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Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 1996, y catalogada como GOOD.
(
Best Practices Database.)
País/Country: Brasil
Región según Naciones Unidas: América del Sur
Región ecológica: Tropical y Subtropical
Ámbito de la actuación: Ciudad
Instituciones: Gobierno local, organizaciones no gubernamentales
(ONG) y organizaciones de base comunitaria (OBC)
Palabras clave = Participación de la comunidad. Ecodesarrollo.
Educación. Impacto ambiental. Cooperación técnica.
Categorías = Buena gestión urbana: reforma institucional; fomento
de la colaboración pública y privada; gestión y administración
públicas. Erradicación de la pobreza: formación profesional.
Servicios Sociales: educación.
Contacto principal:
Parque das Mangabeiras (Mangabeiras Park)
900, Caraça St-Serra
Belo Horizonte, Minas Gerais Brasil
30 220-260
(031) 227-0199/227-0442
Patrocinador:
Belo Horizonte City Hall, Belo Horizonte Municipal Secretariat,
Mangabeirak
Parque das Mangabeiras (Mangabeiras Park)
900, Caraça St-Serra
Belo Horizonte, Minas Gerais Brasil
30 220-260
(031) 227-0199 ext.54/227-0442
Socio:
Association of Vila Marçola Dwellers
Cesar, Neander de Oliveira
900, Caraça St-Serra
Belo Horizonte, Minas Gerais Brasil
30 220-260
(031) 227-0199 ext.54\227-0442
Socio:
Association of Friends of Mangabeiras Park
Guerra, Ludmila Martins da Costa
900, Caraça St-Serra
Belo Horizonte, Minas Gerais Brasil
30 220-260
(031) 227-0199 ext.54\227-0442
Inicio: 8/93
Final: 8/96
Historia
Comenzó en agosto de 1993. Inicialmente, comenzó una colaboración
con el Gobierno Estatal a través de la Secretaría de Deporte,
Ocio y Turismo (SELT) en el proyecto "Curumim".
A partir de 1994 sustituyeron la colaboración con el Gobierno
Estatal y se asociaron con el Gobierno Federal a través del
Centro Brasileño de la Niñez y la Adolescencia (CBIA).
La colaboración con el gobierno federal terminó en enero de 1995
con la extinción del CBIA. En aquel momento el Colegio Municipal
Levindo Coelho estaba a cargo de la orientación pedagógica del
proyecto. Se realizó una evaluación de estas cuestiones, que
derivó en una reorientación del enfoque del proyecto pedagógico,
que concluyó en la ruptura de relaciones con ese colegio.
Después de alejarse de la estructura del colegio, el proyecto
adoptó la línea pedagógica del Centro Popular para el Desarrollo
Cultural (CPCD). Este centro trabaja en los campos de la
educación popular y desarrollo comunitario considerando la
cultura como instrumento de su acción pedagógica. Contando en ese
momento con el soporte financiero de la Secretaría Municipal de
Planeamiento, las actividades que guiaban las relaciones entre
la comunidad y el parque tomaron una nueva identidad como
resultado de la experiencia de cooperación y participación en
relación con la acción pedagógica del CPCD.
Actividades
En la actualidad el proyecto asiste a 180 niños y adolescentes desde los 7 a los 14 años de edad. Los participantes están divididos en dos grupos que trabajan uno por la mañana y otro por la tarde, de lunes a viernes. El proyecto cuenta con 8 educadores. Dos de ellos son miembros de la comunidad. El proyecto recibe actualmente ayuda federal para el año 1996.
Para cerrar el curso, se organiza siempre un exposición
multimedia acerca de los contenidos que se han tocado durante el
período de clases. Estos contenidos adquieren forma a través del
lenguaje del circo, las artes populares, las exhibiciones
musicales, las artesanías, la agricultura y la producción de
alimentos.
En la actualidad, el taller de circo mantiene pequeños grupos que
preparan funciones y que trabajan en las técnicas del circo como
los juegos malabares, el equilibrismo, la técnica de tragar y
vomitar fuego y otras más.
El taller de artes populares practica danzas folclóricas y
"capoeira" (lucha de pie).
El taller de música tiene un grupo musical que toca instrumentos
y canta. Los participantes eligen las canciones. Además tiene un
grupo rítmico de improvisación. Un gran número de niños y
adolescentes han recibido conocimientos básicos de teoría
musical.
El trabajo sobre educación ambiental se basa en la importancia
de la conservación del medio ambiente. Por ello las prácticas
pedagógicas que se realizan son: el reconocimiento de la fauna
y flora existentes y un intento de enseñar a los participantes
cómo vivir en armonía con la Naturaleza. Se realiza también la
recogida selectiva de basura en las áreas más contaminadas.
Además intentamos crear en los participantes una conciencia sobre
los riesgos de los incendios forestales y cómo prevenirlos.
También se eleva la conciencia acerca de nuestra topografía y los
beneficios y la importancia de mantener limpias las aguas de los
manantiales y los ríos.
En cuanto a la artesanía, el taller produce: cerámicas pintadas,
tapices, bordados, prendas de punto y objetos de madera. Estas
prácticas dieron origen los talleres de soporte, que trabajan
como pequeñas fábricas que producen productos de limpieza como
jabón y detergentes, pasta de tomate y mermeladas. En la
actualidad el proyecto cuenta con un grupo de niños y monitores
adolescentes que se han preparado en la propia dinámica del
proceso pedagógico. La participación de la comunidad se garantiza
también mediante un grupo de monitores adultos que provienen de
la misma.
Los resultados del proyecto El niño en el parque se deben al grupo de trabajo y a quienes han participado a lo largo de estos tres años. El proyecto es un modelo que se puede adoptar en otros parques urbanos que tengan comunidades en el vecindario. El mantenimiento y la credibilidad del proyecto dependen de la calidad de la educación que se imparte, que puede resumirse en una frase: "Aprender haciendo cosas". Por esta razón se considera un modelo de proyecto alternativo.
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