Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas
patrocinado por Dubai en 2014, y catalogada como
BEST y finalista para alcanzar
la categoría de AWARD.
(Best Practices Database)
País/Estado — Chile
Región según Naciones Unidas — América Latina
Región ecológica — continental
Ámbito de la actuación — nacional
Agentes — gobierno central; gobierno regional; paraestatal.
Categorías —
Procesos de planificación urbana y regional.
Arquitectura y diseño urbano.
Participación ciudadana y riqueza cultural.
Contacto Principal
Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU) — gobierno central
Paulina Saball
Jaime Romero
Pablo Contrucci
Claudia Bustos [cbustos2@minvu.cl]
Alameda 924,
8331006 Santiago (Chile)
Tel: +56 2 29011660
E-mail: mailto:
Web:
Socio
Consejería de Obras Públicas y Vivienda, Junta de Andalucía — gobierno regional
Socio
Deutsche Gesellschaft für Technische Zusammenarbeit (GTZ) — gobierno central
Socio
Cities Alliance — paraestatal
Socio
Ministerio de Interior — gobierno central
Socio
Corporación Nacional Forestal de Chile (CONAF) — gobierno central
El programa de recuperación de barrios Quiero Mi Barrio del
Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU) es un programa participativo de regeneración y renovación urbana del nivel nacional en
Chile, cuya implementación se ejecuta en barrios vulnerables. Este programa tiene como objetivo
contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de barrios que presentan problemas de deterioro de los espacios públicos, incluidos los de copropiedad, de los entornos urbanos y
de segregación y/o vulnerabilidad, a través de un proceso
participativo, integral y sostenible de regeneración urbana. Este
objetivo permite dotar de sostenibilidad social en la construcción de
planes de mejoramiento urbano de espacios públicos y de sus viviendas
en barrios en las principales ciudades de chile (ciudades
metropolitanas, ciudades de más de 40.000 habitantes y ciudades
intermedias de más de 20.000 habitantes).
El desafío de esta política pública de escala
barrial es la sostenibilidad social.
Este programa se ejecuta de forma descentralizada e involucra distintos actores del
nivel nacional y subnacional (regional, municipal y local). El desafío de la sostenibilidad social se construye por medio de
varias innovaciones. Entre ellas, considera la participación activa,
informada y que delibera en las distintas fases de implementación:
- Postulación y selección.
- Implementación: diagnósticos, diseño de plan maestro
y de planes de gestión de obras y social, ejecución de contrato de barrio y cierre de la implementación del programa en un barrio.
Se instalan ejes transversales (identidad/patrimonio, medio
ambiente y seguridad) por medio de los cuales se establece
la forma de integrar una visión común de mejoramiento urbano del barrio a escala intrabarrial y dentro de la comuna,
en la elaboración de un Plan Maestro de Recuperación del
Barrio que se construye a partir de un diagnóstico participativo.
Además, por medio de estos ejes transversales se logra integrar los
compromisos del contrato de barrio, los cuales
establecen los mínimos de unión y enlace entre los planes de gestión
de obras y de gestión social; integración que permite cumplir con el
objetivo de sostenibilidad social que se propone el Programa.
Sostenibilidad social que se traduce en autonomía y ciudadanía que asegure un mayor uso del espacio público y aumentar la vida útil de las inversiones
sectoriales, así como lograr una apropiación y corresponsabilidad en la construcción del mejoramiento urbano como el
cuidado y mantención, apoyando la gestión municipal y pública, por
parte de vecinos y vecinas.
Desde su origen, el programa de recuperación de barrios
Quiero Mi Barrio del MINVU
surgió como respuesta al diagnóstico que se tiene de la ciudad actual, donde se destacan
los efectos que la segregación urbana y social evidencian de manera progresiva en las
ciudades del país, expresando desafíos de mejoramiento en el acceso a bienes públicos y
servicios de sus habitantes.
Al respecto, existen estudios que buscan medir los niveles de segregación de las ciudades
asociándolos con problemáticas urbanas como la seguridad, y estableciendo una fuerte
correlación entre ambas. Como resultado, las recomendaciones de estos análisis apuntan
al desarrollo de ciudades más equitativas, relevando la escala barrial desde sus variables
físicas y sociales como escala fundamental de intervención
(Arriagada Camilo & Morales Nelson, 2006). Desde este
contexto, el desarrollo del diseño del Programa se articuló a los ejes
de la política urbana expuestos en la Agenda de Ciudades,
presentada el año 2006 por la División de
Desarrollo Urbano del MINVU, fundamentalmente en cuanto a la generación de políticas
de integración.
