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País/Estado — España
Región según Naciones Unidas — Europa
Región ecológica — continental
Ámbito de la actuación — barrio
Agentes — gobierno regional; gobierno central; gobierno local; organización de base comunitaria (OBC); fundación; sector privado.Categorías — Procesos de planificación urbana y regional: planificación comunitaria; remodelación urbana; conservación del patrimonio cultural. Arquitectura y diseño urbano: diseño eco-lógico y asequible; conservación del patrimonio arquitectónico; edificios verdes. Vivienda y derechos humanos: aplicación del derecho a una vivienda digna; habitabilidad y adecuación cultural de la vivienda; vivienda asequible.
Calle Motril s/n, 14013 Córdoba, España. Tel: +34 957 355970 Fax: +34 957 355976Web: http://webvivienda.cvot.junta- andalucia.es/viviendayordenaciondelterritorio/www/
Ministerio de Vivienda. Paseo de la Castellana 112, CP 28046, Madrid, España. Tel: +34 91 7284091 Fax: +34 91 7284862E-mail: concursobbpp@vivienda.es
Calle Ángel de Saavedra 9, 14003 Córdoba, España. Tel: +34 957 477711E-mail: vimcorsa@vimcorsa.com
Calle Motril s/n, 14013 Córdoba. España. Tel: +34 957 203131 / +34 652171673Colaboración social.
Plaza Andalucía 4, Bajo, 14009 Córdoba, España. Tel: +34 957 293367Colaboración social.
Barrio San Martín de Porres, Córdoba, España.Colaboración financiera.
El proyecto de rehabilitación integral de la barriada de San Martín de Porres es una actuación que acometen de manera coordinada dos administraciones: la Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio y el Ayuntamiento de Córdoba, con el apoyo y la implicación activa desde 2004 de las asociaciones y los vecinos afectados. El objetivo es mejorar las condiciones de habitabilidad en el barrio a través de una intervención sobre la vivienda y el tejido urbano, adoptando medidas que favorezcan la integración social y laboral de la población residente.
Esta rehabilitación es un ejemplo de urbanismo de integración que conjuga las singularidades del barrio con el crecimiento del tejido urbano. Los criterios y objetivos que se han perseguido son el respeto a la igualdad de género y a la diversidad social y cultural, la necesidad de equipamientos, la reactivación del tejido económico local de las minorías étnicas (población gitana), la movilidad y la seguridad de sus habitantes, el fomento de viviendas tanto para jóvenes como para familias numerosas, la inclusión de cláusulas sociales en las obras de rehabilitación, la mejora de la formación técnica de los participantes y la oferta de oportunidades de empleo a los residentes del barrio.
Esta recuperación urbana y social presta especial atención a varios problemas que son relevantes en los barrios: la obsolescencia urbana y arquitectónica, la falta de espacios intermedios de convivencia y de relación vecinal, la mala calidad de los espacios comunitarios de los bloques, en especial por la carencia de ascensores, la degeneración ambiental de los espacios urbanos, y la discriminación social hacia grupos sociales minoritarios.
La intervención que se lleva a cabo en este ámbito aspira a trabajar de forma integral todos los aspectos que marcan la evolución de un barrio (la transformación física, económica, cultural, el tejido social, las familias, etc.) con los procedimientos puestos en marcha por la acción pública, construyendo espacios que vinculen las decisiones políticas a los análisis de los problemas del barrio y con las planificaciones para resolverlos, implicando en el proceso al mayor número de entidades y de vecinos, para lograr la sostenibilidad del proceso de rehabilitación.
En la actualidad se han terminado o están en proceso de rehabilitación el 73% de los bloques de viviendas. Esta rehabilitación consiste en mejorar las condiciones de eficiencia energética de los edificios, dotarles de ascensores (eliminando así las barreras arquitectónicas para personas con movilidad reducida), mejorar la imagen urbana de San Martín de Porres al recuperar las fachadas y cubiertas, realizar plazas públicas y reurbanizar calles, creando espacios de relación próximos a cada bloque para que los vecinos que vivan allí tengan espacios de convivencia que potencien la identidad con el barrio, generar empleo en las obras de rehabilitación, fomentar el apoyo social a las familias, reducir el absentismo escolar... Todo esto supone una estrategia de desarrollo sostenible con una inversión total cercana a los 46 millones de euros.
