Buenas Prácticas > Concurso Internacional > 2012 > http://habitat.aq.upm.es/dubai/12/bp4389.html |
País/Estado — Brasil
Región según Naciones Unidas — América Latina
Región ecológica — continental
Ámbito de la actuación — provincial/estatal
Agentes — organización no gubernamental (ONG); sector privado; gobierno central; fundación; organización de base comunitaria (OBC); institución académica o de investigación; instituciones filantrópicas; gobierno local.Categorías — Erradicación de la pobreza: formación profesional; acceso a créditos. Servicios sociales. Equidad de género e inclusión social: acceso a los recursos; eliminación de trabas a la igualdad de género (medidas de discriminación positiva); integración.
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En ningún otro país independiente del continente americano la esclavitud ha sido tan larga como en Brasil. Los quilombolas, descendientes de esclavos negros, son parte de la formación de la historia del extremo sur del país. Aún continúan viviendo en comunidades rurales como sus antepasados, sobreviviendo a la discriminación, la injusticia, la invisibilidad y el abandono por parte del poder público y de la sociedad.
Una historia diferente revela la inclusión de las poblaciones negras
como un agente de cambio en Brasil. La narrativa oral es la memoria
viva de la riqueza cultural de los pueblos africanos. A través de las
publicaciones escritas de esta historia, así como de las costumbres
de los quilombolas de la región sur del estado de Rio Grande do Sul,
ha sido posible verificar la existencia de 43 comunidades
quilombolas. Aunque el trabajo comenzó
con cuatro de ellas, el resto han ido siendo descubiertas
posteriormente, permitiendo que 5.000 familias en 36 comunidades de 17
municipios de la región recibiesen el certificado público de
reconocimiento como quilombola
.
Las asociaciones han logrado mejorar la calidad de vida de estas comunidades a través de la generación de empleo e ingresos con la formación de 45 artesanos, en su mayoría mujeres, quienes han podido obtener una renta mensual con la venta de artesanía étnica. También se han impartido cursillos de corte y confección, se ha formado a 30 albañiles y 15 electricistas y se ha capacitado a varias personas en temas de seguridad alimentaria a través de la producción orgánica de alimentos, así como en aspectos relacionados con la venta a mercados institucionales.
Dada la importancia de su papel, se ha garantizado su acceso a los beneficios sociales: documentación civil, programas de transferencia de renta (Bolsa Familia), infraestructura y servicios (electricidad, vivienda, duplicación de los recursos para sanidad y alimentación escolar...), etc. Además, se han construido centros comunitarios, fomentando la participación y la visibilidad de su trabajo.
Identificados como actores en la sociedad, motivados y determinados a
cambiar su historia, los quilombolas han formado cinco asociaciones
comunitarias, han sido alfabetizados, han sido formados como
agentes de lectura
y se les ha entregado ocho
bibliotecas móviles. Gracias a estas acciones, ha aumentado su
autoestima como pueblo, siendo posible de este modo
preservar su patrimonio histórico y cultural.
Esta región brasileña fue la que más esclavos recibió durante el siglo XIX. Las familias quilombolas vivían aún como en 1848 en casas de barro, con un acceso bastante complicado. En su mayoría se trata de comunidades analfabetas, sin electricidad, sin agua, extremadamente pobres, aisladas y con una elevada discriminación étnica. Las condiciones eran muy parecidas a las de sus antepasados (esclavos fugados).
Las prioridades establecidas por el proyecto fueron las siguientes:
Los objetivos del programa han consistido en:
Las estrategias del programa han consistido en el establecimiento de asociaciones entre el Centro de Apoyo al Pequeño Agricultor (CAPA) y diversas entidades gubernamentales: Ministerio de Desarrollo Agrario (MDA), Compañía Nacional de Abastecimiento (CONAB), Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (INCRA), Fundación Cultural Palmares, ayuntamientos, Defensoría Pública de la Unión (DPU) y Caja Económica Federal (CAIXA).
En un primer momento, con el apoyo de la Fundação Luterana de Diaconia (FLD), se movilizaron recursos financieros para constituir un grupo multidisciplinario responsable de las visitas, las reuniones locales y los encuentros regionales.
El Gobierno Federal, a través de CONAB, ha proporcionado semillas y ha comprado alimentos. La empresa EMBRAPA Clima Temperado ha proporcionado frutales nativos para el desarrollo de granjas orgánicas. Asimismo, el Ministerio del Desarrollo Agrario ha aportado recursos para la realización de trabajos de asesoramiento técnico y remisión de la documentación para el proceso de reconocimiento público por el INCRA y la Fundação Cultural Palmares. Por su parte, CAIXA ha proporcionado recursos para la reedición de un libro sobre el rescate cultural de las comunidades quilombolas, además de realizar acciones dirigidas a la seguridad hídrica (pozos artesanos) y la seguridad alimentaria (huertas y plantas medicinales).
