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Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 1996, y catalogada como GOOD.
(
Best Practices Database.)
País/Country: Brasil
Región según Naciones Unidas: América del Sur
Región ecológica: Zona costera
Ámbito de la actuación: Ciudad
Instituciones: Gobierno local, gobierno regional, organismos
internacionales, organizaciones no gubernamentales (ONG),
organizaciones de base (OBC) y sector privado (incluido el sector
informal)
Palabras clave = Asequible. Servicios básicos. Participación de
la comunidad. Igualdad. Política de vivienda.
Categorías = Desarrollo económico: fomento de la inversión.
Participación ciudadana y riqueza cultural: reducción de la
exclusión social. Preparación para situaciones de emergencia y
casos de desastres: capacidad de reacción.
Contacto principal:
84 Slums
Río de Janeiro, Brasil
Patrocinador:
Rio de Janeiro City Hall
Secretaria Municipal de Habitat
Rua Afonso Cavalcanti, 455-Anexo-4 Andar
Rio de Janeiro, Rio de Janeiro, Brasil
20211-110
55 21 2731099
Socio:
Interamerican Development Bank - IDB
Magalhes, Sergio
Rua Afonso Cavalcanti, 455-Anexo-4 Andar
Rio de Janeiro, Rio de Janeiro, Brasil
20211-110
55 21 2731099
Socio:
Communities/NOGs
Petersen, Maria Lucia
Rua Afonso Cavalcanti, 455-Anexo-4 Andar
Rio de Janeiro, Rio de Janeiro, Brasil
20.211-110
55 21 2938778
Inicio: 01/94
Final: 01/98
En su búsqueda de una vivienda asequible, los pobres de las
ciudades se enfrentan de esta forma a un equilibrio entre la
localización y los derechos de propiedad. Las favelas ofrecen la
proximidad a los empleos, el comercio y los equipamientos
urbanos.
Al contrario que otras políticas previas que veían las favelas
como un "cáncer urbano", el Ayuntamiento de Río ha aceptado el
hecho de que un cuarto de los habitantes de su ciudad merecen el
reconocimiento de sus derechos como ciudadanos, y deberían, por
esta razón, tener acceso a los mismos servicios que los demás
residentes de la ciudad. En lugar de trasladar a la fuerza a los
residentes -como se hizo en el pasado-, o ignorar las zonas
urbanas degradadas, los esfuerzos locales están ahora enfocados
a su estabilización, mejoramiento y contención.
En una metrópoli como Río de Janeiro, cuya historia de cuatro
siglos está impregnada de migraciones multiraciales y
multireligiosas, en una situación nacional de desequilibrios
económicos entre grupos y entre individuos, el ayuntamiento está
dedicado a mejorar los asentamientos existentes, incrementando
la vigilancia contra futuras invasiones de terreno y
urbanizaciones ilegales. La política para las favelas, como se
expresó en el Plan General de 1993, busca su integración con la
ciudad regulada, mediante la protección legal de los residentes
para que puedan quedarse en esas áreas y quiere elevar la calidad
de los servicios hasta el nivel de los barrios que los rodean.
Este programa está basado en una correcta participación de las
comunidades y en el producto del trabajo colectivo ya realizado,
reconocido y absorbido.
Las inversiones sociales, como los programas para el desarrollo
de la infancia, los servicios primarios de salud, las campañas
sobre salud y nutrición, y los centros de formación profesional
con vistas a la obtención de un trabajo, forman un elemento
esencial de la política sobre asentamientos de baja renta. El
ayuntamiento intenta incrementar el número de centros de ayuda
a la infancia para niños de menos de 6 años con nuevos servicios
geográficamente enfocados a las comunidades más pobres, y dentro
de estas localizaciones, para las mujeres cabezas de familia.
El proceso de selección tuvo lugar en dos escenarios preferentes:
(a) favelas de un tamaño entre 500 y 2.500 familias que fueron
incluidas por economía de escala en la preparación del proyecto;
y (b) favelas con riesgos ambientales extraordinariamente
difíciles de mitigar o con impedimentos legales para poder
prosperar en su localización actual, donde estaban excluidas. En
esta primera fase del proceso de selección se eligieron 92
favelas.
Este proceso de selección, que tuvo lugar en dos fases, determinó
las 60 primeras comunidades que serían incluidas en el programa.
