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Buenas Prácticas > Concurso Internacional > 1996 > http://habitat.aq.upm.es/dubai/96/bp059.html

La Metro Toronto: Excelencia en la administración y la gestión en la ciudad de Toronto (Canadá)


Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 1996, y catalogada como GOOD. ( Best Practices Database.)
País/Country: Canadá

Región según Naciones Unidas: América del Norte
Región ecológica: Continental
Ámbito de la actuación: Metrópoli
Instituciones: Administración regional

Palabras clave = Auditoría. Gestión de la vivienda. Ingresos bajos. Transporte público. Justicia social

Categorías = Servicios sociales: salud y bienestar, grupos vulnerables. Infraestructura: energía: uso y producción; acceso al transporte. Tecnología e instrumentos: sistemas de información (incluidos SIM, SIG y bibliotecas); instrumentos y sistemas de gestión.

Contacto principal:
Pamela McCombe (TTC)
1900 Yonge Street
Toronto, Ontario, Canada
M5V 3C6
416-392-8683

Patrocinador:
Municipality of Metropolitan Toronto
Robert A. Richards
55 John Street
Toronto, Ontario, Canada
M5V 3C6
416 -392-8683

Socio:
Departments, Agencies, Boards and Commissions; Metro Toronto
Hertz, Anne (Housing Registry)
20 York Mills Road, 3rd Floor
Toronto, Ontario, Canada
M2P 2C2
(416) 392-6125

Socio:
N/A
MacVicar, Heather
5 John Street
Toronto, Ontario, Canada
M5V 2C6
416-392-8952


R E S U M E N

La Municipalidad del Toronto Metropolitano está comprometida en la tarea de ofrecer servicios municipales de un alto nivel y de una forma económica y eficaz a los residentes de su región. Este compromiso se refleja en una serie de documentos claves de planeamiento tales como el plan oficial de la Metro, el plan estratégico y la imagen propuesta por la Metro Toronto para el siglo XXI. Por ejemplo, en su plan estratégico (mayo de 1991), el Gobierno de la Metro identifica la administración responsable como uno de sus cuatro principales objetivos para la siguiente década. La administración responsable se define como «la administración fiscalmente responsable del Toronto Metropolitano, en colaboración con todas las instancias administrativas, a través de una Junta abierta, responsable, dinámica y accesible dedicada a la protección del conjunto de oportunidades y posibilidades de la comunidad metropolitana y a la tarea de asegurar que se satisfagan las necesidades y aspiraciones de sus residentes (p. 9, Metro Strategic Plan)». El esfuerzo por conseguir la excelencia en la oferta de servicios se refleja también en la imagen propuesta por la Metro.

Al Gobierno de la Metro le gustaría ser reconocido como la instancia administrativa más respetada de Canadá. En términos funcionales, esta imagen implica ofrecer unos servicios municipales excelentes al menor coste posible.

De acuerdo con esta filosofía, la Metropolitan Toronto Corporation podría ser definida como una organización que aprende: el personal de la Metro está interesado en adquirir conocimientos sobre nuevas herramientas administrativas y de gestión, en aplicar estas innovaciones al contexto organizativo y en desarrollar la pericia y la experiencia en el uso de dichos instrumentos. En el corazón de esta organización que aprende, se encuentra el valor y el compromiso del personal para experimentar con nuevas formas de hacer las cosas, para aceptar riesgos calculados y aprovechar las ocasiones que se presentan con el fin de mejorar la oferta de servicio. En el corazón de esta organización que aprende, están personas creativas que, en ausencia de herramientas administrativas y de gestión reconocidas dentro del ámbito inmediato, desarrollan sus propios modelos de cara a la mejora administrativa.

El compromiso para la mejora continua de la infraestructura de administración y gestión del Gobierno de la Metro se refleja en todas las áreas de oferta de servicio, desde el planeamiento y los servicios humanos hasta el transporte público. El presente documento ofrece una selección de tres herramientas de gestión innovadoras que han conducido a una mejora en la oferta de servicios y a una mayor satisfacción por parte de los usuarios. La selección consiste en las descripciones respectivas de un registro central de ancianos en busca de alojamiento barato en el Toronto Metropolitano; de la remodelación funcional de la División de Servicios Sociales, los Servicios Comunitarios de la Metro; y del desarrollo y la aplicación de un protocolo de auditoría ambiental al sistema de transporte público del Toronto Metropolitano.




