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País/Estado — Argentina
Región según Naciones Unidas — América Latina
Región ecológica — continental
Ámbito de la actuación — nacional
Agentes — fundación; organización no gubernamental (ONG); agencia internacional; gobierno central; gobierno local; gobierno regional; sector privado.Categorías — Servicios sociales: grupos vulnerables (incluyendo a las mujeres). Infancia y adolescencia: de 0 a 9 años; de 10 años a la edad adulta; grupos vulnerables. Participación ciudadana y riqueza cultural: participación comunitaria; respeto a la diversidad cultural.
Reconquista 491 1er. Piso oficina 2, 1003 Buenos Aires, Argentina. Tel: +54 011 4311 6857E-mail: comunicacion@emmanuel.org.ar
Delportestraat 2, 3300 Tienen, Bélgica. Tel: +32 016 82 19Colaboración financiera.
205 Chausée de Wavre, 1050 Bruselas, Bélgica. Tel: +32 2 231 03 88.Web: http://www.bice.org/
88, Marechal Ney, 1180 Bruselas, Bélgica.Colaboración financiera.
Eleodoro Lobos 542, 1405 Buenos Aires, Argentina.Colaboración financiera.
Rue Franz Merjoy, 128/5, 1050 Bruselas, Bélgica.Colaboración financiera.
Avenida 9 de Julio 1925 piso 21 C1073ABA Buenos Aires, Argentina. Tel: +54 11 4379 3862/3861Colaboración financiera.
Calle 12 e/51 y 53 1900 La Plata, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Tel: +54 221 429 1035/1000Colaboración financiera.
México 1161 C1100ACA Buenos Aires, Argentina. Tel: +54 11 4124 5959Colaboración financiera.
Av. Alicia Moreau de Justo 1930, piso 4, C1107AFN Buenos Aires, Argentina. Tel: +54 11 4316 2300Colaboración financiera.
El presente proyecto tiene como objetivo promover el acogimiento familiar mediante el sistema de familias complementarias como un modelo autogestionario de acción integral y solidaria que posibilite que niños, niñas y adolescentes puedan ejercer su derecho a vivir y crecer en familia y que sus familias puedan asumir su rol, responsable y dignamente.
Esta propuesta intenta evitar la institucionalización de los niños, fortaleciendo a las familias con dificultades para la crianza de sus hijos, viabilizando la vida en familia de aquellos niños que por disposición judicial o administrativa se encuentran viviendo en instituciones. Esto se consigue formando agentes multiplicadores y sensibilizando a la comunidad en general para impulsar su participación.
Después de una extensa tarea de difusión, formación, articulación y acción con la ciudadanía, con funcionarios de los poderes judicial, legislativo y ejecutivo, con organizaciones de la sociedad civil y con profesionales y voluntarios, la Fundación Emmanuel instauró en el país el acogimiento familiar como viabilizador del ejercicio de los siguientes derechos:
Hoy, la Fundación Emmanuel es reconocida como un referente en la temática, siendo convocada desde distintos sectores como consultora en la materia.
La capacitación permitió la implementación de programas y proyectos desde esta perspectiva en todo el país.
Respecto a la difusión y promoción del acogimiento familiar, los diferentes encuentros que la fundación organizó a nivel nacional, regional e internacional habilitaron un espacio que no solamente permitió introducir el acogimiento familiar en Argentina, sino en América Latina, surgiendo de los mismos redes y acciones enfocadas al niño que no puede ejecer el derecho a vivir en familia. Hesta difusión ha ido desde los «Encuentros de reflexión y debate sobre el acogimiento familiar», de ámbito nacional, pasando por encuentros latinoamericanos sobre la temática, hasta el año 2003, cuando la Fundación Emmanuel organizó las XIII Conferencias Ifco «Desplegando la alas del acogimiento familiar», contando con participantes de 33 países y donde la presencia de profesionales, familias y jóvenes permitió amalgamar, desde la diversidad, un nuevo modelo de acción solidario. Todos los encuentros contaron con el apoyo y reconocimiento de los gobiernos nacional, provincial y municipal.
A su vez, lo expuesto dinamizó y potenció el impacto producido por las campañas de sensibilización dirigidas a la comunidad, generando mayor interés y participación de la ciudadanía en la temática.
Hasta el año 2005, la Ley de Patronato de Menores 10.903, vigente
desde 1919, disponía que, ante el hecho de que una persona menor de 18
años se encontrara en «peligro material o moral», debía
intervenir a un juez para su protección
. Así, en los
últimos 90 años, la respuesta habitual desde el Estado y por parte de
los jueces de menores frente a situaciones asistenciales fue
«separar a los niños y niñas de sus familias e
institucionalizarlos», privándolos de su libertad y de su
derecho a vivir en familia. Del mismo modo, las familias con
dificultades eran culpabilizadas
al negárseles el derecho
a pedir y recibir ayuda para poder ejercer su rol dignamente.
