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Mujeres bissauguineanas consiguen por primera vez en la historia de su país ser propietarias de la tierra que cultivan (Pirada, Guinea Bissau)

Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 2014, y catalogada como AWARD. (Best Practices Database)
País/Estado — Guinea Bissau
Región según Naciones Unidas — África
Región ecológica — tropical y subtropical
Ámbito de la actuación — provincial/estatal
Agentes — gobierno local; organización no gubernamental (ONG); fundación.

Categorías — Erradicación de la pobreza. Desarrollo económico. Equidad de género e inclusión social.


Contacto Principal

Asociación para la Promoción y el Desarrollo Local (APRODEL) — organización no gubernamental (ONG)
Filomeno Barbosa

Calle Cumuda  25,
Bafatá, (Guinea Bissau)

Tel: 00 245 5249073

E-mail: aprodelbafata1@hotmail.com

Organización Nominadora

Alianza por la Solidaridad — fundación
Almudena Moreno

Calle Jaen 13, 
28020, Madrid
(España)

Tel: +34 91 5986290

E-mail: amoreno@aporsolidaridad.org


Socio

Alianza por la Solidaridad (APS) — fundación
Almudena Moreno

Calle Jaen 13, 
28020, Madrid
(España)

Tel: +34 91 5986290
E-mail: amoreno@aporsolidaridad.org
Colaboración técnica.


Socio

Autoridades locales Guinea Bissau — gobierno local
Aruna Embalo


Delegación Regional del Catastro,
Gabú (Guinea Bissau)


Colaboración administrativa.
Colaboración financiera.

Resumen

La tierra en Guinea Bissau es el activo más importante para las familias, ya que su sustento depende de la agricultura. Según la Ley de Tierras del país, artículo 2, es propiedad del Estado y patrimonio común de todo el pueblo. Además, en la Constitución de la República de Guinea Bissau, artículo 25, se específica que el hombre y la mujer son iguales ante la ley en todos los dominios de la vida política, económica, social y cultural. Pero en la realidad, la tradición sentencia que, ni las mujeres son iguales en la vida pública, ni tienen fácil acceso a una tierra de cultivo.

La población de Guinea Bissau es de 1.548.159 habitantes (Censo 2009), siendo el 51,5% mujeres. Pero los recursos naturales, incluida la tierra, están contralados por los hombres y son ellos los que deciden sobre su uso y beneficio. Ellas solo pueden acceder a aquellos recursos que garantizan la supervivencia familiar y nunca en propiedad. Por ello, no tienen ningún derecho sobre la tierra que cultivan ya que esta siempre pertenece al hombre de la familia —padre, hermano o marido— que les cede un espacio para cultivar y alimentar a la familia.

Son muchas las ocasiones en las que la tierra prestada que ellas cultivan les es retirada en plena campaña de producción, sobre todo hortícola, porque los hombres propietarios de la tierra sienten celos de los ingresos económicos que consiguen con los excedentes. Debido a esta tradición, las mujeres quedan sometidas al deseo del hombre, algo que las sentencia a no salir nunca de la pobreza.

En el caso que aquí presentamos, se ha conseguido romper, por primera vez en la historia de este país, con esa tradición, ya que 320 mujeres de la Región de Gabú, han conseguido el título de propiedad de la tierra que cultivan, siendo dueñas de su futuro. Queremos que esta buena práctica se extienda en este país y en otros con características similares. Por ello, este premio es una oportunidad para que más mujeres puedan romper esta brecha.

Fechas Clave

Descripción

Situación previa a la iniciativa

Antes de esta intervención, las mujeres de la Región de Gabú, Sector de Pirada, en las aldeas de Sissacunda, Helacunda, Cupuda y Colondito, no tenían ningún derecho a la tierra, siendo el campo que ellas cultivaban de los hombres de sus famílias, que les cedían el espacio a modo de préstamo, pero sin capacidad de decisión sobre el recurso.

Establecimiento de prioridades

APRODEL trabaja con la organización Alianza por la Solidaridad (APS) en el marco de un proyecto transnacional (Guinea, Gambia, Senegal), llamado convenio Seguridad Alimentaria y Gobernanza Ambiental (SAGE), que promociona a la mujer en los componentes de energía y ambiente, seguridad alimentaria y ordenación del territorio.

Cuando, por medio de este convenio, se empezó a trabajar en esta zona en el desarrollo de las áreas de cultivo por parte de las mujeres, se vio que lo prioritario, antes de empezar, era que las mujeres fueran propietarias de las tierras de cultivo. Tras diversas actividades de equidad de género, fueron ellas mismas las que alertaron sobre este problema y pidieron apoyo para legalizar sus tierras.