Final: en curso


D E S C R I P C I Ó N


El primer ejemplo de la Metro Toronto como una organización que aprende, es el registro central de alojamiento para ancianos. Se trata de un banco de datos centralizado que recibe solicitudes individuales para cualquiera de los trescientos edificios del Toronto Metropolitano que se ofrecen en régimen de alquiler variable adaptado a los ingresos. El uso de este registro central ha acelerado el ritmo al que la administración puede ofrecer a los solicitantes información sobre las viviendas disponibles. También ha permitido que los funcionarios dispongan de más tiempo para ayudar a los ancianos a identificar cuáles son las opciones de alojamiento más adecuadas a sus necesidades específicas. El registro mantiene una lista de espera de solicitantes de vivienda en conexión con cien agencias inmobiliarias. Por otra parte, el registro central de alojamientos ofrece a los promotores de viviendas en alquiler reducido, información sobre la demanda de alojamiento social en el Toronto Metropolitano.

El segundo ejemplo de mejora de la herramientas de administración y gestión en la Metropolitan Toronto Corporation es el protocolo de auditoría ambiental para el sistema de transporte público desarrollado por la Toronto Transit Commission, un organismo específico administrativo de la Metro. Este protocolo ofrece un perfil de diseño, alcance y actividades para llevar a cabo una auditoría ambiental general con la máxima eficiencia y eficacia.

El protocolo de auditoría consta de cuatro etapas principales:

  1. actividades previas;
  2. comprensión de los sistemas de gestión;
  3. recogida y verificación de información para la auditoría; y
  4. evaluación de las pruebas de auditoría e informe de conclusiones.
El protocolo atiende a aspectos tales como las emisiones a la atmósfera y el control de la calidad del aire, los vertidos de agua y de aguas residuales, el control de la contaminación, la gestión de desechos y de residuos peligrosos, el ruido y la vibración, la gestión del suelo, etcétera.

La tercera ilustración de la Metro Toronto como organización que aprende es la remodelación funcional de la Social Services Division (División de Servicios Sociales), los Metro Community Services (Servicios Comunitarios de la Metro), una unidad administrativa responsable de la organización de la asistencia social. A la hora de reestructurar las operaciones administrativas y el sistema de oferta social de este Departamento, el solicitante o receptor de asistencia social ha pasado a ocupar la posición central. Se han rediseñdo los servicios con la idea de crear vías efectivas de colaboración entre los proveedores de asistencia social y los organismos comunitarios, en un esfuerzo por conseguir un sistema más integrado de oferta de servicios al usuario. El personal dedica una gran parte de su tiempo a los usuarios, centrándose en sus necesidades de empleo, educación y formación, con el objetivo principal de fomentar su autonomía financiera. La introducción de nueva tecnología informática ha ayudado al personal a procesar las peticiones de asistencia social con una mayor eficacia y un menor nivel de errores.

Registro central para ancianos a la busca de vivienda barata en el Toronto Metropolitano


Fechas clave

Abril de 1985 - `Estrategia para la oferta de vivienda en el Toronto Metropolitano a ciudadanos de la tercera edad asistidos por la seguridad social´: borrador en el que se detalla la necesidad de un sistema coordinado que ofrezca información y orientación de cara a la demanda de alojamiento adaptado a los ingresos.

Febrero de 1986 - Acuerdo firmado por los representantes federales, provinciales y municipales de la promoción de viviendas para desarrollar y gestionar un registro central.

Noviembre de 1986 - Se forma el Comité Asesor para el Registro Central de Alojamiento para Ancianos [Seniors´ Central Housing Registry´s Advisory Committee] para supervisar el desarrollo y el funcionamiento del Registro.

Junio de 1987 - Se inaugura oficialmente el Registro Central de Alojamiento para Ancianos.

Situación anterior
Antes de 1973, sólo funcionaban dos agencias inmobiliarias públicas en el Toronto Metropolitano: la Ontario Housing Corporation [Corporación de Vivienda de Ontario] (familias) y la Metropolitan Toronto Housing Company Limited [Sociedad Limitada de Vivienda del Toronto Metropolitano] (ancianos). A mediados de los 70, la financiación pública se incrementó para fomentar la creación de programas de cooperativas.

Hacia 1985, más de setenta agencias diferentes recibían ayuda del gobierno en el Toronto Metropolitano, ofreciendo alojamiento en más de 31.000 pisos a familias y ancianos con ingresos bajos y medios.