Este diagnóstico de segregación sigue siendo vigente en el análisis urbano de nuestras ciudades y se presenta no sólo en las periferias, donde se localiza buena parte de la vivienda
social, sino que está presente también en zonas al interior de la ciudad que viven procesos
de degradación o se encuentran en riesgo de deterioro. Los propios estudios generados
por el Programa muestran la existencia de barrios en situación de criticidad localizados al
interior de las ciudades (MINVU, 2009).
Por otro lado, los aprendizajes generados por el Programa relevan la
importancia de trabajar en la ciudad con una mirada interescalar, en
la cual el ámbito barrio es un espacio privilegiado para el desarrollo
de proyectos de desarrollo territorial.
Las dificultades iniciales de instalación del programa piloto desde el
año 2006 en adelante fueron las siguientes:
- No es fácil introducir modificaciones en las políticas públicas; hacer cambios es costoso y el
impacto de estos se aprecia en el largo plazo:
- El MINVU estuvo abocado a enfrentar el déficit habitacional relevando como principal
función el construir obras, ejecutar proyectos, invertir y tener
resultados concretos y rápidos. Sin embargo, el Programa fomenta la conformación de
nuevos liderazgos y organizaciones asociados a los proyectos de
mejoramiento de espacios públicos (plazas, parques, sedes comunitarias, salas cunas y jardines infantiles, entre
otros), potenciando la sostenibilidad en la integración social por medio de una construcción de identidad urbana comunitaria y fortaleciendo las redes y tejido social.
- La coordinación con los municipios fue indispensable y no siempre fácil, ya que con
frecuencia los recursos profesionales y financieros son escasos, especialmente en aquellos
municipios que concentran la población vulnerable del país. Sin embargo, es uno de los
actores fundamentales para la implementación del Programa lo que se oficializa en la firma
de los contratos de barrio.
- Tampoco es común que un programa público elabore una Estrategia
Multisectorial Territorial en distintas escalas (regional, comunal y local), que permite otorgar sostenibilidad
respecto al uso, cuidado y mantenimiento de las obras construidas
en el marco del Programa, así como apoyar la elaboración de una agenda
futura de obras del Plan Maestro que no pudieron ser financiadas al
alero del MINVU.
- Entre los aprendizajes del Programa Piloto 2006-2009, se visibilizó la diversidad de barrios
de acuerdo a su nivel de deterioro y complejidad social. Ello ha relevado la importancia
de fortalecer estrategias de intervención multisectorial cuando los problemáticas barriales
sobrepasan las posibilidades sectoriales del Programa. En otros casos, claramente se hace
necesario articular otro tipo de inversión urbana que signifique recursos a una escala de
ciudad.
- El Programa ha impulsado un cambio institucional en cuanto a la
relación Estado-ciudadanía, y en cuanto a la importancia de trabajar con enfoques integrales de intervención
territorial que articulen inversiones físicas y sociales con la
participación de los actores involucrados. Con todo, la intervención
al interior de un barrio es muy importante para transformar las
condiciones de vida de sus habitantes y generar mayor equidad, es
insuficiente, cuando hay problemáticas de urbanizaciones que nacen de una mala planificación urbana
a una escala mayor. Necesariamente la intervención barrial nos lleva a preguntarnos sobre
la relación barrio-ciudad y allí nos encontramos con otros desafíos: la dotación de servicios
en el entorno próximo, la conectividad, el empleo, etc.
- La ciudad se convierte así en un espacio indispensable de
abordar e intervenir en una perspectiva de favorecer realmente la
integración social.
- Sin duda, este programa deja aprendizajes y lecciones pero tenemos aún por delante grandes
desafíos:
- ¿Quiénes y cómo se toman decisiones respecto de la estructura y ordenamiento de la ciudad? ¿Cómo fortalecemos la democracia en la planificación y gestión urbana? Si se puede
en el barrio, ¿por qué no en la ciudad?
- De acuerdo a nuestra legislación, los espacios públicos
«son de todos». ¿Cómo logramos
que sean de todos y
para todos y todas
?
- ¿Cómo hacemos para incentivar el encuentro de actores y sectores diversos en los espacios de la ciudad? ¿Cómo transformamos la ciudad segregada?
- ¿Cómo contribuimos a reconocer y valorar la diversidad de género, etnia, religión, ideología, edad, origen, etc.?
- ¿Cómo hacemos que los temas de las mujeres no sean sólo de interés de mujeres? ¿Cómo
gobiernan las mujeres en el espacio de la ciudad?
- ¿Cómo fortalecemos el diálogo entre la sociedad civil y el Estado?
