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Buenas Prácticas > América Latina y el Caribe > Concurso Internacional 1996 > http://habitat.aq.upm.es/bpal/onu/bp027.html

Política de Transporte Municipal, Diadema (Brasil)


Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 1996, y catalogada como GOOD. ( Best Practices Database.)
País/Country: Brasil

Región según Naciones Unidas: América del Sur
Región ecológica: Continental
Ámbito de la actuación: Ciudad
Instituciones: Administración local

Palabras clave = Asequible. Participación de la comunidad. Desarrollo económico. Participación. Transporte público.

Categorías = Infraestructuras: acceso al transporte. Procesos de planificación regional y urbana: planificación comunitaria.

Contacto principal:
Empresa Transporte Coletivo de Diadema (ETCD)
Av. Presidente Juscelino, 640
Diadema, Sao Paulo, Brasil
09950-370
011-7461744

Patrocinador:
Empresa de Transporte Coletivo de Diadema, Prefeitura Municipal Diadema
Av. Presidente Juscelino, 640
Diadema, Sao Paulo, Brasil
09950-370
011-7461744

Socio:
Prefeitura Municipal de Diadema
Sousa, Klinger Luiz de Oliveira
R. Ver. Gustavo Sonnewend Netto, 108
Diadema, Sao Paulo Brasil
09920-710
011-7491144

Socio:
Camara Municipal de Diadema
Pires, Marcio Chaves
Av. Presidente Juscelino, 640
Diadema, Sao Paulo Brasil
09950-370
011-7461744


R E S U M E N

Este artículo aborda la experiencia de implantación de una política de transporte en una ciudad dentro de un contexto metropolitano. Esta experiencia demostró que era posible acabar con una situación caracterizada por la ausencia total de control público de la red de transporte a través de la implantación de una empresa de transporte público como instrumento de intervención municipal, además de una Junta Consultiva basada en un amplio apoyo de la comunidad más un acuerdo con el cuerpo de gestión metropolitano. La falta de control, debida a un bajo nivel de la oferta y una mala calidad de los servicios, junto a conflictos institucionales con el ente metropolitano, eran causa de un gran descontento entre los ciudadanos.


Inicio: 12/95


D E S C R I P C I Ó N


Diadema está completamente urbanizada, tiene una superficie de 30,7 Km2 y una población de 316.000 habitantes. Está íntimamente inserta en una región muy industrializada, la cuna de la industria automovilística del país. Junto a otras 38 ciudades, forma parte de la región metropolitana más extensa, con mayor población y con el Producto Regional Bruto (RGP) más alto. Prácticamente se ha convertido en parte de la capital del estado más rica de la federación. Ha funcionado como una entidad política independiente durante 36 años tan solo, teniendo por ello una historia breve de gestión urbana.

Situación previa en la ciudad en cuanto a transporte

Hasta 1986, el sector del transporte en Diadema contaba con una red del sector privado que cubría unas pocas rutas largas, generalmente circulares y que servía a los diferentes barrios sin preocuparse de los aspectos técnicos del análisis de la demanda de viajes. A la red de transporte local se añadió una confusa línea metropolitana que cruzaba la ciudad y la enlazaba con la capital del estado, sirviendo a los usuarios en los trayectos intermunicipales. Durante ese período, hubo una gran diferencia entre las empresas pertenecientes al sistema municipal y las que operaban en el sistema metropolitano en cuanto a tarifas y calidad de los servicios.

El control público de la red de transporte a nivel local era precario: carecía de la más mínima infraestructura para la gestión del servicio con la consiguiente falta de planificación y supervisión de la explotación. En estas condiciones, la firma privada acabó definiendo rutas, horarios, frecuencia, instalaciones, niveles de calidad, etc., evidentemente buscando maximizar los beneficios. El sector público quedó a cargo de la definición de tarifas, lo que se hacía normalmente basándose en razones estrictamente políticas, ya que no había datos técnicos de los que deducir los costes del servicio, ni tampoco había criterios para orientar la política de precios en el sector.

