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País/Estado — Brasil
Región según Naciones Unidas — América Latina
Región ecológica — tropical y subtropical
Ámbito de la actuación — metropolitana
Agentes — gobierno central; paraestatal;sector privado; organización no gubernamental (ONG); fundación.Categorías — Erradicación de la pobreza: generación de ingresos; creación de puestos de trabajo; formación profesional. Desarrollo económico: desarrollo económico local / metropolitano. Equidad de género e inclusión social: necesidades por razón del género; acceso a los recursos; eliminación de trabas a la igualdad de género (medidas de discriminación positiva); integración; fomento del auto-liderazgo de las mujeres.
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El Proyecto Ciudades sin Hambre/ Huertos Comunitarios tiene como objetivo introducir una alternativa sostenible para fomentar la producción de alimentos en comunidades desfavorecidas con una elevada densidad poblacional, para así mejorar la situación de estos grupos de riesgo. Se trabaja para fomentar la capacidad de autogobierno de estas comunidades para producir mejoras en los ámbitos social, ambiental y económico. Los objetivos del proyecto son: desarrollar, mediante un proceso participativo, un núcleo de huertos y varios centros agrícolas satélites para generar oportunidades de empleo; desarrollar las habilidades de los participantes y las personas que dependen de ellos; generar ingresos sistemáticamente a través de la venta de los productos, ya sean naturales o procesados, con el valor añadido que ello conlleva; y por último y ante todo, lograr la integración social de las comunidades con su entorno, tanto natural como urbano.
La zona Este de São Paulo destaca como una sombría extensión de pobreza y violencia dentro de Brasil. 3,3 millones de personas (el 33% de la población de la ciudad y el 17,76% de la población total de la región metropolitana) vive en esta zona de la ciudad. A pesar de estar situada en la región metropolitana, las malas condiciones sociales, la precariedad del viario de acceso y la baja actividad económica provocan la segregación de la zona Este respecto al resto de la metrópolis. La exclusión social afecta especialmente a los adolescentes y a la población de mediana edad, siendo los más afectados por el desempleo crónico. La población de la zona está compuesta en su mayoría por inmigrantes de los estados más pobres del noreste de Brasil, que acuden en busca de oportunidades de trabajo y mejores condiciones de vida. Los habitantes de estas comunidades intentan sobrevivir mediante trabajos temporales que requieren poca o nula cualificación, como lavacoches, empleados del hogar, albañiles, conserjes, jornaleros, etc. Sin embargo la mayoría de la población activa de la zona está desempleada y, a menudo la distribución de cestas de comida por parte del Ayuntamiento es la única fuente de alimentación para muchas familias.
En todas sus iniciativas, Ciudades sin Hambre utiliza un método formativo de participación de la comunidad. En primer lugar, se forma a los miembros implicados de la comunidad en habilidades técnicas (más específicas) así como en habilidades generales de liderazgo. A continuación, ellos son los responsables de la formación de los miembros de la comunidad que comienzan a implicarse. De este modo los costes de personal se mantienen bajos y se consigue una mayor capacidad y resistencia entre las comunidades con las que se desarrolla el trabajo.
Ciudades sin Hambre pretende el uso de los solares desocupados, públicos y privados, para la implantación y desarrollo de huertos comunitarios. Así, dotan a las comunidades de recursos para la formación profesional y para la generación de ingresos, mediante la comercialización de los productos obtenidos de los proyectos de los participantes. El proyecto busca también combatir la malnutrición y mejorar la calidad de vida de estas comunidades facilitándoles el acceso a alimentos seguros y nutritivos y generando beneficios ambientales a las comunidad de la zona. El objetivo principal es proporconar alternativas para el desarrollo económico de estas comunidades y, al mismo tiempo, disminuir las dificultades sociales, ambientales y de salud a las que deben hacer frente.
El poryecto moviliza a estas comunidades mediante la formación ligada a huertos gestionados por la comunidad en solares sin uso o áreas infrautilizadas. Esto garantiza una fuente de ingresos, la utilización de una energía que de otro modo sería desperdiciada (especialmente la de las mujeres y los ancianos), el suministro de alimentos frescos y de producción orgánica, y la capacidad de aumentar la confianza en sí mismos de las personas implicadas. También pretende fomentar y extender los principios de cooperación y la sensibilización ambiental mediante talleres y prácticas de educación ambiental. Estas actividades tienen un efecto positivo sobre las problemáticas vinculadas a los factores social, económico y ambiental.
