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País/Estado — España
Región según Naciones Unidas — Europa
Región ecológica — continental
Ámbito de la actuación — ciudad
Agentes — gobierno local; organización de base comunitaria (OBC); organización no gubernamental (ONG); sector privado; fundación.Categorías — Vivienda. Equidad de género e inclusión social. Vivienda y derechos humanos.
Palos de la Frontera 13, 28012 Madrid (España) Tel: +34 91 5168634 Fax: +34 91 5168537
Ministerio de Fomento, Paseo de la Castellana 112, 28046 Madrid (España) Tel: +34 91 7284091 Fax: +34 91 7284862E-mail: concursobbpp@fomento.es
Ribera del Sena 21, 28042 Madrid (España) Tel: +34 91 5884045E-mail: cgguvo@madrid.es
Ortega y Gasset 100, 28006 Madrid (España) Tel: +34 91 5881000E-mail: ag.familia@madrid.es
Jose Luis de Arrese 66, local 10, 28017 Madrid (España) Tel: +34 91 4049118 / +34 616 574223 / +34 626 918314 / +34 699 792286E-mail: aem@alternativaenmarcha.org
Quevedo 2, bajos, 08012 Barcelona (España) Tel: +34 93 2890530 Fax: +34 93 3256835 Sede en Madrid: Paseo de la Dirección 69, 28039 Madrid (España) Tel: +34 607 464040Colaboración administrativa.
Plaza Cantoria 2, bajo, 28019 Madrid (España) Tel: +34 91 4729540 / 8378 Fax: +34 91 4280529E-mail: amo@amo.org.es
Cáceres 10, 1º izda., 28045 Madrid (España) Tel: +34 91 5277989 Fax: +34 91 5063480Colaboración administrativa.
Olimpiada 2, 28040 Madrid (España) Tel: +34 91 4026012 Fax: +34 91 4016806Colaboración administrativa.
Avda. de Valladolid 81, 7º, 28008 Madrid (España) Tel: +34 607 705567E-mail: tengohogar@gmail.com
Rafael Salazar Alonso 17 posterior, local 19-22, 28007 Madrid (España) Tel: +34 91 5570130 Fax: +34 91 4008250E-mail: provivienda@provivienda.org
Marqués de la Valdavia 2, 28012 Madrid (España) Tel: +34 91 5061723 Fax: +34 91 5288739Web: http://www.pinardi.com
Muguet 7, 28044 Madrid (España) Tel: +34 91 5325555 Fax: +34 91 5536122Colaboración administrativa.
Casado del Alisal 1, 28014 Madrid (España) Tel: +34 91 3564249 Fax: +34 91 3561366E-mail: constructorabenefica@caritasmadrid.org
En estos momentos de especial dificultad económica, muchas familias han visto caer sus ingresos hasta niveles que les sitúan en riesgo de exclusión social y residencial.
Ante esta situación, la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo de Madrid, S.A. (EMVS), actuando desde un enfoque integral y estratégico, en colaboración con el Área de Gobierno de Familia, Servicios Sociales y Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Madrid, incorpora a la política municipal de vivienda la Red de Viviendas Solidarias.
Este programa tiene su origen el 11 de julio de 2012, con la firma del Convenio de Colaboración entre el Área de Gobierno de Familia y Servicios Sociales del Ayuntamiento de Madrid, el Área de Gobierno de Urbanismo y Vivienda del Ayuntamiento de Madrid y la EMVS para la cooperación en la gestión del Programa de Viviendas Solidarias en la ciudad de Madrid. La EMVS pone a disposición de éste 200 viviendas en régimen de arrendamiento que se adjudicarán a las entidades sin ánimo de lucro que soliciten su participación. Estas entidades cederán el uso de las viviendas a las familias seleccionadas en una comisión de valoración y seguimiento formada por representantes de la EMVS, el Área de Gobierno de Familia y la entidad correspondiente. En colaboración con los servicios sociales municipales, se desarrolla el diseño de intervención social que deberán seguir las familias adjudicatarias fijando los objetivos a conseguir de cara a su autonomía socioeconómica.
