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País/Estado — México
Región según Naciones Unidas — América Latina
Región ecológica — alta meseta
Ámbito de la actuación — barrio
Agentes — organización de base comunitaria (OBC); gobierno local; sector privado.Categorías — Servicios sociales: educación; ocio; salud y bienestar; seguridad ciudadana; reducción y prevención del delito. Participación ciudadana y riqueza cultural: participación comunitaria; riqueza social y cultural; expresión y animación; educación cívica; artes.
Distrito Federal, Delegación Iztapalapa, Colonia Miravalle, 9696, México Tel: +52 55 2231 0142E-mail: asambleacomunitaria@hotmail.com
Xocongo 225 Colonia Tránsito, Distrito Federal, Delegación Cuauhtémoc, 6820 México. Tel: +52 55 55233 71236Colaboración financiera.
Lateral de Río Churubusco y Eje 6 sur, Colonia San José Aculco, Delegación Iztapalapa, 09410 México. Tel: +52 55 5670 0624 / 5640 1232 / 5804 4140 extensión 1204Colaboración financiera.
Av. Chapultepec 49 Piso 5. Colonia Centro, Delegación Cuauhtémoc, 06010 México. Tel: +52 55 5134 0770 extensión 1409E-mail: cgarciao@df.gob.mx
Alfred Herrhausen Society. The international Forum of Deutsche Bank. Unter den Linden 13-15; 10117 Berlin, Germany. Tel +49 30 3407 4206 Fax +49 30 3407 4209Colaboración financiera.
La Paz 26, Chimalistac, Distrito Federal, Delegación Álvaro Obregón, 01070 México. Tel: +52 55 1719 3000, extensión 1300 Fax: +52 55 5662 7816Colaboración financiera.
Uno de los primeros logros de la Asamblea Comunitaria Miravalle (ACM) ha sido la creación de espacios para reuniones vecinales, poniendo en marcha un programa de activiad social a través del desarrollo de actividades que animen a los residentes a salir de sus hogares y a verse de nuevo los unos a los otros cara a cara.
Ciertamente, la participación no puede simplemente verse reducida a
actividades
, ya que pretendemos que los vecinos adquieran
un papel de liderazgo en la definición y puesta en marcha de los
planes de mejora del barrio. Por este motivo, el reto ha consistido
siempre en combinar aquellas actividades que contribuyen a la
activación comunitaria y al uso del espacio público con aquellas que
hacen posible la creación de espacios para la toma de decisiones y las
deliberaciones acerca del proyecto.
La Asamblea Comunitaria Miravalle trabaja en base un concepto de alianzas y socios internos y externos para el crecimiento y la coexistencia, lo que ha supuesto una alternativa efectiva para la promoción y la gestión de las inversiones privadas durante el desarrollo de los proyectos con la participación de todos los agentes. Además, estos proyectos han contribuido a la construcción de capital social en los entornos en los que operan.
Con el Programa Comunitario de Mejoramiento Barrial (PCMB) se transformó una parcela de 500 metros cuadrados, que servía de vertedero y era lugar habitual de drogodependientes, en un espacio de crecimiento social y cultural. Diseñado por la comunidad con la ayuda de los arquitectos, el centro ofrece un gazebo, una pista de patinaje, un foro al aire libre y una sala multiusos, además de albergar un comedor de beneficiencia, una bibilioteca y una sala de computadoras, dando servicio a una población media de 1.000 personas cada mes. También se construyeron en una etapa posterior espacios para la estimulación temprana de bebés de entre 6 y 24 meses de edad y otra para niños de 3 a 6 años. La comunidad ha participado de forma activa en la edificación del centro haciendo labores de trabajadores de la construcción, fontaneros, carpinteros y cocineros, lo que ha supuesto la creación de 50 puestos de trabajo temporales y 12 permanentes.
La colonia comenzó a auto construirse durante la década de los ochenta mediante el trabajo de los vecinos. Esta fue una fase con una fuerte participación, que se explica, entre otros factores, por el hecho de que los primeros habitantes eran en su mayoría migrantes de las zonas rurales con un fuerte sentido de comunidad, por lo que todo el mundo se veía afectado.
Hay que destacar que en el proceso de transformación que ha tenido el barrio, el papel de las mujeres ha sido fundamental: la iniciativa, la movilización, la participación y el trabajo vecinal se han llevado a cabo gracias a la contribución de las mujeres.