La creación y el mantenimiento de estos huertos proporcionan unos ingresos vitales y sistemáticos mediante la venta de frutas y verduras producidas por el proyecto, el valor añadido que adquieren estos productos al ser procesados y la formación de cooperativas o asociaciones para la gestión de centros de producción. Con la creación de oportunidades para conseguir ingresos de forma independiente y la formación proporcionada, el proyecto también dota a la comunidad de herramientas que le permiten romper la dependencia de la asistencia social que tienen muchas familias de estas comunidades debido a la falta de oportunidades económicas.
Los fondos para el desarrollo del proyecto Ciudades sin Hambre provienen de la participación en subvenciones públicas, concursos, organizaciones multilaterales, embajadas y consulados, empresas privadas y fundaciones de los Estados Unidos y Europa. El personal de Ciudades sin Hambre se encarga de la gestión de la totalidad de los fondos, en colaboración con los beneficiarios del proyecto (en especial mujeres implicadas en los proyectos de huertos urbanos y comercialización).
En la actualidad, el Proyecto Ciudades sin Hambre/ Huertos Comunitarios cuenta con el apoyo de varias instituciones y organismos pertenecientes a los tres ámbitos del gobierno de Brasil (municipal, estatal y federal), además de fondos nacionales e internacionales para proyectos sociales como el Interamerican Development Foundation (IAF) [Fundación Interamericana para el desarrollo], una fundación que subvenciona proyectos para el desarrollo en todo el mundo. El Proyecto Ciudades sin Hambre/ Huertos Comunitarios fue incluido en el Programa Petrobras Hambre Cero / Selección de Proyectos Sociales Públicos en 2005, que registró 2.232 solicitudes de proyectos en todo Brasil, de los cuales tan solo 72 han recibido de forma efectiva el patrocinio de la institución, que ha sido renovado en 2008 y cuya tercera renovación está siendo negociada para 2010. El proyecto cuenta también con el apoyo financiero de la Caixa Econômica Federal, la cual ha invertido sus recursos en los años 2004, 2005 y 2006. Varios proyectos para recaudar fondos internacionales están siendo desarrollados y han logrado despertar el interés en una colaboración con la Universidad de Tübingen (Alemania) y la de Amsterdam (Holanda), además de grupos privados de estos paises. El proyecto cuenta también con el apoyo de la Cámara de Comercio e Industria Brasil-Alemania en la ciudad de São Paulo, donde las negociaciones para la participación han alcanzado ya un estado avanzado.
Las siguientes tablas describen las estrategias de inversión de los fondos:
Descripción | Unidades de medida | Cantidad | Coste mensual por unidad | Total (36 meses) |
1. Consultores y personal técnico | - | - | - | - |
1.1. Coordinador | - | 01 | 1.250,00 | 45.000,00 |
1.2. Técnicos agricolas | - | 02 | 810,00 | 58.320,00 |
1.3. Monitores/Ayudantes | - | 03 | 465,00 | 50.220,00 |
Subtotal A | - | - | - | 153,540.00 |
2. Equipamiento y vehículos | - | - | - | - |
2.1. Rociador de mochila | unidad | 01 | 120,00 | 120,00 |
2.2. Recortador de mochila | unidad | 02 | 1.275,00 | 2.550,00 |
2.3. Bombas de agua | unidad | 05 | 860,00 | 4.300,00 |
2.4. Tractor agrícola con accesorios: arados, segadoras, etc. | unidad | 01 | 52.093,00 | 52.093,00 |
2.5. Camioneta con remolque | unidad | 01 | 48.900,00 | 48.900,00 |
2.6. Camión para transporte de producción | unidad | 01 | 38.235,00 | 38.235,00 |
Subtotal B | - | - | - | 146.198,00 |
3. Mejoras | - | - | - | - |
3.1. Pala | unidad | 100 | 11,62 | 1.162,00 |
3.2. Azada | unidad | 200 | 11,62 | 2.324,00 |
3.3. Rastrillo | unidad | 50 | 9,30 | 465,00 |
3.4. Pala de cavar | unidad | 100 | 13,95 | 1.395,00 |
3.5. Horca | unidad | 50 | 11,62 | 581,00 |
3.6. Carretilla | unidad | 50 | 37,20 | 1.860,00 |
3.7. Regadera | unidad | 50 | 9,30 | 465,00 |
3.8. Sistemas de irrigación | unidad | 10 | 2.510,00 | 25.100,00 |
3.9. Plántulas de verduras | caja | 2000 | 10,11 | 20.220,00 |