- Entre los años 2006 y 2009, el gran desafío del período fue
avanzar en una política urbano-habitacional destinada a garantizar, a todos los chilenos y chilenas:
- Una vivienda digna para acoger la intimidad de la familia.
- Un barrio amable para incentivar la sociabilidad.
- Una ciudad integrada para fortalecer la ciudadanía.
- Entre los años 2010 y 2014, se instalaron en esta política pública nuevos aprendizajes:
- El Plan Maestro de Recuperación y sus claves de intervención físico-sociales que permite
mirar el barrio de forma multiescalar y estratégicamente, más allá de proyectos aislados
sino que dar visión de planificación de largo plazo.
- Los ejes transversales como centro de las intervenciones en las
tres fases de implementación del Programa en cada barrio, permitiendo integrar los proyectos físicos con los
proyectos sociales. Además, que estas dimensiones son sentidas por vecinas y vecinos, les
permite aunar visiones de cómo mejorar su entorno y habitar en el barrio.
- La participación ya no como un eje transversal sino como parte de la metodología en
todo el proceso (postulación, selección e implementación). Esto genera el desafío a que
los equipos profesionales de los distintos niveles de decisión se capaciten para transferir
conceptos y herramientas que permitan a los vecinos y vecinas deliberar respecto de cómo
mirar sus modos de habitar y usos cotidianos, para priorizar y relevar aquellos proyectos
físicos y sociales que signifiquen cambios que detonen procesos de sostenibilidad social y
se avance en procesos de sostenibilidad ambiental y económica para la construcción futura
de un desarrollo sustentable del barrio.
- A partir de lo anterior, se espera generar procesos de
renovación urbana sostenibles y sustentables en las principales
ciudades de Chile, acordes con los lineamientos de la política
nacional de desarrollo urbano chilena aprobada en el año 2013.
El programa de recuperación de barrios Quiero Mi Barrio
tiene por objeto contribuir a la mejora de la calidad de vida de los habitantes
de barrios que presenten problemas de deterioro de los espacios públicos, incluidos
los de copropiedad, de los entornos urbanos y de segregación y/o vulnerabilidad, a
través de un proceso participativo, integral
y sustentable de regeneración urbana.
Para llevar a cabo este desafío se plantea
un trabajo específico, asociado al ámbito
físico y social de los barrios, que se articula en un Plan
Maestro de Recuperación de Barrio, concretado mediante un Plan
de Gestión de Obras, un Plan de Gestión
Social y una Estrategia de Gestión Multisectorial, acompañados de una
Estrategia Comunicacional.
Al promover este modelo de trabajo, el Programa establece que lo
urbano debe ser entendido y abordado estratégicamente en su doble
dimensión, tanto física como social. Esto permite promover una mirada
integral y multidimensional sobre el territorio: desarrollando una
planificación y gestión urbana sostenible desde los barrios.
Conformación de una nueva institucionalidad, 2006-2009:
- Recursos técnicos: Se conformó una secretaría técnica
en la Subsecretaría de Vivienda y Urbanismo a cargo del diseño del modelo operativo, la elaboración del Decreto e instructivos (entre los años 2006 y 2008), la implementación
del Programa en 200 barrios y la ejecución de inversiones con fondos propios
de la Ley de Presupuesto aprobada por el Ministerio de Hacienda y Dirección
de Presupuesto de Chile. Además, establecieron las alianzas con otros países
donde se recogieron aprendizajes y buenas prácticas.
- Recursos humanos: Se contrató a profesionales del área de la arquitectura
y/o construcción como del área social (sociólogos, asistentes sociales y similares) a nivel nacional, regional, municipal y en barrios.
- Recursos financieros: Financiamiento sectorial del
MINVU. Se complementó financiamiento y asesorías con organismos de otros países: España a
través de la Junta de Andalucía, Cities Alliance y
GTZ (Alemania) de forma
bilateral o multilateral.
Institucionalización del programa regular, 2010-2014:
- Recursos técnicos: Se consolida la Secretaría
Ejecutiva de Desarrollo de Barrios, dependiente de la Subsecretaría
de Vivienda y Urbanismo, con un equipo multidisciplinario.. Este
equipo técnico realiza el diseño, seguimiento y asistencia técnica a
la implementación del Programa. Además, lineamientos asociados a la
metodología, en relación a los ejes transversales
(identidad/patrimonio, medio
ambiente y seguridad), integralidad entre los proyectos
físicos y sociales, como en las estrategias multisectorial y comunicacional.
