Intervención frente a los desastres en Cuba
Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 1996, y catalogada como GOOD.
(
Best Practices Database.)
País/Country: Cuba
Región según Naciones Unidas: América Central y Caribe (incluido Méjico)
Región ecológica: Tropical y subtropical
Ámbito de la actuación: Nacional
Instituciones: Académicos y científicos, gobierno central,
gobierno local, asociaciones profesionales.
Palabras clave = Ordenanzas de edificación. Participación de la
comunidad. Intervención frente a los desastres. Preparación para
casos de desastres. Prevención de los desastres.
Categorías = Preparación para situaciones de emergencia y casos
de desastres: planificación para casos de emergencia; sistemas
de alerta temprana; reducción de riesgos; reducción de la
vulnerabilidad (ordenanzas de la construcción y normativa de la
ingeniería); rehabilitación/reconstrucción; capacidad de
reacción.
Contacto principal:
National Staff of Civil Defense
18 & 7th Ave, Miramar
Havana, Cuba
Fax (537) 332780
cidcivil@infomed.fld.cu
Patrocinador:
National Staff of Civil Defense
18 & 7th Ave, Miramar
Havana, Cuba
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Llanes Guerra, Lic. Jose
18 & 7th Ave, Miramar
Havana, Cuba
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cidcivil@infomed.fld.cu
Socio:
Ministry of Public Health
Mas Valdes, Ing. Jaime
18 & 7th Ave, Miramar
Havana, City of Havana, República de Cuba
Fax (537) 332780
cidcivil@infomed.fld.cu
Socio:
Ministry of Constructions
Rodriguez del Pozo, Div. Gral. Guillermo
18 & 7th Ave, Miramar
Havana, City of Havana, República de Cuba
Fax (537) 332780
cidcivil@infomed.fld.cu
R E S U M E N
Defensa Civil es un sistema estatal de medidas de defensa, que
se ha puesto en práctica en tiempo de paz, con el objetivo de
proteger a la población y la economía nacional de los desastres
naturales y otras catástrofes. El sistema funciona en todo el
país y refuerza las labores de reparación urgente, búsqueda y
rescate en los núcleos de contaminación o destrucción.
El sistema está encabezado por el Presidente del Consejo Estatal,
que delega esta gestión en el Estado Mayor de Defensa Civil que
es responsable del cumplimiento de las medidas sobre defensa
civil y de la coordinación de los programas de ayuda y la
colaboración internacional en casos de catástrofes.
Inicio: 07/60
Interrupción: 07/67
D E S C R I P C I Ó N
La República de Cuba está formada por la isla de Cuba, la isla
de la Juventud y otros 1.600 enclaves y pequeñas islas, con una
extensión de 110.920 kilómetros cuadrados. Está situada en el Mar
del Caribe, a la entrada del Golfo de Méjico, extendiéndose desde
los 74 07'52'' W a los 84 57'54'' W, y entre los 19 48'36'' N y
los 23 17'09'' N.
El relieve cubano está condicionado por su ubicación en el arco
formado por las Indias Occidentales, en la zona de interacción
de las placas de América del Norte y el Caribe, por su situación
en el borde norte de la región de las selvas tropicales con gran
humedad, y por la influencia de las oscilaciones paleoclimáticas
de la Era Cuaternaria. Esto determina la heterogeneidad, la
complejidad, el carácter y la evolución de sus elementos
morfoestructurales y geofísicos.
El territorio nacional está sometido a la influencia de los
fenómenos naturales, comunes a la zona geográfica en la que se
sitúa, que determina su magnitud y la frecuencia de su
incidencia, que dependen fundamentalmente de su intensidad y
efectos colaterales en las características físicas,
socioeconómicas e históricas de este territorio.
Los fenómenos tecnológicos están presentes en relación con el
desarrollo industrial y la tecnología utilizada en el proceso
productivo empleado en el país.
