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Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 1996, y catalogada como GOOD.
(
Best Practices Database.)
País/Country: Chile
Región según Naciones Unidas: Sudámerica
Región ecológica: Montaña y alta meseta
Ámbito de la actuación: Barrio
Instituciones: Gobierno central. gobierno local, organismos
internacionales y sector privado (sector informal incluido)
Palabras clave = Aumento de la densidad. Política de vivienda.
Calificación del suelo. Pobreza. Segregación.
Patrocinador:
Ministry of Housing and City Planning of Chile
Av. Lib. Bdo. O'Higgins 924, 5th Floor
Santiago Chile
(56-2) 6382815 Fax (56-29 6392452
Socio:
Municipalities
Av. Lib. Bdo. O'Higgins 924, 5th Floor
Santiago Chile
(56-2) 6382815 Fax (56-29 6392452
Esta es una experiencia pionera en el país que se ha realizado en dos comunidades de la ciudad de Santiago y en la ciudad de Antofagasta (al norte del país). Este programa intenta buscar nuevas modalidades para que las familias con un bajo nivel de ingresos bajo puedan acceder al suelo, y trata de evitar que las familias se trasladen hacia los suburbios, manteniendo los mecanismos existentes de ayuda entre las familias que comparten el habitat.
Inicio: 03/94
Final: 03/96
Las familias "allegadas"
En Chile, la realidad muestra que las familias que carecen de
vivienda han encontrado que el fenómeno del "allegamiento" es la
principal solución a sus necesidades de alojamiento. Las familias
"allegadas" son las que comparten la misma parcela o la misma
vivienda. En la mayoría de los casos, una de ellas es la
propietaria de la vivienda y acoge a otras familias con las que,
en general, mantiene una relación de parentesco.
Las situaciones de "allegamiento" se iniciaron en el período de
1973 a 1989 como una solución espontánea para los demandantes de
vivienda que no tenían acceso al suelo urbano. En ese período
había poca inversión pública en los programas de alojamiento
social y una fuerte caída del nivel de ingresos de los sectores
más pobres.
El fenómeno masivo del "allegamiento" ha constituido el principal
punto de demanda de viviendas y atrae una especial atención por
parte de las políticas públicas desde 1990. según una estimación,
en 1992 esta demanda alcanzaba las 600.000 viviendas.
La modalidad del "allegamiento" provoca serios problemas en las
condiciones de vida de las familias que comparten el lugar, tanto
para las familias propietarias de la vivienda o de la parcela
como para la familia "allegada". Esto se manifiesta en el
hacinamiento y en la saturación de los servicios básicos. Sin
embargo, en muchos casos, a través de esta solución, hay una
importante relación de ayuda, especialmente en el caso de las
familias más vulnerables que no tienen la capacidad necesaria
para vivir de forma independiente, ya que esto supone un gasto
difícil de asumir.
Tradicionalmente, la alternativa de las familias "allegadas" para
solucionar su problema de vivienda ha sido solicitar una vivienda
a un programa de alojamiento social, y si alcanzan una puntuación
favorable, pueden acceder a una vivienda mínima en los sectores
periféricos de la ciudad. Sin embargo, el traslado a esos
sectores periféricos puede suponer unos gastos elevados para las
familias, especialmente en lo que se refiere al desplazamiento
hasta sus puestos de trabajo, al acceso a los servicios en
general y a la satisfacción de las actividades culturales,
sociales y recreativas.
Sin embargo hay diferentes situaciones respecto a esto, por
ejemplo las familias que pueden ser independientes y el gasto de
su traslado a otro lugar de la ciudad es pequeño; las familias
que pueden llegan a ser independientes, se trasladan a otro lugar
y pueden asumir gastos elevados; y las familias que no pueden ser
independientes ni trasladarse a los sectores periféricos de la
ciudad debido a los gastos que esto implica.
El acceso al suelo urbano y el aumento de la densidad
La política chilena de vivienda se caracteriza actualmente por
una elevada producción de viviendas sociales mediante el apoyo
de las subvenciones estatales. Se estima que se reparten 100.000
viviendas al año en todo el país.
Aunque esta producción de viviendas ha absorbido el déficit de
los últimos tres años, que era el resultado de la creación de
nuevas familias (60.000 al año), los obstáculos asociados a esta
producción y que afectan directamente a las familias en situación
de extrema pobreza están empezando a aparecer.
Es evidente la creciente dificultad de acceso a solares para
viviendas sociales. Este problema está empezando a ser crítico
en las grandes ciudades en las que los programas realizados se
localizan principalmente en las zonas periféricas de la ciudad
y se concentran sólo en algunos sectores.
Esta dificultad se convierte en:
Esto ha significado utilizar exclusivamente suelo en las grandes
superficies periféricas y la infrautilización de los solares del
interior de la ciudad debido a su elevado precio. En este
sentido, las ciudades muestran un uso del suelo irregular y
discontinuo, con zonas céntricas y próximas al centro que no se
utilizan y solares sin desarrollar.
Debido a ello, aparece la necesidad de recuperar los solares
existentes dentro de la ciudad para el uso residencial y de
promover el crecimiento interior de la ciudad por encima del
exterior. Esto implica que se posibilite la intervención a
pequeña escala de las entidades locales y del sector, teniendo
en cuenta que el Estado ha favorecido las acciones centralizadas
y a gran escala.
El Ministerio de la Vivienda y de Planificación de la Ciudad, con
la ayuda de la Agencia Alemana para la Cooperación Técnica (GTZ)
ha comenzado el Programa de Densificación Predial, como un
respuesta específica a las familias que viven en situación de
"allegamiento", dentro de una política urbana que busca limitar
el crecimiento de las grandes ciudades a través del aumento de
la densidad.
La experiencia se realiza en comunidades periféricas,
consolidadas, pobladas por gente de un nivel socioeconómico bajo,
con poblaciones originadas por las políticas y las actuaciones
estatales en las décadas de los sesenta y setenta y con una
importante presencia de "allegamientos". Por lo tanto, hay
comunidades que muestran un importante uso irregular del suelo
que oculta situaciones individuales.
El propósito del Programa es mejorar las condiciones de las
familias que comparten la vivienda o la parcela a través de la
mejora del uso del suelo, y empezar por las soluciones
residenciales existentes.
El Programa proporciona una solución mínima de vivienda, de casi
30 metros cuadrados, que puede ser ampliada, y una subvención
estatal que cubre alrededor del 90% de su valor y que permite a
la familia "allegada" permanecer como propietaria de una parte
de la parcela que comparte con la familia inicialmente
propietaria.
El Programa se realiza de la siguiente manera:
El Programa se basa en un principio de flexibilidad que trata de responder de una manera diferente y eficaz a las diversas situaciones de la ciudad, teniendo en cuenta los factores físicos de las parcelas y los factores socioeconómicos de las familias que las comparten.
Se ha limitado el crecimiento de la ciudad hacia la periferia,
y se ha permitido a las familias permanecer en su lugar original.
Se ha influido sobre el precio del suelo urbano dentro de la ciudad, mediante la construcción de viviendas sociales en su interior.
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