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País/Estado — Colombia
Región según Naciones Unidas — América Latina
Región ecológica — tropical y subtropical
Ámbito de la actuación — ciudad
Agentes — fundación; sector privado; institución académica o de investigación; gobierno central; organización de base comunitaria (OBC).Categorías — Arquitectura y diseño urbano. Participación ciudadana y riqueza cultural.
Carrera 25, 46-38, Manizales, Caldas (Colombia) Tel: +57 6 881 2624 / +57 6 885 1241E-mail: osbetania@une.net.co
La Fundación Obras Sociales Betania, con un recorrido superior a los 54 años, tiene como objetivo misional la provisión de soluciones de vivienda a población de limitados ingresos económicos y en condición de vulnerabilidad a partir de episodios de desplazamiento forzado por situaciones de violencia o de desastres naturales.
En este sentido, la buena práctica se inicia en 2009 a partir de la acción coordinada entre la Administración Pública de Manizales y el socio local de la experiencia, la Fundación Luker, quienes conjuntamente en alianza público-privada proveyeron 280 soluciones habitacionales, de las que se beneficiaron 264 familias que a través de esquemas blandos de financiación adquirieran estas viviendas de acuerdo a la capacidad económica individual de cada familia.
Bajo este hito, la Fundación Obras Sociales Betania actúa a partir del año 2012 de manera principal como administrador financiero de la cartera asociada a estos créditos diferenciales, estableciendo diferentes tipos de estímulos para el efectivo cumplimiento de las obligaciones financieras y liderando el proyecto social de San Sebastián, cuyo objetivo principal es mejorar las condiciones de vida de las familias alrededor del proyecto habitacional y de otros actores del sector beneficiario.
Para ello, se estableció junto con los socios de la experiencia un plan consistente en:
Como logros tangibles y más directos de la operación de la buena práctica desde agosto de 2012, se destacan los siguientes resultados:
Para 2014 se avanza en la estructuración del proyecto de generación de ingresos en dos frentes: las confecciones y la panadería, en asociación con empresas privadas de la ciudad y con el Gobierno Nacional.
La comunidad de San Sebastián se enfrentó a procesos de desplazamiento a causa de situaciones extremas de invierno y de habitabilidad en zonas de alto riesgo, generando problemas de convivencia, desempleo, desescolarización y vulnerabilidad.
Lo anterior, ante la carencia de proyectos deportivos y culturales y de un equipamiento urbano adecuado, dio paso a la vinculación de la población juvenil e infantil a grupos delincuenciales, al consumo de sustancias psicoactivas y al deterioro de las relaciones intrafamiliares y sociales.
En el marco de la entrega de soluciones de vivienda, acompañado por procesos de mejoramiento de situaciones sociales de alta complejidad, se establecieron las siguientes prioridades:
Estas prioridades se definieron a través de visitas por parte de trabajadores sociales bajo metodologías transferidas por el Departamento de la Prosperidad Social del Gobierno Nacional (http://www.dps.gov.co), vinculando directamente a la totalidad de la población beneficiaria de las soluciones habitacionales a través de encuestas participativas.
El objetivo general es establecer intervenciones para la generación de ingresos, el mejoramiento de las condiciones de convivencia y profundizar en educación a favor de la comunidad beneficiaria de las soluciones de vivienda de San Sebastián de Betania.
El proyecto vincula a madres cabeza de familia, niños y niñas, jóvenes y adultos mayores.
Como intervención de política pública en materia de vivienda, el municipio de Manizales, a través de su ente descentralizado denominado Caja de la Vivienda Popular, realizó un convenio con la Fundación Obras Sociales Betania para la construcción de 280 soluciones habitacionales. Este fue el paso previo al inicio del proyecto social que, a su vez, es apoyado técnica y financieramente por aliados del sector académico, empresarial y deportivo, impactando positivamente mediante la intervención en indicadores de convivencia, salud, empleo, educación y sano esparcimiento.
Las estrategias que se siguieron para el desarrollo del objetivo general fueron:
Para la construcción de los apartamentos se realizó un convenio con el municipio de Manizales, que aportó el 66% de los recursos, algunos de ellos transferidos por el Gobierno Nacional a través del Ministerio de Vivienda.
