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País/Estado — México
Región según Naciones Unidas — América Latina
Región ecológica — montañosa
Ámbito de la actuación — nacional
Agentes — organización no gubernamental (ONG); agencia internacional.Categorías — Erradicación de la pobreza. Desarrollo económico. Infancia y adolescencia: de 10 años a la edad adulta; salud y nutrición.
Amatlán 37, piso 1, Colonia Condesa, Delegación Cuauhtémoc, Ciudad de México, 06140 (México) Tel: +521 (55) 34521111E-mail: pixan.eek@gmail.com
Mauritskade 9, Postbus 30919, 2500 GX Den Haag, (Netherlands) Tel: 070 (342) 16 21Colaboración financiera.
Insurgentes Sur n.1605, piso 24, Colonia San José Insurgentes, Ciudad de México, CP 03900 (México) Tel: +01 52 (55) 54804291Colaboración financiera.
Amatlán 37, Piso 1, Colonia Condesa, Delegación Cuauhtémoc, CP 06140, Ciudad de México (México) Tel: +0152 (55) 52565686E-mail: info@irrimexico.org
C/ Izamal, Manzana 21, Lote 5, Ciudad de México, Colonia Cultura Maya, Delegación Tlalpan, C.P. 06140 (México)Colaboración técnica.
El objetivo principal del proyecto consistía en articular esfuerzos a nivel internacional con el trabajo local de la comunidad a través de proyectos de desarrollo sostenible en los que participen las/os jóvenes mexicanos.
Dicho objetivo se empezó a concretar en el año 2006 cuando, tras formar parte del Llamado Mundial a la Acción contra la Pobreza (GCAP), se fundó la coalición ecológica Manos a la Tierra en alianza con otras organizaciones no gubernamentales cuyo propósito era la realización de reforestaciones anuales en el Valle de México. Esto nos permitió trabajar con las comunidades rurales, especialmente con los pueblos originarios mazahuas. El año siguiente, cuando se visitó de nuevo el valle se observó que la tasa de deforestación era muy alta, debido a que el principal combustible de la población de esta zona era la madera, que se usaba tanto para cocinar como para calentar el agua para su aseo diario, por lo que se hizo necesario incorporar soluciones para este problema dentro del proyecto. Ya en 2007, lanzamos el Proyecto Niñil: Compartiendo experiencias, en el contexto de la alianza GCAP y financiado con fondos de Oxfam Novib, diseñado especialmente para la comunidad mazahua del municipio de Villa Victoria, que consistía en proporcionarles estufas eficientes ahorradoras de leña. Este proyecto se llevó a cabo a través de talleres destinados a las familias locales impartidos por jóvenes activistas urbanos y técnicos certificados en ecotecnias. El objetivo era solucionar dos problemas: la elevada tasa de deforestación y los efectos que provocaban los humos de combustión de la leña sobre la salud de madres y niños.
El año 2008 fue difícil por la escasez de lluvias en la región. La presa Villa Victoria, la cuarta en dotar de agua al sistema Lerma-Cutzamala, llegó a su nivel más bajo, y la ingesta de agua contaminada se volvió una práctica constante, por lo cual decidimos instalar un sistema de recolección de agua de lluvia en una escuela primaria. En esta ocasión, el Fondo de la Sociedad Civil fue el soporte financiero que hizo posible la instalación.
Con la puesta en funcionamiento de ambas ecotecnias, las estufas eficientes y los sistemas de captación pluvial, se podía decir que la intervención en estas comunidades fue integral. El siguiente paso fue trasladar la experiencia a otras comunidades vecinas, lo que se consiguió al ganar el Fondo de Oportunidades de ONU-Habitat en 2009.
En las comunidades de San Marcos de la Huerta y San Antonio Buenavista, además de las estufas y del sistema de captación pluvial, fomentamos la mejora de su nutrición y el espíritu emprendedor a través de la cosecha orgánica de setas shiitake.
En 2009, estuvimos a cargo de la coordinación general de la coalición Manos a la Tierra y llegamos al estado de Jalisco. Los esfuerzos locales se han traducido en nuevas oportunidades para nosotras. En 2010, en la se nos invitó a la «Conferencia Mundial de la Juventud» como parte del jurado del Great NGO, grupo encargado de la selección de organizaciones invitadas a dicha conferencia. También en 2010, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) solicitó nuestra colaboración para la construcción de la ONG Clima Agenda Probabiliidad de cara a la Conferencia de las Partes 16 (COP16). En 2011, formamos parte de la Comisión sobre Desarrollo Sustentable 19 (CSD19) celebrada en Nueva York (Estados Unidos), y en 2012 en la Cumbre de la Tierra Río+20 en Río de Janeiro, Brasil.