La oportunidades de alojamiento de los usuarios aumentaron considerablemente. Sin embargo, como ninguna de las agencias inmobiliarias tenía acceso a la información sobre obras en curso o sobre disponibilidad de unidades aparte de las suyas, a los usuarios les resultaba difícil obtener una información completa sobre dónde podían obtener alojamiento adecuado a sus ingresos. Por añadidura, cada promotora tenía un impreso de solicitud y un proceso de selección de inquilinos propios. Aunque dichos procesos eran similares, los usuarios se veían obligados a rellenar impresos diferentes y a proporcionar la misma información financiera a cada agencia. Esto significaba una duplicación del esfuerzo por parte del usuario.

En el caso de las agencias inmobiliarias, una recesión económica a principios de los años 80 hizo aumentar la demanda de vivienda barata en la Metro. Aunque algunas agencias experimentaron un aumento significativo en el número de solicitantes, las que disponían de un parque de viviendas más antiguo tenían dificultades en llenar sus pisos vacíos. Disponer de un depósito central de solicitantes cualificados entre los cuales elegir se mostraba, pues, como una solución ventajosa tanto para las agencias inmobiliarias como para los frustrados usuarios.

La proliferación de unidades de vivienda y de listas de espera afectó también a las estrategias de financiación. Cada vez les resultaba más difícil a los promotores evaluar la demanda real de vivienda ya que las listas de espera de las diferentes agencias a menudo contenían nombres duplicados. Esto daba al traste con los esfuerzos de los funcionarios responsables de determinar el mejor uso del dinero destinado a la promoción de viviendas.

Situación después
Desde su inauguración en 1987, el Registro Central de Viviendas para Ancianos recibe aproximadamente 6.500 solicitudes anuales por parte de personas en busca de vivienda barata. Con una sola solicitud, las personas mayores pueden ahora optar a cualquiera de los trescientos edificios del Toronto Metropolitano que ofrecen un alquiler adaptado a los ingresos. Como los servicios del registro están automatizados, las solicitudes son procesadas rápidamente y la información sobre pisos disponibles es ofrecida de forma inmediata a los usuarios. La automatización permite al personal dedicarse más activamente a ayudar a las personas mayores a dilucidar sus necesidades de vivienda.

El registro mantiene listas de espera en conexión con cien agencias inmobiliarias diferentes. En cuanto un piso queda vacío, inmediatamente es ocupado por otro inquilino de acuerdo con las listas de espera correspondientes. Las agencias conectadas mediante ordenador con el Registro seleccionan a los inquilinos directamente de la lista de espera automatizada. Otras se ponen en contacto telefónico con los funcionarios del registro para obtener información sobre los posibles inquilinos. En 1994, unos 2.200 pisos vacíos fueron ocupados por personas de la lista de espera del Registro.

Por otra parte, el Registro tiene capacidad para ofrecer a los promotores una información más precisa sobre la demanda de vivienda social en el Toronto Metropolitano.
Recientemente se han establecido vínculos electrónicos con otros servicios de información del Toronto Metropolitano. El tener acceso a la base de datos del Centro de Información Comunitaria del Toronto Metropolitano [Metropolitan Toronto Community Information Centre] permite al personal del Registro transmitir a las personas mayores la información sobre la gama de servicios de todo tipo disponibles en la comunidad. Por otra parte, el personal de los centros locales de ayuda para la vivienda utiliza su vínculo electrónico con la base de datos del Registro para estar al tanto de la información al respecto y para ayudar a sus usuarios a identificar las localizaciones que mejor se ajustan a sus necesidades de vivienda.

Durante los siete años de funcionamiento transcurridos, el Registro ha colaborado no sólo con los proveedores de vivienda, sino con un número creciente de organizaciones sociales que ofrecen asistencia a las personas mayores que residen en el Toronto Metropolitano. Entre éstas se incluyen aquellas organizaciones étnicas que ofrecen ayuda sanitaria y social a personas mayores que hablan idiomas diferentes del inglés. El personal de estas organizaciones ayuda a los funcionarios del Registro en las labores de traducción y en la identificación de las necesidades de sus usuarios. Por su parte, el personal del registro acude a los centros comunitarios y a otras sedes de organizaciones para ofrecer información directa sobre el acceso a la vivienda.

