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Buenas Prácticas > América Latina y el Caribe > Concurso Internacional 1996 > http://habitat.aq.upm.es/bpal/onu/bp161.html

Emancipación de comunidades pobres en Tegucigalpa - Gestión del abastecimiento de agua (Honduras)


Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 1996, y catalogada como GOOD. ( Best Practices Database.)
País/Country: Honduras

Región según Naciones Unidas: América Central y Caribe (incluido México)
Región ecológica: Tropical y subtropical
Ámbito de la actuación: Barrio
Instituciones: Gobierno central, gobierno local, agencias internacionales, Organizaciones No Gubernamentales ONG y Organizaciones de Base Comunitarias OBC.

Palabras clave = Participación de la comunidad. Retorno económico. Descentralización. Colaboración. Abastecimiento de agua.

Categorías = Infraestructuras: abastecimiento de agua potable.

Patrocinador:
Servicio Nacional de Alcantarillado y Agua (SANAA)
Apartado Postal 437
Tegucigalpa, Honduras
+504 322403/323444, fax:+504 328595

Socio:
Unidad Ejecutiva de Desarrollo de Barrios (UEBD)
Enamorado, Claro - SANAA
Apartado Postal 437
Tegucigalpa, Honduras
+504 322303/323444, fax:+504 328595

Socio:
UNICEF Honduras
Aasen, Bernt
Apartado Postal 2850
Tegucigalpa, Honduras
+504 315882

Socio:
IRC International Water and Sanitation Centre
P.O. Box 91930
The Hague, The Netherlands
2509 AD
+31(70)3314133; fax: +31(70)3814034
ircwater@antenna.nl


R E S U M E N

El Servicio Nacional de Alcantarillado y Agua (SANAA) ha llevado a cabo una alternativa innovadora a los servicios centrales de abastecimiento de agua; ayuda a los barrios urbanos de baja renta a establecer sus propias asociaciones de agua. Estas asociaciones instalan sistemas independientes de abastecimiento de agua, que los residentes pagan y del que son dueños, y que ofrecen un abastecimiento regular de agua a un coste por litro mucho más bajo que el agua comprada a los vendedores. Las comunidades toman parte en la construcción aportando trabajos no especializados y materiales locales. Las inversiones se comparten entre UNICEF, SANAA y la Unidad Ejecutora de Barrios en Desarrollo (UEBD), el Gobierno Sueco y la comunidad. Unos comités locales electos gestionan y financian el servicio después de la construcción.


Inicio: 01/87
Interrupción: Continúa


D E S C R I P C I Ó N


La capital de Honduras, Tegucigalpa, está situada en una escarpada zona de colinas. Tiene una población de aproximadamente 800.000 habitantes y crece a un ritmo del 5,2% al año. Los flujos de población mediante grandes inmigraciones han favorecido la creación de asentamientos urbanos pobres o 'barrios en desarrollo', donde vive ahora el 60% de la población del área urbana, lo que significa 480.000 habitantes.

El sistema de alcantarillado y abastecimiento de agua por tuberías de Tegucigalpa no llega a las comunidades densamente pobladas de las escarpadas colinas que rodean la ciudad. Extendiéndose por las laderas de colinas y montañas, la población en rápido crecimiento vive en comunidades por encima de los 1.150 metros de altura, hasta donde no es económico extender las principales redes de la ciudad.

La falta de infraestructuras básicas (abastecimiento de agua, sistema de saneamiento, drenaje de agua de lluvia, recogida de basuras) hace que las aguas residuales discurran perdidas por las calles enfrente de las casas y que el nivel del medio ambiente sea bajo. El 40% de la población que vive en esta zona de la periferia urbana no tiene acceso al agua corriente ni siquiera a los conductos verticales de alimentación de agua, y dependen fundamentalmente de comprar agua a los proveedores particulares que visitan los 'barrios' con camiones cisterna. Para el 80% de las familias, los gastos de agua representan entre el 11 y el 20% de su salario mensual. Vendedores y compradores de agua están muy preocupados por vender y tener agua, respectivamente. No hay control de la calidad del agua, a pesar de la enorme cantidad de dinero manejada por estos proveedores particulares de agua (UNICEF estimó el coste total para quienes compran agua de los vendedores en 1990, de entre 11 y 13 millones de dólares estadounidenses).

