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País/Estado — Brasil
Región según Naciones Unidas — América Latina
Región ecológica — tropical y subtropical
Ámbito de la actuación — ciudad
Agentes — organización de base comunitaria (OBC); organización no gubernamental (ONG); paraestatal; gobierno central; institución académica o de investigación; instituciones filantrópicas.Categorías — Erradicación de la pobreza. Desarrollo económico. Gestión ambiental.
Rua Alberto Gomes da Fonseca 8, 31744-410 Belo Horizonte, Minas Gerais (Brasil) Tel: +55 31 3295 7270Web: http://www.cataunidos.org.br
Rua da Bahia 2164, 30160-012 Belo Horizonte, Minas Gerais (Brasil) Tel: +55 31 3295 7270E-mail: insea@insea.org.br
Av. República do Chile 65, sala 1601, 20031-912 Rio de Janeiro (Brasil) Tel: +55 21 3224 4887Colaboración financiera.
Av. República do Chile 100, 20031-170 Rio de Janeiro (Brasil) Tel: +55 21 2172 6124Colaboración financiera.
Rua Vergueiro 2551, 04101-200 São Paulo (Brasil) Tel: +55 31 7813 8488Colaboración administrativa.
Av. Antonio Carlos 6627, 31270-901 Pampulha, Belo Horizonte, Minas Gerais (Brasil) Tel: +55 31 9618 6258Colaboración técnica.
Av. Barão Homem de Melo 329, 30431-285 Nova Granada, Belo Horizonte, Minas Gerais (Brasil) Tel: +55 37 3242 3962Colaboración técnica.
Rua Além Paraíba 208, 31210-120 Lagoinha, Belo Horizonte, Minas Gerais (Brasil) Tel: +55 31 3250 6360Colaboración política.
Av. Belém 40, 30285-010 Esplanada, Belo Horizonte, Minas Gerais (Brasil) Tel: +55 31 3465 1200Colaboración política.
Cataunidos es una cooperativa compuesta por 25 empresas sociales creada con el fin de generar ingresos y oportunidades de trabajo para los recolectores de basura del área metropolitana de Belo Horizonte, capital del estado de Minas Gerais.
Para alcanzar dichos objetivos, la cooperativa promueve la participación efectiva de estos trabajadores en todos los pasos del proceso de reciclaje, incluyendo el reconocimiento de su papel como proveedores de servicio público.
El proceso comienza con la puesta en marcha de programas de recogida selectiva de materiales reciclables a través de procesos de colaboración entre los recolectores y los gobiernos municipales. Los materiales recogidos se transportan a almacenes separados en los que éstos se clasifican para su posterior comercialización. Cataunidos y las empresas locales son iniciativas sin ánimo de lucro, ya que las ganancias financieras de esta actividad se comparten entre los trabajadores.
El siguiente paso del proceso de reciclado es la transformación de los materiales. En este sentido, una de las mayores iniciativas de Cataunidos ha sido la instalación de la primera fábrica de procesado de plástico de Brasil, propiedad de los recolectores, que también trabajan en ella. Con una capacidad de procesar 1.000 toneladas de desechos al mes, la fábrica aporta un valor añadido de hasta un 70% del producto original. A través de la formación constante de los recolectores, Cataunidos les ha ayudado a desarrollar habilidades de liderazgo cruciales. Además de su trabajo recogiendo y clasificando materiales reciclables, los recolectores son responsables de gestionar las empresas, movilizar a los socios para los programas municipales de recogida selectiva y negociar con los clientes y las autoridades gubernamentales.
Gracias al apoyo financiero por parte de sus socios, Cataunidos ha adquirido importantes equipos para las organizaciones de recolectores, incluyendo camiones, prensas, básculas y montacargas. Todo esto ha mejorado la productividad y las condiciones laborales en los puntos de clasificación.
Además de expandir este exitoso modelo, Cataunidos está trabajando para desarrollar nuevas iniciativas, tales como la comercialización conjunta de materiales entre las empresas y la creación de un centro para desmantelar los equipos electrónico en un proceso de reciclado seguro.
Los recolectores provienen del sector informal, en el que las condiciones laborales son extremadamente peligrosas. Muchos trabajaban en vertederos de la ciudad o en las calles de los centros urbanos, cavando a través de la basura para seleccionar productos reciclables.