Las prioridades fueron construidas junto con distintos actores y sectores de la comunidad. Si bien el eje central de la iniciativa eran los niños y sus familias, era prioritario que funcionarios decisorios de políticas públicas, jueces, miembros de organizaciones sociales y de la comunidad en general se involucraran en esta acción.
El objetivo general de la iniciativa era el de promover el acogimiento familiar para que los niños puedan ejercer el derecho a vivir en familia y que sus familias tengan la posibilidad de ejercer su rol responsable y dignamente.
Objetivos específicos:
En el desarrollo de la iniciativa fue fundamental visualizar a los actores sociales como sujetos de derechos y protagonistas de cambio, por ello, fue necesario realizar acciones de sensibilización que posibilitaran generar en la comunidad mecanismos de participación y contención social. Las acciones de capacitación fueron construidas para expandir y multiplicar la metodología hacia distintas zonas.
A partir de la multiplicación del presente proyecto, se deberá considerar la incidencia de los sujetos sociales y de la realidad misma en la modificación de la legislación existente, ya que son los ciudadanos quienes, ejerciendo sus derechos y responsabilidades, participarán en el diseño, puesta en marcha y monitoreo de las acciones en su entorno.
La lógica que fundamenta las acciones de la iniciativa está orientada a potenciar los recursos existentes por un lado, y por otro, a maximizar y hacer más eficientes aquellos que se vayan incorporando.
La clave fue que los ejes centrales de la acción eran la difusión, la capacitación y la multiplicación. Esto habilitó un proceso a través del cual los actores sociales, involucrados en la medida en que se apropiaban de la iniciativa, producían también mecanismos en su entorno para que ésta pudiera ser implementada.
La capacitación de profesionales y voluntarios posibilitó, por un lado, la conformación de equipos especializados en la temática en los diferentes espacios, y por otro, instalar la temática en el ámbito universitario, generando como valor añadido la participación activa de estudiantes y graduados en los proyectos vinculados al acogimiento familiar, tanto en el sector público como en la sociedad civil.
La coparticipación de organismos nacionales e internacionales como fuente de recursos financieros permitió desarrollar los diferentes niveles de intervención y prioridades que surgieron en el proceso, y también el intercambio de experiencias desde esta mirada.
Por su parte, los organismos gubernamentales que se fueron incorporando en la propuesta redireccionaron la asignación de recursos, priorizando programas y acciones destinadas a la promoción de las familias y de cada uno de sus miembros, garantizando así su continuidad en el tiempo.
Para una mayor comprensión del desarrollo de este apartado, entendemos pertinente mencionar que, al inicio de la iniciativa, el acogimiento familiar no era conocido y menos aún llevado a cabo por ningún organismo gubernamental o no gubernamental en nuestro país. En este escenario, la Fundación Emmanuel, después de implementar y afianzar el programa de acogimiento familiar a nivel local, puso en marcha el presente proyecto para promover e instaurar el modelo de acogimiento familiar en todo el país.
Desde este marco, en el desarrollo del proyecto se fueron recorriendo
distintas etapas enmarcadas en el contexto histórico y sociopolítico
del país. Si bien en Argentina la Convención de Derechos del Niño fue
reconocida hace veinte años, recién se produjo la adecuación de las
leyes a sus principios en el año 2005 con la sanción de la Ley
Nacional 26.061. Es decir, al inicio de la iniciativa, el niño, lejos
de ser considerado un sujeto pleno de derecho, era un
objeto
del cual un juez podía disponer con total
discrecionalidad ante una «situación de peligro moral y
material». Esta realidad estaba naturalizada
para la
mayoría de los sectores.
En este contexto, en la primera etapa, el acogimiento familiar tuvo
una fuerte aceptación desde organizaciones sociales, centros
comunitarios, barriales, etc. Sin embargo, desde los funcionarios
judiciales y decisorios de políticas la propuesta era vista con
resistencia en algunos casos, y con desconfianza en otros. Del mismo
modo, otros tenían como modelo de referencia el acogimiento familiar
como sinónimo de colocación familiar
, familias
sustitutas
, guarda
..., modelos que no incluyen el
protagonismo de las familias de los niños acogidos y su
participación real en el proceso. Así, se desarrollaron las primeras
capacitaciones a miembros de organizaciones sociales, profesionales,
referentes barriales, familias y voluntarios en distintas zonas. El
producto de esta etapa fue la implementación de proyectos de
acogimiento familiar en función de las necesidades y particularidades
locales.
