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País/Estado — España
Región según Naciones Unidas — Europa
Región ecológica — costera
Ámbito de la actuación — metropolitana
Agentes — gobierno central; gobierno regional; gobierno local.Categorías — Procesos de planificación urbana y regional: remodelación urbana; gestión y resolución de conflictos; planeamiento urbano y metropolitano.
c/ Mar 12 Entl, CP: 08930, Sant Adrià de Besòs (Barcelona), Barcelona, España. Tel: +34 93 462 00 20; Fax: +34 93 381 37 44Web: htp://www.barrimina.cat
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La propuesta del Plan de Transformación del barrio de La Mina supone ir mas allá de la rehabilitación urbana, aproximándose desde una perspectiva amplia donde los aspectos sociales, económicos, culturales y urbanísticos se integren en un proyecto de carácter holístico, cuyo ojetivo es abrir un nuevo escenario de habitabilidad en el barrio. La estrategia de la transformación pasa por una intervención radical, una acción interior sobre el espacio central, una acción que será al mismo tiempo ruptura y sutura. Supone reciclar para generar nuevas condiciones en el hábitat, y determina un nuevo escenario flexible y abierto, sobre el cual construir una estrategia necesaria de renovación y revitalización.
El contenido de la propuesta urbanística se basa en la construcción de una nueva columna vertebral, a modo de lugar central y de referencia del nuevo barrio, que estructure y alimente a las edificaciones existentes y a las nuevas, generando un espacio de relación entre las nuevas actividades cívicas, sociales, económicas y culturales del barrio.
El Plan Integral va acompañado del Plan de Actuación Social, que se estructura en siete grandes apartados: 1. formación e integración sociolaboral; 2. conciliación de la vida familiar y laboral; 3. desarrollo económico; 4. participación y desarrollo comunitario; 5. mejora de la convivencia y civismo; 6. apoyo social y educativo y 7. espacio público y civismo, de los que ya se han realizado más de setenta acciones y programas.
La Mina es hoy un barrio normalizado en muchos aspectos, y en vías de normalización en aquellos que piden mayor atención y trabajo en un plazo mayor. Los programas de inserción sociolaboral han dado resultados, destacando los programas de especial atención al colectivo drogodependiente, a las personas con disminuciones y a la comunidad gitana. La ampliación de servicios familiares ha contribuido a conciliar la vida laboral y familiar y a facilitar el acceso de la mujer al mundo del trabajo, mejorando la economía doméstica. Otras acciones se orientan a la sensibilización ambiental, a la convivencia y al civismo. En definitiva, esta práctica nos ha mostrado una Mina que mira al futuro con ojos nuevos, porque ve que la transformación es ya una realidad.
El barrio de La Mina es el resultado de una actuación surgida en 1969, cuyo objetivo era la erradicación de diferentes núcleos de infraviviendas en el área metropolitana de Barcelona. Se trataba de un barrio marginal en todos los conceptos: física, social, urbanística y económicamente, y además con un porcentaje muy significativo del pueblo gitano.
El establecimiento de las prioridades nace del compromiso institucional entre las administraciones que constituyen el Consorcio del barrio de La Mina: la Generalitat de Catalunya, el Ayuntamiento de Sant Adrià de Besòs, la Diputación de Barcelona y el Ayuntamiento de Barcelona, conscientes de la gravedad de la problemática urbanística y social del barrio, que durante los treinta años anteriores había acumulado gran cantidad de conflictividad cívica, social y económica.
Las prioridades se establecen en el Plan Urbanístico y en el Plan de Acción Social, elaborado de forma participativa por los vecinos y vecinas del barrio, y que se convertirán en la hoja de ruta de las transformaciones que, desde el año 2002, se llevan realizando en este barrio.
Los objetivos estratégicos, en respuesta a las problemáticas socioeconómicas que caracterizaban el barrio de La Mina, son:
Las estrategias alrededor de las cuales se desarrolla el Plan son las siguientes:
La constitución del Consorcio del barrio de La Mina, durante el año 2000, supone la base fundamental del compromiso de la inversión por parte de las administraciones comprometidas y unidas por la transformación del barrio de este barrio. La Generalitat de Catalunya aportó el 50% y las entidades locales —el Ayuntamiento de Sant Adrià de Besos, la Diputación de Barcelona y el Ayuntamiento de Barcelona— aportaron de forma conjunta el 50% restante.
También se han implicado otras entidades que no están consorciadas, que ayudan en un 8,1% a la financiación del Plan de Transformación: el Fondo Social Europeo, cuya aportación se realiza por la vía de la subvención global dentro del marco comunitario europeo de apoyo, así como el programa de iniciativa comunitaria URBAN.