La asociación, junto a una constructora local, ha permitido
la donación de materiales y la formación de mano de obra
para la construcción del Centro Comunitario de la
Comunidad Quilombola do Algodão
. El apoyo de la
ONG Moradia e Cidadania ha permitido la realización de
diversos talleres y la preparación de mano de obra,
garantizando la generación de ingresos a los participantes.
A través de los ayuntamientos ha sido posible abastecer de
electricidad a la comunidad y conseguir mejoras para las viviendas.
También ha surgido una asociación con tres organizaciones de agricultores familiares para asegurar la recogida y la comercialización de la producción de las comunidades.
Cuando CAPA empezó este trabajo, no había registro alguno de la existencia de comunidades quilombolas en esta región. En 1998 se inició la investigación, buscando datos históricos y académicos y rescatando la historia de los esclavos negros en la región. El trabajo fue lento, ya que existían pocos registros. Durante los primeros años, uno de los principales problemas fue la existencia de grandes distancias entre las comunidades y respecto a los centros urbanos, así como de la falta de apoyo desde cualquier esfera pública.
La Iglesia de Confesión Luterana (IECLB) y la Fundación Luterana de Diaconía (FLD) en Brasil, así como la EED en Alemania y ELCA en Estados Unidos, permitieron empezar en el año 2000 las actividades de apoyo a las comunidades quilombolas con visitas domiciliarias y reuniones locales, intentando rescatar (especialmente a través del diálogo con los mayores y las mujeres) la memoria colectiva.
La falta de identificación étnica de los propios quilombolas, resultante del exhaustivo proceso de discriminación social, se superó con la presencia de técnicos y agentes afrodescendientes en el grupo de trabajo, generando reacciones de identificación y autoestima en los descendientes de quilombolas. Todo ello ha facilitado la asesoría técnica en la agricultura, la alfabetización a adultos, el logro de un carnet de identidad, el redescubrimiento de las técnicas de artesanía y música y la inserción de los descendientes en políticas públicas.
A partir del rescate de su memoria histórica y de la ocupación de espacios políticos y sociales, los quilombolas de la región sur del estado de Rio Grande do Sul están asimilando la importancia de su papel activo como actores en la sociedad. Aunque se empezó con cuatro comunidades, se han ido incluyendo muchas otras, contabilizando hasta el momento 43 grupos.
En 2008, CAPA se encargó de realizar una investigación y apoyar el reconocimiento formal de las comunidades en los programas del Gobierno Federal. Han sido identificadas 43 comunidades y se ha elaborado el Mapa Temático de las Comunidades Quilombolas del Territorio Sur de Rio Grande do Sul, Brasil.
Según ha ido avanzando el trabajo, las comunidades han pasado a ser reconocidas y respetadas por su diversidad cultural por medio del rescate de su autoestima, de sus valores y de la convivencia con las comunidades de alrededor. La metodología de intervención de CAPA tiene como base la participación y la valoración de los conocimientos y del protagonismo de las personas y las comunidades. Los beneficiarios llevan a cabo la auto-organización y la representación político-social, con carácter permanente y sostenible, vinculado a las acciones realizadas y a los resultados logrados.
Se han identificado como quilombolas 43 comunidades y, de éstas, 36 han recibido la certificación de autodefinición de la Fundação Cultural Palmares. Este reconocimiento genera instrumentos para saldar la deuda histórica que Brasil tiene con esa población. Además de la visibilidad, las comunidades reconocidas tienen la posibilidad de acceder a políticas públicas específicas, previstas a través del Programa Brasil Quilombola (PBQ). Además de incluir a la población negra, también permite la posibilidad de acceso a recursos públicos para mejorar la calidad de vida de más de 5.000 familias. Asimismo, se han aumentado los recursos disponibles para sanidad, educación y asistencia social asignados para atender a esta población en 17 municipios, hecho que ha permitido que se obtenga una mejora sustancial para la comunidad.
Las asociaciones mejoraron su la calidad de vida a través de la generación de empleo e ingresos. Un ejemplo es la formación de 45 artesanos (en su mayoría mujeres), permitiéndoles obtener unos ingresos de 120 dólares estadounidenses mensuales con la venta de artesanía étnica. También se han impartido cursillos de corte y confección, se ha formado mano de obra (30 albañiles y 15 electricistas), se ha capacitado a la comunidad para la producción orgánica de alimentos destinados a la seguridad alimentaria con venta de la producción excedente a mercados institucionales, con reintroducción de semillas autóctonas donadas y con la puesta en marcha de varias granjas orgánicas. Además, 500 descendientes han tenido acceso a la documentación civil (carnet de identidad y justificante de empadronamiento).