Estos primeros resultados, y la dinámica propia del proyecto, viabilizaron la inclusión de otros sectores sociales: miembros de organizaciones gubernamentales, funcionarios del poder judicial, medios de comunicación, etc. Así se inicia otra etapa centrada en afianzar lo realizado e iniciar el proceso de formación de nuevos actores con distintos roles y responsabilidades. Destacamos que este período se inscribe en un nuevo contexto sociopolítico del país, en el que se gestó la sanción de Ley Nacional de Protección de Derechos del Niño 26.061. En este marco se transitó la última etapa del proceso: se implementaron estrategias de difusión social a través de medios de comunicación locales y nacionales, se cumplimentaron las capacitaciones y se acompañó la puesta en marcha de proyectos en todo el territorio.
Las estrategias centradas en propiciar la participación activa de todos los actores y sectores hizo viable la apropiación de la iniciativa en los distintos ámbitos, y no desde una lógica impuesta desde fuera, sino considerando la realidad y particularidades de cada contexto.
Al realizarse desde una perspectiva participativa, las actividades de formación y evaluación consideraban los aportes y saberes de los participantes. Así mismo, las evaluaciones se realizaron colectivamente identificando logros y desafíos.
La puesta en marcha del proyecto contribuyó a instaurar el acogimiento familiar en todo el territorio nacional.
La evaluación de todo el proceso se realizó internamente a través del equipo base de la fundación y contemplando los resultados de la acción: diversos proyectos realizados por los actores capacitados y la incorporación del acogimiento familiar en los planes, los programas, y las políticas de las administración nacional, provincial y municipal.
Por último, señalamos que el acogimiento familiar está inscrito en un nuevo paradigma, una nueva mirada hacia el niño y su familia con dificultades. Esto impone un profundo cambio sociocultural que necesariamente requiere de tiempos de maduración individual y colectiva por parte de los distintos actores y sectores sociales. Por ello, si bien hoy el acogimiento familiar es reconocido por todos los sectores, aún resta el desafío de que este reconocimiento se plasme efectivamente en las prácticas en todo el país.
Los objetivos se fueron cumpliendo en las distintas etapas del proyecto. La medición se realizó analizando distintos indicadores, en evaluaciones de ajuste en el proceso, desde tres niveles:
Los resultados alcanzados a través de la presente iniciativa contribuyeron significativamente a instalar una nueva mirada hacie el niño y su familia con dificultades, lo que permitió:
Dos de los ejes centrales de la iniciativa fueron la capacitación y la participación activa de los diversos actores y sectores de la sociedad. En el devenir del proceso, la implementación articulada y coordinada de estos ejes habilitó la construcción de la sostenibilidad necesaria para la continuidad del proyecto.
Así, se han puesto en marcha programas y acciones desde la perspectiva del acogimiento familiar en distintos contextos con la acción articulada de organizaciones sociales, gubernamentales y de la comunidad en general.
En la misma dirección, al generar políticas de fortalecimiento familiar, las familias no sólo se fortalecieron en su rol de acompañar en el proceso de desarrollo e inclusión de sus hijos, sino que obtuvieron los recursos necesarios para constituirse en referentes de otras familias que estén transitando situaciones difíciles. Todos estos elementos, en interrelación permanente, se retroalimentan generando un entramado solidario que ha propiciado que niñas, niños y adolescentes ejerzan plenamente sus derechos.
Las acciones propuestas en esta iniciativa tienen un bajo costo financiero y un alto rendimiento e impacto social, dado que promueven un corte en el circuito de marginación y posibilitan el ejercicio real de los derechos del niño y de la familia.
comadres,
familias de crianza,
madres de leche, etc.
Cabe destacar también la conformación de las redes zonales, que potencian y dinamizan la acción, y de los proyectos que se cogestionan entre las organizaciones de la sociedad civil, el Estado, la comunidad.
Las principales lecciones aprendidas durante el desarrollo de la iniciativa son:
Estas lecciones han contribuido a modificar el diseño y puesta en
marcha de los planes, los programas y las políticas públicas dirigidas a
los niños y a sus familias. En relación al Estado, se llevaron a cabo
acciones centradas en el fortalecimiento y el acogimiento familiar,
integrando a las organizaciones sociales y a la comunidad en general.
En este sentido, debemos señalar que, a pesar de los cambios
mencionados, aún persisten algunas políticas clientelistas
que consideran al otro
un cliente
y no un
sujeto de derecho de la política pública. Por su parte, las
organizaciones de la sociedad civil rediseñaron sus programas desde la
perspectiva del acogimiento familiar, consolidaron la modalidad de
trabajo en red con otros actores y sectores a nivel local y regional y
asumieron un rol protagónico en la promoción del derecho del niño a
vivir y crecer en familia y en su entorno.