A nivel regional existen equipos profesionales en la Secretaria
Regional Ministerial del MINVU, compuesta por un
coordinador, un profesional del área de arquitectura/construcción y un profesional del área social. En las regiones más
grandes hay un mayor número de profesionales, en función de la cantidad de barrios en ejecución. Estos profesionales
cumplen el rol de capacitar, guiar, acompañar y apoyar a los equipos de profesionales de barrios. Además, realizan la
estrategia y la gestión multisectorial regional, de acuerdo a las demandas y problemáticas de los barrios. Participa de
este proceso el Servicio Regional de Vivienda y
Urbanización (SERVIU), órgano operativo a cargo de la revisión y/o
ejecución e inspección de proyectos de obras.
A nivel municipal, hay una contraparte responsable del programa que coordina las intervenciones en los barrios de su
comuna y gestiona las decisiones políticas con las técnicas.
En cada barrio hay un profesional del área de la arquitectura/construcción y otro del área social, ambos profesionales
están a cargo de poner en marcha y ejecutar el Programa en terreno, operando desde una oficina de barrio.
- Recursos financieros complementarios: Existe un
convenio de cooperación mutua con otros servicios respecto a
asistencia técnica de sus recursos humanos, tales como:
Ministerio de Interior en materias de prevención situacional y
con Corporación Nacional Forestal de Chile en materias de
gestión ambiental y arborización urbana; además
del convenio con universidades para evaluaciones, difusión, asistencia técnica, seguimientos de experiencias y buenas
prácticas nacionales.
Socio | 2006 | 2007 | 2008
| 2009 | 2010 | 2011 |
2012 | 2013 | 2014 |
Ministerio de Vivienda y Urbanismo | 2.864.775 | 23.284.437 |
40.076.192 | 56.117.467 | 27.817.058 | 37.992.501 | 34.888.102 |
34.111.780 | 83.248.255 |
GTZ | - | - | 144.874 | 150.580 | 119.863 | - | - | - |
- |
Junta de Andalucía | - | 91.098 | 97.790 | 101.642 | 80.907 | - | -
| - | - |
Datos expresados en pesos chilenos.
Al interior del Ministerio las transformaciones son aún mayores: hemos relevado un espacio que no teníamos
incorporado: lo habitual para nosotros era pasar de la vivienda a la ciudad; estamos aprendiendo a trabajar a
otra escala y de otra forma: aquí los procesos son más importantes que las obras; nuestras propuestas técnicas
se ven permanentemente interpeladas por los vecinos; hay un
control social
riguroso y tenemos que coordinarnos con
múltiples actores que tienen un rol relevante en el territorio.
Subsecretaria Paulina Saball (2008), actual
ministra de Vivienda y Urbanismo (2014)
El Programa se enfrenta a problemas en la intervención territorial:
- Tendencia a formular de manera disociada la gestión de obras y social dificultando la integralidad de las intervenciones.
- La gestión social ha cumplido diversidad de roles junto con la evolución del Programa, tomando mayor tiempo definir un rol estratégico.
- Los compromisos de gestión comunitaria se debilitan, desconocen o no se sostienen en el tiempo.
Para enfrentarlos, el Programa ha definido como horizonte la integración social a partir de una gestión territorial
estratégica que coloca en el centro de su quehacer al ciudadano. Por tanto, la clave está en contribuir a aumentar
la autonomía y compromisos de la ciudadanía con el espacio público y que éstos se mantengan en el tiempo,
articulados por un Plan Maestro que incorpora como marco conceptual y operacional lo siguiente:
- Marco conceptual:
- Modos de habitar: Vivencia y convivencia de
vecinos dados por identidades, relaciones y acciones de usos y
significados, prácticas cotidianas, recorridos y permanencias,
formales e informales en torno al espacio público comunitario.
- Habitante
- Territorio
- Relación habitante-territorio
- Acción colectiva sostenible: Sujetos y colectivos que actúan organizadamente para
producir una práctica que promueva la corresponsabilidad en la recuperación de su barrio.
- Deliberación: Mecanismo para la reflexión y/o toma de decisiones
colectivas sobre la recuperación barrial. En base a la
argumentación y al diálogo de los actores territoriales, se espera que
sus decisiones persigan el bien común y sus compromisos se mantengan
en el tiempo.
- Marco operacional:
- Observación de lo singular del territorio en intervención, a través de los instrumentos de diagnóstico, de
monitoreo y de evaluación del Programa, formulando
un diagnóstico integral; incorporando los recorridos en el barrio como herramienta que recoge perceptualmente las visiones
de los habitantes de barrio, respecto a cada uno de
los ejes transversales (identidad/patrimonio, medio ambiente y seguridad).
- Definición de estrategias y proyectos de gestión de
obras y social, que den sentido a trabajar juntos y
definir los fines que perseguirán en torno al espacio
público y que se sostengan en el tiempo.
