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Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 1996, y catalogada como GOOD.
(
Best Practices Database.)
País/Country: Chile
Región según Naciones Unidas: América Latina y el Caribe
Región ecológica: Montaña y alta meseta
Ámbito de la actuación: Metrópoli
Instituciones: Gobierno central, gobierno local, organismos
internacionales y sector privado (sector informal incluido)
Palabras clave = Aumento de la densidad. Política de vivienda.
Calificación del suelo. Segregación. Desarrollo urbano.
Contacto principal:
Ministry of Housing and City Planning of Chile
Av. Lib. Bdo. O'Higgins 924, 5th Floor
Santiago Chile
(56-2) 6382815 Fax: (56-2) 6392452
Socio:
Municipalities
Larraín, Patricio
Av. Lib. Bdo. O'Higgins 924, 5th Floor
Santiago Chile
(56-2) 6382815 Fax: (56-2) 6392452
Socio:
German Agency for Technical Cooperation (GTZ)
Icaza, Ana María
Av. Lib. Bdo. O'Higgins 924, 5th Floor
Santiago Chile
(56-2) 6382815 Fax: (56-2) 6392452
Este programa intenta recuperar los solares sin desarrollar en las zonas urbanas consolidadas, con una superficie no mayor a dos hectáreas, para darles un uso residencial de carácter social. Estos suelos pertenecen en su mayoría al Estado y a los Ayuntamientos. También se intenta recuperar las zonas residenciales en proceso de deterioro, situadas en áreas consolidadas, centrales y próximas al centro del Gran Santiago.
Inicio: 06/94
En este momento, se construyen cerca de 128.000 viviendas al año.
Por otro lado, lo que se ha señalado arriba, admite que se
estabilice el problema de la escasez de la vivienda, y que
influya directamente en el descenso gradual del déficit nacional
de viviendas arrastrado desde las décadas anteriores.
Sin embargo, si se analiza históricamente la relación entre la
política de vivienda y el desarrollo urbano, se llega a la
conclusión de que la prioridad que se ha dado a la reducción del
déficit de viviendas ha dejado en un segundo lugar la
planificación de la ciudad, hasta el punto de que muchas de las
ciudades del país han crecido más por la adición de viviendas que
por factores de funcionalidad y eficacia.
Junto a esto, es evidente la dificultad creciente de los
programas de alojamiento social para acceder a la propiedad del
suelo. Hoy en día, este problema ha llegado a ser crítico en las
grandes ciudades, en las que los proyectos realizados se
localizan en las zonas periféricas de la ciudad, y aumentan la
tendencia a la segregación socioespacial de la población
(especialmente de los sectores más pobres), al excesivo
crecimiento de las ciudades y a la generación de elevados gastos
sociales y económicos de las familias, que deben desplazarse para
ir al trabajo y para acceder a los servicios urbanos una vez que
tienen su propia vivienda.
Con respecto a lo anterior, es necesario recuperar los solares
existentes en el interior de la ciudad para el uso residencial,
y animar a la recuperación interior en vez del crecimiento
exterior. Esto implica hacer que las entidades locales y del
sector puedan realizar estas políticas a través de
microintervenciones.
De esta forma, el Programa intenta modificar la tendencia del uso
de los suelos periféricos de la ciudad en las que las
intervenciones para construir viviendas han provocado un elevado
coste debido a factores como el tamaño de los solares y su
situación técnica y legal.
En este sentido, el Ministerio de la Vivienda y del Urbanismo,
con el apoyo de la Agencia Alemana para la Cooperación Técnica
(GTZ), ha estado trabajando en la elaboración de un registro de
solares sin desarrollar en el Gran Santiago, con el propósito de
detectar la existencia de suelos en sectores consolidados de la
ciudad, que puedan ser utilizados en la construcción de viviendas
sociales.
El Programa de Registro de Solares para el Desarrollo Interior
en el Gran Santiago intenta promover un modelo de desarrollo
urbano que, junto al cuidado de las ciudades, pueda integrar las
cuestiones sobre el alojamiento con el objeto de crear una
política de vivienda que sirva como instrumento para el
desarrollo.
En este sentido, se intenta promover un uso intensivo del suelo
urbano, para utilizar mejor los servicios y la infraestructura
existentes, reducir el movimiento de la población, aproximar las
viviendas a los lugares de trabajo y contribuir al
fortalecimiento de los barrios existentes.
El Programa se inició en junio de 1994 con la creación de un
registro de solares disponibles a nivel de comuna, el análisis
de la capacidad de cada uno de los solares identificados para
alojar viviendas y la garantía de la situación legal de cada uno
de ellos. Esta fase terminó con la revisión de 11 comunas de las
34 que forman el Gran Santiago.
En marzo de 1996 comenzará la segunda fase del Programa con la
oferta para la construcción de viviendas sociales en solares de
propiedad pública con el acuerdo de los ayuntamientos. En el
reparto de las viviendas se dará prioridad a los solicitantes de
la propia comunidad para mantener las redes sociales existentes
y el asentamiento de la población dentro de su vecindario, y
evitar que se desplacen a otros sectores de la ciudad.
En la oferta se contempla la utilización de 46 solares de 9
comunas centrales y próximas al centro y 2 en comunas
periféricas. En cuanto al número de viviendas a construir, es
posible la construcción de casi 5.200 viviendas, que representan
cerca del 80% del número total de viviendas de promoción oficial
construidas anualmente en la región metropolitana de Santiago.
Para mediados de 1996, en la tercera fase, está pensado trasladar
a los pequeños grupos de "allegados" de diferentes comunidades
de la ciudad, de manera que puedan autogestionar
microintervenciones para la construcción de sus viviendas a
través de una subvención otorgada por el Estado. Esta fase
incluye la adquisición y la gestión de los solares por parte del
Estado, de los Ayuntamientos o de las propias familias sin hogar.
El Programa integra la participación de agentes públicos y
privados. En primer lugar, el Misterio de la Vivienda y del
Urbanismo interviene en el mercado del suelo de las zonas
consolidadas identificando los solares vacíos o en proceso de
deterioro, con el propósito de promover y facilitar el uso de
estos para la construcción de viviendas sociales.
En segundo lugar, los Ayuntamientos juegan un papel esencial con
la posible contribución de solares, haciendo que las condiciones
administrativas sean más flexibles, realizando ajustes en los
planes de regulación comunitarios y gestionando el Programa con
la gente de las zonas en las que se intenta realizar.
En tercer lugar, las empresas constructoras deben diseñar
soluciones de viviendas de bajo coste para la intervención a
pequeña escala.
El agotamiento de los solares para la construcción de viviendas
sociales en Santiago hace indispensable una intervención dentro
de la ciudad. De este modo se facilita la puesta en marcha de las
políticas de vivienda y la creación de mecanismos de intervención
en zonas urbanas consolidadas mediante proyectos a pequeña
escala.
La participación de los Ayuntamientos en este Programa permite romper una visión puramente sectorial y afrontar el problema de la vivienda a un nivel comunitario.
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