El control social sobre el sistema no existía, ya que no había datos oficiales de la participación de usuarios ni de empleados. En períodos de crisis severas, las movilizaciones se limitaron a manifestaciones ante el parlamento local o incluso al saqueo de las instalaciones. El hecho de que en aquel momento, menos del 50% de las carreteras de la ciudad estuvieran pavimentadas y tuvieran instalaciones de drenaje y canalización de aguas residuales deterioró aún más la situación del transporte en la ciudad. En algunas barriadas el tráfico se hizo prácticamente imposible durante las épocas de lluvias.

Los criterios de la política municipal de transporte

El descontento con el sector del transporte era grande debido a los bajos niveles de oferta y calidad del servicio. Para sanear la situación, se impuso una serie de medidas ligadas a los siguientes criterios:


Los instrumentos para una política municipal de transporte

La primera medida con cierta repercusión tuvo lugar en 1986. Se creó una empresa municipal, ETCD, que iba a convertirse en un factor de influencia en la red de transporte municipal. Como estaba autorizada a planificar, gestionar y explotar la red y tenía una concesión exclusiva de explotación de la red pública de transporte en autobús en Diadema, la empresa, en realidad, transfirió al ayuntamiento la responsabilidad integral en materia de transporte urbano. En los fueros de la Empresa Municipal se menciona una tal Junta Consultiva. La junta no es parietal y se compone de representantes del vecindario directamente elegidos por la población, que, junto con los representantes de las áreas ejecutiva y legislativa, pueden decidir acerca de la gestión de la empresa, la planificación y explotación de la red, la política de precios y el sector del transporte en general.

A partir de 1991, con el comienzo de una línea metropolitana que atraviesa la ciudad y que se compone de una red de tamaño medio, que une tres de los mayores municipios del área metropolitana con la capital del estado, se demostró que era posible realizar un acuerdo entre las administraciones local y central. Este convenio permitió la completa integración entre la red de transporte local y la red metropolitana. Fue el tercer instrumento importante en la política de transporte local.

El camino elegido por la Política Municipal de Transporte

El éxito que obtuvo la política de transporte en Diadema no se explica del todo por la consistencia de los criterios previamente establecidos, ni por la efectividad de los instrumentos empleados. La razón reside fundamentalmente en el proceso de recorrer los diferentes estadios de esta política, logrando a lo largo de los últimos nueve años un nivel creciente de perfeccionamiento sin perder de vista los criterios básicos.

Es la importante noción de proceso lo que ha incidido aquí como factor decisivo del éxito de la experiencia, desde que la coyuntura inicial que marcó las primeras líneas cambió drásticamente en función del contexto económico y político del país. De este modo, eran necesarios los cambios en la política local. Estos cambios se llevaron a cabo ciertamente sin que en cualquier caso, se comprometiera la esencia de la propuesta y permitiendo así su avance continuado.

Así, fue posible que la empresa municipal pasase de ser un mero instrumento de control público del sector a ser un instrumento de gestión del mismo. Hoy, por ejemplo, en lugar de tener una responsabilidad total sobre la explotación de la red (un monopolio estatal), la Empresa Municipal sólo se hace cargo del 60%. El 40% restante lo explotan dos empresas privadas. La Empresa Municipal se encarga básicamente de los siguientes aspectos:

El propósito es ir intensificando la asociación con el sector privado con el objeto de asegurar la viabilidad económica de la Empresa Municipal sin que deje de ser instrumento de gestión y control. Esto es posible con una nueva distribución de líneas y equipamientos. Dentro de una línea dada, se calculan los beneficios por hora y se hace la distribución de horarios para que quede garantizado el equilibrio entre las empresas comprometidas en la explotación de la línea. Este modelo, basado en la explotación conjunta de una misma línea por dos o más empresas, no sólo ofrece la ventaja de un equilibrio financiero global, sino que también estimula la competitividad dentro del sector, lo que constituye un incentivo importante para la mejora de la calidad global del servicio prestado.

En cuanto a la participación del usuario en la gestión, la evolución tuvo lugar a través de una vía no institucional y, por tanto, autónoma, que desde hace dos años se reúne mensualmente con representantes de la ciudad, las empresas que explotan la red y los cuerpos de gestión y normativa para discutir acerca del sector transporte y proponer soluciones. Sin que lleguen a tener un poder real, o siquiera como consejeros sobre las políticas oficiales de transporte, el foro acabó teniendo una auténtica influencia política en las decisiones, ya que entre sus asistentes se contaban cargos de decisión formal, como pueden ser miembros de la Junta Consultiva, del parlamento local o el cuerpo gestor.