Además de las bajas ganancias y las peligrosas condiciones laborales, estos trabajadores eran víctimas de persecuciones por parte tanto de la policía como de los vecinos. Asimismo, tenían muy poco control sobre el proceso de producción, ya que muchos dependían de chatarreros locales y no tenían capacidad para organizarse y actuar de manera colectiva.
La respuesta del Gobierno a los recolectores era a menudo negativa, prohibiéndoles recoger basura de los vertederos o de los contenedores públicos sin proporcionarles ninguna alternativa para acceder a materiales reciclables.
La prioridad de Cataunidos es construir empresas sociales financieramente sostenibles que aseguren la creación continua de trabajo y la generación de ingresos para los recolectores de desechos, así como fortalecer los programas de reciclaje a lo largo del estado.
La estrategia de Cataunidos implica desarrollar capacidades logísticas y administrativas para procesar y comercializar el material reciclable, promover la formación de los recolectores y dar forma a un proceso de diálogo entre los agentes involucrados en los programas de recogida selectiva (Gobierno, empresas, vecinos, etc.).
En todas estas iniciativas, los propios recolectores trabajan para movilizar a la gente, promover políticas públicas favorables y definir los objetivos y las directrices de la cooperativa. Esto se ha hecho a través de los diagnósticos participativos de la situación realizados por cada organización recolectora integrante de Cataunidos y por las municipalidades en las que trabajan.
Los recursos financieros para desarrollar Cataunidos han sido aportados principalmente por dos socios: el BNDES (1.737.014,00 reales brasileños) y Petrobras (1.671.755,76 reales brasileños). Estos recursos se gestionan de manera conjunta por el INSEA, Cataunidos y el MNCR, quienes ejecutan juntos los proyectos. El BNDES y Petrobras realizan el seguimiento de los progresos a través de un sistema de informes trimestrales.
El equipo del proyecto consta de profesionales de diversos ámbitos de conocimiento: psicología, periodismo, sociología, pedagogía, ingeniería, derecho y contabilidad. Todas estas personas tienen una extensa experiencia profesional en el campo del desarrollo sostenible y la movilización social. Además, estos expertos técnicos son líderes del MNCR, quienes contribuyen a que se consolide el conocimiento práctico surgido durante sus largos años de trabajo como recolectores. Gracias a este diverso equipo, los proyectos aprovechan una combinación única de experiencia teórica y práctica para transformar la realidad de los recolectores.
El proyecto de Cataunidos también ha movilizado recursos a escala local, desarrollando asociaciones con los gobiernos locales, las empresas y las organizaciones comunitarias para financiar operaciones que mejoren la productividad de las organizaciones recolectoras y aumenten la cantidad de material procesado. A medida que crecen estas empresas sociales, consiguen un mayor grado de autonomía y sostenibilidad financiera, siendo capaces de movilizar más recursos con el paso del tiempo.
El principal problema de esta buena práctica ha sido la fragilidad de las organizaciones recolectoras en sus primeras fases, sobre todo por su débil gestión interna, la falta de coordinación entre las empresas, las dificultades de diálogo con los gobiernos locales y la baja capacidad productiva.
En cuanto a la gestión, los problemas se han superado gradualmente a través de programas de formación para los recolectores, que han tenido diversos grados de éxito. Los bajos niveles de escolarización y la alta tasa de rotación de personal han sido grandes obstáculos, siendo aún necesario poner en marcha programas de formación con regularidad.
La falta de coordinación entre las empresas se está solventado mediante reuniones de planificaicón mensuales que animan a los líderes de los recolectores a compartir sus experiencias y a fortalecer las conexiones entre ellos. Las nuevas empresas que se acaban de unir a la red de Cataunidos están estableciendo lazos con la cooperativa a través de la participación en estas reuniones.
Cataunidos trabaja para mediar en la relación entre los recolectores y los gobiernos municipales creando espacios de planificación compartida y ayudando a poner en marcha programas de recogida selectiva de residuos a través de los Foros sobre Residuos y Ciudadanía, que también han obtenido diversos grados de éxito. Los foros han servido como espacios abiertos para desarrollar propuestas para programas de recogida selectiva, involucrando a diversos segmentos de la sociedad civil (universidades, empresas, asociaciones, etc.).
