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Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 1996, y catalogada como GOOD.
(
Best Practices Database.)
País/Country: Chile
Región según Naciones Unidas: América del Sur
Región ecológica: Montañoso
Ámbito de la actuación: Nacional
Instituciones: Gobierno central, gobierno local, gobierno
regional, organizaciones no gubernamentales (ONG), organizaciones
de base comunitaria (OBC), sector privado (incluido el sector
informal).
Palabras clave = Infraestructura. Condiciones de vida.
Participación. Carreteras. Saneamiento.
Patrocinador:
Ministry of Housing and City Planning of Chile
Av. Lib. Bdo. O'Higgins 924, 5th Floor
Santiago, Chile
(56-2) 6395895 Fax: (56-2) 6392452
Socio:
Ministry Regional Secretary's Offices
Longas, Marcelo
Av. Lib. Bdo. O'Higgins 924, 6th Floor
Santiago, Chile
(56-2) 6395895 Fax: (56-2) 6335907
Socio:
Housing and Urbanization Service (HUS)
Retamal, Renán
Av. Lib. Bdo. O'Higgins 924, 6th Floor
Santiago, Chile
(56-2) 6395895 Fax: (56-2) 6335907
Se trata de un programa de consolidación urbana en los barrios donde la urbanización no está terminada debido a la falta de pavimentos que se está materializando en la pavimentación de las calzadas locales y la colocación de aceras con la participación activa y organizada de los residentes, los municipios y el sector privado.
Inicio: 10/94
Interrupción: es permanente
Históricamente ha habido siempre zonas urbanas sin pavimentar,
en calles cuya longitud total se estimaba en unos 8.000
kilómetros, cerca del 30% de las calles urbanas existentes en
toda la nación. Es importante mencionar que, en la actualidad,
el avance de esta falta de pavimentación se ha congelado gracias
la actual Ordenanza Pública que impone que las nuevas zonas
urbanas tengan que ser pavimentadas directamente por los agentes
responsables de la urbanización.
No obstante, el déficit acumulado en algunas zonas urbanas afecta
directamente a las familias que viven allí y contribuye a
aumentar los índices de contaminación ambiental, a arriesgar el
patrimonio público y privado y a obstruir el desplazamiento
normal de las personas y el drenaje del agua de lluvia.
Por otro lado, el aumento de los ingresos de las familias que se
ha producido en los últimos años y unido a la aspiración de la
población de mejorar sus condiciones de vida ha generado las
condiciones para que el problema de la pavimentación de las
calles se considere actualmente una prioridad.
Por esta razón, el Programa Participativo de Pavimentación se
inició y se lleva a cabo a la vez que los otros programas
tradicionales ya del Ministerio dedicados a la construcción de
calles urbanas y, con ello, se intenta superar la escasez de
pavimento en todas las calles.
Los objetivos del programa son:
En primer lugar están las entidades públicas del sector que
trabajan a nivel regional (Oficinas de la Secretaría Regional del
Ministerio y Oficinas Regionales del Servicio de Vivienda y
Urbanización), entidades descentralizadas a cargo de la ejecución
del programa en cada región.
En segundo lugar actúan los municipios que intervienen en el
proceso de difusión, la organización local y la elaboración de
proyectos a nivel comunitario.
En tercer lugar, los residentes organizados en comités tienen a
su cargo reunir colectivamente los requisitos para tener acceso
al programa.
Finalmente, están las empresas privadas que participan en el
diseño de los proyectos de ingeniería y en la materialización de
los trabajos seleccionados en las respectivas ubicaciones.
El programa se basa en los siguientes principios:
1. Redistribución y focalización: favoreciendo las inversiones
en las regiones y las comunidades repartidas proporcionalmente
en función del déficit probado en cada una de ellas, de su
situación socio económica, de su número de residentes y de su
capacidad de gestión. Estos parámetros se consideran tanto a
nivel regional como comunitario, asegurando los recursos para
cada comunidad y región a lo largo de todo el país.
Chile tiene 338 comunidades, de las que 71 han sido declaradas
de extrema pobreza por el Gobierno de la Nación. Más
recientemente, 333 han participado de los beneficios del
programa, lo que supone que el 10% del total de las comunidades
existentes han recibido el 38% de los recursos del programa
durante los dos primeros procesos de selección del proyecto.
2. Organización y participación: promoviendo la organización de
la población de manera que ellos puedan participar directamente
en la consolidación del desarrollo urbano de las zonas donde
residen, mediante una modalidad de proyecto de aplicación
colectiva. Esto se hace con la creación de los Comités de
Pavimentación que deben tener una representación legal propia o
de otras organizaciones de distrito formalmente constituidas.
Los Comités de Pavimentación están a cargo de completar los
requisitos del programa junto con los ayuntamientos respectivos
lo que incluye realizar una colecta previa como contribución a
la financiación de los trabajos de pavimentación.