Estrategia
En abril de 1985, los promotores de viviendas, junto con la Metropolitan Toronto Housing Company Limited establecieron un comité de trabajo para estudiar la viabilidad de la elaboración de una lista de espera administrada de forma centralizada que incluyera personas mayores con derecho a vivienda en el Toronto Metropolitano.

En octubre de 1985, tras consultar con los usuarios, los proveedores de vivienda y los grupos comunitarios, se llegó al acuerdo de que debía establecerse el Registro Central de Vivienda para Ancianos como organismo de base comunitaria que prestara asistencia a ciudadanos mayores, proveedores de vivienda y promotores. El registro sería gestionado por la Metropolitan Toronto Housing Company Limited, una división de Departamento de Servicios Comunitarios del Toronto Metropolitano.

En febrero de 1986, se elaboró un borrador de propuestas para la financiación del Registro. Dado que el apoyo financiero para la vivienda social provenía de las administraciones federal y provincial, los costes de funcionamiento del registro debían ser compartidos por ambas instancias. Se acordó que los costes iniciales de desarrollo fueran asumidos por la Metropolitan Toronto Housing Company Limited, quien se encargaría de gestionar el proyecto. Estos costes serían pagados luego conjuntamente por las administraciones federal y provincial.

A través del proceso de consulta, se hizo evidente que todas las funciones del Registro debían estar automatizadas con el fin de procesar el aumento de solicitudes previsto y de ofrecer información detallada sobre el número creciente de edificios destinados a personas mayores. Durante un periodo de dieciocho meses, se diseñó y se creó un nuevo sistema informático al servicio de las operaciones del Registro.

Durante aquel mismo período, el personal de Admisión de la Metropolitan Toronto Housing Company Limited se estuvo preparando para convertirse en personal de la Senior´s Central Housing Registry. Además de preparación informática, se organizaron visitas a otros organismos dedicados a la vivienda. Por otra parte, la delegación local de la Ontario Housing Corporation asumió la responsabilidad de procesar las solicitudes de las personas no ancianas como intermediaria de la Metropolitan Toronto Housing Company Limited en el caso de las unidades promovidas por ellos para familias y personas adultas solteras.

En noviembre de 1986, se formó un comité asesor para ayudar a la elaboración y la puesta en marcha del registro. Dicho comité está formado actualmente por usuarios, representantes de los ancianos, proveedores de vivienda sin ánimo de lucro y en régimen de cooperativa, así como por representantes de los proveedores de vivienda más importantes del Toronto Metropolitano y por promotores inmobiliarios. Esta variedad de miembros refleja la creciente diversidad de la población del Toronto Metropolitano.
Clarificar la asistencia financiera para el funcionamiento del Registro resultó ser el aspecto más dificultoso durante el proceso de creación del mismo. Gracias al apoyo de los políticos municipales y de los funcionarios con más experiencia de la administración se pudo superar con éxito el transitorio bloqueo de la financiación que se produjo en 1988. Se confirmaron entonces unas nuevas disposiciones financieras, entre las que se incluía el compromiso de una contribución financiera al presupuesto del registro por parte de la Municipalidad del Toronto Metropolitano.

En estos momento prosiguen los esfuerzos para agilizar los procesos, incrementar la información automatizada y ofrecer una gama más amplia de información que ayude a responder a las cambiantes necesidades de la población del Toronto Metropolitano.

Protocolo de auditoría ambiental - Comisión de Transporte Público de Toronto [Toronto Public Transit Commission]

Situación anterior
En 1990, el organismo encargado del transporte público del Toronto Metropolitano, la Comisión de Transporte de Toronto [Toronto Transit Commission (TTC)], estaba dedicada fundamentalmente a proporcionar servicios a sus usuarios. Los controles de gestión de aquellos aspectos ambientales usualmente asociados con el transporte público, tales como el ruido y las vibraciones producidas por el funcionamiento de las vías del TTC ya estaban en marcha, a la vez que se preparaban programas para evaluar nuevas tecnologías y nuevos vehículos potencialmente más seguros desde el punto de vista ambiental. Sin embargo, no existía una percepción generalizada de las consecuencias ambientales asociadas al funcionamiento de un organismo dedicado a la gestión del transporte público. Por ejemplo, siendo el principal consumidor de combustible diesel del área metropolitana, no existía un suficiente reconocimiento por parte de este organismo de las consecuencias derivadas de unas malas prácticas en el uso del combustible que habían producido contaminación por hidrocarburos en varios lugares. Como parte de una estrategia global destinada a atender a la gestión ambiental, en 1993 y 1994 se llevó a cabo una auditoría ambiental generalizada. Una parte integral de esta auditoría fue producto de un protocolo de auditoría y de unas normas de funcionamiento que pueden ser aplicadas en el futuro a la evaluación de otras instancias dedicadas al transporte público. Esto contribuirá al avance de los estándares ambientales y de gestión ambiental tanto de la industria en general como de otros sectores de la industria del transporte. Una gestión ambiental global y segura de las propiedades destinadas al transporte público es un factor fundamental que contribuye a recalcar la necesidad de que las áreas urbanas sean más habitables.