3.10. Plántulas de frutas | unidad | 500 | 9,30 | 4.650,00 |
3.11. Compost orgánico | Tonelada | 50 | 295,00 | 14.750,00 |
3.12. Cal para abonar | Tonelada | 10 | 83,72 | 837,20 |
3.13. Semillas variadas | Kg | 25 | 41,17 | 1.029,25 |
3.14. Invernaderos | unidad | 03 | 10.588,00 | 31.764,00 |
3.15. Desarrollo de pequeño negocio de agricultura | unidad | 01 | 20.588,00 | 20.588,00 |
3.16. Construcción de un centro educativo de horticultura | unidad | 01 | 24.705,00 | 24.705,00 |
Subtotal C | - | - | - | 151.895,45 |
4. Gastos administrativos | - | - | - | - |
4.1. Gastos en gasolina y oficinas | - | - | 37.800,00 | 37.800,00 |
Subtotal D | - | - | - | 37.800,00 |
5. Formación profesional | - | - | - | - |
5.1. Cursos, talleres y prácticas | - | - | 22.337,75 | 22.337,75 |
Subtotal E | - | - | - | 22.337,75 |
Total A+B+C+D+E | - | - | - | 511.771,20 |
Descripción de todos los costes en dólares EE.UU..
Las principales actividades económicas de la ciudad de São Paulo son la industria y los servicios. Por ello, suponía un gran reto el que las autoridades locales y los miembros de la comunidad reconocieran los beneficios que un proyecto de agricultura proporcionaría a las comunidades vulnerables.
En lo que respecta a las comunidades vecinas, las reacciones a los planes originales de Ciudades sin Hambre fueron muy diversas. Estas iban desde comentarios que expresaban esperanza en los beneficios del proyecto, al tantas veces escuchado «no puede funcionar», una profunda duda sobre la posibilidad de desarrollar la agricultura en un área urbana. Así, el mayor obstáculo consistía en superar las dudas de los vecinos en torno a los lugares de los huertos y a la sostenibilidad del proyecto.
Se mantuvieron largas reuniones con las comunidades para dialogar con sus miembros, escuchar sus preocupaciones y ayudarles a comprender que la producción de comida es posible en cualquier área y tipo de suelo. Además, los miembros de la comunidad dudaban de que los huertos pudieran contribuir a sus ingresos mensuales, reducir los gastos de sus hogares y mejorar su salud.
Para superar estos retos se invitó a la comunidad a formar un comité compuesto por representantes de instituciones públicas, de organizaciones populares, de las ONGs que operan en la región y representantes de los propios beneficiarios. Este comité ha desempeñado (y sigue haciéndolo) las tareas de seleccionar a las familias qeu participarán en las actividades agrícolas y de coordinar la organización de forma participativa para desarrollar los planes de trabajo que llevarán a cabo los agricultores urbanos.
Las actividades de este comité pueden clasificarse en dos grupos: formales (reuniones y conferencias) y e informales (encuentros y formación). El objetivo del proyecto es fomentar la gestión participativa mediante la concienciación de los participantes en el proyecto, alentando y fortaleciendo su capacidad de intervención en los temas que afectan sistemáticamente a la comunidad y valorando sus contribuciones a la resolución de los problemas locales. De este modo los beneficiarios aprenden a reconocerse a sí mismos como participantes activos en la gobernanza urbana y en la búsqueda de una mejor calidad de vida.
La participación en grupos de discusión, en la toma de decisiones de la comunidad y en las negociaciones con las autoridades locales, ha proporcionado a los miembros de la comunidad una oportunidad para participar en la definición de principios y acciones que aumentan su inclusión social y la práctica de la gobernanza participativa.
Todas las acciones realizadas según el plan de trabajo de los huertos son evaluadas por sus miembros una vez finalizadas y se tratan en reuniones para su discusión y revisión tan pronto como el comité identifica un problema en el proceso. Las reuniones de evaluación entre los gestores se celebran de forma mensual para supervisar los proyectos. En el caso de que surjan dificultades, se convocan reuniones para acelerar la resolución de los mismos.