Teniendo en cuenta la probabilidad de que ocurra un desastre
durante un determinado período de tiempo y en una zona concreta,
así como el potencial destructivo que afecta a las vidas humanas,
a sus propiedades o a la actividad económica, se han definido los
siguientes factores de riesgo:
Riesgos climatológicos
Los principales riesgos naturales a que se enfrenta la República
de Cuba son riesgos climatológicos, tanto por la magnitud de sus
aspectos destructivos, su frecuencia y su área de incidencia,
como por la intensidad con que afecta a la población y la
economía.
Durante la estación de tormentas, que en nuestra zona dura desde
el mes de junio hasta noviembre, una tormenta tropical afecta al
país cada año, y un huracán cada tres años como media, según
datos históricos desde 1800 hasta hoy.
Potencialmente, la parte oeste del país es la zona de mayor
peligro en cuanto a huracanes. Entre sus aspectos destructivos
se encuentran precipitaciones muy intensas (más de 100 mm en un
período de 24 horas), y fuertes vientos (más de 300 km/hora), que
provocan mayores pérdidas en vidas humanas y consecuencias
económicas, dependiendo de la frecuencia de su incidencia.
Riesgos geológicos
Cuba, como todas las Indias Occidentales, pertenece a la franja
sísmica que se une en América Central con la gran zona sísmica
del Océano Pacífico, siendo la zona este la más peligrosa. Otros
fenómenos geológicos que pueden afectar al país y podrían ser
extremadamente peligrosos son los corrimientos de tierras y
asentamientos localizados.
Riesgos sanitarios
Desde los años ochenta han estado presentes en Cuba factores de
riesgo muy peligrosos, importantes por sus peligrosos efectos
sobre la salud humana, los animales y las cosechas:
- La fiebre porcina africana;
- La roya de la caña de azúcar;
- El moho azul del tabaco;
- El dengue con hemorragia en seres humanos;
- La conjuntivitis con hemorragia (varias veces, la primera muy
explosiva) en seres humanos.
Se han tomado todas las medidas preventivas y de erradicación por
si se introdujera en el país el Cholerae Vibryum.
Riesgos tecnológicos
El crecimiento industrial y rural del país ha aumentado, y
también el número de actividades en las que se manipulan de una
u otra manera sustancias químicas peligrosas; por lo que también
ha crecido el transporte de estas materias. El cloruro y los
amoníacos son críticos, debido a su amplio uso en todo el país.
Vulnerabilidad del territorio nacional
Las condiciones de vulnerabilidad en Cuba se han reducido
considerablemente en los últimos treinta años. Las principales
razones de esta reducción son:
- La creación de un sistema de medidas de protección de la
población, la economía y el medio ambiente contra los efectos de
potenciales fenómenos destructivos.
- La incorporación de medidas de prevención y mitigación de
desastres en el proceso de planificación del crecimiento y las
inversiones.
- El desarrollo de un cuerpo legislativo para la utilización
de suelo, la regulación de aguas, bosques y obras de
construcción.
- El cumplimiento de medidas estructurales, tales como:
construcción de depósitos para garantizar el abastecimiento de
agua a la población, su empleo en industria y agricultura, y
también con un carácter regulador de las crecidas repentinas.
- La creación y el desarrollo posterior de sistemas de
vigilancia y alarma sobre los principales peligros que actúan en
el país, así como el fortalecimiento de las instituciones
científicas.
- La mejora de las condiciones de vida de la población en
sentido general y de los indicadores de salud y sociales.
Sin embargo, las mismas características socioeconómicas y
físicogeográficas anteriormente descritas, tienen en sí mismas
las causas de la actual vulnerabilidad de la población.
Vulnerabilidad de los asentamientos humanos debida a riesgos
climatológicos.
Todo el territorio nacional está potencialmente expuesto a
riesgos climatológicos. Como consecuencia de los aspectos
destructivos de estos fenómenos (vientos, precipitaciones y
penetraciones del mar), así como por la localización de los
asentamientos humanos y sus características constructivas, se
consideran vulnerables a:
- Destrucción de depósitos: 920.000 personas, lo que representa
el 9% de la población total.
- Derrumbamiento de edificios: 844.000 personas, lo que
representa el 6% de la población total.
- Inundaciones: 538.000 personas, lo que representa el 5% de
la población total.