Todas estas experiencias nos han brindado la oportunidad de articular nuestros esfuerzos locales en el marco internacional, a través de webinars en alianza con algunas organizaciones juveniles no gubernamentales de la región.
Mejor práctica en Desarrollo Sustentablepor parte del Premio Internacional de Dubai en su quinta edición.
Con las estufas eficientes se busca minimizar las enfermedades pulmonares en las mujeres y evitar la irritabilidad en ojos y garganta, al mismo tiempo que se reduce el uso de madera para cocinar (más del 70%).
Con el taller de hongos, además de cubrirse los problemas de desnutrición de familias enteras, se generaban ingresos extra con su venta.
En todos los talleres buscamos que la formación profesional impartida a las/os participantes se pueda traducir en una alternativa de empleo. Por ejemplo, en el caso del cultivo de hongos shiitake se creó una cooperativa comunal sostenida por la venta del excedente de los hongos.
La primera estrategia es fomentar el empleo, compartiendo y formando a las/os jóvenes en la construcción e instalación de las tecnologías adaptadas, para que, a través de ejercer estas habilidades, generen ingresos extra y mejoras para su comunidad.
La segunda estrategia es enfocar el tema de la salud de forma integral. Se busca mejorar el medio ambiente a través de la mejora de la comunidad. Las estrategias a seguir para ello son: sacar el humo de las casas (estufas), evitar enfermedades por ingesta de agua contaminada (sistemas de captación pluvial) y combatir los problemas de desnutrición (cultivo orgánico).
Respecto a la comunicación, se han hecho gráficos de los beneficios obtenidos, así como de conceptos que la comunidad debe asimilar, por ejemplo al explicarles a las mujeres que sus pulmones eran como las paredes de sus casas, de cara a hacer visible el problema del humo en casa y su relación con las enfermedades de enfisema presentadas en la región.
También se ha elaborado una estrategia de seguimiento enfocada en mantener la comunicación con las familias, especialmente con las/os jóvenes que recibieron la capacitación, a través de visitas y evaluaciones semestrales.
La coalición de organizaciones ecológicas Manos a la Tierra fue fundamental dentro de la dinámica de las reforestaciones. En 2009, nos correspondió la coordinación en jefe de esta coalición y logramos suficientes recursos financieros para extender la experiencia a otro estado de México.
La información impartida en los talleres se adaptó especialmente a las madres, niñas/os y jóvenes, y en las tareas de mantenimiento se buscó la implicación de algunos profesores, además de la de los padres, para garantizar el uso eficiente de los recursos.
Concebimos los proyectos como partes de un todo, pues pensamos que una mitad de éstos depende de los recursos, pero la otra depende del seguimiento.
Ya en términos monetarios, en la Etapa 1 (de 2007 a 2009) contamos con más de 60.000 dólares estadounidenses para coordinar las campañas del GCAP y del Proyecto Niñil. En 2008 recibimos financiación del Banco Mundial para la práctica Más agua para los mazahuas, con la cual instalamos el primer sistema de captación de agua. Entre 2010 y 2011 logramos el Fondo de Oportunidades de ONU-Habitat, dotado con 25.000 dólares, y finalmente recibimos el reconocimiento como Climate Champions del British Council, por valor de 1.000 libras.
Posteriormente, en 2006 comenzamos a enfocarnos más en acciones locales, como las reforestaciones con las comunidades indígenas, donde encontramos que las líderes locales eran mujeres y toda la actividad diaria de la comunidad se construía a su alrededor: la casa, la escuela y los intercambios sociales y económicos. Nuestros programas y acciones trataron siempre de adaptarse a sus condiciones, necesidades y a los problemas que enfrentaban.
Así, iniciamos el Proyecto Niñil, eligiendo para su aplicación a la comunidad más próxima a donde estábamos realizando una reforestación, la comunidad de San Marcos, en la cual después de varias visitas y talleres de sensibilización pudimos organizar nuestro taller de estufas ahorradoras de leña. A la vez que estas acciones, organizamos un concierto masivo al que acudieron más de 10.000 jóvenes, bajo el nombre Jóvenes contra la pobreza.
El impacto fue bastante positivo. Conseguimos pasar del discurso de los ODM a la capacitación y acción local, garantizando mejores condiciones para las personas jóvenes y sus familias a través de la inversión en sus habilidades y compartiendo y aprendiendo de los jóvenes rurales y urbanos. Proporcionamos herramientas que las/os participantes de los talleres pueden perfeccionar y de las cuales se pueden beneficiar y generar fuentes alternativas de ingresos.