La población que vive en la zona del proyecto no tiene una educación escolar y el desempleo es grande. El trabajo se encuentra principalmente en el sector informal.

El Servicio Nacional de Alcantarillado y Agua (SANAA) ha llevado a cabo una alternativa innovadora al abastecimiento central de agua: ayuda a los 'barrios en desarrollo' a establecer sus propias asociaciones de abastecimiento de agua. Con la ayuda del SANAA, estas asociaciones instalan sistemas independientes de abastecimiento de agua, que los residentes pagan y del que son dueños, y que a la larga cuestan menos que la compra continuada a vendedores irregulares de agua. Las opciones de servicio de agua promovidas por la Unidad Ejecutora de Barrios en Desarrollo (UEBD) y SANAA son: venta directa de agua de la red principal de SANAA a las comunidades por medio de un medidor tipo; la construcción de pozos comunitarios provistos de bombas eléctricas, llevando el agua a un depósito comunal para su posterior distribución; y camiones cisterna de los centros de distribución de SANAA que llenan los tanques comunales. La comunidad distribuye el agua posteriormente y paga por el volumen distribuido. Las comunidades toman parte en la construcción del sistema de distribución local aportando trabajo no cualificado y materiales locales. También participan en los costes de la inversión y se encargan de la administración, el funcionamiento y el mantenimiento a través de juntas de agua locales.

En Tegucigalpa, el 33% de las familias tienen a una mujer como cabeza de familia; en los 'barrios' este porcentaje se eleva al 37%. Con el proyecto de UNICEF y SANAA, el agua es más barata, la carga de la recogida de agua disminuye y la higiene mejora. Las mujeres toman parte activa en el proyecto: emprenden actividades y la UEBD decide la tecnología a utilizar. Una asamblea general, a la que asisten más mujeres que hombres, elige las juntas de agua, organiza la autogestión y emplea personal local. Las juntas de agua locales dirigen el sistema y dan cuenta de su gestión a las asambleas generales. Las funciones remuneradas se reparten según el género: los hombres son operarios, las mujeres secretarias y encargadas de los grifos de pago o de los kioscos. En las 21 juntas de agua de la comunidad, 91 miembros son hombres y 40 mujeres. Cuatro juntas son totalmente femeninas. Las mujeres tesoreras de las juntas demostraron ser más cuidadosas que los hombres al usar los fondos en beneficio de la comunidad. Las mujeres ocupan un papel líder en el agua, más fácilmente que en otros aspectos, porque es una gran necesidad y ellas permanecen en su barrio durante el día, mientras que los hombres normalmente trabajan fuera. Las razones para el apoyo de las mujeres son tanto prácticas como estratégicas: autoestima, reconocimiento, nuevas habilidades. Las mujeres elegidas normalmente están apoyadas por sus maridos (cuando se presentan) y a la larga por la comunidad. Ellas tienen un trabajo doble, pero se las arreglan para organizar su tiempo.

Las inversiones se comparten entre UNICEF, SANAA y UEBD, el Gobierno de Suecia y la comunidad. Éstos cubren el apoyo a actividades relacionadas con el desarrollo institucional, la construcción de sistemas de abastecimiento de agua y el seguimiento de los aspectos técnicos y financieros de los sistemas en funcionamiento.

Se ha creado un fondo de inversiones con un enfoque social: la recuperación total o parcial de los costes de inversión de cada proyecto con el fin de invertir en nuevos proyectos de agua.

