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Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 1996, y catalogada como GOOD.
(
Best Practices Database.)
País/Country: Brasil
Región según Naciones Unidas: América del sur
Región ecológica: Montaña y meseta
Ámbito de la actuación: Metrópoli
Instituciones: Gobierno local
Palabras clave = Enfoque ecológico. Generación de ingresos.
Participación. Colaboración pública y privada. Reciclaje.
Categorías = Erradicación de la pobreza: generación de ingresos.
Protección del medio ambiente: reducción de la contaminación.
Contacto principal:
Street Scavengers Warehouse
Rua Curitiba, 137
Belo Horizonte, Minas Gerais Brasil
30.000
(031) 201-4513
Patrocinador:
Superintendencia de Limpeza Urbana de Belo Horizonte (SLU)
SLU
Rua Tupis, 149 12. andar
Belo Horizonte, Minas Gerais Brasil
30.190.060
(031) 277-69-48
Socio:
ASMARE (Street Scavengers Association) Belo Horizonte City
Sonia Maria Dias
Rua Tupis, 149 12. andar
Belo Horizonte, Minas Gerais Brasil
30.190.060
(031) 277-69-48
Socio:
Pastoral de Rua/Caritas (Catholic Church), Belo Horizonte City
Maria de Fatima Abreu
Rua Tupis, 149 12. andar
Belo Horizonte, Minas Gerais Brasil
30.190.060
(031) 277-6948
Inicio: 05/93
Final: no establecido
Introducción
Los recogedores callejeros han estado implicados durante décadas
en la recogida de los materiales reciclables (papel y cartón en
su mayoría) en el centro de la ciudad de Belo Horizonte. Sin
embargo, se les ha tratado siempre con desprecio, no sólo por las
administraciones municipales anteriores, sino también por la
población en general. Históricamente, este segmento social solía
seleccionar los materiales reciclables de las bolsas de basura
que se encontraban en el suelo, con lo que terminaban dispersando
la basura por las calles, en unas condiciones de trabajo
inseguras, entre otros problemas. En 1993, se inició una nueva
fase como resultado de la colaboración entre la administración
municipal y los recogedores de basura, marcada por una nueva
actitud de la municipalidad que empieza a reconocer la
importancia de su trabajo para el medio ambiente y para el estado
de limpieza de la ciudad, y les incorpora como colaboradores en
el plan de reciclaje que se está realizando.
El reconocimiento de la administración municipal de la
importancia que tienen los recogedores callejeros para el medio
ambiente, y del ahorro que representan en la limpieza pública,
ya que se lleva menos basura a los vertederos, implica
necesariamente que se debería proporcionar apoyo para la
clasificación de los materiales reciclables, construyendo
instalaciones (tales como almacenes) que puedan mejorar sus
condiciones de trabajo. También se incluye el fomento de los
procesos asociativos a través de los cursos especialmente
diseñados para que puedan adquirir la destreza en la gestión que
les pueda ayudar a ser más eficaces y competitivos en su
actividad y alcanzar un elevado grado de autosuficiencia.
El proyecto
El Proyecto de Recogida Selectiva de Materiales Inorgánicos tiene
como características principales:
* la exclusión de la recogida puerta a puerta de los materiales
reciclables;
* un fuerte llamamiento social, con la incorporación de los
recogedores callejeros como los agentes preferentes, aunque no
exclusivos, en la recogida de los materiales reciclables en
origen;
* la descentralización de los equipamientos urbanos, como los
contenedores de reciclaje y los almacenes para los materiales
reciclables que recogen los recogedores callejeros;
* la priorización del centro de la ciudad al principio del
proyecto, debido a la elevada concentración de papel y cartón;
* la implicación de la población en la búsqueda de las soluciones
para los principales problemas relacionados con la recogida de
la basura. El papel del sector público en el proyecto es
proporcionar la infraestructura y la información, no sólo para
patrocinar, sino para animar las iniciativas autónomas de muchos
sectores de la sociedad;
* el desarrollo de actividades en muchos sectores de la
población, como en las escuelas, en los establecimientos
comerciales, en las oficinas, y en las comunidades religiosas con
el objetivo de obtener más participación en la clasificación de
materiales reciclables en origen. El acercamiento se hace para
convencer a la gente de que entregue sus materiales reciclables
a los recogedores callejeros;
* el establecimiento de una colaboración con el sector privado
y con otras organizaciones, para obtener su apoyo financiero a
los planes realizados o para que se impliquen en ellos.