En 2008, debido a la escasez de lluvia, la presa Villa Victoria se encontraba en el nivel más bajo de la historia. Así que, en común acuerdo con la comunidad, decidimos instalar un sistema de captación pluvial en la escuela primaria 20 de noviembre para disminuir las enfermedades de las/os niñas/os causadas por beber agua contaminada pues, además de representar un peligro para su salud, representaba también un costo adicional para sus familias. Los objetivos de esta fase fueron dignificar los espacios de educación y dotar de salud a las/os niñas/os, lo cual fue posible gracias al apoyo financiero del Banco Mundial para la sociedad civil.
Con la combinación de estos proyectos, aseguramos el compromiso de la comunidad y garantizamos el seguimiento, lo que representa el mayor problema al que nos enfrentamos, pues creemos que el éxito de cada proyecto depende igualmente de la ejecución del proyecto que del seguimiento. Por ello, después de darnos cuenta de la necesidad de contar con un proyecto integral, empezamos a pensar que deberíamos estandarizarlo y multiplicar este impacto en otras comunidades cercanas.
Percibimos como consecuencias sociales negativas la posibilidad de que la comunidad no se comprometiera con el seguimiento y la multiplicación de las tecnologías. Por ello, además de capacitarles, les proporcionamos un mecanismo sostenible mediante la construcción de una cooperativa para organizar la cosecha orgánica de setas shiitake.
Nuestro proyecto se llevó a cabo en tres ciudades diferentes, dos rurales (San Antonio Buenavista y San Marcos de la Loma, en el Estado de México) y una urbana (en la colonia Cultura Maya en el Ajusco), todo ello gracias a los recursos financieros del Fondo de Oportunidades de ONU-Habitat.
La práctica ha obtenido los siguientes resultados:
Con el Fondo para la Juventud, en el marco del proyecto Calor de hogar y agua de calidad para gente de la ciudad, hicimos un diagnóstico de la comunidad para distribuir estratégicamente los hornos ecológicos dentro de los hogares más necesitados e interesados en multiplicar las habilidades del taller. Participaron como socios del proyecto 20 mujeres y sus familias y se logró que más de 200 personas redujesen el uso de la madera alrededor de un 80%. La comunidad de San Antonio se sirve de la cooperativa que tienen como base estas familias, sus familiares y sus vecinos y ahora se están produciendo setas para su consumo y también para la venta.
Finalmente, decidimos trabajar en alianza con Isla Urbana en su proyecto de instalación de un sistema de recogida de aguas pluviales en la principal escuela de la comunidad Cultura Maya, en el Ajusco Medio, la cual ahora produce agua potable para más de 1.000 jóvenes estudiantes de la escuela secundaria Tlacotalpan.
Consideramos que la sostenibilidad depende no sólo de mantener, sino de multiplicar la buena práctica. Lo primero lo cubrimos con el seguimiento mediante visitas y el contacto permanente con nuestros focos de actuación, además de habiéndoles dotado durante los talleres de las herramientas necesarias para el correcto mantenimiento. Nuestro móvil es la corresponsabilidad. No tratamos a las comunidades como beneficiarias sino como socias con igual responsabilidad. Por ello, cuando concertamos visitas lo hacemos a través de nuestros puntos focales formados por personas de la localidad. Además de reforzar, hacemos el seguimiento y evaluación de los resultados y, en la primera visita, entregamos manuales para apoyar con una guía gráfica el seguimiento del taller.
La multiplicidad la garantizamos en dos esferas. En la esfera micro garantizamos que todas/os las/os participantes puedan repetir la construcción e instalación de todas las tecnologías usando recursos locales (arcilla roja, tepetate, etc.); para cubrir la parte de adaptabilidad, esencial en las ecotecnias, y la parte económica procuramos que puedan reproducir un sistema de captación pluvial con tubos PVC; por último, respecto a la cosecha de hongos, sólo tienen que entender el proceso, contar con semillas y una bolsa de plástico, pues no es necesario ningún material específico, ya que se puede usar paja, papel o aserrín.
En la esfera macro, trabajamos en estandarizar la práctica y poder adoptar más comunidades donde trabajar integralmente con las tres ecotecnias.
Nuestras organizaciones aliadas, como GIRA A.C, nos apoyaron con soporte técnico y supervisión. Hemos desarrollado una relación simbiótica con ellas al compartir nuestra experiencia sobre dinámicas de la juventud urbana y rural, la gestión del voluntariado y el trabajo con organismos internacionales.
Dentro de nuestra alianza para las reforestaciones con Manos a la Tierra, hemos desarrollado informes y procesos que vamos a traducir en manuales de procedimientos para difundir cómo y qué se necesita para hacer una reforestación.