Este experimento es un primer paso para que las comunidades locales jueguen un papel mayor en el pago y gestión de su abastecimiento de agua, en lugar de que el gobierno suscriba el coste y gestión de los sistemas. Los clientes de los 'barrios' que normalmente tienen conexiones pagan 6 dólares estadounidenses al mes por agua, y tienen agua corriente en cualquier sitio de cinco a doce horas al día. A lo largo del mes, se estima que cada familia recibe entre 30 y 60 barriles de agua. A la tasa de 6 dólares estadounidenses, pagan entre 0,10 y 0.20 dólares por barril de agua, en comparación con los 1,75 dólares estadounidenses cuando lo compraban a los vendedores de agua. Los clientes de los barrios con kioscos gestionados por la comunidad compran agua en contenedores de 4,6 galones (17,4 litros), y normalmente pagan 0,01 dólares estadounidenses por cada uno. Así, estos clientes pagan unos 0,30 dólares por barril, aunque con el esfuerzo añadido de ir a los grifos públicos, esperar en fila y llevar el agua a casa. En general se utiliza menos agua en estas familias, lo que lleva a un gasto mensual en agua más pequeño que el que estos datos indicarían.

Dada la existencia de agua subterránea en '21 de Febrero', uno de los 'barrios' de Tegucigalpa, se excavaron tres pozos y se instalaron conexiones a casas. Cerca del 90 por ciento de las viviendas de la comunidad reciben agua del sistema, que se autofinancia. Según las condiciones establecidas por SANAA y UNICEF, la tarifa mensual de agua en el 'barrio' se ajusta para recuperar los costes de capital así como los gastos de mantenimiento y de funcionamiento, incluyendo los salarios de los encargados de los grifos, administración, reparaciones y electricidad para hacer funcionar las bombas. Los suscriptores pagan 2,20 dólares estadounidenses al mes al banco local que maneja la cuenta del comité de agua. Como el suministro se les corta a los clientes a los dos meses de no pagar, hay muy pocos que no paguen regularmente. La comunidad devuelve la inversión inicial, así que el dinero va a un fondo de inversiones que puede ser utilizado por otros 'barrios' para el abastecimiento de agua. Parte de la tarifa de agua se deposita también en un fondo utilizado para los proyectos de desarrollo de la comunidad, tales como obras en las carreteras o alcantarillado. La comunidad de '21 de Febrero' proyecta utilizar cerca de 43.000 dólares estadounidenses que tiene en el banco para construir su primer sistema de drenaje.

Los ahorros en los pagos del agua de los que se benefician todos los clientes participantes les permiten utilizar este dinero para otras necesidades básicas a las que de otro modo tendrían que renunciar. Para aquellas familias que están en mejor posición, este dinero les da la oportunidad de abrir pequeños negocios, aumentando aún más sus ingresos mensuales. En 1993, 37.000 familias tenían un suministro regular de agua.

Los factores que limitan el impacto y la extensión son que la UEBD tiene una naturaleza sectorial. La UEBD sólo tiene tres promotores que están a cargo de la dirección de la comunidad en el proceso de ejecución, promoción, organización, construcción y seguimiento del proyecto. La UEBD no tiene fondos independientes y depende de los del gobierno y otras instituciones y oficinas externas para su soporte.

Los resultados positivos expresados por las comunidades fueron:


Los 6 dólares estadounidenses, la cuota mensual de agua pagada por los clientes a las asociaciones locales de agua en los 'barrios' es mayor que la que pagan otros clientes conectados al sistema municipal, pero les asegura un servicio que de otro modo no habrían tenido y que ahora les pertenece, llevando a unos valores de la propiedad incrementados y mejores condiciones de vida y de medio ambiente. Existe la posibilidad de la recuperación total de los costes para todos estos sistemas. Una oficina de préstamos internacional ofrece un préstamo que puede reintegrarse totalmente dentro de un período de dos a cinco años, según los cálculos previos. El dinero 'sobrante' podrá entonces ponerse en un fondo de inversión para ayudar a la puesta en marcha de otro proyecto de abastecimiento de agua en otros 'barrios en desarrollo'.

Fuentes:

UNICEF, (1990) Ejemplo Urbano: Perspectiva de Futuro - abastecimiento de agua y saneamiento a áreas urbanas marginales de Tegucigalpa, Tegucigalpa, UNICEF-HO.

Espejo, N. y Farach, V. (1992) Proyecto de documentación participatoria del programa UEBD/SANAA de Barrios en Desarrollo en Tegucigalpa, Honduras: informe de progreso no.1, La Haya, Países Bajos, IRC.