En un primer momento se adhirieron Cruz Roja, Cáritas y Provivienda y después se sumaron Tengo Hogar, Empresa de Educadores Sociales S.L. (EMES), Asociación de Bienestar y Desarrollo (ABD), Asociación Mujeres de Opañel, Asociación Realidades, Alternativa en Marcha y Asociación Pinardi, estando abierto a nuevas entidades.
Posteriormente, el Pleno del Ayuntamiento del 7 de junio de 2013, aprobó la ampliación del programa con 200 viviendas más que se adjudicarían a familias propuestas directamente por los servicios sociales de las Juntas Municipales de Distrito de la ciudad de Madrid.
Nos encontramos ante un ejemplo de coordinación de políticas municipales de vivienda con políticas de bienestar social, con lo que se lograrán objetivos más amplios de desarrollo y bienestar de personas y familias en riesgo de exclusión por pérdida de vivienda y empleo.
Se trata de una práctica con un enfoque de política interdepartamental integrado (Área de Gobierno de Urbanismo y Vivienda, EMVS y Área de Gobierno de Familia, Servicios Sociales y Participación Ciudadana), orientado a la colaboración y cooperación entre departamentos, así como con entidades sociales que actúan en el municipio de Madrid.
La Red de Viviendas Solidarias surge ante la necesidad de desarrollar iniciativas que faciliten vivienda a aquellos colectivos que se encuentran en riesgo de exclusión social y residencial en Madrid.
En concreto, a aquellas familias que, como consecuencia de la crisis y los procesos de desahucio, han perdido o van a perder sus viviendas; especialmente, a familias con todos sus miembros en desempleo y personas a su cargo, mujeres u hombres con menores a su cargo, personas solas que hayan agotado todas sus prestaciones por desempleo, y aquellas otras personas o familias que los servicios sociales municipales determinen por estar en situación o riesgo de exclusión.
En primer lugar se consideró prioritario determinar los participantes. Por un lado, la EMVS de Madrid, quien ejercía el liderazgo del proyecto y además era la propietaria de las viviendas, por otro lado, el Área de Familia del Ayuntamiento de Madrid quien, a través de sus servicios sociales, propondría las familias susceptibles de ser destinatarias de este programa y, finalmente, las entidades sin ánimo de lucro quienes realizarían el acompañamiento social en coordinación con los servicios sociales del Ayuntamiento.
Una vez involucradas las primeras entidades, Provivienda, Cruz Roja y Cáritas, la segunda prioridad fue delimitar el perfil de los destinatarios del proyecto y se llegó a la conclusión de que éste vendría marcado por la propia realidad económica del país. A partir de este momento, el objetivo fue dirigirnos a aquellas familias, que no encontrándose todavía en exclusión social, estaban en riesgo de ello, por lo que el objetivo era trabajar en la prevención.
El objetivo principal de este programa ha sido, y es, que las familias puedan estabilizarse y mejorar su situación socioeconómica para poder optar a una vivienda de manera definitiva.
Las estrategias han consistido, fundamentalmente, en el apoyo a la empleabilidad y capacitación laboral, la ayuda en la organización de la economía familiar, el apoyo psicológico en su caso, así como actuaciones destinadas a promover las relaciones de apoyo mutuo en las comunidades de vecinos, para que las familias puedan ampliar sus redes sociales y logren la conciliación de la vida familiar. Dichas estrategias han sido marcadas por las entidades, a través del trabajo individual con cada familia, de acuerdo con las necesidades de estas últimas, y por los servicios sociales municipales en el marco del proceso de intervención social.