La participación de los vecinos y vecinas se presenta a lo largo de
todo el proceso de implementación del Programa. Se conforma un
Consejo Vecinal de Desarrollo (CVD) de barrio, una estructura organizacional que representa
a los vecinos y vecinas, así como a las organizaciones preexistentes en el barrio (juntas de vecinos, organizaciones
comunitarias, deportivas, culturales y religiosas, entre otras).
Las principales lecciones aprendidas gracias al desarrollo del
Programa han sido las siguientes:
- Participación deliberativa e informada: Para
que la participación sea real y proactiva por parte de
los habitantes, deben contar con la información necesaria para poder fundar sus opciones y definiciones de
mejoramiento urbano a mediano y largo plazo, con
procesos de participación deliberativa e informada.
- Plan Maestro y contrato de barrio: Para lograr una real sostenibilidad de la recuperación urbana
del barrio y de la inversión, es necesario que exista una
construcción progresiva y continua de capital social
que aborde cada una de las etapas (tres fases) y de los
productos asociados a éstas. Sin embargo, lograr consensuar en un
Plan Maestro primero y, segundo, definir
el contrato de barrio a ejecutar requiere de un gran
esfuerzo de parte de los equipos profesionales de barrios y de los propios vecinos y vecinas que participan
de este proceso en las distintas instancias de diagnósticos y reuniones. Esta visión territorial es una gran innovación respecto a otros programas de mejoramiento
de espacios públicos de ejecución anual del MINVU
y en Chile, donde un programa público se instala en
un territorio con condiciones geográficas, ambientales,
culturales y socioeconómicamente homogéneas por
un periodo de tres años, con financiamiento asociado
a ese territorio y priorizado participativamente por los
vecinos y vecinas del barrio, para la construcción de
una imagen objetivo común y comunitaria de mejoramiento urbano. Un
gran aprendizaje del programa
piloto (2006-2009) es la exigencia de seleccionar un
circuito que une proyectos detonantes o significativos.
Circuito que debe tener sentido para la población residente del
barrio, definido por medio de una estrategia de
movilidad que otorgue identidad, mejoramiento socioambiental y
seguridad a todos y todas. Asimismo,
las proyectos físicos seleccionados en el contrato de
barrio deben responder a aquellos que otorguen una renovación urbana al barrio, por tanto deben detonar
procesos de sostenibilidad social, es decir de cuidado, uso y apropiación por parte de los habitantes del
barrio, los cuales deben ser trabajados en el plan de
gestión social como complemento al plan de gestión
de obras.
- Ejes transversales (identidad/patrimonio, medio
ambiente y seguridad): El Programa cuenta con tres ejes transversales que estructuran la intervención y lo cruzan a lo
largo de su implementación. Identidad/patrimonio, medio ambiente y
seguridad son los contenidos mínimos
que la recuperación de barrio pone como condición en
su implementación. Esto obliga a elevar los estándares y
acercar el lenguaje a las necesidades que los habitantes
del barrio tienen:
- Construir una identidad común que
los identifique a todos y todas.
- Tener un barrio ambientalmente valorado por parte de sus habitantes, de
los cuales se rescate del paisaje, sus ecosistemas (naturales, construidos y humanos) y el uso eficiente de
los recursos naturales, además de recuperar áreas con
deterioro ambiental.
- Mejorar la percepción de seguridad de los vecinos y
vecinas de barrios. Esto significa
recuperar espacios públicos inseguros para las mujeres,
niños/as, jóvenes y adultos mayores, otorgando condiciones de accesibilidad universal, prevención situacional como de asociatividad entre las distintas organizaciones, así como de seguridad ambiental (accidentes, catástrofes, etc.) y de seguridad alimentaria (promover
huertos urbanos).
Estos ejes transversales están siendo
utilizados como criterios en el diseño de obras en áreas
verdes como en proyectos de condominios (conjuntos)
de vivienda social. No esperamos tener espacios públicos igual e uniformes en todo el país, sino espacios públicos únicos, cuidados y que identifiquen a quienes los
usan, de tal forma que exista apropiación y cuidado por
todos y todas.