Whitaker, H. (sin fechar, c. 1993) Participación, mujer y proyectos de abastecimiento de agua: marco para una metodología. Tegucigalpa, Honduras, UEBD y SANAA.

Pini, Robert (1992) Emancipación de Comunidades Pobres en Tegucigalpa. En Curso, vol.4 no.2 p.3-11.

Aasen, Bernt (1992) CHF y UNICEF ofrece posibilidades para la mejora del saneamiento urbano en Honduras. En nuevas zonas periurbanas. Mayo de 1992, pp.4-5.

Aasen, Bernt y Macrae, Alexander (1992). El modelo de Tegucigalpa: agua y saneamiento a través de la gestión comunitaria. En Cuestión crítica 1 del Agua, febrero de 1992.



S O S T E N I B I L I D A D


Uno de los factores más importantes que contribuyen a la sostenibilidad del sistema de abastecimiento de agua a barrios urbanos de baja renta en Tegucigalpa es la participación de los residentes a través de las organizaciones comunitarias. Con la ayuda de UNICEF y el gobierno, estas organizaciones están planificando, realizando y gestionando proyectos de abastecimiento de agua en los barrios de la periferia urbana. Muchos de estos 'barrios' no están reconocidos por el gobierno y la mayoría de ellos no tienen conexión a la red pública de agua que gestiona el Servicio Nacional de Alcantarillado y Agua (SANAA). La escasez y la mala calidad del agua están entre las principales causas de enfermedad y mortalidad en estos asentamientos mientras la diarrea es el principal problema de salud para los niños. Con el apoyo de UNICEF, en 1987 SANAA creó la Unidad Ejecutora de Barrios en Desarrollo (UEBD) para proporcionar agua a los 'barrios' pobres. En menos de cuatro años, 45.000 personas en 25 barrios de renta baja han recibido un suministro regular de agua doméstica.

Esto se consiguió a través de la venta de agua de la red existente a los depósitos de la comunidad, la perforación de pozos y el traslado en camiones de agua a los depósitos comunitarios. Algunas mujeres han participado también, ofreciendo su trabajo no cualificado durante los trabajos de construcción. El éxito del modelo de Tegucigalpa tiene más que ver con la emancipación de las organizaciones comunitarias que con la tecnología empleada. Los residentes no sólo participan: poseen y gestionan el sistema.

Otro factor de sostenibilidad es el reparto de los costes y la recuperación de los gastos. UNICEF aporta el equipo y los materiales básicos, la asistencia técnica y la infraestructura; UEBD y SANAA aportan los expertos técnicos; la comunidad aporta los trabajos no cualificados o medianamente cualificados y algunos de los materiales locales de escaso valor, además posee, mantiene y gestiona el sistema local. Una parte del valor de la ayuda prestada por UNICEF y UEBD/SANAA se considera como préstamos sin interés a largo plazo a la comunidad, que las juntas de agua de las comunidades devolverán a una cuenta especial de fondos de inversión de UEBD y SANAA.

Los recibos mensuales de agua de las familias tienen que cubrir los gastos de funcionamiento y mantenimiento del sistema, los gastos administrativos de la junta de agua, la devolución del préstamo de fondos de inversión y un margen para la sustitución de equipo y materiales. Sin embargo, aunque los residentes pagan menos ahora que lo que pagaban cuando tenían que comprar agua a los vendedores de agua particulares, aún pagan más que los barrios más ricos servidos por el sistema público de red de agua altamente subvencionado. El proyecto, sin embargo, puede justificarse sobre la base de que ahora los 'barrios' tienen fuentes de agua de confianza a un coste más bajo que antes, y sobre la base de la evidencia de que los pobres están preparados para pagar el valor total del agua, el UEBD está bajando los requisitos políticos para las subvenciones, lo que lleva a posibles cambios políticos. Gracias a la colaboración entre la comunidad y el gobierno y su rendimiento económico, el modelo de Tegucigalpa puede ser reproducido en otras zonas.


I M P A C T O




I N D I C A D O R E S




Este documento se ha editado a partir de una versión inglesa.
Traducido por M. Soledad Pascual Ortiz.


Revisado por Isabel Velázquez.

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