Durante el desarrollo de sus actuaciones sobre el territorio, el Consorcio ha implicado a más entidades, como a la empresa municipal Gestión y Reactivación Municipal Plan Besós, S.A., que gestiona las viviendas y los locales comerciales del grupo de viviendas de La Mina. Además, el proceso de implementación del Plan de Transformación del barrio de La Mina ha contado, desde sus inicios, con la implicación de un amplio conjunto de las asociaciones y entidades del mismo barrio y de otras que trabajan en él.
Del importe total presupuestado en el año 2001, de 173,60 millones de euros, en la actualidad (inicios del año 2010), ya se llevan invertidos más del 85% del total del presupuesto inicial.
El 1 de septiembre de 2000, se constituyó el Consorcio del Barrio de la Mina, que responde a la voluntad de diferentes administraciones de lograr, de forma progresiva y en un periodo de diez años, una mejora sustancial del barrio. Un cambio que debe evidenciarse en la mejora de sus condiciones: sociales, educativas, cívicas, de seguridad, de urbanización, de lucha contra la exclusión social, de desarrollo de la vida comunitaria y de la vida asociativa. La finalidad general del Consorcio es dirigir, coordinar y ejecutar la aplicación del Plan de Transformación del barrio de La Mina.
El Plan de Transformación se fundamenta en dos grandes actuaciones: la actuación urbanística y la actuación social.
La primera se formalizó mediante la aprobación del documento urbanístico en el que definían las estrategias, los objetivos y las soluciones generales que se proponían para la transformación urbana del barrio, y que se materializó en diferentes actuaciones, tanto en el campo de la urbanización como el de la construcción de nuevos equipamientos y nuevas viviendas, así como en las actuaciones de mejora de las viviendas existentes. En este caso, la comunidad de vecinos del barrio participó ampliamente en el proceso, en las diferentes fases de su gestión, tanto en el inicio como en las fases posteriores de materialización urbanística. Para ello, se facilitó a la comunidad de vecinos soporte técnico y personal, con la finalidad de poder adaptar las solicitudes vecinales al marco legal vigente. Del diálogo con los vecinos y con las entidades del barrio se modificaron algunas de las propuestas inicialmente planteadas por el Consorcio y por el equipo redactor del plan urbanístico, de tal manera que el documento definitivamente aprobado, y que actualmente ya está ejecutado en su casi totalidad, contó con un amplio consenso por parte de la gente que vivía y trabajaba en el barrio.
Con respecto al Plan de Actuación Social, ha existido y existe en el barrio una amplia red de mesas de diálogo entre la administración representada por el Consorcio del Barrio de La Mina y los colectivos vecinales, disponiendo de un verdadero termómetro o indicador respecto a los cambios que se van llevando a cabo. De este modo, los programas sociales que se aplican tienen un elevado grado de versatilidad y adaptabilidad, necesarios en este tipo de actuaciones, de forma que permiten, con una gran facilidad, modificar y ajustar los planes sociales en función de las necesidades y de la evolución social del conjunto del barrio.
El Plan de Transformación de La Mina en sus dos vertientes, la social y la urbanística, ha sido ampliamente dialogado y participado por la comunidad del barrio.
Las actuaciones urbanísticas, enmarcadas principalmente dentro del Plan de Reordenación y Mejora del barrio de La Mina, elaborado entre los años 2001 y 2002, fue extensamente participado, por el conjunto de las asociaciones de vecinos y por la plataforma de entidades y asociaciones del barrio, mediante exposiciones, mesas de debate y un gran número de reuniones en las que se fortalecieron los sentimientos comunitarios hacia la construcción de una nueva realidad física, que empezaría a materializarse inmediatamente con la inauguración de las primeras obras en el año 2003.
Posteriormente, y respecto a las actuaciones de la piedra, se ha mantenido la participación en la toma de decisiones hasta la realidad actual, en la que se puede afirmar que , en el aspecto urbanístico, se trata de un barrio normalizado.
En las actuaciones de los programas sociales, los más de cincuenta proyectos ejecutados hasta el momento cuentan con las correspondientes mesas de seguimiento, en las que participa el conjunto de los vecinos y de las entidades del barrio. De estos programas desarrollados hay que destacar los éxitos obtenidos en la totalidad de los siete campos en los que se fundamenta el Plan de Actuación Social, siendo los beneficiarios de los mismos, en su mayoría, los habitantes del barrio de La Mina. Entre estos éxitos se destaca la formación e inserción laboral, la conciliación de la vida familiar y laboral, el desarrollo económico local, la participación y el desarrollo comunitario, la mejora de la convivencia y el civismo, el soporte social y educativo y el espacio público y el civismo.
La propuesta de transformación del barrio de La Mina supone ir más allá de la rehabilitación urbana, ya que su idea es aproximarse desde una perspectiva amplia, donde los aspectos sociales, económicos, culturales y urbanísticos se integren en un proyecto de alcance holístico capaz de abrir un nuevo escenario de habitabilidad en el barrio.