- Vision concertada del barrio, estrategia
multisectorial: Otro gran aprendizaje y desafío
es el establecer una gestión de coordinación de otros
programas sectoriales, como de otros servicios públicos, organizaciones no gubernamentales, privadas y de
interés académico que apoyen en la construcción de
sostenibilidad social, al igual que en la sostenibilidad ambiental y económica que podrían generarse a lo
largo de los tres años de intervención del Programa. También
en la construcción de nuevos proyectos de obras y sociales no incluidos o surgidos durante la intervención
y construcción del Plan Maestro de Recuperación del
barrio. Son escasas las experiencias de trabajo mancomunado y coordinado dentro del sector público, así
como con otros sectores. Por ello el esfuerzo ha estado
inicialmente centrado en apoyar y capacitar en iniciativas asociadas a
los ejes transversales, así como a
las problemáticas sociales surgidas en los diagnósticos de cada barrio o que son comunes a nivel regional y/o nacional. Se conforman mesas de trabajo de
seguridad, medio ambiente y de identidad al interior
del barrio donde se invitan a otros sectores públicos y
no públicos que puedan apoyar o complementar los
planes de gestión del contrato de barrio. Esta estrategia
multisectorial se construye a nivel nacional, regional
y en cada barrio, según las problemáticas o aquellas
potencialidades que permiten construir sinergias respecto a proyectos con financiamiento complementario
y/o con recursos humanos (capacitaciones) que vayan
en apoyo a reforzar procesos, proyectos y herramientas
que otorguen sostenibilidad social a las organizaciones
comunitarias.
El foco del modelo operativo del programa de recuperación de barrios
Quiero Mi Barrio es la sostenibilidad social, que se
traduce en la integración social y la incorporación de vecinos y
vecinas en la construcción de un barrio seguro, con identidad y
valorado ambientalmente.
Se logra a lo largo de los tres años de intervención del Programa, ya que es un proceso
permanente y continuo de aprendizajes en acción, educación y
transferencia de herramientas que por medio de la ejecución del
Programa en cada una de las fases se va
transfiriendo a los vecinos y vecinas que participan en las distintas instancias.
La sostenibilidad social es incorporada por medio de la participación informada, continua y deliberativa que los vecinos y vecinas aprenden a ejercer desde el diagnóstico,
ejecución y cierre del Programa en su barrio.
La sostenibilidad social se aplica al incorporar dimensiones comunes y sinérgicas entre sí, llamados ejes transversales
(identidad/patrimonio, medio ambiente y seguridad), sentidos por los habitantes y transeúntes de barrio. Estos ejes se
suman entre sí y permiten instalar algunos mínimos comunes a todos los
barrios, lo que permite realizar un seguimiento y
evaluar la sostenibilidad social del Programa.
La sostenibilidad social se traduce en la integración de los planes de gestión físicos y sociales en el diseño, ejecución,
usos, cuidado y mantención de cada espacio público intervenido.
La sostenibilidad social se instala en la estrategia multisectorial realizando esfuerzos de coordinaciones en las distintas
escalas de toma de decisiones de la política pública: nacional, regional, comunal y local (barrio). Esta estrategia parte
de la instalación de mesas de trabajo asociado a cada uno de los ejes transversales que tienen relación con los proyectos
de obras y mejoramiento de espacios públicos: historia del barrio,
seguridad y organizaciones ambientales asociadas a
los proyectos físicos.
Si bien el Programa no se enfoca a generar sostenibilidad ambiental, permite avanzar en procesos socioambientales
respecto a los modos de habitar, a partir de las dimensiones y subcomponentes de los ejes transversales. Cabe señalar
que los ejes se integran entre sí en cada una de las fases de implementación del Programa (no se trabajan de forma
separada, ya que a partir de la experiencia en la medida que se realizan mejoras asociado a uno de éstos, como por
ejemplo en seguridad se generan mejoras en la identificación del lugar
como en las condiciones ambientales); otorgando sostenibilidad en la
apropiación urbana y valorización de los recursos ambientales del
barrio. Para ello se instala un enfoque socioambiental en la
implementación del Programa por medio de subcomponentes del eje
transversal sobre medio ambiente, que son analizados e incorporados en
el diagnóstico, elaboración y diseño del Plan Maestro y del contrato
de barrio:
- Consideración del paisaje, condiciones geográficas y
climáticas en el diseño del Plan Maestro y de cada uno de los
proyectos físicos que se complementan con los proyectos sociales asociados.
- Movilidad sostenible: Establecer circuitos no motorizados (peatonales/ciclovías) conectados al transporte público,
aportando al circuito priorizado en el contrato de barrio.
- Sistema de áreas verdes naturales y construidas: Se potencia los ecosistemas preexistentes (infraestructura verde) que
otorgue mejores condiciones ambientales al barrio. Las áreas verdes
deben conectarse entre sí por medio de circuitos como con las áreas
verdes de escala comunal y regional (en el caso de parques). Se promueve el uso de huertos
urbanos y viveros como parte de los espacios verdes y/o equipamientos comunitarios.