La barriada de San Martín de Porres, un conjunto residencial en proceso de degradación afectado por problemas habitacionales y de integración social, pertenece al distrito sur de la ciudad de Córdoba. La barriada se generó en los años 60 en el margen izquierdo del río Guadalquivir por iniciativa de dos entidades sociales: la Obra Social Cordobesa Huertos Familiares y la Obra Sindical del Hogar.
Esta área, de una superficie de 22,10 hectáreas, corresponde a la zona más marginal de Córdoba, donde habitan alrededor de 6.000 personas. La barriada se compone de tres sectores residenciales —Torremolinos, Motril y Los Dolores—, albergando en total 1.920 viviendas (96 bloques de 20 viviendas por bloque), muchas de ellas en estado de infravivienda e inicialmente adjudicadas en el régimen de acceso diferido a la propiedad con un plazo de 50 años. El deterioro paulatino de las edificaciones y la inhibición de la propiedad en las últimas décadas ha originado numerosas ocupaciones no regularizadas por un elevado número de familias en situación de exclusión social y de graves problemas de convivencia.
Se trata de un área sumida en la marginalidad, donde la degradación del medio físico y de la vivienda va pareja con la acumulación de desempleo, la ocupación ilegal y otros problemas sociales.
Las prioridades de este proyecto fueron determinadas en el Programa de Actuación, el cual fue realizado por políticos, técnicos, vecinos y otras organizaciones. Fue una iniciativa de las administraciones regional y local, que jugaron un papel estratégico para la realización de este proyecto. Dichas prioridades son las siguientes:
Los objetivos que se han pretendido alcanzar con este proyecto son los siguientes:
Los recursos financieros de la administración regional provienen del presupuesto propio de la Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio, y los del Ayuntamiento de Córdoba de su presupuesto municipal, creando ambas instituciones líneas de actuación que se sostengan durante los sucesivos años del programa, trabajando de forma coordinada a nivel técnico. Las entidades privadas que asumen estas obras utilizan recursos propios, en algunos casos financiados con préstamos de cajas y bancos a un interés protegido.
Se creó una oficina de gestión dependiente de EPSA localizada en el mismo ámbito, donde trabajaron profesionales especializados en las materias de rehabilitación y gestión urbana. La gestión pública de esta intervención la realizó por un lado la EPSA, dependiente de la Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio, que lleva a cabo la rehabilitación de las zonas comunes de los bloques, y, por otro, la empresa Viviendas Municipales de Córdoba S.A. (VIMCORSA) y el Ayuntamiento de Córdoba, que intervienen en los espacios públicos del barrio y rehabilitan el interior de las viviendas.
El proceso se inicia en el año 2001, con la realización del Programa de Actuación, un documento que planifica las intervenciones a realizar para mejorar el hábitat urbano, la situación social y la regeneración económica en el ámbito. Este documento fue realizado entre técnicos, políticos y vecinos.
La participación proactiva de los vecinos y las organizaciones es el elemento clave del proyecto tanto en la gestión como en las acciones y la toma de decisiones. Las organizaciones que han participado han estado integradas por técnicos y políticos de la administración regional y local, asociaciones de vecinos, etc.
En 2004 se inicia la actividad de rehabilitación en San Martín de Porres, creando una oficina técnica especializada para la gestión integral de los programas de vivienda, la pedagogía del hábitat y el fomento del tejido económico en la zona.
Las actuaciones que se llevan a cabo en cada bloque se realizan desde el consenso entre esta oficina, los propietarios y los inquilinos, no sólo para delimitar las obras a ejecutar, sino también, en muchos casos, el proceso de ejecución de las mismas, que lleva parejo la convivencia de los inquilinos en los mismos bloques que están siendo rehabilitados con los consabidos problemas de seguridad y convivencia. Desde el primer momento se puso el acento en la constitución de comunidades de vecinos que permitieran afrontar de manera consensuada y colectiva el posterior mantenimiento y cuidado del edificio.
Se da prioridad a aquellos bloques que aceptan las condiciones exigidas por
EPSA: la autorización para el derribo de las ampliaciones
ilegales
de las
viviendas, el compromiso de mantenimiento y conservación del bloque,
la reorganización y la regularización de instalaciones
comunitarias, etc. Esta dinámica ha dado paso al inicio de las obras en las comunidades más
organizadas y solidarias, quienes han abierto camino para dar credibilidad al
programa, permitiendo que otras comunidades comprobaran los resultados tan
beneficiosos de estas acciones.