La experiencia del barrio de La Mina hay que situarla en las actuaciones de ‘reciclaje urbano’ llevadas a cabo en la ciudad consolidada en los últimos decenios predemocráticos, que conllevaron la creación masiva de polígonos residenciales de vivienda en gran parte de la periferia de las ciudades españolas. Se generó un barrio en el que la marginalidad tomó forma y mostró todas sus caras: marginalidad geográfica, social, física y económica, que han hecho de La Mina un modelo y un paradigma del conflicto.
Frente a esta situación, el Plan de Transformación de La Mina apuesta por la inclusión social frente a la exclusión, por la generación de espacios urbanos de calidad que otorguen carta de identidad al barrio frente a la cantidad de los mismos, así como por la diversidad en un sentido amplio: en la arquitectura, en la vivienda, en la composición humana y en los equipamientos, garantizándose el intercambio con el resto de la ciudad, entendida en su conjunto como un ecosistema urbano de relaciones entre seres humanos.
El carácter integral de la actuación garantiza los principios de sostenibilidad presentes en el plan de transformación en todas sus vertientes: la económica, con la recuperación de la inversión por las plusvalías generadas; la social, por las mejoras evidentes en los colectivos del barrio; la cultural, por la realización y construcción de equipamientos específicos con esta finalidad; la ambiental, por la optimización de los recursos naturales empleados, y la institucional, por la fortaleza y el compromiso de las instituciones que componen el Consorcio del barrio de La Mina.
De las principales lecciones aprendidas a partir de la experiencia de la transformación del barrio de La Mina, se pueden destacar las siguientes:
De forma general, con la actuación de la transformación del barrio de La Mina también se ha aprendido que el tiempo de la transformación física y el tiempo de la transformación social tienen espacios temporales muy diferentes, ya que si con el primero pueden ser suficientes periodos de diez años, con las transformaciones sociales el tiempo del cambio es más lento y precisa de una mayor y constante atención, por la fragilidad de los colectivos a los que va destinado.
Finalmente, es de destacar que la atención a la transformación urbana precisa de un marco de referencia y de un proceso estable, fijo y constante en el tiempo, mientras que con la transformación social los programas y planes para atender a la población precisan de un marco de mayor flexibilidad y capacidad de adaptación constante a los cambios.
Desde el Consorcio del barrio de La Mina y a través de la experiencia del Plan de Transformación, se han realizado diferentes experiencias de cooperación, entre las que cabe destacar las siguientes:
La innovación, en el caso del Plan de Transformación del barrio de La Mina, reside en la acción conjunta y transversal en este tipo de barrios también llamados desfavorecidos o débiles, en los que una acción única es incapaz de conseguir la transformación profunda que necesitan. Son fundamentales la transversalidad y la intensidad en la acción, desde los programas sociales y en la actuación del entorno urbanístico.
La intervención supone la introducción de algunos elementos de transferibilidad potencial:
Socio | 2005 | 2006 | 2007 | 2008 | 2009 |
Generalitat de Catalunya | 17,56 | 4,05 | 24,58 | 37,05 | 44,44 |
Ayuntamiento de Sant Adrià de Besòs | 1,52 | 1,27 | 2,29 | 1,98 | 23,37 |
Diputación de Barcelona | 2,21 | 0,58 | 9,78 | 13,86 | 13,38 |
Ayuntamiento de Barcelona | 5,40 | 0,58 | 5,26 | 7,97 | 7,69 |
Otras fuentes de Financiación | 73,32 | 93,34 | 58,09 | 39,14 | 11,12 |
Total (euros) | 39.156.246,40 | 51.643.950,97 | 6.853.435,27 | 2.688.303,78 | 2.785.526,55 |
Datos en tanto por ciento.
La actuación iniciada en el año 2001 tomó forma legal en el Programa de barrios y áreas urbanas de especial atención que la Generalitat de Catalunya viene desarrollando desde el año 2003, y al que ya se han acogido más de cien proyectos, entre los que se encuentran proyectos de intervención en tejidos y barrios residenciales de características similares a las del barrio de La Mina, y que tiene como prioridad la intervención integral de barrios con el objetivo de evitar su degradación y de mejorar las condiciones de los ciudadanos que residen en él, comportando tal actuación aspectos como la rehabilitación física, la sostenibilidad ambiental, el bienestar social y la dinamización económica.
La Ley 2/2004 de 4 de junio de mejora de barrios, áreas urbanas y ciudades que requieren una atención especial, es una ley aprobada por el Parlamento de Cataluña a través de la cual la Generalitat pretende dotar a las administraciones catalanas de los instrumentos necesarios para llevar a cabo intervenciones de cariz social y urbanístico en aquellos barrios de Cataluña que lo requieran. Los principales objetivos de esta ley son: generar un instrumento de redistribución social, promover la rehabilitación integral de barrios especiales, emprender acciones de mejora social para fomentar la cohesión y la integración en los barrios; mejorar la sostenibilidad ambiental y fomentar la dinamización económica.
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