Situación después
La auditoría ambiental de la TTC ha provocado un incremento de la conciencia sobre los temas ambientales por parte de las tiendas, garajes y talleres. Una vez se hubo completado la auditoría, se formó un grupo de apoyo al sistema para llevar a cabo las recomendaciones (un total de 2.000) identificadas gracias a la auditoría.

Con el fin de asegurar que las recomendaciones se llevan a cabo, se han desarrollado sistemas de medición del funcionamiento, consistentes en la asignación de cada tarea a un jefe de departamento y en la elaboración de un calendario y un presupuesto. Cada rama es responsable del seguimiento de sus tareas específicas y debe presentar un informe mensual a sus instancias superiores de gestión.

Pasarán varios años antes de que todos los problemas identificados por la auditoría sean rectificados. La auditoría ha servido de trampolín para situar en un primer plano las consideraciones ambientales a la hora de gestionar un sistema de transporte público. El seguimiento del progreso de la auditoría a través de los informes mensuales dirigidos a las instancias superiores permite que los temas ambientales se conviertan en parte integral de las operaciones cotidianas de la TTC.

Estrategia
Durante un día laborable normal, la TTC transporta más de 1,2 millones de viajeros en su red, que proporciona servicio a un área de 630 kilómetros cuadrados, con una población de aproximadamente 2,3 millones. Con una flota de vehículos de pasajeros de más de 2.400 autobuses, tranvías, vagones de metro y vehículos de transporte rápido, la contribución de la Toronto Transit Commission a la conversión del Toronto Metropolitano en una metrópoli más habitable no se presta a ninguna duda. Por ejemplo, los viajeros de la red de transporte público ayudan a evitar que 170 millones de toneladas métricas de monóxido de carbono penetren en la atmósfera cada año. Pero sus contribuciones no terminan ahí. La TTC reconoce que, aunque el transporte público es en sí mismo intrínsecamente preferible desde el punto de vista ambiental al uso del automóvil privado, la oferta de este servicio exige que sus operaciones también sean gestionadas con atención al medio ambiente y que las principales decisiones funcionales integren los aspectos ambientales. Este reconocimiento surge no sólo como resultado de un estricto régimen normativo ambiental, sino también de la constatación de que la TTC tiene la obligación, como organismo público que es, de jugar un papel de vanguardia en la promoción de prácticas operativas y funcionales ambientalmente sostenibles. Consciente de esto, la TTC ha elaborado un protocolo de auditoría y unas normas de funcionamiento ambientales muy adecuadas para su adaptación a otros sistemas de transporte público de todo el mundo. Naturalmente, los protocolos de auditoría y las normas de funcionamiento llevan mucho tiempo establecidos en otros sectores industriales; sin embargo, su desarrollo y aplicación a las necesidades específicas de la industria del transporte público son mucho más recientes.

En 1990, la TTC comenzó a desarrollar un sistema de gestión ambiental. A principios de 1990, la TTC estableció un Comité de Revisión Ambiental [Environmental Review Committee] interno para supervisar las operaciones y las instalaciones y para informar sobre el cumplimiento de las leyes y reglamentos ambientales. A medida que los trabajos avanzaban, las actividades se intensificaron y se ampliaron más allá de los límites inicialmente previstos. El Comité recomendó que se llevara a cabo una auditoría de las operaciones e instalaciones de la Comisión.

En 1993 y 1994, la TTC emprendió una ambiciosa evaluación detallada de su estructura y sus operaciones de gestión ambiental, incluyendo garajes, tiendas, talleres, sistemas de transporte, subestaciones y otras muchas áreas de actividad. Como primer paso, la TTC elaboró un protocolo de auditoría o ámbito de trabajo. En pocas palabras, el plan de auditoría ambiental consiste en un perfil del diseño, el ámbito y las actividades necesarias para la realización de una auditoría general con la máxima eficiencia y el mejor rendimiento. Dados los elementos comunes a todos los sistemas de transporte público, dicho protocolo puede usarse como plantilla para auditar otros sistemas. Este enfoque no es sólo eficiente económicamente, sino que además contribuye a desarrollar un cierto grado de estandarización dentro de la industria del transporte público.

