000
92-21-2411141 / 92-21-2410120
Socio:
Aga Khan Education Service, Pakistan
Merchant, Asif
300/2, Garden East, Ismailia Jamatkhana
Karachi, Sindh Pakistan
74550
92-21-7213797 / 7225574
Socio:
Aga Khan Housing Board for Pakistan (AKHBP)
Rehmat Ali, AKHBP
3 Ali House, Shaheed-e-Millat Road
Gilgit, Northern Areas Pakistan
(0572)2499
Inicio: 05/84
Final: 12/99
La mayor parte de la población vive en pequeños asentamientos
dispersos por las cuencas de los ríos, ocupados principalmente
en la agricultura para su sustento. La construcción de la KKH ha
transformado la vida en todos sus aspectos, abriendo la zona a
la influencia exterior. Esto está teniendo un rápido efecto en
la economía y la cultura indígenas, poniendo ambas en línea con
el resto de Pakistán.
En los últimos diez o quince años ha habido un gran aumento del
número de colegios y en la asistencia escolar en la zona, pero
los niveles de alfabetización son muy bajos, tanto que en Chitral
es un tercio de la media nacional o lo que es lo mismo de un 13%.
En particular este índice para las mujeres de Chitral es un
octavo de la media nacional, un 2%. Pocos, excepto los mayores
terratenientes, pueden vivir sólo de la agricultura, y la mayoría
de las familias han confiado durante mucho tiempo en aumentar sus
ingresos mediante el trabajo de uno o más de sus miembros
masculinos en otras zonas de Pakistán durante diversos períodos
de tiempo. Hasta hace relativamente poco, tampoco había educación
superior dentro de la región y todos los profesionales y los
licenciados universitarios se han educado en el sur.
Tradicionalmente el gobierno ha proporcionado la educación en la
región, utilizando un sistema de colegios gratuitos de primaria,
secundaria y más recientemente de educación superior. Estos
colegios, con paredes de piedra y cubierta de planchas onduladas
de hierro sobre armazón de madera, solían construirse en terreno
donado por la comunidad local, pero cada vez más el gobierno
tiene que comprar el terreno, según éste se va haciendo más caro
y escaso. En la región, al igual que en el resto del país, la
escolarización de las niñas se hace independiente de la de los
niños, excepto en las zonas en que el espacio está limitado o la
escasez de profesores obliga a la educación conjunta, restringida
también a los niveles de enseñanza primaria y secundaria.
La comunidad de Ismailia, concentrada en la mitad norte de las
Zonas del Norte y en la parte oeste de Chitral tiene la tradición
de crear colegios femeninos desde los años cuarenta, y esto ha
sido fomentado aún más con el Programa de Construcción de
Escuelas de Autogestión que comenzó en 1984 en las Zonas del
Norte y desde 1987 en Chitral. Estas escuelas, que funcionan en
paralelo a las escuelas estatales, están dirigidas por AKESP que
cubre todos los gastos de funcionamiento, pagando los padres sólo
unas cuotas simbólicas. La comunidad contribuye y participa en
la construcción de las escuelas. Éstas se construyen en cualquier
pueblo que esté preparado para participar en el programa, y se
incluye entre las instalaciones financiadas por los donantes.
En 1940, para conmemorar el Diamond Jubilee of His Highness Sir
Sultán Mohammed Shah Aga Khan III, la comunidad de Ismailia se
comprometió a crear escuelas de primaria para niñas. Muchas de
ellas fueron albergadas inicialmente en emplazamientos
temporales, aunque muchas se propusieron más tarde hacer
edificios construidos con este fin por la comunidad local.
Conocidas comunmente como Escuelas DJ, algunas de las primeras
escuelas se alojaron en habitaciones hechas de barro 'kutcha'
construidas por iniciativa de los lugareños. Las construidas en
los años sesenta constan normalmente de tres habitaciones
dispuestas en forma de L con una galería cubierta, y siguen el
modelo de las escuelas estatales de primaria. Aumenta la presión
sobre AKESP, que tomó la responsabilidad de la gestión de estas
escuelas en 1974, para ofrecer mejores ambientes de enseñanza en
las Escuelas DJ. En 1978 AKESP propuso la construcción de setenta
y una escuelas de tres habitaciones en las zonas del Norte. En
1981, esta propuesta llevó a tomar la decisión de construir en
cambio un prototipo. Mientras la escuela se estaba construyendo,
unas 11 comunidades se adelantaron y construyeron escuelas
totalmente por sus propios medios. Cinco comunidades obtuvieron
un plano de las, hasta entonces, inacabadas escuelas y
procedieron a construir sus escuelas basándose en ese diseño con
ligeras modificaciones, con materiales locales y técnicas
tradicionales. Desafortunadamente, se hicieron evidentes una
serie de fallos en la construcción, debido a la falta de
asistencia técnica, con el uso de técnicas tradicionales y
aplicándolas a una edificación pensada para hacerse aplicando
materiales y métodos sofisticados.