Para completar el cierre financiero, la Fundación Luker aportó el 34% restante para un total del proyecto de 8.600 millones de pesos (4,3 millones de dólares estadounidenses).
De este monto total, la proporción aportada por la Fundación Luker (1,45 millones de dólares estadounidenses) se destinó a créditos hipotecarios otorgados por la Fundación Obras Sociales Betania como administrador de los recursos a los adjudicatarios de las soluciones habitacionales.
En lo que respecta al proyecto social, los recursos han sido aportados por cada uno de los actores claves en el desarrollo del mismo como se consigna en el perfil financiero, quienes contribuyen con insumos y dinero para desarrollar el proyecto social, que en su parte financiera reporta la movilización de recursos por valor de 200.125 dólares estadounidenses en 30 meses de operación.
De forma adicional a lo anterior, la Fundación Obras Sociales Betania gestiona donaciones y realiza eventos (banquetes) para obtener recursos que son destinados al Plan Padrino.
Socio | 2012 | 2013 | 2014 |
Fundación Luker | 19.193 | 30.865 | 36.950 |
Corporación Deportiva Once Caldas, S.A | - | 3.650 | 11.750 |
Universidad Católica de Manizales | - | 5.336 | 15.368 |
Fundación Obras Sociales Betania | 2.850 | 6.972 | 27.248 |
Fundación Nutrir | 423 | 6.972 | 7.000 |
SENA | - | 3.960 | 3.960 |
Comunidad de Padres Claretianos | - | - | 13.200 |
Presupuesto total | 22.466 | 62.183 | 115.476 |
Datos expresados en dólares estadounidenses.
Previo al desarrollo de la intervención para la provisión de las 280 soluciones habitacionales y del inicio del proyecto social mismo, se presentaban ciertas condiciones de contexto problemáticas a nivel general de la comunidad asociadas, tales como altos índices de población con formación educativa y para el trabajo incompleta, dificultades para el posicionamiento en el mercado laboral, bajos ingresos económicos por grupo familiar, necesidades de alimentación y nutrición en niños y adultos mayores, altos índices de población en edad productiva con afecciones de salud, enfermedades de trastorno de aprendizaje, carencia de espacios deportivos y culturales, problemas de convivencia entre vecinos, alto grado de inseguridad y criminalidad y conflictos de índole familiar, entre otros.
Pretendiendo la mitigación de estas dificultades mediante la activación del proyecto social, durante su implementación se han presentado otro tipo de dificultades en la construcción de confianza de una porción de la comunidad beneficiaria con la Fundación Obras Sociales Betania, debido al doble rol de ejecutor del acompañamiento social y de gestor de la administración y el cobro de cartera vencida.
Para mitigar esta situación, permanentemente se ha vinculado a profesionales en trabajo social que, con apoyo de miembros de la comunidad de las Hermanas Dominicas de la Presentación, han establecido procesos de sensibilización e información para educar en temas financieros, de seguros y de impuestos a los beneficiarios, como apoyo adicional basados en las ventajas de la cultura del cumplimiento de las obligaciones financieras, sin rivalizar con los contenidos del proyecto social.
En este proceso resulta muy relevante el apoyo de los líderes comunales, quienes se han formado para ser agentes de transformación desde el interior de los grupos beneficiarios y no han sido ajenos a los procesos de sensibilización y educación de la comunidad alrededor del segmento de normalización de cartera.
Algunas de las principales lecciones aprendidas gracias a esta experiencia han sido las siguientes:
En esta categoría se basa principalmente la sustentabilidad de la práctica, pues refleja una voluntad interinstitucional de acompañar un proyecto de mejoramiento de las condiciones generales de vida de comunidades en alto estado de vulnerabilidad.
Así, se reporta permanente apoyo financiero y, especialmente desde la especialidad de los actores involucrados, destacando la presencia de:
Destaca en esta categoría la inclusión de la comunidad como actores principales en la participación en los procesos y en la sostenibilidad del proyecto, incluso desde su componente financiero para honrar las obligaciones crediticias alrededor de las soluciones habitacionales.