La preparación del plan de auditoría se ha asentado sobre una fuerte base de experiencias científicas, técnicas y empresariales con el fin de conseguir una auditoría sólida y bien organizada. La función del plan de auditoría era especificar el alcance y los objetivos del proyecto, así como las prioridades, los métodos (protocolo) que deben usarse y el calendario y el presupuesto de la auditoría ambiental.

La parte del plan correspondiente al protocolo consiste en cinco secciones principales y ofrece orientación para asegurar que el equipo auditor tiene en cuenta los riesgos ambientales de una forma exhaustiva. Dado que el régimen normativo es diferente en cada jurisdicción, un organismo de transporte público que desee adoptar el protocolo tendrá que reunir y entender las correspondientes normativas, reglamentos y directrices administrativas y deberá incorporar también las políticas ambientales formuladas a nivel local. El protocolo incorpora estas acciones como parte del plan previo. En áreas con regímenes normativos ambientales menos desarrollados, podrían adoptarse las normas aceptadas por la TTC.

El protocolo se ha estructurado para que la auditoría se desarrolle en cuatro etapas principales:

  1. actividades previas,
  2. comprensión de los sistemas de gestión
  3. recogida y verificación de la información para la auditoría
  4. evaluación de las pruebas de auditoría e informe de conclusiones.
Las partes del protocolo de auditoría correspondientes a las operaciones se han estructurado en función de los siguientes elementos ambientales:

Aparte de los protocolos globales para cada elemento, se han establecido protocolos específicos detallados en los que se perfilan métodos resumidos de evaluación. Entre ellos, se incluyen protocolos para:

Servicios sociales en la Municipalidad del Toronto Metropolitano, Canadá

Situación anterior
Desde 1989, la grave y prolongada recesión que lleva sufriendo Canadá ha producido un impacto devastador en Ontario y en el Toronto Metropolitano en particular. Después de décadas de un crecimiento y de una prosperidad casi sin precedentes, la economía regional de la Metro ha experimentado una severa contracción económica. En su momento más grave, la recesión se tradujo en pérdidas de entre 150.000 y 200.000 puestos de trabajo.

La denominada "recuperación sin empleo" de los últimos años sugiere sin lugar a dudas que unos 70.000 puestos de trabajo se han perdido de forma permanente. En diciembre de 1993, la Metro Toronto poseía, con mucho, la concentración más grande de personas dependientes de la asistencia social de todo Ontario. El diez por ciento de la población en edad de trabajar dependía de la asistencia social, un 66 % de los cuales lo hacía del programa General Welfare Assistance GWA [Asistencia social general], de carácter municipal. Entre 1989 y 1993, el total de casos de Metro Toronto de la GWA había aumentado a más del doble, desde 39.000 en 1989 a 118.500 en 1993.

La División de Servicios Sociales de la Metro se encuentra entre los primeros de Canadá a la hora de responder a estos cambios económicos y sociales de cada vez mayor alcance. Dicho organismo se ha impuesto como objetivo transformar el pasivo sistema de producción de cheques de la GWA en un activo programa de ajuste del mercado de la fuerza de trabajo dirigido a ofrecer a las personas el apoyo que necesitan para volver a encontrar un puesto de trabajo, mediante la adquisición de las habilidades, la educación o la formación necesarias para convertirse en trabajadores competitivos dentro de un mercado de trabajo dinámico.

A mediados de los años 80, la División de Servicios Sociales reconoció que cada vez le resultaba más difícil cumplir su mandato esencial, debido a la creciente complejidad del programa, al volumen de casos en continuo aumento y a unos sistemas administrativos que resultaban intensivos en trabajo manual y tecnológicamente inadecuados.

En lo que respecta al funcionamiento, el personal de primera línea se veía obligado a dedicar un tiempo excesivo al papeleo exigido para determinar y controlar la selección de usuarios, lo cual reducía la eficacia de cualquier estrategia destinada a ayudar a las personas a autonomizarse de la ayuda social. Los esfuerzos por mejorar la calidad y la oferta del servicio se veían frustrados una y otra vez por la carencia de instrumentos automatizados y de aplicaciones tecnológicas susceptibles de ser utilizadas para afinar y agilizar los sistemas administrativos.
Cuando golpeó la recesión, un sistema diseñado para servir a no más de 40.000 casos se vio de pronto ante la perspectiva de tener que atender a casi 120.000.