Para solucionar los problemas relativos a la capacidad productiva, aparte de las acciones para poner en marcha programas de recogida selectiva, Cataunidos ha adquirido varios equipos para las empresas y ha ejecutado pequeñas reformas en la estructura y logística de los almacenes de clasificación. La fábrica de procesado de plástico ha tenido dificultades operativas debido a la falta de capital circulante para financiar sus actividades. La creación de alianzas con agencias federales de financiación se ha presentado como una solución potencial a este problema. La principal metodología empleada ha sido la denominada como investigación-acción. En ella, el equipo acompaña a los recolectores en el trabajo y realiza un seguimiento de los resultados a traves de la información proporcionada por los propios trabajadores. Además, los informes trimestrales proporcionan información contable adicional.
Cataunidos aspira a promocionar sus actividades mediante un triple balance que incluye iniciativas de carácter social, ambiental y económica. Los recursos financieros se invierten estratégicamente en movilización social, programas de formación, salarios para el personal, adquisición de maquinaria, vehículos e infraestructura, con el objetivo de desarrollar la autonomía administrativa y financiera de las empresas. La promoción del cooperativismo a través de la formación y el establecimiento de mecanismos para el diálogo permanente entre los trabajadores ha afianzado en los recolectores el conocimiento de sus derechos como clase trabajadora. Esto les ha permitido superar las situaciones de extrema pobreza y las condiciones de trabajo degradantes. El incremento gradual de los ingresos ayuda a las organizaciones a mantener sus actividades a lo largo del tiempo.
Al verse los recolectores a sí mismos como miembros de una clase profesional de trabajadores han desarrollado una nueva apreciación por su trabajo. Mientras antes muchos veían la recogida de basuras como algo temporal e indeseable, los miembros de Cataunidos son conscientes de la importancia de reciclar y esforzarse para mejorar y hacer avanzar su profesión. Esto marca una enorme diferencia en el mantenimiento de los programas de Cataunidos a lo largo del tiempo.
Los vecinos de aquellas áreas en las que se ha puesto en marcha la recogida selectiva de desechos también han cambiado su comportamiento. Ahora ven el trabajo de los recolctores como algo vital para la preservación del medio ambiente y trabajan activamente para participar en el proceso. Los gobiernos locales también han obtenido beneficios, ya que pueden extender el período de vida útil de sus vertederos. Mediante el estímulo a los recolectores, los vecinos y los funcionarios para invertir su tiempo y esfuerzo en promover los proyectos de reciclaje, Cataunidos ha movilizado a amplios segmentos de la población, garantizando el éxito de estos programas en el tiempo. La reciente aprobación de políticas públicas favorables garantiza además sus sostenibilidad.
Una de las lecciones aprendidas más importantes ha sido el valor de las redes de trabajo en la formación de organizaciones de recolectores de desechos. De manera individual, las empresas sociales tienen muchas dificultades en expandir sus actividades, ya sea debido a la falta de capital para adquirir equipos, a la falta de apoyo político desde el gobierno local o a la falta de conocimiento técnico en temas de gestión para organizar los procesos de producción. Al servir como organización paraguas para 25 empresas diferentes, Cataunidos ha ayudado a estas organizaciones a solidificar sus fundamentos económicos, políticos y sociales. Más adelante, esta red de trabajo, o modeo corporativo de segundo nivel, ayudará a consolidar las ganacias de las empresas individuales, mientras que las organizaciones con más éxito serán capaces de prestar apoyo a aquellas que se encuentren en las fases iniciales.
Otra lección ha sido la importancia de organizar a la gente para participar en programas de recogida selectiva de desechos. Este proceso transformador es esencial para mejorar las iniciativas de reciclaje en Brasil. Las campañas educativas han tenido un especial éxito al centrarse no sólo en los objetivos ambientales, sino también en los objetivos sociales de solidaridad económica con las cooperativas de recolectores. Estas campañas que ponen el énfasis en lo ambiental y en lo social son la clave para expandir el exitoso modelo de Cataunidos.