Sin embargo, el espíritu demostrado por estas comunidades fue muy
valorado por AKESP. La pregunta era "¿Cómo vamos a fomentar, no
financiar, la repetición de la escuela de Sherquilla por todas
las zonas del Norte y, al mismo tiempo, mantener cierto control
sobre el diseño de los edificios y la calidad de la
construcción?" El documento de trabajo que suscitó la cuestión
en enero de 1982 esbozó también propuestas para un Programa de
Autoconstrucción de Escuelas (SHSCP), apoyado por una asistencia
técnica que ha creado la base del actual programa en las zonas
del Norte, y más tarde en Chitral.
El principal objetivo del SHSCP era desarrollar un sistema que
pudiera mejorar el entorno educativo de las escuelas para niñas
en las zonas del Norte y en Chitral, en particular de las 100 que
por entonces estaban alojadas en emplazamientos temporales. Esto
iba a hacerse de forma que, apoyados en el entusiasmo y la
capacidad demostrados por las comunidades, se combinara la
asistencia técnica externa y su participación. Entre otras cosas,
esto implicaba que las escuelas tenían que ser capaces de poder
emplear trabajadores del lugar capacitados, y de ser construidas
rápida e idealmente dentro de un único período de construcción,
en lugar de prolongarse demasiado y quizá quedar sin terminar
cuando decayera el entusiasmo. Se esperaba también que el proceso
de construcción mejorara y afianzara los conocimientos sobre
edificación.
La escuela diseñada tenía además que ajustarse al terreno,
ajustándose su número a la lista reducida de sólo unos pocos
solares grandes disponibles. El diseño tenía que ser capaz
también de repetirse con el nivel de las escuelas desde las de
enseñanza primaria hasta secundaria y superior, contemplando la
posibilidad de ampliación de un nivel al siguiente.
Climáticamente, el diseño tenía que responder a los largos y
fríos inviernos así como a las radiaciones solares y el calor
durante los meses de verano. Se quería que los edificios
escolares presentaran una imagen distintiva, simbolizando el
compromiso y la actitud de las comunidades hacia la educación.
Se pensó que los colegios deberían tener la resistencia sísmica
adecuada. De hecho, se esperaba que en caso de terremoto, los
colegios darían refugio temporal a aquellos cuyas casas fueran
destruidas.
Cuando el SHSCP estuvo pensado y detallado, empezó a recibir
fondos de la Fundación Aga Khan (AKF) en 1983. Las primeras
subvenciones, para la construcción de 15 aulas, se concedieron
a 4 pueblos en enero de 1984 y la construcción comenzó hacia mayo
del año siguiente. Los requisitos de selección para la subvención
se basan en la voluntad de la comunidad de construir una escuela,
que tenga una existencia de tres años y comprenda un mínimo de
60 estudiantes incluyendo un 33% de estudiantes femeninas. El
pueblo tenía que donar un terreno de 150'x150' (45 x 45 m).
En resumen, los aldeanos son informados sobre el SHSCP y sus
procedimientos. Aquellas comunidades que necesiten escuelas para
sus pueblos y se consideren capaces de cumplir los requisitos del
SHSCP, hacen su solicitud de una subvención. Los Comités de
Coordinación del Proyecto (PCC) en Giblit y Chitral examinan
estas solicitudes, incluyendo visitas al lugar. El trabajo se
lleva a cabo en los pueblos por sus Comités para el proyecto,
creados especialmente con este propósito, con los que tienen
lugar todas las conversaciones. El trabajo se inspecciona
mediante visitas regulares de los técnicos ingenieros de la
AKHBP, que es la oficina de ejecución del programa.
El diseño de la escuela está compuesto esencialmente por 13
habitaciones, 16'x30' o 32' (de 5 x 10 m aproximadamente), que
puede construirse en una secuencia de cuatro fases de 3, 6, 10
y 13 habitaciones respectivamente. La construcción es de bloques
huecos, planchas y vigas de hormigón armado. Los aldeanos aportan
trabajo no especializado, arena, aditivos y grava, mientras que
el programa paga la obra especializada (albañiles, carpinteros,
etc.) y el cemento, el acero y la carpintería de taller.