Los recursos financieros utilizados han sido indirectos. La EMVS se ha hecho cargo de la inversión necesaria para reparar las viviendas destinadas a la red, las entidades han aportado los fondos necesarios para amueblar las viviendas, en los casos en los que ha sido necesario, y en alguna ocasión han ofrecido ayudas económicas adicionales a las familias, y el Área de Familia del Ayuntamiento de Madrid también ha aportado ayudas económicas puntuales para el acceso a la vivienda asignada como pago de alta de los suministros y adquisición de electrodomésticos básicos, entre otras.
En cuanto a los recursos humanos, ha sido el propio personal de las instituciones y entidades participantes quien ha realizado los trabajos necesarios: trabajadores de la EMVS han realizado la labor de coordinación en la reparación de viviendas; representantes del Área de Familia, de las entidades y de la EMVS han formado parte de las comisiones de evaluación, donde se han seleccionado a las familias adjudicatarias de las viviendas, y de las comisiones de seguimiento, donde se han realizado la valoración de los progresos de cada familia; el Área de Familia, a través de su propio personal, ha llevado a cabo la labor de coordinación con los servicios sociales de los distritos para la derivación de familias; y por último, las entidades han formado grupos de profesionales, en ocasiones incluso de otras asociaciones, para la intervención social con cada familia y se han coordinado y apoyado con los trabajadores sociales municipales.
A pesar de que el proyecto se inicia oficialmente el 11 de julio de 2012, fecha en la que se firma el Convenio de colaboración entre el Área de Gobierno de Familia y Servicios Sociales del Ayuntamiento de Madrid, el Área de Gobierno de Urbanismo y Vivienda del Ayuntamiento de Madrid y la EMVS, la iniciativa se pone en marcha anteriormente a través de diversas reuniones mantenidas entre la EMVS, el Área de Familia y las primeras entidades que deciden sumarse a esta práctica, Cáritas, Provivienda y Cruz Roja. El convenio es el fruto de estos encuentros.
En estas reuniones se empiezan perfilar todos los detalles del proyecto, desde el perfil de las familias que van a participar, hasta el alquiler al que pueden hacer frente. Con respecto a las familias, se observa que la crisis económica ha dejado en situación de vulnerabilidad a una serie de personas que lo que necesitan es una ayuda temporal hasta puedan volver al mercado laboral y puedan acceder de manera definitiva a una vivienda. Se decide por lo tanto trabajar con esas familias que en principio no parecen ser las que habitualmente demandan ayuda de los servicios sociales, pero que en ese momento tienen graves necesidades económicas y sociales.
En cuanto al precio del alquiler, era fundamental que estuviera muy por debajo del de mercado y que supusiera un respiro para las familias, con lo que tenía que ser acorde con sus ingresos económicos. En un principio se determinó una renta de 3 euros por metro cuadrado hasta un máximo de 200 euros.
Desde que se empezaron a adjudicar las primeras viviendas, las entidades y los servicios sociales municipales manifestaron las dificultades que muchas familias tenían para hacer frente a este pago. Por esta razón, posteriormente, se bajó la renta a 2 euros por metro cuadrado y un máximo de 160 euros. Era esencial que las familias tuvieran la posibilidad de poder pagar su vivienda, para que a partir de la tranquilidad que les daba tener un hogar, pudieran trabajar en el resto de necesidades.
En este sentido, el trabajo de las entidades ha sido fundamental ya que han organizado grupos de profesionales que trabajan con las familias todos los aspectos que se deben cubrir, desde la orientación laboral hasta la ayuda psicológica en caso de que fuera necesario. Las propias familias se han convertido en participantes activos del programa, ampliando sus redes con otras familias y ayudándose entre sí.
Finalmente, no podemos dejar de aludir al papel de los servicios sociales municipales, presentes desde el inicio del proyecto, derivando familias y completando el trabajo de las entidades en unos casos y, desde junio de 2013 (fecha en la que se amplió el programa con 200 viviendas más), llevando directamente en muchos casos la propia intervención social.