El proceso ha tenido dos momentos claves. Uno ha sido el trabajo continuado
para la regularización de la titularidad de la vivienda, con un objetivo
estratégico clave de acabar con los cambios ilegales
de
residentes, sin que muchos de ellos sientan la vivienda como propia,
viviendo sin ningún tipo de obligaciones (pago de
agua, comunidad, etc.). La regularización de este régimen de ocupación es,
por tanto, piedra angular en el proceso de rehabilitación.
El otro momento clave de este proceso de rehabilitación ha sido la Orden de Comercio de marzo de 2007, con ayudas económicas para la mejora o instalación del pequeño comercio en la zona, con el fin de mantener el comercio tradicional y reactivar el tejido económico.
Aunque esta intervención está en proceso de ejecución, se ha concentrado ya un importante esfuerzo financiero, institucional y de gestión que podemos resumir en las siguientes cifras:
La implicación de las dos administraciones competentes y de los organismos privados está demostrando que una política integrada de desarrollo urbano es un requisito clave para garantizar la transformación física y social del barrio. Hemos mejorado las condiciones de vida y la habitabilidad al 70% de la población (unas 4.200 personas), siendo el reto, en un horizonte no muy lejano, alcanzar a la totalidad de la misma.
El carácter multidisciplinar a la hora de abordar los problemas y la coordinación e integración entre las distintas instituciones está permitiendo un mejor uso de los recursos técnicos, humanos y financieros. Todo ello va unido al progresivo aprendizaje de la población en valores como el mantenimiento y cuidado del espacio urbano, la cultura de la rehabilitación, la gestión del hábitat, las prácticas en la recuperación del espacio desde el ocio y la cultura, la normalización de los pagos y la titularidad de la vivienda.
Los costos de la rehabilitación de las viviendas se adaptan a la capacidad de los usuarios, pudiendo ser sus aportaciones financiadas con préstamos blandos acompañados de ayudas públicas. Se recupera el tejido económico mediante las ayudas al comercio tradicional y la introducción de oficios que intervienen directamente en la rehabilitación del barrio, fomentando aquellos que permitan utilizar y reutilizar materiales de bajo coste energético.
El objetivo es preservar a la población residencial en condiciones dignas de habitabilidad. Por ello, todo el proyecto de rehabilitación se concibe desde una perspectiva ciudadana:
La sostenibilidad social no se garantiza con la recuperación física del entorno. La revitalización de la comunidad es tan importante como la revitalización urbana y arquitectónica. Para lograrlo, es indispensable la colaboración activa de los residentes.
Cuando se analizan los presupuestos de sostenibilidad urbanística, arquitectónica y social anteriormente postulados, el proceso de recuperación del barrio residencial se presenta como una tarea sumamente compleja. Exige la participación de numerosos campos disciplinares: arquitectura, sociología, antropología, trabajo social, educación, economía, legislación, sanidad... Por ello, es necesario involucrar en el mismo a universidades, instituciones y centros dedicados al fomento del conocimiento.
Preservar la ciudad construida, implantar una cultura de la rehabilitación y regeneración urbana con criterios de sostenibilidad y de eficiencia energética, preservando la huella ecológica de nuestras ciudades, es una estrategia de largo recorrido que implica no sólo a los ciudadanos que viven actualmente en la ciudad, sino también a las generaciones futuras. La adecuación de las áreas ya construidas de la ciudad, así como su reinclusión al tejido activo de la misma, fomenta la generación de ciudades más compactas y detiene el desarrollo extensivo de las mismas.
La coordinación entre las administraciones regional y local ha demostrado la viabilidad del sistema elegido. La relación de los técnicos de las dos administraciones implementada por oficinas especializadas da agilidad a los procesos de rehabilitación. La interacción de ayudas provenientes de fondos municipales, junto a los regionales y a los privados a través de convenios y compromisos, demuestra una confianza y una fiabilidad en el proceso que de otra manera sería muy difícil de realizar.
Las lecciones aprendidas gracias al proyecto han sido:
Debido a la complejidad de la actuación en este barrio, se barajaron numerosas cuestiones y problemáticas: la calidad constructiva y arquitectónica, la tipología, el patrimonio, los costes financieros... Para decidir entre otras cosas cómo actuar, se analizaron otras experiencias que se estaban desarrollando en Andalucía y en España. La solución final fue optar por la rehabilitación integral de los edificios y los espacios públicos del barrio, manteniendo durante estos años una visión crítica y analítica para mejorar el proyecto y favoreciendo el intercambio de experiencias y la transferencia de conocimiento entre las organizaciones, las ciudades, los técnicos, los políticos y los ciudadanos.
