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Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 1996, y catalogada como BEST.
(
Best Practices Database.)
País/Country: Kenia
Región según Naciones Unidas: África (Norte de África y Madagascar
incluidos)
Región ecológica: Árido y semiárido
Ámbito de la actuación: Provincia
Instituciones: Gobierno central, gobierno local, organismos
internacionales, Organizaciones No Gubernamentales (ONG) y
Organizaciones de Base Comunitarias (OBC).
Palabras clave = Independencia económica. Creación de puestos de
trabajo. Formación.
Categorías = Erradicación de la pobreza: generación de ingresos;
creación de puestos de trabajo; formación profesional. Desarrollo
económico: formación de capital; creación de empresas (sector
formal y sector informal); espíritu empresarial. Igualdad y
equidad de género: disponibilidad de los recursos; plena
participación social; eliminación de trabas a la igualdad de
género (medidas de discriminación positiva).
Contacto principal:
Kibwezi Women Integrated Rural Development Group
P. O. Box 142
Kibwezi, Kenya
Patrocinador:
Council for Human Ecology, Kenya
P. O. Box 20360
Nairobi, Kenya
254 - 2 - 720399
oscar@tt.sasa.unep.no
Socio:
Kibwezi Women's Integrated Rural Development Group
Mann, Erica, Exec. Director, CHEK
Box 20360
Nairobi, Kenya
254 - 2 - 720399
oscar@tt.sasa.unep.no
Socio:
Adamson, Tynka, Hon. Sec., CHEK
Box 20360
Nairobi, Kenya
254 - 2 - 721159
Socio:
Muli Rhoda, Mrs., Chairlady KWRIDG
Box 142
Kibwezi, Kenya
Inicio: 1981
Después de reunirse muchas veces con los dirigentes de "mwethia"
y discutir con ellos las posibles formas de aumentar la
producción de alimentos y los ingresos en efectivo de las
mujeres, tomando en consideración la deficiente situación física
y psíquica en la que se encontraban, el Consejo decidió que era
necesario un método multidisciplinar, mixto e integrado, que
combinase la asistencia material, financiera y técnica. Las
mujeres necesitaban soluciones adecuadas a su situación y
capacitación para poder ayudarse a sí mismas, al tiempo que
también mejorar su pequeño terreno en común.
Muy poco se pudo hacer inicialmente en lo que se refiere a
participación de la comunidad. El estado de las mujeres excluía
cualquier cosa que no fueran acciones inmediatas para aliviar su
extrema pobreza, hambre y mala salud.
Una vez definida su capacidad de actuación, el CHEK emprendió dos
programas posibles que, no obstante, comprendían actividades
tradicionalmente reservadas a los hombres. Las mujeres
necesitaron mucho valor y desesperación para decidir que, en
ausencia de los hombres, intentarían dedicarse a la apicultura
y la fabricación de ladrillos. Más tarde, se estableció con mucho
éxito un programa de alimentación basado en la cría de cabras
lecheras en régimen de estabulación y, aún más tarde, cuando se
descubrió que los habitantes de Kamba comían pescado y conejos,
se construyeron unos estanques que se llenaron con crías de
tilapias y se puso en marcha un plan para la cría de conejos.
Todavía más tarde, se proyectó y construyó un comedor en un solar
en la ciudad de Kibwezi que el CHEK había adquirido para las
mujeres y en el que se había construido una fábrica de miel y
cera.
Tanto la ciudad como los grupos de mujeres prosperaron. Muchos más departamentos gubernamentales instalaron oficinas exteriores en Kibwezi, y se produjo la llegada de personas más y mejor formadas gracias a las actividades de las mujeres, lo que a su vez, aumentó la demanda de más y mejores instalaciones en la propia ciudad. Los comercios y negocios crecieron rápidamente en cantidad, tipo y calidad; se crearon bancos, clínicas privadas, peluquerías y tiendas de herramientas; se construyeron una mezquita, una biblioteca pública y un club de tiro. El mercado al aire libre ha crecido mucho, se ha canalizado el agua y de haber una sola vez a la semana, ahora hay todos los días. Muchas otras ONG han abierto oficinas en Kibwezi y ahora es habitual ver a jóvenes, motociclistas y expatriados de ambos sexos.
Las mujeres han aprendido a trabajar juntas, con el Gobierno y
las ONG, y son políticamente activas y hacen oír su voz. Ellas
pidieron la alfabetización de adultos y cerca de 5.000 adultos
se benefician de este progreso. Gracias a los programas de
alimentación basados en la cría de cabras en régimen de
estabulación se ha podido evitar cierta erosión y degradación
ambiental, y al mismo tiempo muchos niños tienen ahora su ración
diaria de leche de cabra.
Casi todas las mujeres tienen sus cuentas de ahorro bancarias y
muchas se dedican a diversos negocios. Ellas han demostrado
voluntad y capacidad para introducirse en el comercio, uilizando
técnicas que no sólo eran desconocidas e innovadoras para ellas,
sino que además pertenecían a la esfera de actividades masculinas
habituales. Las mujeres han empezado a sustituir las viejas casas
de barro por alojamientos más grandes y mejor construidos, envían
a sus hijas a la universidad y se permiten vestir y cortarse el
pelo a la moda. Los programas en los que participan fueron
adoptados por consenso. Las mujeres han logrado cambios en los
acuerdos institucionales y en el gobierno, con su participación
en un "mundo" hasta el momento exclusivo de los hombres. Y han
demostrado que pueden llevar con eficacia el proceso de toma de
decisiones. Como resultado, creemos que este programa puede ser
repetido en otras zonas del mundo y, si se cuenta con un grupo
de mujeres homogéneo y motivado, alcanzará el mismo éxito y
sostenibilidad.
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