Por otro lado, se ha elaborado un mapa georreferenciado, identificando todas las comunidades, logrando una elevada difusión en las entidades gubernamentales y en la sociedad regional. También ha aumentado la sensibilización de los gestores públicos municipales respecto a la numerosa y desasistida población rural, existiendo ahora fondos públicos específicos según las posibilidades y las formas de acceso. Con las referencias y el trabajo de CAPA, los quilombolas han pasado a ser parte de la encuesta del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) en la región.
El trabajo desarrollado consiste en un conjunto de acciones destinadas a rescatar la autoestima y a valorar la cultura y la etnia, proporcionándoles medios para lograr de una mejor calidad de vida, así como el desarrollo étnico de estas poblaciones descubiertas y reconocidas.
Como resultado de la metodología adoptada por CAPA, se ha invertido en formación y se ha estimulado el protagonismo de las personas, gracias a lo cual las comunidades han pasado a comprender sus derechos y su papel en la sociedad, articulándose y participando en consejos y foros. De este modo se asegura el acceso a derechos básicos como alimentación, vivienda, sanidad y educación.
La sostenibilidad se garantiza a través del rescate de la historia de las comunidades, lo que proporciona el encuentro y la reconstrucción de su identidad a través del contacto y el intercambio de experiencias con otras comunidades negras organizadas.
Con el desarrollo de cada fase se fueron añadiendo apoyos al proyecto. Por ejemplo, se comenzaron a organizar reuniones locales y una reunión territorial entre las comunidades negras; se creó, publicó y mostró el archivo con fotografías etnográficas de las comunidades; se integró a los mayores con los jóvenes y niños, valorando sus manifestaciones culturales propias y buscando el rescate y el mantenimiento de su identidad; etc.
Una vez comenzó el proceso de desarrollo y se observaron mejoras en las infraestructuras social y productiva (en especial en la formación profesional), se consiguió un aumento en la producción, así como la generación de ingresos y el desarrollo de nuevos procesos.
En cuanto a la agricultura, se ha creado un ciclo a partir del asesoramiento técnico y de la aportación de semillas de alta calidad, provocando el aumento de la producción y la comercialización de los alimentos excedentes. La agricultura pasó a ser una actividad de importancia económica, así como la venta de la artesanía y otras actividades desarrolladas tras la capacitación en corte y confección y la formación profesional de albañiles y electricistas. De este modo se han diversificando las posibilidades de entrada de ingresos y garantizando la sostenibilidad de la práctica.
Con el trabajo realizado, ha sido posible conocer la existencia de un Brasil rural en condiciones de extrema pobreza, oculto a los ojos de la sociedad, especialmente a los organismos gubernamentales y a la comunidad circundante.
Es necesario ir al encuentro de esas poblaciones, especialmente de las comunidades quilombolas, que se sitúan distantes de los grandes centros, a diferencia de las favelas que se destacan en el escenario urbano. Debido al sufrimiento que han padecido por la discriminación social, éstas se alejan cada vez más de los procesos sociales, lo que exige una mayor búsqueda activa de su localización para incluirlos en la sociedad.
La capacidad de resistencia mostrada por un pueblo que expresa a diario las ganas de mejorar su vida y superar las dificultades encontradas debido al aislamiento y a la negligencia de la sociedad ha simbolizado un gran aprendizaje.
Los quilombolas son hoy un segmento social con gran potencial organizativo y con voluntad de realización social, política y económica. En el campo de la organización, se han formado comisiones que les representan en distintos eventos y consejos. En cuanto a la generación de ingresos, han producido artesanía típica y son proveedores de alimentos de alta calidad (en especial de tubérculos y alubias ecológicos) para el programa Fome Zero (Hambre Cero) a través del Programa Alimentos da CONAB/MDS.
El trabajo realizado demuestra que es posible desarrollar grandes acciones con pocos recursos financieros, rescatando las potencialidades y las capacidades de las comunidades, que han encontrado dentro de ellas mismas las soluciones para sus principales problemas.
Es fundamental presentar a la sociedad y a los gobiernos las realidades todavía invisibles a los ojos de todos, así como difundir que existe en la realidad brasileña la necesidad de dar continuidad a las políticas afirmativas y conseguir aumentarlas.
CAPA ha asumido esta tarea por creer que la sociedad brasileña debe funcionar como un todo, y no sólo en las esferas gubernamentales, tiene una deuda histórica con la población negra y, en especial, con los quilombolas.
Se prestó especial atención en sistematizar la práctica de rescate histórico y cultural, presentando la experiencia en todo Brasil. La difusión ha sido posible gracias a la edición de un libro (que ya se encuentra en su segunda edición), a la publicación de mil ejemplares de una revista y a la elaboración de un mapa georeferenciado con la metodología del proceso y el registro de la memoria histórica de las comunidades.