- Penetraciones del mar: En nuestro país hay 232 zonas pobladas
situadas en 5 kilómetros de costa y a una altura inferior a los
5 metros sobre el nivel del mar. De este total, 63 se consideran
asentamientos urbanos y 169 rurales. Del total, 20 son puertos
y centros industriales importantes. Resulta significativo que 13
de las 32 ciudades más importantes de todo el país, con
poblaciones superiores a los 20.000 habitantes, se consideran
ciudades costeras, incluyendo la capital del país y Santiago de
Cuba. De estos asentamientos, el 30% ha sufrido los efectos de
las penetraciones del mar, y el 68% están situados total o
parcialmente a alturas inferiores a un metro sobre el nivel medio
del mar.
Vulnerabilidad de los asentamientos humanos debida a riesgos
geológicos.
Dos tercios del territorio nacional son susceptibles de sufrir
sismos cuya intensidad varía entre los VI y IX grados en la
escala MSK de 1978, y en ellos habita cerca del 40% de la
población cubana.
Los corrimientos de tierra afectan a niveles locales, donde vive
aproximadamente el 55% de la población.
Vulnerabilidad de los asentamientos humanos debida a riesgos
sanitarios.
Teniendo en cuenta los brotes epidémicos, se considera que en las
poblaciones humanas en ningún caso superan el 10% de la
vulnerabilidad de la población local.
Vulnerabilidad de los asentamientos humanos debida a riesgos
tecnológicos.
Cerca de 1.740.000 personas están expuestas a producciones
industriales tóxicas, debido a su utilización, almacenamiento o
transporte. Los trabajadores de industrias químicas peligrosas
y las poblaciones que viven en las zonas circundantes tienen un
nivel de protección adecuado.
Acciones previstas para reducir el nivel de vulnerabilidad.
El sistema nacional de Defensa Civil, a través de su Estado
Mayor, ha fijado la política a seguir para el período entre 1995
y 1999, dirigida a la reducción de los efectos de los fenómenos
potencialmente destructivos.
En la Conferencia Mundial sobre Reducción de Desastres Naturales,
que tuvo lugar el año pasado en Yokohama, Japón, se aprobó el
Programa de Actuación del Decenio Internacional para la Reducción
de los Desastres Naturales. De acuerdo con éste, dentro de los
objetivos mencionados se encuentran:
- Fortalecer y desarrollar los recursos humanos y la capacidad
logística institucional para controlar los desastres, aumentando
la movilización constante de recursos, por medio de la
formulación de proyectos (de colaboración técnica), de la
participación de agencias de Naciones Unidas, organizaciones no
gubernamentales y el sector privado (empresas mixtas,
asociaciones extranjeras autorizadas dentro del país y otras).
- Elaborar un plan nacional para la reducción de desastres, que
incluye la continuidad y desarrollo del Programa Técnico-Científico de Defensa Civil (programa de investigación
multidisciplinar para la reducción de desastres), el
perfeccionamiento del Plan de Medidas ante Desastres (planes y
respuestas de emergencia a diferentes niveles) y el
perfeccionamiento y la ampliación a otros riesgos de los
programas de educación y capacitación.
- Adoptar y desarrollar políticas y mecanismos de control y
ejecución, que garanticen la incorporación de medidas de
prevención y alivio en el proceso de desarrollo e inversiones en
planificación del crecimiento y las inversiones.
- Reforzar y desarrollar el Centro de Documentación y
Referencia de la Defensa Civil a nivel nacional, por medio de la
colaboración internacional, particularmente de las oficinas de
Naciones Unidas y las relaciones con otras instituciones
regionales e internacionales.
- Elaborar un amplio programa de experiencias científicas,
dirigido a continuar con la coordinación intersectorial y el
desarrollo de objetivos multidisciplinares para el control de
desastres, así como a permitir el intercambio de experiencias con
la comunidad científica internacional.
- Lograr la incorporación del país a los sistemas de alerta a
nivel mundial y regional, así como fortalecer y desarrollar los
sistemas de vigilancia, alerta y alarma rápida, para fenómenos
epidemiológicos, sísmicos y metereológicos.