Para iniciar la buena práctica del macroproyecto social en San Sebastián de Betania se acudió a las experiencias de construcción de vivienda en altura en la ciudad de Medellín a favor de poblaciones vulnerables de la Caja de Compensación Familiar de Antioquia (CONFAMA) (http://www.confama.com). Asimismo, se acudió a las experiencias de la Fundación Carvajal (http://www.fundacioncarvajal.org.co) en acompañamiento integral alrededor de la provisión de soluciones de vivienda con la lección principal del empoderamiento y la participación de la comunidad, desde la etapa de diseño y el apoyo directo en la construcción en la ciudad de Cali.
Además, se aprendieron ciertas lecciones en los municipios de Montería en el departamento de Córdoba y del municipio de Soacha, en el departamento de Cundinamarca, a través del proyecto Ciudad Verde (http://www.ciudadverde.com.co), que privilegió la inclusión de las especialidades de la academia en el desarrollo de los acompañamientos preliminares y desde la habitabilidad en las soluciones de vivienda, a través de modelos de intervención en convivencia y paz, servicios públicos y educación financiera.
Por último, frente a la consideración de la iniciativa de San Sebastián de Betania como un modelo de incidencia en política pública, la Fundación Luker ha privilegiado el proyecto social como elemento de replicabilidad en la ciudad, mientras que a nivel nacional el Departamento de la Prosperidad Social (http://www.dps.gov.co) lo privilegia como referente en el marco del proyecto nacional de entrega de 100.000 viviendas gratuitas dirigidas a la población más pobre del país.
La experiencia puede ser replicada y existe voluntad manifiesta para ello sustentada en el material documental y de sistematización acumulado durante toda la vida del proyecto, las lecciones aprendidas y el grupo de trabajo consolidado desde el área de construcción, pero especialmente desde el equipo del área social conformado por profesionales en trabajo social y las religiosas pertenecientes a la Comunidad de Dominicas de la Presentación y la voluntad de prestar asesoría técnica bien sea desde el conocimiento de la experiencia directamente en Manizales o en otros territorios para su adaptabilidad a las condiciones particulares de otras latitudes.
Basados en el objetivo general trazado para el acompañamiento social para mejorar los indicadores de empleo, educación, convivencia, sano esparcimiento, salud y nutrición de las familias beneficiarias de las 280 soluciones habitacionales, se destacan los siguientes resultados:
Igualmente se resalta la vinculación de los padres de familia en procesos de construcción y refuerzo de valores y convivencia familiar.
Asimismo, de manera permanente a través de practicantes en trabajo social de la Universidad de Caldas (http://www.ucaldas.edu.co) se mantiene la intervención para la promoción del mejoramiento de las relaciones vecinales.
Por su parte, de manera permanente, se acompaña a los adultos mayores, también con apoyo de la academia, en seguimientos a través de hojas clínicas y programas de manejo de enfermedades, visitas domiciliarias, evaluación de condiciones higiénicas y sensibilización a las familias.
Por su parte, con el apoyo de los Misioneros Claretianos, se atiende de manera directa por parte de la Fundación Betania a adultos mayores en programas de nutrición.
La práctica en barrios ha sido apoyada a través de la creación del Programa de Recuperación de Barrios como una política de estado, mediante el D.S. no 14, de 22 de enero de 2007, y sus modificaciones, de la Presidenta de la República, que establece que el Programa de Recuperación de Barrios tendrá por objeto contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de barrios que presentan problemas de deterioro urbano, segregación y vulnerabilidad social, a través de un proceso participativo de recuperación de los espacios públicos y de los entornos urbanos de las familias.
Conforme a lo anterior, y con la intención de materializar y guiar las intervenciones en los barrios, mediante la Resolución Exenta no 3.501, de 27 de mayo de 2008, de la Ministra de Vivienda y Urbanismo, se crea la Secretaría Ejecutiva de Desarrollo de Barrios, como unidad en el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, que será encargada de la gestión operativa del Programa de Recuperación de Barrios y la línea de atención a condominios sociales, aprobado de igual manera mediante Resolución Exenta no 4.119, de 19 de junio de 2008, de la Ministra de Vivienda y Urbanismo, el manual de procedimientos del Programa de Recuperación de Barrios, que establece la operatoria del mismo.
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