La experiencia ha sido presentada en diversos cursos y conferencias, destacando la realizada en el IV Forum Internacional de Desarrollo Territorial en Aracajú (Brasil) en 2009, con la presencia de líderes de todos los países de Latinoamérica. Asimismo, se ha convertido en una referencia en el II Salão Nacional dos Territórios Rurais en Brasilia (Brasil) en marzo de 2010, divulgando el éxito del trabajo realizado en 164 territorios brasileños.
El proceso, iniciado en el año 2000, ha ido aplicándose sistemáticamente, incrementándose de 4 a 43 las comunidades identificadas y participantes. Hoy, además del reconocimiento público, tiene el apoyo de los gobiernos municipales y del federal.
El respeto y la valoración de la cultura tradicional y del conocimiento que existe en las comunidades quilombolas muestran la capacidad de protagonismo de estas comunidades tradicionales y su capacidad de alterar la realidad por medio del conocimiento y de la disponibilidad de tecnologías adecuadas y de fácil aplicación.
El trabajo desarrollado por CAPA ha sido dirigido con el objetivo de propiciar la emancipación del público, fomentando una perspectiva de continuidad de las acciones emprendidas por las comunidades. Las inversiones realizadas permitieron innovar en la región en términos de aportación de conocimiento y tecnología para las comunidades quilombolas, en un proceso dialéctico de enseñanza-aprendizaje.
El desarrollo de acciones integradas, con capacitaciones y disponibilidad de aportes especialmente de semillas autóctonas, en cantidad y con buena calidad, han ayudado tanto a la manutención de la biodiversidad como a la sostenibilidad productiva de las comunidades.
La integración no sólo de las comunidades quilombolas participantes, sino también de todos los agentes, socios, instituciones y organizaciones que de alguna forma han participado, ha sido clave para la realización de las acciones previstas.
Socios | 2007 | 2008 | 2009 | Total |
CAIXA (33,0%) | - | 350.000,00 | - | 350.000,00 |
CAPA (19,0%) | 80.000,00 | 25.000,00 | 95.000,00 | 200.000,00 |
Fundação Luterana/ELCA e EED (31,0%) | 110.000,00 | 125.000,00 | 90.000,00 | 325.000,00 |
Moradia e Cidadania (1,0%) | - | - | 12.000,00 | 12.000,00 |
Ricardo Ramos (5,0%) | - | - | 50.000,00 | 50.000,00 |
CAIXA (PNUD) (6,0%) | 59.550,00 | - | - | 59.550,00 |
Prefeitura Municipal de Canguçú (2,0%) | - | - | 25.000,00 | 25.000,00 |
Prefeitura Municipal de São Lourenço (2,0%) | - | - | 25.000,00 | 25.000,00 |
Total (100%) | 249.550,00 | 500.000,00 | 297.000,00 | 1.046.550,00 |
Datos expresados en reales brasileños.
Entre la legislación y las diversas políticas que han servido de base a este programa, cabe destacar:
Diário Popular (2009) «A segunda abolição», Diário Popular, 17 de agosto, pág. 6.
CAPA (2007) Descobri que tem raça negra aqui. Centro de Apoio ao Pequeno Agricultor. 2a edición, 102 pp. Disponible recurso electrónico en http://www.capa.org.br/uploads/publicacoes/descobri_que_tem_ra_a_negra_aqui.pdf.
Diário da Manhã (2010) «Diversidade artística marca encontro quilombola», Diário da Manhã, 19 de abril, pág. 6.
Diário da Manhã (2010) «Famílias do Quilombo Algodão recebem sementes de milho», Diário da Manhã, 16 de noviembre, pág. 9.
Jarbas Tomaschewski (2009) «IBGE irá localizar quilombos em seus mapas», Diário Popular, 23 de agosto, pág. 16.
Diário Popular (2009) «O peso da sombra dos antepassados», Diário Popular, 16 de agosto, pp. 3-5.
Diário Popular (2009) «Quilombolas recebem bibliotecas», Diário Popular, 5 de septiembre, pág. 8.
Camila Almeida (2010) «Quilombos Reconhecidos», Diário Popular, 20 de febrero, pág. 9.
CAPA (2010) Revelando os quilombos no Sul. Centro de Apoio ao Pequeno Agricultor. 64 pp. Disponible recurso electrónico en http://www.capa.org.br/uploads/publicacoes/Revelando_os_Quilombos_no_Sul.pdf.
Buenas Prácticas > Concurso Internacional > 2012 > http://habitat.aq.upm.es/dubai/12/bp4389.html |