Por otro lado, se ha mejorado la nutrición de la población implicada a base de incentivar el cultivo de plantas medicinales y hortalizas. Se ha impartido formación en educación nutricional, hábitos alimenticios y nutrición alternativa. Se ha estimulado la recuperación y sistematización de la sabiduría popular sobre comida, salud y agroecología. Se han establecido mecanismos para la formación de los beneficiarios con objeto de lograr mejoras en los productos higiénicos e introducir conceptos de higiene entre los agricultores urbanos.
La biodiversidad se ha visto mantenida y fomentada. Se ha promovido la educación ambiental mediante la formación en la gestión de la agricultura con técnicas que evitan el uso de prácticas destructivas para el medio ambiente y los recursos naturales. También se ha aumentado la concienciación sobre las actividades de conservación ambiental.
Se ha puesto en marcha una estrategia de comercialización y comunicación que pone el énfasis en las características de estos productos, con el objetivo de incrementar su atractivo comercial. Además, se ha mejorado esta comercialización y se han identificado lugares de venta óptimos para los agricultores.
Los agricultores han recibido ayuda mediante la obtención de créditos por parte de la municipalidad de São Paulo y su área metropolitana. También se ha fomentado la autonomía de los miembros de la comunidad mediante la formación para incentivar la generación de ingresos. Los beneficiarios del proyecto han participado en la organización de grupos conjuntos (asociaciones y cooperativas) para mejorar el trabajo. Se ha estimulado la organización de la comunidad y el trabajo en equipo de las familias seleccionadas para reforzar su concienciación social y su desarrollo, capacidad de autogestión y autonomía para el futuro.
Los resultados del programa se evalúan mediante los siguientes indicadores de rendimiento:
El enfoque en la inclusión de los beneficiarios en programas de venta directa incluye: programas para la compra de comida por parte del gobierno federal (que proporciona productos para comedores escolares), venta en ferias y mercados locales, aprovisionamiento para tiendas de comestibles locales y regionales y venta directa de los huertos para los residentes de las comunidades vecinas. El valor de reventa de 0,58 reales brasileños, estipulado en estudios de viabilidad financiera, demuestra la existencia de un buen margen de beneficio que permite un mayor valor añadido de reventa por tratarse de cosechas producidas de forma artesanal y sin la adición de fertilizantes químicos y pesticidas.
Estrategia y volumen de ventas: Provisión para programas de alimentación- 5%; Suministro para comedores escolares- 10%; Venta en ferias locales- 10%; Suministro a tiendas locales de alimentos- 10%; Venta directa a los vecinos- 65%.
La estrategia se ha elaborado y planificado para incorporar el desarrollo de iniciativas de consumo solidario que buscan la eliminación de los intermediarios en las ventas, que sustraen de forma agresiva las gananacias de los agricultores.
a. Rotación de cultivos: Alternancia anual en las especies de plantas de un área de producción agrícola. Las especies elegidas deben satisfacer simultáneamente fines comerciales y necesidades del suelo. La rotación de especies ofrece múltiples ventajas: además de proporcionar una producción variada de comestibles y otros productos agrícolas, cuando se utiliza y gestiona de forma adecuada y durante un periodo suficientemente largo, esta práctica mejora la calidad física, química y biológica y los contenidos del suelo; ayuda a controlar las malas hierbas, las enfermedades y las plagas; repone la materia orgánica; y protege el suelo de la acción de los agentes climatológicos, además de proteger el medio ambiente en su conjunto. Para obtener un máximo de eficiencia, mejorando la capacidad productiva del suelo, la planificación de la rotación de cultivos debe considerar las plantas viables comercialmente y, donde sea posible, incluir especies que produzcan grandes cantidades de biomasa y se desarrollen rápidamente, cultivadas separadamente o de forma intercalada con otras cosechas.
b. Adición de compost al suelo: El compostaje es un proceso biológico de conversión de los desechos orgánicos como paja, estiércol y restos de comida, en humus, una sustancia orgánica homogénea y estable, oscura y rica en partículas coloidales. Este material ese utiliza como compost, y su aplicación mejora la calidad física, química y biológica y los contenidos del suelo, suponiendo así una alternativa simple y barata a los fertilizantes químicos.