El trabajo realizado por la administración municipal con los
recogedores callejeros se centra, en primer lugar, en
proporcionarles el equipamento de apoyo necesario para su
trabajo. De esta manera, en julio de 1994, la Superintendencia
de Limpieza Urbana de Belo Horizonte (SLU) alquiló el primer
almacén para el reciclaje de los materiales en el centro de la
ciudad, un lugar donde los recogedores pueden llevar las bolsas
que recogen para clasificar cualquier cosa que pueda ser
reciclada. En el almacén hay cajas para clasificar, así como
duchas, balanza, trituradora, etc. Como consecuencia, desde que
los recogedores callejeros fueron llevados al almacén, la SLU
pudo detener los trabajos de clasificación en 46 lugares en la
calle. La gestión de este lugar se hacen mediante un trabajo
conjunto entre la SLU, la PASTORAL DE RUA/CARITAS (grupos de la
Iglesia Católica) y la Asociacion de Recogedores Callejeros
(ASMARE). Hay alrededor de 82 recogedores callejeros en este
almacén, de los que 55 pertenecen a la ASMARE. Un convenio
firmado entre la administración municipal y la ASMARE ha
garantizado a sus asociados los uniformes y el transporte durante
la semana, entre otros beneficios. La asociación de recogedores
callejeros tiene un almacén (donde se sitúa su oficina), en el
que 37 recogedores callejeros están trabajando actualmente en una
precooperativa.
En segundo lugar, la SLU se centra en realizar un trabajo
integrado entre la ASMARE, la PASTORAL DE RUA/CARITAS, la
Secretaría de Industria y Comercio y la Secretaría de Desarrollo
Social para realizar un esfuerzo conjunto para convertir la
asociación de recogedores callejeros en una cooperativa y para
ofrecer oportunidades para mejorar sus capacidades técnicas y de
gestión. Esto podría capacitarles para negociar con los poderosos
comerciantes de materiales reciclables y ayudarles a reducir la
explotación de la que son víctimas. De esta manera, se les han
ofrecido los cursos organizados conjuntamente entre la ASMARE,
PASTORAL/CARITAS y CEMPRE (un grupo de compañías que han estado
apoyando los programas de reciclaje en todo el país) con el
propósito de mejorar las capacidades de gestión y la
autoautoestima de los recogedores callejeros. Temas como las
relaciones humanas, la limpieza pública, el reciclaje, los
problemas de la salud, las cooperativas, entre otros, se discuten
con ellos y esto ha contribuido a ayudarles a reflexionar sobre
su trabajo y su importancia social. El descubrimiento de su valor
social es imprescindible para este segmento social, para crear
un marco positivo a través de su trabajo en el paisaje urbano.
Conclusiones
A pesar de las dificultades encontradas, como las limitaciones
propias de los recogedores callejeros (heterogeneidad,
alcoholismo, etc.) y la falta de otros almacenes, el trabajo de
movilización y capacitación realizado con los recogedores
callejeros, en colaboración con otras instituciones civiles y
religiosas, ha mostrado que se pueden encontrar iniciativas para
integrar o reintegrar (en algunos casos) a los excluidos
sociales.
La mejora de sus condiciones de trabajo no sólo mejoró su
relación con el gobierno local sino que también se ha reflejado
en el estado de la limpieza de la ciudad.
Se ha mejorado mucho en cuanto a su organización. En mayo de
1993, la ASMARE tenía 31 asociados, mientras que el número había
crecido hasta 172 en noviembre de 1995. Se puede decir que el
apoyo que se ha dado para que se asocien está empezando a ser
eficaz. Los cursos de capacitación ofrecidos han contribuido a
lograr una comprensión más profunda acerca de las cooperativas
y de sus ventajas.
Hay muchos objetivos por lograr para que el trabajo con este
segmento social se pueda consolidar. Uno de estos objetivos es
la necesidad de una campaña de publicidad agresiva en la que se
muestre la importancia de su trabajo para el medio ambiente, y
también la dimensión social de este proyecto, de manera que la
población pueda cambiar los prejuicios que tiene hacia ellos.
Hasta ahora el proyecto ha mostrado que la búsqueda de soluciones para nuestros problemas ambientales debería estar relacionada con nuestros problemas sociales, y también que el futuro de las grandes ciudades debe contar con aquellos que siempre han estado marginados.
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