Desde que se inició el programa se han realizado distintas comisiones de valoración y seguimiento con las entidades, representantes de la EMVS y el Área de Familia, tanto para la selección de familias como para el estudio del cumplimiento de objetivos, y dos comisiones de evaluación con todas las entidades involucradas, donde se han intercambiado experiencias y se han analizado los problemas que se deben solventar.
Desde su puesta en marcha en julio de 2012, las mejoras alcanzadas por los usuarios de la Red de Viviendas Solidarias son evidentes, ya que el riesgo de quedar sin alojamiento por no poder sufragar su coste económico ha sido eliminado.
Hasta la fecha, en la vertiente del programa que colabora con entidades sin ánimo de lucro, hay 110 viviendas adjudicadas. En cuanto a la segunda modalidad del programa, en la que los servicios sociales de las Juntas Municipales de Distrito derivan directamente a las familias, actualmente se están gestionando 107 viviendas, a lo que hay que añadir 51 que ya han sido ocupadas por las familias seleccionadas.
La Red de Viviendas Solidarias está permitiendo el trabajo en equipo de un gran número de entidades en colaboración con la EMVS y el Ayuntamiento de Madrid con el objetivo de poder racionalizar y optimizar todos los recursos que se emplean (prestaciones económicas, banco de alimentos, terapias familiares, proyectos de capacitación y formación profesional con búsqueda activa de empleo), para poder ayudar a las personas que tienen no solo necesidad de vivienda, sino también de una intervención social.
A través de este modelo, por ejemplo, las entidades durante el proceso de selección de las familias realizan un profundo estudio de su situación, lo que puede llevar a proponer cambios y a dirigirlas a otros programas más adecuados para su situación, e incluso a viviendas compartidas. Una intervención social prácticamente a medida, que incrementa la posibilidad de éxito de la integración en una vivienda digna y que va más allá de necesidad de vivienda, incidiendo de manera especial en la orientación laboral, hasta llegar a la empleabilidad, ya que se pretende que este recurso sea transitorio y las familias puedan mejorar su situación socioeconómica.
La sostenibilidad de este programa es posible al haber conjugado las necesidades de un sector de la población con recursos económicos disminuidos por la coyuntura económica del país, con los recursos ya existentes en el municipio de Madrid. Es decir, la EMVS ya disponía de las viviendas adecuadas para el programa y los servicios sociales municipales y las entidades ya tenían la demanda de las familias con necesidad de vivienda y/o alojamiento.
La coordinación y el trabajo en red entre los diferentes actores ha sido fundamental para lograr el éxito de la intervención, de esta manera, al utilizar los recursos disponibles entre todos (económicos, políticos, técnicos, sociales...) se ha podido llevar a cabo una intervención social global que ha permitido que el acceso a una vivienda digna haya sido el primer paso para la integración total de las familias.
La rentabilidad social se fundamenta en que las personas que a fecha de hoy han sido incluidas en el mismo se encuentran con proyectos de vida y dinámicas sociales normalizadas y apartadas de los circuitos de exclusión social.
Para cualquier ámbito geográfico (municipio, comunidad, estado) en el que un número importante de sus habitantes se encuentren en riesgo de exclusión, supone una alarma social difícil de contener si no se emplean los medios adecuados, lo que siempre supone un gran coste social.
La primera lección aprendida con esta práctica ha sido que la vivienda ha supuesto una mejora en la salud emocional de las personas que han podido acceder a ella, a partir de lo cual se ha podido ayudar a las familias en la búsqueda de empleo, en la organización familiar y en todos aquellos aspectos que se estaban deteriorando como consecuencia de la pérdida del trabajo y, consecuentemente, de la pérdida de hogar.
Por otra parte, la coordinación con las entidades sin ánimo de lucro, ha puesto de manifiesto cómo el aunar esfuerzos conlleva una optimización de los recursos existentes, con el consiguiente abaratamiento de los costes, y una mejora de los resultados. La especialización de las entidades participantes ha posibilitado el trabajo de los profesionales adecuados para las diversas necesidades detectadas en cada caso: trabajadores sociales, educadores, psicólogos y orientadores laborales, entre otros.