Situación después
La Metro Toronto ha repensado y rediseñado sus actividades de oferta de asistencia social. A través de un proceso formal conocido como rediseño de actividades, la División de Servicios Sociales se ha reinventado a sí misma con el fin de responder a la crisis de asistencia surgida en los años 90 en su comunidad.
Nuestra imagen de un nuevo sistema de asistencia social sitúa a los usuarios, como impulsores, en el punto focal de la oferta; por otra parte, se construye sobre la colaboración comunitaria y permite al personal una gran capacidad de respuesta frente a los usuarios y las comunidades en transición. El fin último es alcanzar un nivel de vida razonable para todos los residentes de la Metro, utilizando para ello todos los recursos comunitarios disponibles para aprovechar al máximo el dinero de los contribuyentes. Esta imagen modifica la forma en que se ofertan los servicios y, de hecho, modifica el objetivo de la propia asistencia social.

La División ha creado un proceso de servicio al usuario que contribuye a la integración del mantenimiento de los ingresos, los ajustes en el mercado de trabajo y los servicios de base comunitaria. Por otra parte, ha desarrollado políticas para ampliar la gama de opciones alternativas destinadas a los usuarios, ha incrementado la oferta de servicios no localizados y ha impulsado colaboraciones con asociaciones vecinales y con otros proveedores de servicio. Ha comenzado a reestructurar la organización y, a modo de piedra angular del proceso, está llevando a cabo un plan de automatización destinado a programas y servicios tanto de asistencia social como relacionados con el empleo.

Estrategia
La estrategia de la División ha consistido en poner en práctica un concepto descrito como «ir del papel a la gente»; en otras palabras, partir de procesos impulsados desde el interior para llegar a la consecución de resultados positivos para los usuarios. El departamento ha introducido un modelo de proceso para el servicio a los usuarios, cuyo elemento clave otorga a éstos la posibilidad de elegir su propia estrategia de cara a conseguir la independencia. Entre las posibilidades se cuentan el empleo, la educación o la formación, el voluntariado, el auto-empleo o la preparación individual. Este nuevo enfoque del servicio ayuda al personal a atender a las necesidades del usuario en el punto del servicio más cercano posible al inicio, en el que se dispone fácilmente de información sobre recursos, programas y servicios. La gama de servicios incluye empleo, educación y formación, guardería, vivienda, servicios legales, gestión financiera, asesoramiento personal y familiar, salud e intervención en crisis. Con el fin de ayudar a realizar el proceso de servicio al usuario, los trabajadores sociales asisten a un curso de cinco días que trata del servicio al usuario, el acceso a los servicios y la planificación de servicios.

El éxito de la División se basa en la colaboración con los usuarios, las asociaciones vecinales, los abogados, los organizadores de programas y otras instancias administrativas. En estos momentos, los trabajadores sociales ofrecen servicios fuera de los centros oficiales en 225 organismos. De hecho, más de un tercio de las solicitudes de asistencia social en estos momentos se gestionan fuera de las oficinas de la División. La Community Liaison Workers ha establecido relaciones permanentes con más de 50 asociaciones etno-culturales. El Departamento suele trabajar con asociaciones locales que co-patrocinan ferias para sus usuarios. La División de Servicios Sociales es el principal agente intermediario de la Metro Toronto que ofrece un programa provincial de formación en el trabajo. Cuarenta y dos organizaciones, entre las que se incluyen asociaciones vecinales, consejos escolares, escuelas universitarias locales y organismos de servicios etno-culturales participan como sub-agentes ofreciendo las diversas partes del programa en sus respectivas comunidades. Más de 13.000 usuarios han entrado en este programa de formación desde 1993.

La División de Servicios Sociales de la Metro está trabajando en estrecha colaboración con las administraciones federal y provincial en proyectos especiales dirigidos a crear una red de servicios de recursos para el empleo en las comunidades próximas a las oficinas locales de área. El departamento está creando en cada oficina centros de recursos para la creación de empleo mediante ayuda mutua, en los que se ofrecen bolsas federales de trabajo así como información actualizada sobre el mercado laboral.