La Asamblea tiene especial cuidado en su trabajo con la juventud, para comprometerles no sólo con las actividades, sino con la gestión y organización de las mismas y de su propio equipo. Se trata de que los jóvenes desarrollen un fuerte sentido del compromiso que facilite la reproducción de nuevos líderes que sustituyan a los que en la actualidad están al mando.
Los criterios que han definido a la ACM desde el momento de su creación son los siguientes:
La estrategia de trabajo de la ACM mediante alianzas entre organizaciones internas y externas ha demostrado ser útil para la creación de sinergias que han conducido a la implicación de nuevos socios y al desarrollo de nuevas actividades.
Los fondos los gestiona la ACM a través del propio esquema de comités de administración y supervisión de los PCMB. El usos de dichos fondos se decide en una asamblea plenaria de los miembros de Miravalle, y los ingresos y los gastos se publican mensualmente.
La contribución de los distintos agentes se desglosa como sigue:
Las instituciones gubernamentales proporcionan todos los recursos financieros, aparte del premio otorgado por el Deutsche Bank. Los socios externos, en particular el LAHAS, han colaborado con el asesoramiento técnico y con la búsqueda de otras opciones de financiación.
Las relaciones con la administración de la ciudad (México D.F.) están marcadas por una burocracia excesiva que requiere largos procesos de gestión y esfuerzos adicionales por parte de la comunidad, que se ve obligada a invertir largos periodos de tiempo en esta tarea, que sigue siendo un asunto sin resolver.
Por otro lado, la rigidez de la legislación entorpece la puesta en marcha de ciertos proyectos. La granja, la escuela y los invernaderos se encuentran en terrenos naturales sin desarrollar clasificados como protegidos. Esto impide algunas actividades, condicionando el trabajo, la siembra de determinadas plantas, la cría de ciertos animales, etc., todas ellas necesarias para los usos destinados a esos espacios. Sin embargo, el uso de la tierra del Centro de Educación y Capacitación Ambiental (CESEAMI) ha demostrado ser una manera más apropiada para contener las nuevas ocupaciones que están teniendo lugar y que realmente amenazan la conservación de este espacio natural. La falta de flexibilidad de las regulaciones plantea grandes dificultades para este trabajo y se están llevando a cabo negociaciones con la Secretaría de Medio Ambiente del D.F.
Aún no ha sido posible desterrar de la gente la idea de esperar a que venga otro a resolver sus problemas en lugar de ser ellos mismos quienes desarrollen otras opciones y se comprometan a ponerlas en marcha. Para minimizar este problema se están impartiendo talleres de planeamiento y diseño participativo entre los diferentes grupos de hombres, mujeres y jóvenes.
El compromiso de las personas a la hora de involucrarse en proyectos de interés colectivo con resultados a largo plazo es relativo si éste no redunda en un beneficio indivudual. Esta es la razón por la que el trabajo se está llevando a cabo especialmente entre mujeres y jóvenes, para lograr un cambio generacional.
Siempre hay una escasez de recursos económicos necesarios para el desarrollo de los múltiples proyectos propuestos por los diferentes socios. Además, la búsqueda de financión y las gestiones necesarias requieren mucho tiempo, lo que dificulta aún más la materialización de los proyectos. Se producen constantes retrasos en los compromisos de la Administración local, como es el pago de cheques. Por el momento, los socios externos tratan de mitigar la situación mediante la búsqueda de fiananciación alternativa.
También falta tiempo para reflexionar acerca del trabajo llevado a cabo, por lo que son necesarias una monitorización y evaluación sistemáticas de los proyectos, tarea que está siendo realizada por el LAHAS.
La Asamblea se reune mensualmente, normalmente el primer jueves de cada mes. A ella asisten representantes de los distintos colectivos y está abierta a todos los residentes de la colonia, que pueden plantear sus inquietudes, propuestas, sugerencias, etc.
Las actividades de la colonia, así como las nuevas propuestas, se discuten en la Asamblea. Posteriormente, éstas se presentan en una convocatoria abierta a los vecinos, siendo ellos quienes tienen la última palabra sobre sus asuntos y sobre las nuevas iniciativas.
El proceso de mejora se ha abordado desde una perspectiva integral en el sentido de haber incorporado una variedad de componentes: educación, salud, economía, cultura, ocio y compañerismo.
Se ha utilizado una metodología multidisciplinar que incluye la participación de varios socios. Para llevar a cabo la coordinación del proceso, la ACM ha seguido una estrategia constante desde su formación, consistente en la creación sucesiva y dinámica de alianzas, pero de manera que no todos los socios participan en todos los proyectos (aunque siempre tienen voz y voto en los mismos). La distribución de los recursos obtenidos por la ACM se determinan de acuerdo a las prioridades.