El Instituto Internacional de Recursos Renovables (IRRI) de México e Isla Urbana han sido el soporte técnico en la instalación de sistemas de captación pluvial. Ambas iniciaron un proceso similar de adopción de las comunidades. Isla Urbana inició la instalación de sistemas de recogida de agua de lluvia y, por su parte, IRRI la instalación de biodigestores, Estos últimos quedaron en 2011 en segundo lugar en la iniciativa nacional Iniciativa México.
Seguimos trabajando por lograr la integridad en nuestros proyectos y poder llevar las estufas ahorradoras y los sistemas de captación pluvial y cultivo orgánico a más comunidades.
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Socio | 2007 | 2008 | 2009 | 2010 | 2011 | Total |
| Oxfam-Novib/ Proyecto Niñil I | 20.000 USD | 10.000 USD | 30.000 USD | |||
| Oxfam-Novib/ Proyecto Niñil II | 18.000 EUR | 10.000 EUR | 28.000 EUR | |||
| Banco Mundial México | 5.000 USD | 5.000 USD | ||||
| ONU Habitat | 12.500 USD | 12.500 USD | 25.000 USD | |||
| British Council | 1.000 GBP | 1.000 GBP | ||||
| IRRI México AC | 1.000 USD | 1.000 USD | 2.000 USD | |||
| Isla Urbana AC | 1.000 USD | 1.000 USD | 2.000 USD | |||
| Novartis | 100.000 USD | 100.000 USD | ||||
| Presupuesto Total | 110.873, 33 USD |
El año 2012 fue un año de muchos cambios para México, ya que tuvimos elecciones presidenciales. En ellas, se registró una de las mayores participaciones de las/os jóvenes, quienes exigían mayor inclusión en las políticas públicas.
Nosotras hemos impulsado esta participación a través de la construcción de la Agenda Nacional de Juventudes convocada por el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) para México, en la cual colaboramos dentro del grupo Metodología. Una de nuestras principales contribuciones fue la inclusión del eje de desarrollo sostenible, empleos verdes y la urgencia de que en el diseño de éstas se incluyan los conceptos de adaptación y mitigación en cuanto al desarrollo urbano de las ciudades. Participamos en la revisión y consulta de las diferentes propuestas de Ley para las personas jóvenes y en la revisión de la Convención Iberoamericana de los Derechos de los Jóvenes. Participamos, también, en el Grupo Regional de Organizaciones de la Sociedad Civil de América Latina, junto con el Gobierno mexicano, sobre la posición a adoptar hacia la COP16 en Santiago de Chile, que constituyó la base para los siguientes eventos celebrados en Cancún (México). Nuestra contribución consistió en introducir a la juventud como un sector estratégico en las políticas de cambio climático. Localmente, el proyecto sirvió para que los representantes y el gobierno local sean más cercanos a sus necesidades. Específicamente, con el sistema pluvial, el Director de la escuela recibió apoyo financiero para mejorar las aulas. Ahora la escuela puede recibir más niños de las comunidades cercanas y no tienen que desplazarse más lejos. Hemos notado esfuerzos externos en paralelo, como el del Estado de México, que ha trabajado e invertido en nuevas tecnologías, como las celdas solares y sistemas de agua debido a que las presas del sistema hidráulico más importante, Lerma- Cutzamala, se ha dañado con las últimas lluvias e inundaciones (desde febrero de 2010). Después de las inundaciones en la Ciudad de México, la Secretaría de Vivienda y el Medio Ambiente han desarrollado programas en conjunto sobre la inclusión de tecnología ecológicas, como los sistemas de captación pluvial y de los techos verdes, a través de institutos de gobierno que fomentan el acceso a la vivienda, como INFONAVIT.
Creemos que en un futuro no muy lejano, la cooperación entre gobierno y organizaciones de la sociedad civil será algo cotidiano que nos ayudará a multiplicar nuestros esfuerzos.
UNESCO-BID (2009) Mejores prácticas en las políticas de juventud y los programas de América Latina y el Caribe Desarrollo Integral de la Juventud, noviembre de 2009, 27 pág.
GYAN México-Banco Mundial (2009) Sistemas de Captación de Agua de Lluvia, Propuesta Más agua para los mazahuas FY09-002, octubre de 2009, 30 pág.
ONU-Hábitat (2010) World Urban Forum Report Entrevista a Mariana González.
CEPAL (2010)Documento de Posición de las Organizaciones de la Sociedad Civil de América Latina, XVI Reunión de la Convención de las Partes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, en Cancún. México, octubre de 2010, pág.12.
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