3. Transparencia y flexibilidad: motivando un proceso de
solicitud, selección y distribución de la financiación de los
trabajos de acuerdo con un balance con conocimiento público y que
considera los siguientes elementos: las contribuciones generadas
por los Comités de Pavimentación y los ayuntamientos, la fecha
del grupo de viviendas y de la solicitud, la magnitud del trabajo
a realizar, el grado en que está cubierto el proyecto, cúal es
el número de viviendas que se van a beneficiar y el origen del
grupo de viviendas.
Es importante señalar que aquellas solicitudes que vienen de
zonas con ingresos bajos obtienen una puntuación adicional en el
proceso de selección y que además, la contribución que ellos
realizan junto a sus respectivos ayuntamientos es sustancialmente
menor y es equivalente al 50% de lo que se requiere normalmente
en la otras solicitudes.
Los beneficiarios, los ayuntamientos y los gobiernos regionales
participan directamente en este proceso a través de una solicitud
de participación en el programa y en la selección de los
proyectos que se van a construir en cada comunidad y en cada
región, de acuerdo con los factores considerados y el presupuesto
distribuido para cada uno de ellos. Por lo tanto, los proyectos
de los diferentes Comités de Pavimentación compiten por los
recursos disponibles en la zona en cada comunidad y, la
institución que representa al Ministerio en la región, está
encargada de la selección de los proyectos de acuerdo con la
puntuación obtenida por cada uno de ellos.
Actualmente, se está dando una cierta competitividad entre las
comunidades y las regiones para acceder a los beneficios del
programa. Esto les fortalece y les motiva para mejorar su
puntuación en la solicitud.
Las reglas y normas que estructuran el programa son objeto de
modificaciones en función de las necesidades de la población y
de las instituciones participantes, por lo que el programa se
mejora y se adapta a las necesidades reales y a las condiciones
de la población.
Los requisitos fundamentales para entrar en el programa son: las
calles para las que se presenta la solicitud deben carecer de
pavimento; deben tener una solución concreta para los servicios
básicos de suministro de agua potable y alcantarillado; deben
cumplir con unas medidas determinadas de ancho y largo
predefinidas por el programa, siendo la longitud máxima de 1.000
metros; las solicitudes se deben constituir en un Comité de
Pavimentación con representación legal propia o derivada de otra
organización del distrito formalmente constituida; deben tener
un proyecto de ingeniería para la pavimentación; y deben probar
que se va a aportar un ahorro mínimo hecho por los residentes,
que son los beneficiarios directos del trabajo.
La financiación de los trabajos de pavimentación se reparte
entre: los Comités de Pavimentación que contribuyen con un ahorro
mínimo, calculado en función del coste referencial total
(estimado) del trabajo y que corresponde a un 14% en el caso de
las calzadas, y a un 20% en el de las aceras; el ayuntamiento
respectivo que contribuye en la misma proporción; y el Ministerio
de Vivienda y Planificación Urbana que financia el 60% en el caso
de las aceras y el 72% en el de las calzadas, del total del
trabajo de pavimentación.
Una de las principales características del programa es la
rapidez. Se estima un período medio de nueve meses desde el
comienzo del proceso de selección de los proyectos hasta que
terminan los trabajos de pavimentación.
Por otro lado, la contribución de los Comités de Pavimentación
y de los Ayuntamientos permite al Ministerio aumentar su
capacidad para cubrir los trabajos de pavimentación. De la misma
forma, la participación del sector privado en la ejecución
directa de los proyectos y de los trabajos de ingeniería permite
al Ministerio optimizar su planificación, supervisión y
redistribución de las actuaciones de los recursos de cada zona.
La experiencia se considera un éxito ya que ha incrementado
significativamente tanto la cobertura como la focalización de los
trabajos de pavimentación en las diferentes zonas urbanas,
principalmente en aquellas donde vive gente con ingresos bajos,
y ha movilizado a la población de una forma responsable y
organizada para solucionar el problema de la pavimentación.
En este sentido, en cada proceso de selección se incorporan al
programa nuevos comités y más ayuntamientos y se financia un
mayor número de trabajos de pavimentación por todo el país.
La inversión del Ministerio ha sido de 47 millones de dólares en un período de 14 meses con tres procesos de selección de los proyectos. Si se añade la contribución de los Comités de Pavimentación y de los ayuntamientos, se estima que en el programa se han invertido cerca de 67 millones de dólares.
El Programa Participativo de Pavimentación ha canalizado una
parte importante de la demanda de pavimentación existente en las
zonas urbanas mediante un sistema de solicitud, selección y
distribución de los recursos, participativo, transparente,
objetivo, eficaz y permanente.
El programa ha tenido la capacidad de atraer al sector privado
para que realice la ejecución directa de los trabajos a través
de una modalidad de oferta y ha articulado diferentes entidades
gubernativas en su consecución.
La experiencia descansa fundamentalmente en los beneficiarios que de una forma colectiva y organizada, piden la pavimentación de las calzadas y las aceras de sus barrios mediante la solicitud que hacen al programa y, la intervención de las diferentes entidades central, regional y local, implicadas.
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