Igualmente importante ha sido la organización de Foros sobre Residuos y Ciudadanía, donde diversos agentes de los sectores público y privado acuden juntos para discutir sobre políticas públicas y acciones comunitarias relativas a la gestión de residuos sólidos. Los foros sirven como un medio para movilizar la participación de la sociedad civil y crear una estructura permanente en que los recolectores se aseguren de que se tratarán los asuntos que les preocupan. En la medida que Cataunidos trabaja para establecer nuevas organizaciones de recolectores a lo largo del estado, la creación de estos foros es una prioridad.
Además de estas acciones específicas, un importante aprendizaje de la experiencia de Cataunidos ha sido el desarrollo de una metodología que combina el conocimiento teórico de los técnicos con la experiencia tácita de los propios recolectores, empleando herramientas de diagnóstico para adaptar las intervenciones a las condiciones especíicas de cada contexto local y a las fortalezas y debilidades de cada agente relevante (recolectores, gobierno local, empresas asociadas, etc.).
La buena práctica de Cataunidos ha sido pionera en Brasil. Comenzó en el año 2001 con el diálogo entre nueve organizaciones de recolectores de desechos que trabajaban en la región metropolitana de Belo Horizonte. Esto condujo a un período de negociación de cinco años durante el cual se creó la cooperativa Cataunidos y el INSEA proporcionó asistencia técnica y formación.
En 2006, la cooperativa comenzó a funcionar, y hoy en día cuenta con 25 miembros. Ese mismo año, se creó en São Paulo otra red cooperativa bajo el nombre de Catasampa. Desde entonces, los líderes del MNCR han sido responsables de la realización de intercambios entre ambas redes, en forma de reuniones y visitas que aún se llevan a cabo hoy en día.
El proceso de réplica de la experiencia de Cataunidos comenzó en 2010 mediante el proyecto Cataforte, ejecutado a través de una asociación entre el INSEA, el MNCR y el gobierno federal. Gracias a este proyecto se han realizado evaluaciones de diagnóstico de las organizaciones de recolectores en 125 municipalidades en el estado de Minas Gerais.
A través de la valoración de las necesidades de cada asociación, el proyecto Cataforte ha elaborado planes para formar nuevas redes de cooperativas a lo largo del estado. En 2012, con el apoyo de varios socios, incluyendo al gobierno federal y a la multinacional alimenticia Grupo Danone, se pondrán en marcha dos nuevas redes en las regiones norte y sur de Minas, zonas que tienen prioridad debido a la extrema precariedad de las organizaciones de recolectores en estos lugares. Estos nuevos proyectos emplearán la misma metodología de Cataunidos, con objetivos específicos adaptados a cada región. Las prioridades continúan siendo la generación de ingresos y las nuevas oportunidades laborales para los recolectores, además de promover el cooperativismo entre los trabajadores para que puedan ejercer un mayor control sobre la cadena de suministro de reciclaje.
La gestión de residuos es una responsabilidad inherente del gobierno, por lo que el trabajo de Cataunidos está unido directamente con las políticas públicas que regulan el sector. Además de promover las asociaciones con los gobiernos municipales para crear programas de recogida selectiva de desechos, la cooperativa ha influido con éxito en el desarrollo de varios textos legislativos a escala estatal y local.
En 2007, la Ley 11.445 estableció una nueva regulación nacional que permitía a los gobiernos locales contatar a recolectores de desechos para participar en programas de limpieza pública y recogida selectiva. En 2009, Minas Gerais aprobó la Ley 18.031, que otorgaba una serie de incentivos para promover el reciclaje y animar a los gobiernos locales a integrar a los recolectores en sus programas de gestión de desechos sólidos.
En 2010, la Ley 12.305 encomendó a todos los gobiernos locales a desarrollar programas integrados de gestión de desechos sólidos que promovieran iniciativas de reciclaje y la participación de los recolectores.
En 2011, Minas Gerais firmó la Ley 19.823 (la Subvención de Reciclaje), por la que se reembolsará a las cooperativas de recolectores lo invertido en los servicios proporcionados a las municipalidades retirando residuos del circuito tradicional de vertido y reintroduciéndolos en la cadena de suministro de material.
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| Buenas Prácticas > Concurso Internacional > 2012 > http://habitat.aq.upm.es/dubai/12/bp4515.html |