c. Introducción de tecnología de secado e irrigación automática: La introducción de procesos tecnológicos y las estrategias de producción proporcionan oportunidades de incremento de ésta, sin disminuir la calidad de los productos. La construcción de invernaderos permite la producción de plántulas para uso propio en el proyecto, lo que representa una disminución de los costes de materia prima. También desempeña la función de protección contra la lluvia y los vientos fríos, protección contra insectos, mejora de la productividad, mejora de la calidad, y facilidad en la recolección de la cosecha, ahorro de abono orgánico, reducción de la incidencia de enfermedades, mejor control del riego, uso total de la mano de obra del huerto. La irrigación automática del huerto proporciona una optimización del trabajo en el proyecto, permitiendo a los beneficiarios concentrarse en las actividades de producción y comercialización.
Los instrumentos utilizados para asegurar la autogestión y la calidad de las relaciones interpersonales entre los miembros del proyecto incluyen reuniones, formación y talleres. Esto permite a los beneficiarios del proyecto aumentar su comprensión del espíritu cooperativo y fortalecer así la capacidad de estos grupos de valorar su contribución a la resolución de problemas, participando en foros de diálogo y toma de decisiones de la comunidad, desarrollando capacidades para negociar con las autoridades locales, mejorando sus habilidades de trabajo en la agricultura y en la venta de sus productos (utilizando los mecanismos del plan empresarial), y por encima de todo aumentando de forma significativa su calidad de vida y autonomía.
Considerando la tecnología de que se dispone hoy en día y las experiencias que los miembros del equipo han atesorado viviendo en diferentes lugares de Brasil y del mundo, se parte de la arriesgada idea de que cualquier tierra puede ser cultivada. Algunos ejemplos típicos son los cultivos del sur de Alemania, donde se alcanzan 23 grados bajo cero, o la producción intensiva de cítricos en los desiertos de Israel, así como las frutas y flores de insuperable calidad de la selva del noreste de Brasil. Así, no hay razón alguna para que Brasil, como país, no considere el aprovechamiento de áreas agrícolas potenciales en solares urbanos y grandes ciudades como São Paulo. Abundan los ejemplos en los que se rompe la frontera entre lo posible y lo imposible, logrando resultados espectaculares, beneficiando a miles de personas y, lo que es más importante, transformando regiones antes de que se pierdan poderosos centros económicos. Aún así, los grandes problemas se mantienen, como el coste de la tecnología y la tierra para la producción de comida, que permanece accesible sólo para unos pocos. El desarrollo económico e histórico del pueblo brasileño de basa en procesos extractivos. En otras palabras, coger de la naturaleza lo que ésta nos ofrece. En Europa y América del Norte esto no ocurre así, ya que dados sus diferentes climas y ecosistemas, sumado a una larga historia de densidad de población, han debido cultivar sus alimentos y recursos necesarios mediante procesos de producción altamente tecnificados.
En Brasil, cuando los recursos naturales se agotaban en una determinada área geográfica, el paso siguiente era comenzar a explotar un área nueva. A lo largo de los siglos, esto ha extendido la creencia de que siempre habría suficiente alimento para cubrir las necesidades de la población. Los agricultores también se han encontrado con este problema cuando no podían cultivar más en un campo donde habían agotado los recursos del suelo. En Brasil, la solución a menudo ha consistido en explotar un nuevo terreno vecino a la zona de trabajo. Estos procesos y patrones han impedido y ocultado la necesidad de Brasil de crear alternativas para la producción de alimentos, y ha asegurado así la falsa sensación de seguridad alimentaria en el futuro.
Con el transcurso de los años, cada vez más agricultores han descubierto que este modelo de producción es insostenible, tanto ambiental como económicamente. Esto ha llevado a un éxodo rural, que ha aumentado enormemente la población de las grandes ciudades de Brasil, produciendo así una pobreza urbana en constante crecimiento, malas condiciones de salud y criminalidad. Se depende de los gobiernos para identificar la posibilidad de reducir el hambre mediante la utilización de áreas adecuadas para cultivar alimentos en las grandes ciudades. Aún así, como país, Brasil tiene poca experiencia en la recuperación de tierras, en especial en las grandes ciudades.
