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Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 1996, y catalogada como GOOD.
(
Best Practices Database.)
País/Country: Costa Rica
Región según Naciones Unidas: América Central y Caribe (incluído México)
Región ecológica: Tropical y subtropical
Ámbito de la actuación: Barrio
Gobierno central, organizaciones no gubernamentales (ONG),
organizaciones de base comunitaria (OCB)
Palabras clave = Participación de la comunidad. Tecnología de la
construcción. Preparación para casos de desastres. Terremotos.
Construcción de viviendas.
Categorías = Servicios sociales: educación; infancia y juventud.
Tecnología e instrumentos: tecnologías adecuadas. Vivienda y uso
del suelo: el problema de las personas sin techo; acceso a la
financiación de la vivienda.
Contacto principal:
Fundación Promotora de Vivienda (FUPROVI)
Santiago Jiménez, Jefe de Proyecto
San José, San José Costa Rica
1231-1002
Tel: (506) 285-2550
Fax: (506) 285-2589
Patrocinador:
Fundación Promotora de Vivienda-FUPROVI
San José, San José Costa Rica
1231-1002
Tel: (506) 285-2550
Fax: (506) 285-2589
Socio:
Comité Agrícola del Bosque de Limón
Manuel Zúñiga (FUPROVI)
San José, San José Costa Rica
1231-1002
Tel: (506) 285-2550
Fax: (506) 285-2589
Socio:
Comisión Nacional de Emergencias
Francisco Solorzano-FUPROVI
San José, San José Costa Rica
1231-1002
Tel: (506) 285-2550
Fax: (506) 285-2589
Socio:
Instituto Mixto de Ayuda Social
Santiago Jiménez-FUPROVI
San José, San José Costa Rica
1231-1002
Tel: (506) 240-37-33 / 240-39-55
Fax: (506) 236-51-78
Inicio: 09/91
Final: 01/92
Una de las comunidades de este programa fue la del barrio "El
Bosque", ubicado frente a la costa a 300 metros de distancia de
la orilla del mar de la playa llamada "Playa Bonita".
La topografía del terreno donde está ubicado el asentamiento es
irregular con pendientes, con un tipo de suelo limoso y que
contaba en ese momento con todas las obras de infraestructura
concluidas y las viviendas de igual manera habitadas por las
familias adjudicatarias.
Las viviendas construidas con estructura y paredes de madera
sufrieron la desestabilización de los pilotes de madera sobre los
cuales se cimentaban la estructura del piso y las paredes de la
vivienda de madera y por ende las paredes se inclinaron en
promedio 30 grados con respecto a la vertical.
La vivienda presentaba condiciones evidentes de inestabilidad
estructural que las convirtieron en módulos inhabitables. Cada
una de las familias improvisó un rancho, construidos de material
de desecho, latas y plásticos, en la parte del patio de su casa
para poder soportar las inclemencias de la naturaleza
temporalmente, y algunas de las familias afectadas se trasladaron
a vivir al salón comunal del Barrio.
Naturaleza del grupo
El grupo atendido era una comunidad desorganizada con graves
problemas sociales y de muy escasos recursos económicos, el
ingreso promedio en esa época era inferior al salario mínimo
fijado por ley.
Como todo proceso diferente y de cambio, al principio las
familias no estaban convencidas de la solución, sin embargo
cuando se inició la capacitación se fueron interesando y se
involucraron de lleno en el proceso. Durante el proceso
constructivo y el final de éste la participación y la solidaridad
experimentada fue muy buena y todas las personas se unieron en
un mismo fin.
No hay duda que los efectos obtenidos en cuestión de costos,
tiempo, cambios y capacidad de organización, cambio de mentalidad
y actitud son muy importantes para la aplicación de soluciones
a problemas similares en el futuro.
El uso de metodologías participativas, la aplicación de
tecnologías apropiadas y de muy bajo costo, los cambios en la
actitud de las personas y la capacidad de respuesta rápida
constituyen conceptos que deben ser sostenibles para toda acción
de atención de los daños ocasionados por desastres naturales.
Prácticas como estas son ejemplo de confianza en la capacidad de
las organizaciones, las familias y las personas en la solución
de los problemas.
El costo de construcción de las viviendas fue de ¢3.500.00
por metro cuadrado para finales de 1992, lo que se considera
extraordinario si lo comparamos con el costo promedio de esa
época de ¢13.000.00 por metro cuadrado. El costo del proyecto
fue únicamente un 26% del precio promedio de la construcción de
interés social de ese momento.
El costo de reconstrucción de las viviendas fue muy bajo,
producto del aprovechamiento de los materiales de la misma
vivienda y de la participación de las familias en el proceso.
El diseño planteado (tipo mecano) fue tan novedoso y práctico
que las familias lo aceptaron con toda facilidad y fueron capaces
de ejecutarlo con el mayor entusiasmo.
El grupo se organizó en muy poco tiempo y pudo capacitarse
para la construcción de los módulos y la organización del mismo
experimentando valores de solidaridad después de un evento
sísmico tan fuerte.
La reconstrucción de las viviendas se ejecutó en su totalidad
por parte de los miembros de la comunidad con la metodología de
autoconstrucción en ayuda mutua.
El tiempo de atención y de solución del problema fue de 4
meses, lo que fue el plazo muy rápido y se convirtieron en el
primer grupo de la ciudad en solucionar su problema de
reconstrucción después del sismo.
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