Formulación de objetivos y estrategias

Como decíamos en el apartado anterior, este proyecto se engloba dentro del convenio SAGE ejecutado en Guinea Bissau, Gambia y Senegal. Su objetivo principal es el desarrollo sostenible basado en la gestión de los recursos naturales de la zona, en la promoción de los derechos humanos y género; y la influencia sobre las políticas nacionales y sub-regionales. La componente de género es trasversal a todas las acciones de este convenio, centrándose en el empoderamiento de las mujeres, el acceso y control de las tierras, la participación de mujeres en las esferas de decisión, y el alivio y la descarga del trabajo de las mujeres. Esta estrategia se lleva en todas las actividades del convenio, como ha sido la de la legalización.

Movilización de recursos

Dentro del convenio SAGE, las actividades desarrolladas en Guinea Bissau son ejecutadas por la organización local APRODEL con el apoyo técnico, político y financiero de Alianza por la Solidaridad. Ambas organizaciones cuentan en sus perfiles con una persona experta en género. Las actividades que se enmarcan en este convenio cuentan con la financiación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

Los únicos costes de esta actividad fueron el coste del personal de APRODEL y 1.000.000 CFA (1.087 USD) de gastos administrativos para la legalización de las tierras, repartidos a partes iguales entre el gobierno local y el convenio SAGE.

Los recursos humanos invertidos en este proyecto fueron:

Únicamente cobró un salario el personal de APRODEL. El resto de actores trabajó de manera altruista, asistiendo a las reuniones de negociación para la obtención de tierras entre asociaciones de mujeres, jefes tradicionales y APRODEL; y a las reuniones de negociación sobre la legalización de las tierras entre APRODEL y las autoridades administrativas.

Proceso

En el marco de las actividades conjuntas de APRODEL y APS en la zona, se realizaron varias actividades relacionadas con la igualdad en relación al acceso y control de los recursos en el marco de las actividades para favorecer la seguridad alimentaria en la zona.

Entre las actividades llevadas a cabo, se realizaron debates comunitarios e intercomunitarios sobre la situación de la mujer en la zona de intervención. S se sensibilizó a los diferentes actores, líderes comunitarios y administrativos, mujeres representantes de los Comités, asociaciones de mujeres, asociaciones de hombres y jóvenes. Se dieron formaciones sobre género y el papel de la mujer en el desarrollo.

Estas acciones se realizaron de manera paralela a las actividades para mejorar la situación se seguridad alimentaria; en concreto, acciones para el apoyo técnico y material a los perímetros hortícolas de una hectárea cada uno de las comunidades de Sissacunda, Helacunda, Cupuda y Colondito.

Las acciones de género y las acciones para mejorar la producción propiciaron un encuentro promovido entre APRODEL en el que las mujeres beneficiaras de las huertas, manifestaron la preocupación en relación a la inestabilidad en la propiedad de los terrenos con todas las inversiones previstas. De forma informal, solicitaron a APRODEL apoyo en la legalización de las tierras junto a las autoridades administrativas.

Tras ese encuentro, se escogieron a tres mujeres de cada una de las cuatro comunidades para reunirse con los propietarios de los perímetros y los jefes de las aldeas (autoridades tradicionales, en algunos casos propietarios de las tierras) y comprobar la calidad de los terrenos para la horticultura, principalmente en cuanto a su fertilidad y cercanía a las aldeas. Una vez repartidos los terrenos, se midieron con el apoyo de APRODEL.

APRODEL consultó las leyes y las políticas nacionales sobre tierra; estudió las estadísticas sobre las desigualdades en el acceso y control de la tierra por zona de intervención; y se encontró con las autoridades administrativas locales para informarse de los procedimientos legales para la obtención del título de propiedad de las tierras (documentos y costes). Las informaciones obtenidas se trasladaron a los grupos de mujeres mostrándoles que era posible legalizar los perímetros concedidos.

De esta forma, APRODEL y las responsables de los grupos iniciaron el proceso con una declaración informal de la concesión para cada grupo, junto a las autoridades administrativas locales. Las autoridades administrativas a su vez contactaron a las autoridades locales para confirmar y posteriormente verificar el espacio indicado y proceder a la medición.

Posteriormente, se hizo el informe del terreno y, junto al Servicio Regional de Catastro, se elaboró el croquis (mapa y localización). Una vez se tuvo el croquis, para poder legalizar el documento, se sufragó el millón de CFAS de costes administrativos que finalmente fueron cubiertos por el convenio SAGE y por el gobierno local a partes iguales. A partir de ese momento se autorizaron y emitieron los títulos (reconocimientos jurídicos) a las mujeres durante 90 años prorrogables.