Esta forma de organización ha demostrado ser flexible y permite a todos los miembros de la Asamblea tener una visión general de todas las actuaciones vigentes aunque no intervengan directamente en las mismas. Además, esta forma de funcionamiento en red ha conducido a la multiplicación de los contactos, la creación de sinergias y la integración de nuevos miembros y colectivos que participan proponiendo y organizando aún más actividades en la colonia.
Los distintos componenentes se articulan en tres etapas sucesivas, haciendo seguimiento y aprovechando la experiencia de la etapa previa.
En la primera etapa se llevó a cabo la rehabilitación completa del
terreno con la construcción de una plaza pública con un parque
infantil, un gazebo, el estanque literario
y el foro (un
espacio abierto donde se organizan varias actividades), y de dos
edificios. El cargo por estos servicios es de 0,08 dólares
estadounidenses, una parte de los cuales se destina al salario de los
empleados y otra al mantenimiento de dichos espacios.
La segunda fase supuso la construcción del espacio CALMECA, un centro de formación para jóvenes y adolescentes compuesto por una escuela de artes y un espacio de ocio. Además, como parte de la segunda fase se lanzaron dos proyectos: un centro de reciclaje de papel, plástico y contenedores y el proyecto de granja-escuela, que incluye dos invernaderos en los que se producen vegetales que después se consumen en el comedor comunitario.
Para la tercera fase, que ha sido presentada al PCMB 2012 se desea construir un área deportiva junto al espacio CALMECA y rehabilitar como parque para la colonia un terreno anejo sin desarrollar.
La opción de la mayoría de socios y sujetos sociales de generar un proceso inclusivo para un plan de recuperación del barrio ha supuesto el reto de incorporar las diferentes perspectivas que existen entre aquellos que viven en el barrio y quienes lo transitan diariamente, todo con el propósito de encontrar una visión general compartida y una propuesta definitiva de recuperación para todos.
Sin lugar a duidas, el mayor reto de la ACM tiene que ver con el balance educacional que podría generarse con el trabajo de los residentes locales y los líderes en un proyecto común desde la diversidad, más allá de la propia sostenibilidad de las instancias formales como la estructura funcional orgánica.
El trabajo de la ACM inició un camino de recuperación que incorpora a todos los vecinos en la totalidad del proceso de definición e implementación del plan integral de desarrollo de su barrio y que espera fomentar una nueva relación entre las políticas públicas y la ciudadanía, donde cada miembro involucrado comparte niveles de responsabilidad y compromiso en su diseño, ejecución, administración y mantenimiento.
La práctica ha resultado ser una exitosa experiencia del PCMB, que establece nuevos enfoques con la intención de replicarlos. Por ejemplo, más allá de las mejoras alcanzadas gracias a la provisión de nuevos servicios, puede darse un efecto de transformación social por la consideración de la perspectiva de género, la sostenibilidad y la identidad cultural en el abordaje de todos los proyectos que aspiren a financiación.
La constribución de esta experiencia establece la base para la formulación de un Proyecto de Ley de Mejoramiento Barrial que se encuentra en la actualidad en la Asmablea de Ciudad de México.
Debería evitarse, sin embargo, que el PCMB sea visto únicamente como la mera construcción de edificios, terminando ahí la participación vecinal, sin contemplar cómo utilizarlos, mantenerlos y gestionarlos.
La práctica ha tenido el apoyo del PCMB, apoyado por la Secretaría de Desarrollo Social del D.F. mediante financiación, pero que ha sido receptivo a considerar las contribuciones realizadas por la ACM basadas en aquellas del LAHAS para las que se han podido proponer modificaciones o innovaciones como parte del Comité de Asentamientos del PCMB. Además, se ha logrado plantear la formulación de un Proyecto de Ley de Mejoramiento Barrial, que está actualmente siendo debatido en la Asamblea Legislativa de Ciudad de México.
Los cambios conseguidos por la ACM son:
García Vázquez, María de Lourdes (2010) Un estudio del barrio y la cultura en Memoria de Construcción de indicadores de desarrollo cultural comunitario, Gobierno del D.F.
García Vázquez, María de Lourdes (2012) «Programa Comunitario de Mejoramiento Barrial: una experiencia de urbanismo ciudadano», Revista Bitácora, N° 24, Facultad de Arquitectura UNAM.
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