La Red de Viviendas Solidarias del Ayuntamiento de Madrid es un ejemplo del poder de las sinergias que pueden generarse desde una labor colaborativa entre la administración local y la iniciativa de diferentes entidades sociales, un intercambio de conocimiento y buenas prácticas compartidas que da un resultado muy superior al trabajo individual.
Todo lo expuesto nos lleva a concluir que toda política de vivienda tendría que ir acompañada de un programa de intervención social que maximice los resultados y permita una acción global.
Finalmente, este programa está demostrando que trabajar desde la prevención evita situaciones de exclusión que supondrían una intervención de mayor complejidad y en ocasiones con escasos logros positivos.
Los resultados obtenidos hasta el momento por esta iniciativa han hecho que desde la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo se esté reforzando la colaboración con todos aquellos agentes implicados en la intervención social, trabajando desde la prevención para evitar la caída en la exclusión social y residencial.
El programa Red de Viviendas Solidarias se ha beneficiado de la larga experiencia que en materia de vivienda e inclusión social tienen las entidades adheridas al mismo. De hecho, antes del diseño de la iniciativa, se mantuvieron numerosas reuniones con los profesionales responsables de los diferentes proyectos de intervención que dichas entidades estaban desarrollando en ese momento.
También ha sido muy beneficioso para esta iniciativa el haber podido dar continuidad a procesos de intervención ya iniciados por las entidades que, sin este programa, tendrían que haberse suspendido por falta de los recursos adecuados, con el consiguiente retroceso en la consecución de objetivos de mejora para los individuos y las familias.
Este programa se puede replicar con cierta facilidad, siempre que las diferentes administraciones y entidades que desarrollan programas de intervención integral dirigidos a prevenir y evitar la exclusión social, aúnen y coordinen los recursos existentes en los ámbitos geográficos de aplicación, tanto públicos como privados.
Desde el mes de abril de 2013, la administración autonómica, que promueve y gestiona vivienda pública en la Comunidad de Madrid, ha puesto en marcha una iniciativa cuyas características de funcionamiento son similares a las recogidas en el programa de viviendas solidarias.
Socio | 2013 | 2014 | Total |
EMVS | 1.013.958,81 | 1.281.343,46 | 2.295.302,27 |
Área de Gobierno de Familia y Servicios Sociales, Ayuntamiento de Madrid | 771.633,95 | 1.006.454,36 | 1.778.088,31 |
Alternativa en Marcha | 123.532,57 | 116.778,19 | 240.310,76 |
ABD | 29.928,23 | 27.202,00 | 57.130,23 |
Mujeres Opañel | 11.389,48 | 10.411,57 | 21.801,05 |
Realidades | - | 231.715,46 | 231.715,46 |
Empresa Educadores Sociales Grupo 5 | 6.706,39 | - | 6.706,39 |
Tengo Hogar | - | 29.922,20 | 29.922,20 |
Provivienda | 161.406,75 | - | 161.406,75 |
Pinardi | - | 16.763,23 | 16.763,23 |
Cruz Roja | 240.761,61 | 36.760,70 | 277.522,31 |
Cáritas | 92.036,61 | 17.130,46 | 109.167,07 |
Total | 2.451.354,40 | 2.774.481,63 | 5.225.836,03 |
Datos expresados en dólares estadounidenses.
Se trata de una iniciativa municipal respaldada por el convenio de colaboración firmado entre un Área de Gobierno y una empresa municipal del Ayuntamiento de Madrid y ratificada con la aprobación por el Consejo de Administración de la Empresa y por el Pleno del Ayuntamiento.
Buenas Prácticas > Concurso Internacional > 2014 > http://habitat.aq.upm.es/dubai/14/bp-51.html |