Los documentos se entregaron a los grupos de mujeres en el día 8 de marzo a través de un acto oficial con la presencia del gobernador de la Región, el administrador del Sector, los jefes de las comunidades, el régulo, el secretario ejecutivo de APRODEL y la responsable de género de Forum Pour un Développement Durable et Endogène (Fodde), socio local de Senegal. La respuesta de las autoridades fue muy positiva, ya que esta práctica apoyaba el desarrollo del Sector de Pirada, sobre todo de las personas más desfavorecidas. Desde el primero momento, alabaron la iniciativa al tratarse de una experiencia nueva e histórica en Guinea Bissau.

Resultados obtenidos

Los objetivos previstos en el proyecto se alcanzaron completamente.

Se consiguió negociar con las autoridades locales (tradicionales y estatales) para facilitar el acceso a las tierras y al proceso de legalización, donde respondieron con satisfacción a favor de las mujeres, lo que supuso un gran cambio de mentalidad. El Comité del Sector colaboró además con el Servicio Regional de Catastro para facilitar el proceso de participación en la demarcación y documentación de los expedientes ligados al terreno.

Después de realizar todo el proceso, 320 mujeres de cuatro grupos de la aldeas de Sissacunda, Helacunda, Cupuda y Colondito, en el Sector de Pirada, Guinea Bissau, consiguieron el título de concesión de tierras, con una duración de 90 años renovables. Esto garantiza una gestión de las mismas autónoma. No hay que olvidar que los grupos sociales más vulnerables en este país son los niños y las mujeres.

En total, se legalizaron cuatro perímetros hortícolas en las cuatro comunidades mencionadas de Pirada, con un área de 1 hectárea cada una, que corresponde a 10.000 metros cuadrados, a favor de los cuatro grupos de mujeres de la zona (80 mujeres por hectárea).

El hecho de haber conseguido esta legalización en esta zona, con el cambio de mentalidad por parte de la población, puede servir como factor de influencia y presión para que se abran las puertas a que otras mujeres de Guinea Bissau puedan igualmente acceder a la propiedad de las tierras que cultivan. De esta manera se conseguirá extender por el país el acceso a los recursos naturales por parte de las mujeres. El ejemplo de Sissacunda va a ser objeto de referencia a nivel local y nacional.

Sostenibilidad

Lo que realmente se ha conseguido con esta intervención es cumplir con la legislación del país.

La complejidad de las leyes y la burocracia en los trámites de legalización hace que sean casi nulas las opciones de las mujeres de las comunidades rurales de conocer sus derechos sobre el acceso a la tierra. El hecho de que esta legalización se haya conseguido gracias al trabajo de las mujeres apoyadas por APRODEL hace que conozcan muy bien el proceso y beneficia a que otras mujeres del país lo repliquen.

Esta acción es altamente sostenible porque las mujeres no deben pagar más por el uso de la tierra.

En cuanto a la producción agrícola, (es imprescindible que las tierras conseguidas se cultiven adecuadamente), y en el marco del convenio SAGE, APRODEL tiene un acuerdo de colaboración con las Direcciones Regionales de Agricultura, Pecuaria y Recursos Hídricos que conlleva un seguimiento técnico en la política de desarrollo agrícola de las actividades del convenio. En cada perímetro se creó para ese fin una estructura de gestión de las propias beneficiarias (Comisiones Técnicas de Seguridad Alimentaria) que se ocupan del apoyo a la producción, transformación, conservación y comercialización de productos provenientes de los perímetros hortícolas.

Además, cada perímetro dispone de varias fosas de compost (entre dos y cuatro) para la fabricación de abono orgánico para el restablecimiento del suelo y la disminución de abonos químicos importados, y de un sistema solar de captación de agua.

Las organizaciones no gubernametnales (ONG) socias en la zona, con la misma vocación de apoyo al sector agrario, se han implicado como socias de las asociaciones de mujeres hortícolas. También se está empoderando a las mujeres mediante la alfabetización, de manera que puedan hacer sus planificaciones de los costes de producción, acompañamiento y autoestima.

Lecciones aprendidas

Como se ha mencionado a lo largo del documento, se han constatado muchos casos en los que las tierras prestadas para fines agrícolas se les retiraba en plena campaña de producción porque los hombres (actuales propietarios de la mayoría de las tierras) sentían celos por la forma en que las mujeres podían crecer económicamente.