- Gestión de residuos: Se releva en los modos de habitar aquellas prácticas en la separación en el origen entre materia
orgánica y no orgánica y en las 3R (reducir, reutilizar y
reciclar/lombricultura/huertos), de tal forma que se recuperen sitios
eriazos, microbasurales y vertederos ilegales.
- La integración del uso eficiente de los recursos naturales, por medio de su integración en el diseño del plan maestro
como de los proyectos (eficiencia hídrica, energética y acústica, entre otras).
Se logra por medio de:
- La participación deliberativa.
- La inclusión al modelo operativo del Programa de los tres ejes
transversales, así como dimensiones que se integran entre sí y que
integran las intervenciones y el proceso de recuperación del barrio, a partir de los cuales es posible identificar los modos de habitar y cómo lograr cambios en el uso y
apropiación de las inversiones del contrato de barrio.
Este programa actualmente se encuentra con una alta
demanda de posible intercambio con otros países de
Latinoamérica, ya que su metodología puede replicarse y recibir aprendizajes y adaptaciones a otras realidades. Es así como con Uruguay ya hay en marcha un
proyecto de intercambio metodológico, que incluye la
proyección de generar una red de cooperación entre
países de América Latina que estén avanzando en programas territoriales integrales a escala barrial.
Actualmente se desarrolla un proyecto de intercambio
metodológico entre Chile y Uruguay: Intervenciones
territoriales integrales a escala barrial. El proyecto está orientado
al intercambio metodológico entre el Ministerio de
Vivienda y Urbanismo (MINVU) de
Chile y el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento
Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA) de Uruguay, a partir de la experiencia desarrollada
por ambos países en el ámbito territorial, en barrios
vulnerables en el primer caso y en asentamientos irregulares en el segundo. El enfoque de trabajo integral
que articula inversiones en obras y planes de gestión
social, así como el desarrollo de metodologías participativas, han ido delineando estrategias y programas
coincidentes aun cuando responden a los distintos
contextos institucionales de cada país.
Se han identificado tres ámbitos de interés para desarrollar en conjunto:
- Institucionalidad: rol, estructura y articulación de
los gobiernos centrales, regionales y locales, multisectorialidad y relación con otros actores involucrados como ONG, comunidad y empresa privada.
- Participación: herramientas metodológicas innovadoras.
- Indicadores: herramientas y metodologías de focalización, diagnóstico y evaluación del impacto de
las intervenciones.
El proyecto incluye una agenda de trabajo orientada
a la capacitación de los equipos multidisciplinarios que trabajan en
ambos programas en todos sus niveles: equipos ejecutores de firmas
consultoras y municipales, equipos de intendencias departamentales
(Uruguay), de las secretarías regionales ministeriales (Chile) y de
los niveles centrales de ambos ministerios a fin de fortalecer
capacidades y dar sostenibilidad a la incorporación de nuevas
metodologías de trabajo.
En cuanto a la proyección y réplica del proyecto,
se contempla la generación de una red de cooperación entre todos los países de la región que estén trabajando o iniciando políticas de intervención
territorial a escala barrial, con el fin de potenciar
esta área de trabajo en el continente, y acelerar los
procesos de implementación y mejoras en los distintos países.
El objetivo general es contribuir al mejoramiento de las
políticas de regeneración urbana a escala barrial, a
través de la generación de una alianza colaborativa
para el intercambio de experiencias y enfoques teórico metodológicos de intervención llevados adelante
por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo de Chile
y el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial
y Medio Ambiente de Uruguay.
El objetivo específico es el fortalecimiento del desarrollo
metodológico de los programas de mejoramiento de
barrios a partir de su foco territorial de intervención.
Algunos de los resultados del proyecto han sido:
- Desarrollo e intercambio de herramientas metodológicas que promuevan la participación e inclusión social.
- Fortalecimiento de equipos multidisciplinarios de
los distintos niveles local, regional y nacional de
ambos programas capacitados en metodologías de
intervención territorial.
- Generación de una red de programas de intervención territorial a escala barrial en la región.
Se coordinaron pasantías de vecinos/as ganadores
del III Concurso Nacional de Buenas Prácticas de
Chile (2013) en el marco del lanzamiento del seminario de buenas
prácticas de Uruguay, que desarrollará el equipo de mejoramiento de
barrios de Uruguay. La actividad fue realizada con fecha del 26 al 29 de
mayo de 2014.
Las mejoras del Programa son:
- La comunidad organizada en los CVD puede seguir unida entorno al Plan Maestro de Recuperación del barrio, el cual define su imagen objetivo de largo plazo.