Con respecto a la conveniencia de la mutua colaboración entre la Empresa Metropolitana y la Municipal, la evolución consistió en una mayor integración que gradualmente iba afectando a casi todas las líneas intermunicipales que cruzan el municipio. Hoy a través de la validez de la transferencia de todas las líneas municipales y casi el 80% de las intermunicipales, se puede garantizar una tarifa uniforme independiente del número de líneas que se usa en la actualidad.

Conviene observar aquí que la integración con el servicio que explota la Empresa Metropolitana en andenes exclusivos en redes semicerradas, permitió una mejora global de la calidad de la red, dado que el equipamiento cuenta con tres puertas más cómodas y espaciosas, además del hecho de que estas líneas están casi completamente separadas del tráfico urbano, lo que lleva a un mayor grado de comodidad y puntualidad. En este sentido, estas líneas sirven de referencia a las líneas municipales en cuanto a calidad y una vez que la población ha accedido a estos estándares, comienza a reclamarlos en el resto de las líneas, incluyendo la municipal.

Dada la sensibilidad de la red a las peticiones de la comunidad, se inició un esfuerzo para reducir la vida media del equipamiento; en los últimos 24 meses ésta se redujo de 6 a 4 años. Además, en un 30% aproximadamente del equipamiento se instalaron tres puertas más anchas, con detalles ergonómicos similares a los utilizados en la Empresa Metropolitana. También se ha intentado estandarizar el montaje del equipamiento, con vistas a incrementar la facilidad del usuario para reconocer un determinado autobús. Para mejorar la fiabilidad de la red, todas las líneas se reprogramaron con correcciones señaladas por línea y se aumentaron las medidas de control.

La infraestructura también sufrió un proceso de crecimiento. Hoy, el 100% de las calles oficiales del municipio están pavimentadas. El 80% de los andenes están cubiertos y provistos con un sistema de información y quejas que se puede utilizar sin grandes molestias ni burocracia. Además, hay un sistema de información fuertemente implantado: un programa de radio diario de la comunidad que cubre toda la ciudad y queda bajo la responsabilidad de la Junta Consultiva, donde se recoge la información y se efectúan las críticas oportunas.

Los resultados obtenidos

Hoy día, tras los nueve años que han transcurrido desde que se dieron los primeros pasos para un cambio radical en la red de transporte local, todos los indicios apuntan al éxito de la política que se eligió y se llevó a cabo. Desde el punto de vista de los usuarios, un reciente estudio sobre su actuación en las diferentes políticas sectoriales encargado por la administración local, reveló que en el 70% de los casos las políticas de transporte municipales reciben la calificación de "buena" y "excelente", siendo el tercer servicio municipal en cuanto a valoraciones positivas. Más específicamente, los índices de aprobación "excelente" y "bueno" llegan al 94% en lo que se refiere al aspecto global, destacando como la mejor actuación de todos los servicios urbanos de dicha administración.

Desde un punto de vista regional, la política municipal de transporte en la ciudad está ganando importancia en su micro-región por ser el único sistema integrado físicamente y en términos de la política de tarifas. Y esto a pesar de que las ciudades de los alrededores cuentan con condiciones físicas parecidas, ya que también están servidas por la red metropolitana a través de andenes específicos y tienen terminales, además de tener las mismas tarifas que Diadema. Únicamente en la capital la tarifa predominante es algo más elevada.

Esta situación excepcional en la región dio recientemente a la ciudad un lugar en la coordinación de un organismo estatal que discute y actúa en cuestiones relativas a asuntos de importancia para la gestión de las instituciones municipales.