La experiencia de la fundación y puesta en marcha de Ciudades sin Hambre ha demostrado al equipo, así como a los miembros de la comunidad con la que trabajan, que esta recuperación de tierras no sólo es posible, sino que puede ser rentable y un poderoso instrumento social, en el ámbito de la salud y para el cambio económico. Es sólo cuestión de tiempo que surjan nuevas propuestas que animen a los gobiernos municipales a integrar la agricultura urbana en sus planes regionales. Las personas y los votantes están comenzando a entender que los programas para distribuir cestas de alimentos no constituyen una solución a los problemas de la miseria y el hambre, sino que tan sólo perpetúan los ciclos de pobreza. La alternativa a ese tipo de programas la constituyen proyectos que implican a las personas en procesos participativos, creando alianzas y asumiendo responsabilidades, para generar autosuficiencia a largo plazo y auténtica sostenibilidad.
Entre las lecciones apredidas, también destaca el que la violencia de las favelas brasileñas está directamente relacionada con la falta de trabajo, de oportunidades laborales y de oportunidades para la integración en el contexto de las actividades diarias de la sociedad. Violencia y desempleo son inversamente proporcionales al desarrollo de la nación. La importancia de obtener ingresos complementarios y la disponibilidad de comida en la mesa desde y para las comunidades pobres pude suponer la reducción de las estadísticas locales de criminalidad y también del número de niños fallecidos por deficiencias alimentarias. Puede suponer el comienzo de un proceso de evolución en la comunidad y transformación de las necesidades existentes. Eliminando el miedo constante a la muerte, tanto por violencia como por enfermedad, se fomenta el instinto de supervivencia mediante la renovación de esperanzas perdidas e insufla energía a las personas para intentar romper el círculo de exclusión y opresión que les ha mantenido pobres, hambrientas y sin capacidad de autogobierno.
El proyecto va a propiciar la formación de la Asociación de Pequeños Agricultores Familiares Urbanos entre sus beneficiarios, que estará compuesta en principio por personas directamente afectadas por el problema del desempleo, especialmente adolescentes, mujeres y ancianos, que podrán tener una oportunidad de empleo y obtención de ingresos mediante el desarrollo de huertos comunitarios. A medida que realicen esta actividad durante su vida, alcanzarán la cualificación de agricultores familiares, obteniendo la declaración nacional que les permitirá participar en diversos programas del gobierno federal en las áreas de comercialización (esquemas de alimentación), negocios agrícolas, crédito, seguros y seguridad social. Esta asociación permitirá a los beneficiarios participar mediante una entidad, el Foro de Agricultura Urbana de São Paulo, que pretende ser un instrumento de contribución al desarrollo de la agricultura urbana como política pública en la región metroplitana de São Paulo, en otras ciudades de Brasil y en otros paises.
El aspecto más relevante del proyecto es la adopción de métodos participativos en todas las acciones y pasos. Los participantes y los beneficiarios trabajan juntos en grupos y colectivos para formar sus propios puntos de vista, prioridades, metodologías y planes de trabajo. Las acciones específicas y la investigación de procesos agroecológicos pretende siempre implicar en todas las etapas del trabajo al mayor número posible de familias de comunidades desfavorecidas.
Socio | 2003 | 2004 | 2005 | 2006 | 2007 | 2008 | 2009 | Total |
Caixa Econômica Federal | - | 11.120 | 11.120 | - | - | - | - | 22.240 |
Petrobrás | - | - | 110.000 | - | - | 128.000 | - | 238.000 |
Embajada Suiza | - | - | - | - | - | 20.000 | - | 20.000 |
Embajada de Nueva Zelanda | - | - | - | - | - | - | 24.000 | 24.000 |
Embajada de Japón | - | - | - | - | - | - | 40.000 | 40.000 |
Embajada de Australia | - | - | - | - | - | - | 22.000 | 22.000 |
Ecourbis Ambiental | - | - | - | - | 14.000 | 14.000 | 14.000 | 42.000 |
Banco HSBC | - | - | - | - | - | 13.000 | 48.000 | 61.000 |
Deutsche Bank | - | - | - | - | - | - | 14.000 | 14.000 |
Fundación Interamericana | - | - | - | - | - | - | 322.000 | 322.000 |
Presupuesto total | - | 11.120 | 121.120 | - | 14.000 | 175.000 | 484.000 | 805.240 |
Buenas Prácticas > Concurso Internacional > 2010 > http://habitat.aq.upm.es/dubai/10/bp2547.html |