- El Plan Maestro es validado por distintos servicios públicos que permiten integrar sus propias
inversiones sectoriales, generándose mesas de concertación
multisectorial donde el municipio participa en la coordinación y planificación.
- El Programa invierte en el diseño y construcción de nuevos espacios públicos, los cuales se realizan de forma participativa y quedan a cargo de una organización vecinal responsable.
- Se potencian proyectos de autogestión por parte de la comunidad
tales como huertos (seguridad alimentaria), recuperación de sitios
eriazos, plantaciones de árboles y mejoramiento de fachadas de sus
casas, entre otras.
- El Programa ha estado obligado a construir una nueva institucionalidad a la escala de barrio,
que no existía antes del 2005, con recursos humanos y financieros del nivel central, regional y
municipal.
- El Programa ha instalado una forma de planificación y recuperación urbana a escala de barrio, que se traducen en:
- El Programa define de manera participativa y vinculante, una imagen objetivo de largo plazo y estructura su
inversión de forma planificada.
- El Programa se instala por tres años de intervención en un territorio. Los demás programas estatales tienen ejecución presupuestaria anual.
- El Programa instala un modelo de trabajo integrado entre el ámbito físico-espacial y el social, para lo cual se
trabaja con equipos profesionales multidisciplinarios, principalmente del área de arquitectura construcción y la gran
innovación que se incorporan profesionales del área del trabajo social comunitario.
- El Programa incluye la participación informada y deliberativa ciudadana y de actores claves en los procesos de
postulación, selección e implementación.
- El Programa instala ejes transversales a su modelo operativo, como parte de los componentes físicos y sociales,
así como en los productos de éstos: identidad/patrimonio, medio
ambiente y seguridad.
- El Programa establece un proceso participativo deliberativo que
ha obligado a los profesionales de los servicios públicos (nacional,
regional, municipal) y a las consultoras y constructoras a aprender a
escuchar a los vecinos y vecinas de los barrios, así como a cambiar la forma de transferir conceptos y técnicas de diseño y gestión urbana que resultan
cercana a los habitantes del barrio.
- Las herramientas de diagnóstico, diseño y evaluación se levantan
a partir de las diferencias de género, etarias y étnicas,
de tal forma de considerar las percepciones por parte de los distintos grupos de personas que habitan y transitan por
el barrio e identificar los distintos usos y modos de habitar de estos grupos.
- Las limitaciones del programa están en el sistema de evaluación de impacto y procesos de su implementación, ya
que es multidimensional y resulta difícil construir indicadores que permitan evaluar los cambios en la sostenibilidad
de la inversión sectorial. Además, es necesario realizar evaluaciones post intervención en cada barrio.
- Otra limitación se da respecto a la inexperiencia
por parte del Estado es la de
realizar evaluaciones a
planes territoriales con
presupuestos ajustados a
proyectos sociales y de
obras. Esta condición ha
obligado a armar mesas
técnicas de trabajo que
evalúen los proyectos y a
desarrollar experiencias
pilotos con los ministerios
a cargo de la evaluación
social y presupuestaria.
La práctica en barrios ha sido apoyada a través de la creación del
programa de recuperación de barrios Quiero Mi Barrio como
una política de Estado, mediante el D.S. no 14, de 22 de
enero de 2007, y sus modificaciones, de la Presidenta de la República,
que establece que el Programa tendrá por objeto contribuir al mejoramiento de la calidad de vida
de los habitantes de barrios que presentan problemas de deterioro urbano, segregación y
vulnerabilidad social, a través de un proceso participativo de recuperación de los espacios
públicos y de los entornos urbanos de las familias.
Conforme a lo anterior, y con la intención de materializar y guiar las intervenciones en los
barrios, mediante la Resolución Exenta no 3.501, de 27 de mayo de 2008, de la Ministra de
Vivienda y Urbanismo, se crea la Secretaría Ejecutiva de
Desarrollo de Barrios como una unidad en el MINVU, que será
encargada de la gestión operativa del Programa y la línea de atención
a condominios sociales. De igual manera, se aprobó mediante
la Resolución Exenta no 4.119, de 19 de junio de 2008,
de la Ministra de Vivienda y Urbanismo el Manual de
Procedimientos del Programa Recuperación de Barrios, que establece la
operatoria del mismo.
Arriagada Camilo & Morales Nelson (2006) «Ciudad y seguridad ciudadana en Chile: revisión del rol de la segregación
sobre la exposición al delito en grandes urbes», Revista EURE, vol.
XXXII, no 97, pp. 37-48.
MINVU (2009) Caracterización de 200 barrios y construcción de
tipologías. Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Santiago de Chile:
HABITERRA.