Los programas de cooperación de la Consejería han facilitado esta labor de encuentro, ya que colabora con numerosas ciudades de países de América Latina (Cuba, Costa Rica, México, Ecuador, Chile, Perú, Panamá, Bolivia...) y de Marruecos. Esto ha permitido que técnicos de estos países que tienen la responsabilidad de la gestión urbana conozcan el proyecto.
Toda esta actividad ha conseguido demostrar una transferibilidad de los sistemas, los modelos y los procesos de gestión que, por su metodología, permite adaptarse a las variantes situaciones locales de cada territorio. La rehabilitación integral del barrio de San Martin de Porres está siendo una referencia en la metodología de actuación puesta en marcha por las comunidades de vecinos en otros barrios de Andalucía. Actualmente se está llevando este modelo de actuación en la rehabilitación de barrios de Andalucía y América Latina mediante la cooperación.
El programa de rehabilitación de San Martín de Porres ha tenido una importante difusión a todos los niveles en prensa, radio y televisión. Además, se han utilizado los medios digitales y las redes sociales para mejorar la comunicación y la difusión de este proyecto. Asimismo, el proyecto ha sido difundido en diversos foros y encuentros internacionales:
La Ciudad Viva. Sevilla (España), 2007.
La Ciudad Viva como Urbs. Quito (Ecuador), julio 2009.
Obsolescencias Urbanas: el caso de las barriadas residenciales. Sevilla (España), febrero 2010.
Socio | Porcentaje | Presupuesto |
EPSA | 60,73% | 27.175.000 |
VIMCORSA | 34,31% | 15.655.000 |
Propietarios | 4,96% | 2.263.000 |
Presupuesto total | 100% | 45.634.000 |
Datos expresados en euros.
Este proyecto ha sido posible gracias a los cambios legislativos realizados a través de los Planes Estatales de Vivienda y las ordenanzas municipales de ayudas a la rehabilitación del Ayuntamiento de Córdoba, pero especialmente a través de los distintos Planes de Vivienda de la Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio, concretamente el que afecta a la rehabilitación integral de barrios.
Tenemos que reseñar que este programa se inicia con el III Plan de Vivienda y Suelo del gobierno regional. Con la realización de esta experiencia y observando las dificultades que surgían en la gestión de los programas de ayudas a la rehabilitación, la interacción de las inversiones privadas y públicas, las dificultades con las empresas constructoras, la utilización de los convenios público-privados, etc., se modificó el citado plan realizando el IV Plan de Vivienda y Suelo, y por último el actual Plan Concertado de Vivienda. Las modificaciones normativas dan respuesta los problemas de gestión que se plantean en el desarrollo de la actuación.
Los Planes Estatales de Vivienda se han modificado de igual manera. El que está vigente en la actualidad es el que ha permitido que el Ministerio de Vivienda pueda firmar un convenio de colaboración en diciembre de 2009, donde las ayudas estatales se integrarán con las regionales y las municipales.
EPSA (2009) Rehabilitación integral de la barriada San Martín de Porres. Córdoba (España): Empresa Pública de Suelo de Andalucía. Dirección General de Vivienda y Arquitectura. Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio. Publicado en http://www.laciudadviva.org.
J.C. (2009) «San Martín de Porres recibirá una nueva inversión de fondos», Diario de Córdoba, 3 de diciembre.
Asociación La Unidad Vecinal (2009) «Área de Rehabilitación San Martín de Porres», Revista de los vecinos del Sector Sur ‘Trabajando por la Paz y la Convivencia’, enero.
Vacas, Juan Manuel (2007) «Una transformación impresionante», Diario de Córdoba, 17 de noviembre.
Diario de Córdoba (2007) «Acuerdo para rehabilitar cinco bloques en San Martín de Porres», Diario de Córdoba, 20 de julio.
Diario de Córdoba (2006) «Uno de cada cuatro bloques de San Martín de Porres ya está en obras», Diario de Córdoba, 13 de abril.
Zarza, Lucía (2006) «Un proyecto en busca del cambio social», Diario de Córdoba, 17 de febrero.
Niza, Juan M. (2005) «Primera licencia para mejorar pisos en San Martín de Porres», Diario de Córdoba, 17 de mayo.
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