Por otra parte, la propia legislación describe la igualdad entre hombres y mujeres en la adquisición y legalización de las tierras. Se comprobó que era cierto que las mujeres solas podían legalizar sus tierras, pero el proceso burocrático, así como la falta de información sobre leyes y políticas existentes lo hacían demasiado complejo. Por todo ello, las lecciones aprendidas en este caso han sido tres:

  1. La importancia de sensibilizar a todos los actores implicados, líderes comunitarios y administrativos, mujeres representantes y asociaciones de hombres y jóvenes sobre género y la mujer en el desarrollo.
  2. La importancia de que los procesos sean claros y legibles para cualquier persona y que estos se divulguen a nivel nacional.
  3. El hecho de que las mujeres hayan estado implicadas en todo el proceso las ha capacitado para que ellas ahora apoyen a otras mujeres en conseguir lo mismo. Ahora mismo se están realizando intercambios entre las mujeres de Sissacunda, Cupuda, Helacunda y Colondito y las aldeas vecinas para que se pueda seguir haciendo historia.

Transferibilidad

Por primera vez en la historia de Guinea Bissau se ha logrado que las mujeres tengan un título de propiedad. Se ha mostrado que es posible. Esto puede servir también como factor de influencia y de presión, ya que el ejemplo de Sissacunda, Cupuda, Helacunda y Colondito va a ser objeto de referencia a nivel local y nacional. De esta manera, esta excepción puede pasar a ser la regla.

Para ello, a nivel local y regional, las mujeres de las comunidades harán intercambios con las mujeres de las aldeas vecinas para acompañar en el mismo proceso. A nivel nacional, se continuará con la difusión del proceso para que poco a poco los intercambios sean interregionales y se alcance una extensión mayor.

Además, esta iniciativa no queremos que se quede sólo en Guinea Bissau, si no que se extienda por los países limítrofes. Este es el caso, de Senegal y Gambia, donde se está trabajando con otras organizaciones socias en la legalización de tierras para las mujeres.

De esta manera, el ejemplo de Guinea Bissau puede servir a que las mujeres de su país y de los países vecinos continúen estos cambios, los cuales consideramos clave para la igualdad y justicia de género.

Perfil Financiero

Socio 2013 Total
APS 500.000 CFA 1.087 USD 500.000 CFA 1.087 USD
Presupuesto total 500.000 CFA 1.087 USD 500.000 CFA 1.087 USD

Legislación y políticas relacionadas

En Guinea Bissau la legislación actual apoya la equidad de género a todos los niveles. Por un lado, la Constitución de la República de Guinea Bissau, en su artículo 25, especifica que el hombre y la mujer son iguales ante la ley en todos los dominios de la vida política, económica, social y cultural; y por otro, la Ley de Tierras, en su artículo 2, explica que la tierra es propiedad del Estado y patrimonio común de todo el pueblo.

Pero en la realidad, al menos el 90% de las mujeres de la comunidad rural no pueden acceder a los recursos naturales de manera independiente. Esto se debe a que, a pesar de la legislación local, lo que rige en el país son sus usos y costumbres, su tradición enraizada en la cultura, donde las mujeres son siempre sometidas al orden y deseo del hombre, quedando vulnerables a su condición de vida y pobreza.

El país es consciente de este obstáculo y la inclusión social es un proceso promovido tanto por las organizaciones internacionales de apoyo, el Ministerio de Mujeres y Niños y la sociedad civil. Incluso el Gobierno ha desarrollado una Política Nacional de Equidad e Igualdad de Género, apoyada por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), aunque desde hace dos años no se ha promulgado por el Presidente de la Republica debido a la inestabilidad política que se vive desde el 12 de abril de 2012.

Por otra parte, aunque sea posible acceder a la tierra, el proceso es tan burocrático que es casi imposible para las mujeres conseguir el título.

Este proyecto ha conseguido clarificar el proceso para que las mujeres puedan disponer del acceso y control a la tierra y la seguridad de su tenencia. Esto también ha supuesto una vía para tener una participación activa en los espacios de toma de decisión.

La posibilidad de contar con el reconocimiento de este premio hará posible que este ejemplo se pueda extender y deje de ser una excepción.

Referencias

Hidalgo, Susana  (2014)   «Un grupo de mujeres hace historia en Guinea Bissau al convertirse en propietarias de la tierra»,   eldiario.es, 20 de febrero, http://www.eldiario.es/desalambre/grupo-mujeres-historia-Guinea-Bissau_0_228178171.html

de Vega, Luís  (2014)   «Las mujeres de Sissacunda rompen con el patriarcado»,   ABC, 6 de febrero, http://www.abc.es/internacional/20140206/abci-guinea-bissau-revolucionpoblado- 201402051857.html

  ()   Djaja¿s Film, mujeres que mueven Africa.   https://drive.google.com/file/d/0B9AFeTks1q8RZ25YV2RMd281X0U/edit?usp=shari ng

Edición del 2-12-2015
Revisión: Susana Simón Tenorio
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