De acuerdo con el informe de junio de 1995, entre 1984 y 1994,
se han concedido subvenciones para la construcción de 360 aulas
y 62 aseos en 41 pueblos de las zonas del Norte. De éstas, unas
334 aulas y 56 aseos se han terminado y 329 aulas y 56 aseos se
han entregado. Mientras que en Chitral, entre 1988 y 1994, se han
concedido subvenciones para 90 aulas y 14 aseos. De ellos, 72
aulas y 14 aseos se han terminado y entregado.
Hay un alto grado de satisfacción general con el programa entre
los propios aldeanos y un considerable orgullo y sensación de
triunfo. El éxito del programa parte de la auténtica necesidad
que sentía la comunidad y su esfuerzo, apoyo y participación con
las oficinas de servicio público para conseguirlo. Además el
compromiso total de colaboración acerca al programa el espíritu
de desarrollo colectivo.
En 1993, AKHSP decidió que los equipamientos sanitarios ofrecidos
desde 1979 a las personas alojadas en los viejos edificios
'kutcha' de alquiler debían ser mejorados mediante la
construcción de adecuados centros de salud independientes. Este
proyecto se determinó en vista del éxito del SHSCP y se puso en
práctica de forma similar. De este modo se concedieron siete
subvenciones para Chitral en 1993, y otras 6 en el año siguiente.
En las zonas del Norte, se subvencionaron 4 centros para 1994 y
5 para 1995.
Se han realizado sucesivas mejoras en el diseño de los dos
primeros proyectos. Ahora, el último proyecto con equipamientos
añadidos se ha emprendido como prototipo para una reproducción
futura. Este plan ofrece además viviendas para alojar al
visitante del centro de salud.
Lo bonito del programa es el dinamismo de su proceso de evolución. La investigación y el desarrollo tecnológico de la escuela se ha emprendido a principios de los años noventa para revisar los aspectos técnicos, funcionales y de rendimiento. El SHSCP ofrece a la comunidad tres tipos de tecnología de la construcción entre los que elegir. Actualmente se está emprendiendo una investigación y desarrollo más para intensificar el tratamiento del suelo, el rendimiento térmico y la multifuncionalidad de las escuelas y la integración más amplia de los aspectos técnicos y sociales del programa.
Uno de los objetivos expuestos de las nuevas escuelas era mejorar
la calidad de la enseñanza y del entorno físico académico. La
construcción de las nuevas escuelas ha traído con ellas personal
nuevo y cada vez más cualificado, lo que ha ayudado a mejorar la
calidad de la enseñanza. En las comunidades en que el programa
les ha animado a luchar por escuelas de secundaria o superiores,
ofreciendo así niveles de educación no disponibles anteriormente,
el efecto ha sido positivo evidentemente. Además, las nuevas
escuelas también han traído con ellas nuevo mobiliario y más
ayudas para la enseñanza, y esto también ha provocado un efecto
positivo en la calidad de la educación.
El programa ha formado a albañiles y carpinteros y ha aumentado
sus conocimientos mediante un programa de aprendizaje y estudio
práctico. La disciplina de trabajar según un pliego de
condiciones, probablemente sea el cambio más importante que ha
tenido lugar. A pesar de que el número de aprendices puede
parecer pequeño, para la región va a tener un gran impacto. Ya
el hecho de haber trabajado en el programa ha aumentado su
reputación y por consiguiente los sueldos que pueden pedir. Como
resultado, los albañiles que antes trabajaban por 90 rupias están
ganando ahora 120 rupias al día.
Para medir los efectos reales del programa, se han realizado
estudios de valoración con un éxito substancial, los evaluadores
del programa han señalado que el uso de materiales autóctonos
tendría un impacto considerable en la calidad de la construcción
en la región, puesto que la gente podría repetirlos utilizando
la tecnología adecuada en la construcción de los alojamientos.
Con dichos estudios de valoración el programa ha emprendido otros
estudios de investigación y desarrollo para profundizar más en
la tecnología y los métodos de construcción adecuados. Un
estudio similar para fomentar el uso de materiales locales
demostraría que, tanto económica como culturalmente, es
beneficioso para la gente del lugar y para la región.
SHSCP demuestra ser un programa dirigido a la comunidad que implica e integra a la gente y la comunidad para el progreso. A través de este programa la comunidad valora directamente la necesidad, y esta motivación les conduce a ayudar en la construcción aportando trabajo y animando a la comunidad en su búsqueda para educar a las generaciones más jóvenes, especialmente chicas jóvenes. El programa apoya un enfoque de desarrollo autosostenible para el progreso de la comunidad.
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