También se observa aquí que el convenio anteriormente mencionado, establecido con la organización metropolitana y que facilita la globalización de la red, ha demostrado que es posible romper con la tradicional rigidez burocrática de las instituciones, característica de tantas iniciativas en el terreno de las políticas públicas regionales. Los criterios adoptados buscaban la ruptura con un formulismo legal estricto que existía en la descripción de las competencias de las entidades de la federación, apartándose de una alternativa pragmática a la gestión del sector del transporte que obtenía beneficios para los usuarios a través de un acuerdo entre dos organismos de las respectivas administraciones indirectamente responsables, cada una dentro de su propia esfera de acción. La solución adoptada en este caso particular se está discutiendo como posible modelo para otras cuestiones de naturaleza metropolitana. El gobierno estatal, en lugar de querer representar un papel de referencia neutral en asuntos municipales (lo que no ocurre nunca y ha conducido recientemente a la crítica de su supuesto papel) debería buscar un papel de facilitador para el entendimiento entre ayuntamientos y en crear soluciones de mutuo interés de las ciudades y su población.

Esta referencia es esencial aunque no traiga ningún beneficio tangible a la población local, ya que señalaría soluciones a los obstáculos institucionales, dirigidas a un avance continuo hacia la integración de las redes de transporte, ampliando la accesibilidad global de la población a los servicios urbanos.



S O S T E N I B I L I D A D


La política de transporte municipal benefició a los sectores más pobres de la población, que son quienes hacen mayor uso de la red de transporte público en sus desplazamientos diarios. Cuando el gobierno municipal asuma toda la responsabilidad de control, planificación, regulación y explotación de la red y cuando incorpore como criterio básico la participación de la comunidad al nivel de la toma de decisiones políticas y, finalmente, cuando dé cuerpo a una alternativa que tenga en cuenta los obstáculos institucionales entre los organismos de la administración dentro de una federación, entonces se podrá concluir con seguridad que se tiene la intención de ofrecer un servicio de buena calidad, con amplia cobertura de la población a la que tradicionalmente se ha dejado fuera de las políticas sectoriales y a la que sólo se tiene en cuenta cuando surgen inversiones oportunistas y fuertemente subvencionadas. Conviene recordar que un buen sistema de transporte dentro de la región puede ser una importante ventaja locacional que influya en la distribución de las inversiones productivas, principalmente en el sector terciario (comercios, tiendas o empresas asesoras). Los costes de transporte son importantes en este sector, no sólo para los empleados, sino también para los clientes.

Esto es lo más relevante cuando se discute la sostenibilidad de proyectos de este tipo. En el contexto metropolitano, inserto en una micro-región que acumula más deseconomías de escala que ventajas locacionales y que además está ensombrecida por el fantasma del paro estructural dados los reajustes que tienen lugar en el sector industrial. Hay una gran necesidad de que las políticas públicas, incluso aquellas con un carácter más social, se enlacen con un proyecto de desarrollo de la región. Si se demuestra que es imposible, será muy difícil para las políticas públicas guiar el orden del día de los factores principales.

El proyecto discutido más arriba en el sector del transporte se inserta en el debate económico, ya que representa una propuesta local con repercusión en la región como un todo: crea en este nivel una nueva ventaja locacional en un importante sector enfocado al comercio y los servicios. Otro aspecto que garantiza la sostenibilidad del proyecto es su naturaleza participativa. En todo el proyecto, desde el momento de su concepción, la participación del usuario queda garantizada. Éstos no sólo reciben información, incrementando por tanto su capacidad a lo largo del proceso, sino que influyen en la dirección del debate y, de este modo, indirectamente constituyen uno de los elementos en la formulación de la política. En un sistema democrático, esto constituye una importante garantía de la continuidad del proyecto, que ha quedado probada durante nueve años de gestión ininterrumpida en Diadema, a pesar de las tres elecciones municipales habidas.

Finalmente, debe recordarse que desde el punto de vista económico, el proyecto es prácticamente autofinanciable, ya que la tarifa no contempla ningún tipo de subvención. La política municipal se basa en establecer tarifas realistas. Las fuentes presupuestarias, por otro lado, están exclusivamente reservadas para la renovación y ampliación del número de autobuses de la Empresa Municipal, dado el hecho de que la tarifa por sí sola no da para recuperar todos los costes de inversión a causa de los costes relativos más elevados de la empresa pública que surgen de las responsabilidades de la planificación y gestión y las condiciones más favorables del sector privado en cuanto a préstamos.


Este documento se ha editado a partir de una versión inglesa.
Traducido por Nuria Rodríguez.


Revisado por Lourdes Domingo e Isabel Velázquez.

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