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Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 1996, y catalogada como GOOD.
(
Best Practices Database.)
País/Country: Brasil
Región según Naciones Unidas: América del Sur
Región ecológica: Zona costera
Ámbito de la actuación: Ciudad
Instituciones: Gobierno central, gobierno local, organizaciones
no gubernamentales (ONG) y organizaciones de base comunitaria
(OBC)
Palabras clave = Ecología. Impacto ambiental. Protección del
medio ambiente. Desarrollo integrado. Desarrollo urbano.
Categorías = Erradicación de la pobreza: acceso a los préstamos;
generación de ingresos; creación de puestos de trabajo.
Protección del medio ambiente: higiene ambiental; restauración
ambiental; seguimiento y control; reducción de la contaminación;
creación de zonas verdes en la ciudad; uso de tecnología.
Infraestructuras: abastecimiento de agua potable; saneamiento;
acceso al transporte; gestión y tratamiento de residuos.
Contacto principal:
Municipality of Vitoria
Av. Marechal Mascarenhas de Moraes, n. 1.927
Vitoria, Espirito Santo Brasil
29.052-121
55 (027) 335.8777 FAX 335.8973
Patrocinador:
Municipality of Vitoria
Ave. Marechal Mascarenhas de Moraes, n. 1.927
Vitoria, Espirito Santo Brasil
29.052-121
55 (027)335.8777 FAX 335.8973
Socio:
Federal Government
Paulo Hartung (Mayor)
Av. Marechal Mascarenhas de Moraes, n. 1.927
Vitoria, Espirito Santo Brasil
29.052-121
55 (027) 335.8869
Socio:
Urban Policy Secretary
Vera Maria S. Nacif (SOCIAL WEALTH SECR)
Av. Marechal Mascarenhas de Moraes, n. 1.927
Vitoria, Espirito Santo Brasil
29.052-121
55 (027) 335.8777 FAX 335.8973
Socio:
Caixa Economica Federal
Teresa Cristina Romero (technical coord.)
Av. Marechal Mascarenhas de Moraes, n. 1.927
Vitoria, Espirito Santo Brasil
29.052-121
55 (027) 335.8777
Inicio: 06/89
Final: en marcha
La eliminación de las plantaciones de café, junto con la
implantación en la región de un gigantesco complejo portuario e
industrial y la existencia de una red de ferrocarril llamada "El
corredor de exportación del medio este brasileño", han generado
un estado grave de deterioro de la calidad de vida y del entorno,
principalmente debido a la falta de una política de control de
la contaminación y de inversión en materia de vivienda e
infraestructuras básicas.
El municipio de Vitoria es la capital del estado de Espirito
Santo y cuenta hoy día con más de 270.000 habitantes, lo que
supone prácticamente la mitad de la población total del estado.
Los barrios marginales surgen con fuerza a lo largo de toda la
región metropolitana y la capital recibe un gran flujo del campo
y la ciudad. La ocupación incontrolada de las áreas protegidas
de las colinas y los manglares por parte de familias de ingresos
muy bajos trae consigo una cuestión social: movimientos sociales
urbanos que buscan y reclaman unas mínimas condiciones de vida
en la ciudad (vivienda, abastecimiento de agua, transporte,
sanidad, etc.).
La región de Sao Pedro, con una experiencia similar, se encuentra
en el noroeste de la isla de Vitoria y cuenta con uno de los
ecosistemas más importantes, formado por una gran extensión de
manglares situados en el estuario de dos ríos, el Santa María y
el Bubu, que abastecen a la ciudad de Vitoria y a los distritos
vecinos.
Hasta los años setenta, Sao Pedro fue un pequeño pueblo de
pescadores llamado "Ilha das Caieiras". A partir de 1977, la
región sufrió un intenso proceso de ocupación por parte de
emigrantes que provenían del campo y de otros estados. Al mismo
tiempo, el ayuntamiento empezó a utilizar la zona de Sao Pedro
como vertedero de basuras, dando lugar a una nueva forma de
ganarse la vida: la recogida y venta de objetos de la basura. Los
manglares se ocuparon de forma insalubre y se dañaron con la
construcción de chabolas (palafitos) y rellenos hechos con la
propia basura. Las precarias condiciones de vida estimularon la
organización de las personas con el apoyo de la sociedad civil.
A partir de 1989, los cambios producidos en la escena política
e institucional de Brasil y la aparición del movimiento de
defensores de la ecología, dieron lugar a una nueva postura de
la administración, que comenzó a definir unas nuevas políticas
de "intervención" en la zona, con los siguientes propósitos: la
urbanización y protección de los manglares, garantizando la
permanencia de sus ocupantes y la participación popular en la
definición y ejecución de las medidas a tomar.
Entre 1989 y 1992, se llevaron a cabo las siguientes actividades:
En 1993, con la actual administración local, se ahondó en el
proceso de urbanización y se amplió el programa. La continuidad
de las actividades se asumió como una determinación política.
No obstante, las medidas que hasta ahora se centraban en la
delimitación y protección del manglar y en las infraestructuras
básicas, se enfocan ahora como una acción integrada con un
conjunto articulado de políticas públicas orientadas a la mejora
de la calidad de vida de la población, intensificada con la
planificación integrada de otras medidas, que se describen a
continuación.
En cuanto a urbanización:
En el área social, estas fueron las medidas desarrolladas:
Principales resultados obtenidos hasta la fecha
Logros a alcanzar en 1996
El desarrollo de proyectos complementarios como el de PROGER,
los de capacitación profesional y otros, garantizarán el aumento
de los ingresos locales y la incorporación de la población al
mercado de trabajo. Además, la creación de equipamientos públicos
sanitarios y de educación, la mejora de los transportes
colectivos y las campañas educativas e informativas, contribuyen
a que las personas permanezcan en la región. La tendencia de la
región, que ya cuenta con sus propios servicios de
infraestructura, es la de convertirse en un espacio
económicamente viable donde se den las funciones urbanas normales
de trabajo, vivienda y ocio.
A partir de los resultados obtenidos con este programa, el
ayuntamiento tomará medidas para incorporar otros espacios
marginados a la ciudad.
La experiencia de Sao Pedro demuestra que se puede fomentar un desarrollo sostenible con unos métodos adecuados de participación e integración, con la utilización racional de recursos humanos y financieros y con una voluntad política y una continuidad de los procesos.
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