Los asistentes sociales se han convertido en el único punto de acceso que ofrece a los usuarios una amplia gama de ayudas para los programas generales y especializados. Son quienes determinan la posibilidad de elección en el inicio y durante el proceso, aunque manteniendo la responsabilidad ya sea de cara a los conjuntos de casos generales o de cara a grupos específicos ya designados tales como padres solos, jóvenes, etcétera. Cada vez es mayor el tiempo que se emplea en la planificación de servicios y en el desarrollo de planes de acción concertada dirigidos a maximizar el potencial de los usuarios para conseguir la autonomía financiera. El personal especializado del Servicio de Empleo ha recibido la formación necesaria para impulsar una estrategia de adaptación al mercado laboral. Se ha asignado personal con experiencia para ayudar a las oficinas locales en las áreas de servicio al cliente y de control de calidad. Por otra parte, la División ha reordenado los niveles laborales del personal y ha redefinido las funciones de dirección con el fin de ayudar al personal situado en puestos clave a reorientarse hacia la estrategia de adaptación al mercado laboral y hacia la participación comunitaria.

La automatización ha contribuido a eliminar los papeleos prolijos y redundantes, liberando tiempo del personal para la función, mucho más importante, de ayudar a los usuarios a conseguir autonomizarse de la asistencia social. Más de la mitad de las oficinas de la División se encuentran equipadas en estos momentos con tecnología de servicio al usuario. La respuesta por parte del personal ha sido entusiasta, con un índice de aceptación del 98%. El tiempo de espera para las entrevistas en las oficinas se ha reducido en un 21 %, la sustitución de cheques perdidos o robados es un 33 % más rápida, y el tiempo necesario para revisar y programar las solicitudes iniciales se ha reducido en un 69 %. Por otra parte, la detección de posibles casos fraudulentos se ha incrementado en un caso por día laborable. En cuanto la tecnología se haya instalado en todas nuestras oficinas, el sistema se habrá amortizado en un plazo de dos años.
En 1993, la Metro fue reconocida como líder en el desarrollo de un nuevo sistema de oferta automatizada con tecnología punta, e inició un proyecto de desarrollo conjunto con la Provincia de Ontario. Este sistema completamente automatizado es la base para la reforma el sistema de asistencia social de Ontario.
Entre otros apoyos tecnológicos destinados a incrementar la calidad del servicio se encuentran los depósitos bancarios directos y la mejora en las telecomunicaciones. Casi dos tercios de los usuarios de la División ya han adoptado el depósito bancario directo. El sistema de telecomunicaciones recientemente automatizado permite hacer frente a una media de 500.000 llamadas al mes. Se han añadido ocho líneas multilingües y una serie de líneas telefónicas de TDD ("Telephone Device for the Deaf" - Dispositivo telefónico para sordos).

El conjunto de cambios que se ha producido dentro de la División de Servicio Sociales es a la vez espectacular y extenso. Nuestro objetivo está en estos momentos en el servicio activo a los clientes más que en el mantenimiento de clientes o receptores pasivos. Hemos forjado vínculos directos con otras instancias administrativas y con los proveedores de servicios de nuestra comunidad, compartiendo nuestros recursos, nuestra información y nuestra tecnología para asistir a nuestros usuarios comunes. Nos hemos percatado de que el sistema de asistencia social debe estructurarse con el criterio de hacer frente a las barreras individuales y comunitarias a la reinserción en el mundo laboral. Y hemos recurrido a las más avanzadas herramientas y técnicas de gestión de los sectores público y privado con el fin de conseguir cambios duraderos (por ejemplo, reestructuración técnica del proceso funcional, compras en un solo punto, mejora de los procesos de control de calidad y de contabilidad)

En las condiciones previstas de recuperación de la economía local, la necesidad de un apoyo activo y ágil por parte de los servicios sociales es un aspecto fundamental de cara al tejido social de esta comunidad. Al modificar el área de atención hacia el objetivo de ayudar a los usuarios a conseguir empleo, a las oportunidades de formación y educación, y a la construcción de vínculos y modalidades fuertes de colaboración dentro de la comunidad, y al haber agilizado sus operaciones, la División de Servicios Sociales de la Metro se ha comprometido con una visión del sistema de asistencia social que se presenta a la vez como perceptiva, innovadora y productiva.


Este documento se ha editado a partir de una versión inglesa.
Traducido por Carlos Verdaguer.


Revisado por Lourdes Domingo e Isabel Velázquez.

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