S O S T E N I B I L I D A D
Durante más de treinta años, el sistema ha demostrado ser eficaz,
basando su sostenibilidad en la base legal creada en el país, en
lo que se refiere al control de desastres, por ejemplo:
La Constitución de la República de Cuba.
En su Artículo 98, h) dice: "Se otorgan atribuciones al Estado
Mayor para salvar vidas humanas y propiedades en los casos de
desastre nacional".
La Ley de Defensa Nacional.
En su Capítulo XIV se define el sistema de medidas de Defensa
Civil y se otorgan responsabilidades a los Presidentes de las
Asambleas Provinciales y Municipales de los Poderes Populares
como líderes de Defensa Civil en sus respectivos territorios.
Establece también que las medidas de defensa civil sean
coordinadas y ejecutadas por los organismos estatales, las
entidades económicas y las instituciones sociales.
En esta ley se establecen además las principales medidas que
deben cumplirse para la protección de la población y la economía,
que incluyen:
- La organización y ejecución de la alarma.
- La protección de seres humanos en las labores de protección.
- La distribución de medios de protección individuales.
- La evacuación de la población hacia lugares seguros.
- La distribución temporal hacia lugares menos peligrosos.
- La vigilancia y control de la contaminación química,
biológica y nuclear.
- La preparación de los ciudadanos sobre las políticas a llevar
a cabo.
- La regulación de las luces de emergencia y camuflaje.
- La protección de actividades, equipos, maquinaria, materias
primas, reservas de alimentos y medicinas, productos
biotecnológicos, fuentes de agua y reservas hidrológicas.
- Medidas agrotécnicas y fitosanitarias para proteger las
cosechas y la producción de vegetales.
- Medidas zootécnicas, veterinarias y de evacuación para
proteger a los animales y su producción.
El Decreto de Defensa Civil.
Como cuerpo legal específico referente a la defensa civil, define
ampliamente todos los aspectos relacionados con el control de
desastres en la República de Cuba.
La Ley de Inversiones Extranjeras.
Esta ley establece, en su Disposición Especial: "Las empresas
mixtas, inversores extranjeros y nacionales en contratos de
asociaciones económicas internacionales, y las empresas de
capital totalmente extranjero, son objeto de regulaciones
establecidas en materia de protección contra desastres naturales
y catástrofes".
El Decreto de Organización de la Gestión Central del Estado.
En este cuerpo legal se establece, entre los deberes de los
organismos estatales, el fortalecimiento de las medidas de
defensa civil.
Además, hay otros modelos, reglas y normativas, a nivel sectorial
y estatal, que se refieren a aspectos particulares relacionados
con el control de desastres, tales como:
- Normativa de Compatibilización: establece la consulta
obligatoria de todas las inversiones realizadas en el país al
correspondiente nivel de Defensa Civil, con el fin de imponer las
medidas que se deben cumplir para la prevención de desastres.
- Patrones Cubanos de Cálculo Estructural de Vientos: éstos
establecen las cargas básicas de viento en cada región del país
que deben tomarse para los cálculos estructurales de los
edificios.
- Patrones Cubanos de Cálculo Estructural para Sismos: éstos
fijan los parámetros de cálculo de edificios según la
zonificación sísmica del país.
- Patrones Técnicos de Ingeniería de Defensa Civil: establecen
las medidas que deben cumplirse referentes a los principales
aspectos económicos relativos a la prevención de desastres.
I M P A C T O
- Considerable disminución de los daños económicos.
- Considerable reducción de las muertes debidas a desastres.
- Edificios seguros para resistir catástrofes.
- Desarrollo económico más sostenible.
- Proyectos de urbanización menos vulnerables.
I N D I C A D O R E S
- El proyecto representa considerables ahorros de recursos para
el país debido a la prevención y la gestión de los desastres.
- El proyecto se apoya en la estructura legal completa del
país, basada en leyes, reglas y normativas.
- El proyecto se ha mantenido durante más de treinta años con
logros crecientes y sobresalientes.
Este documento se ha editado a partir de una versión inglesa.Traducido por M. Soledad Pascual.
Revisado por Isabel Velázquez.