El ayuntamiento tenía flexibilidad suficiente para definir el
orden de ejecución del proyecto entre las favelas seleccionadas,
teniendo en cuenta las cuestiones complementarias a otros
programas, la proximidad de los asentamientos y la información
cartográfica y topográfica preexistente, factores todos ellos que
pueden acelerar la ejecución global del programa.
La siguiente fase consiste en la preparación de planes de
desarrollo de barrios urbanos o planes de intervención para cada
favela, basados en el diagnóstico comunitario en cuatro fases:
Los puntos focales de las reuniones son las asociaciones de
vecinos, que suponen el mayor canal de comunicación empleado por
la SMH. El acuerdo de los principales agentes que participan en
los proyectos debe obtenerse antes de proceder a la siguiente
fase de la preparación del proyecto.
La preparación de esos trabajos debe seguir los "cuadernos de
encargo", o líneas maestras definidas por la SMH para consolidar
las peculiares metodologías de los proyectos de mejora de
favelas. Estas constituyen el único conjunto de herramientas
arquitectónicas y de ingeniería introducidas por este programa,
y sirven para documentar los años de experiencia práctica en
cuanto a iniciativas de mejora de favelas en el ayuntamiento, y
asegura no sólo consistencia técnica para este programa, sino que
la memoria institucional de experiencias en mejora de favelas
será conservada para utilizar en los proyectos futuros.
La SMH es responsable de la aprobación del concepto global del
proyecto, el diseño y el presupuesto. Los análisis técnicos se
concentrarán en la viabilidad tanto técnica como de realización
concreta de los proyectos, con especial atención a: adecuación
a los criterios de elegibilidad generales y de cada sector
específico, la escala y la extensión de los trabajos propuestos
que pueden demandar una prórroga, la calidad de los diseños, el
estudio de soluciones alternativas, el uso de tecnologías
adecuadas; los costes y las especificaciones de la construcción.
Los análisis institucionales y financieros determinan la
capacidad municipal para mantener la infraestructura y los
servicios sociales. Un aumento de los impuestos sobre la
propiedad del suelo y la recogida de basura podrían ser
suficientes para cubrir los aumentos en los costes para la
ejecución y el mantenimiento de los servicios municipales, con
la excepción de los servicios de cuidado de los niños. Con
respecto a los servicios cruciales de recogida de basura, el
sistema propuesto implicaba la contratación de trabajadores
locales a través de las asociaciones de vecinos. Este sistema se
revisó por el equipo llegando a la conclusión de que era
factible, basándose en el éxito de ejecución que tuvo en las 20
favelas piloto.
Se vio que el convenio con las ONG era la forma más barata
también de llevar a cabo los servicios de cuidado de los niños.
El programa va a financiar solamente una de estas guarderías por
cada favela piloto. Los centros serán sometidos a una supervisión
muy rigurosa y a unas evaluaciones basadas en los resultados.
Servirán así mismo como trampolín para la realización de
programas de formación para las familias.
El programa supone un gran avance en términos de planificación
integral urbana y social. Sus intervenciones previamente
planeadas, la participación comunitaria y sus métodos para lograr
objetivos, las técnicas de ingeniería y los métodos de
información a la población pueden constituir un modelo
reproducible por otros gobiernos locales que los pueden utilizar
para abordar problemas de marginalidad en las ciudades.
El apoyo social a los proyectos dará finalmente resultado gracias a la participación de los miembros de la comunidad. Se busca su activa participación en el diseño y la definición del proyecto, en el desarrollo de los planes de reasentamiento de la población, en la selección y localización de los equipamientos comunitarios, y en la información pública y la evaluación del proyecto. Los miembros de la comunidad son también los que aportan más trabajo para el proyecto, como obreros de la construcción, supervisores y cuidadores de niños. El equipo de mediadores de educación sanitaria de la comunidad de base juegan un papel esencial al asegurar la sostenibilidad de todas las intervenciones, realizando visitas de casa en casa para proporcionar formación e información sobre el mantenimiento de las infraestructuras de saneamiento y los servicios de recogida de basuras. Con todo, se ha realizado un esfuerzo específico para animar a que la propiedad de los proyectos sea comunitaria, como la mejor estrategia para su sostenibilidad.
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