Respecto a qué haríamos de manera diferente para mejorar o transferir la experiencia, señalamos que al momento de iniciarla, la institucionalización del niño cuando su familia transitaba dificultades en su crianza era casi la única respuesta. En este escenario, aprendimos a respetar los tiempos de procesamiento individual, familiar y colectivo que la interiorización de un nuevo modelo de acción solidaria e integral para niños y familias requería. En la misma dirección, implementar acciones desde la perspectiva del acogimiento familiar implica la participación y el compromiso de todos los actores involucrados.
El propósito de la transferencia es la promoción, transmisión y multiplicación de una acción que propicia el ejercicio del derecho del niño a vivir y crecer en familia y de sus familias a asumir un rol protagonista en la crianza de sus hijos y dentro de su entorno.
El efecto multiplicador de la iniciativa permitió desarrollar programas desde la perspectiva del acogimiento familiar según la idiosincrasia y las características de cada zona.
Los resultados positivos generaron que los organismos de las administraciones nacional, provincial y municipal, y las organizaciones locales y regionales rediseñaran sus planes y programas desde esta perspectiva.
Los beneficiarios directos de la iniciativa son las niñas y niños y sus
familias que, fortalecidos en el ejercicio de sus derechos, han dejado
de ser visualizados como una carga
para la sociedad, convirtiéndose
en protagonistas de su núcleo y de su comunidad. Del mismo modo,
organizaciones sociales, organismos del estado y la ciudadanía en general,
tienen una nueva mirada de la realidad, potenciando y maximizando
su forma de actuar mediante una acción articulada y coordinadamente.
Un proceso de transferencia genera que las prácticas institucionales
se retroalimenten y se enriquezcan en el intercambio con
otros
, pero lo
más significativo de la transferencia es visualizar el proceso de
transformación, potencialización y recreación de la iniciativa desde
la diversidad de los actores de otros contextos (identidad, cultura,
historia...).
El proceso fue realizado por el equipo base de la Fundación Emmanuel, en el que se integraron referentes locales. Los costos operativos fueron cubiertos por los convenios de cooperación con organismos gubernamentales locales, provinciales o nacionales.
Cuestiones a contemplar en un proceso de transferencia:
Socio | 2005 | 2006 | 2007 | 2008 | 2009 |
Gobierno Nacional | 14 | 34 | 10 | 6 | 7 |
Municipio de La Plata | 2 | 3 | 5 | 4 | 5 |
Municipio Buenos Aires | 3 | 4 | |||
Focolares | 5 | 5 | 6 | 9 | 8 |
BICE | 28 | 6 | 14 | 22 | |
Emmanuel Argentina en Bélgica ASBL | 51 | 28 | 52 | 30 | 14 |
Soutien de La Croix | 13 | 13 | 20 | ||
Talitha Koum ASBL | 13 | ||||
Empresas (Solvay Indupa, Mastercard, etc.) | 11 | 14 | 17 | 17 | 16 |
Donantes particulares | 4 | 3 | 4 | 4 | 4 |
Presupuesto total (en dólares EE.UU.) | 110.888 | 119.391 | 99.317 | 120.336 | 95.479 |
Nuestra práctica se sustenta en los derechos proclamados en la Convención Internacional de los Derechos del Niño (en nuestro país la Ley 23.849 y el artículo 75, inciso 22 de la Constitución Nacional). Después de 20 años, el 21 de octubre de 2005 los legisladores argentinos promulgaron la Ley Nacional 26.061 de promoción integral de derechos de los niños, niñas y adolescentes, que fue reglamentada en el año 2006. Respecto a los cambios producidos señalamos que, si bien estamos atravesando un período de transición en lo que respecta a los canales operativos en la aplicación de la ley, si se están modificando las prácticas.
En este sentido, entendemos que los aportes desde acciones concretas de promoción, difusión, asesoramiento y capacitación sobre el derecho del niño a vivir en familia «desde el fortalecimiento y promoción de su familia o desde el acogimiento familiar» propició la multiplicación de la experiencia en organismos nacionales, municipales y provinciales.
Nuestra experiencia en la temática y el interés que generaron en ámbitos legislativos, judiciales y académicos los fundamentos del Proyecto de Ley El acogimiento familiar, un derecho de familia, elaborado por profesionales de Fundación Emmanuel, la posicionaron como pionera y referente en la materia, siendo convocada como consultora y asesora en esta temática para el proceso de conformación y reglamentación de la legislación vigente.
La Nación (2008) «Chicos en tránsito, padres por un tiempo limitado», Diario La Nación, suplemento Comunidad / Familia y Valores. 16 de febrero.
La Nación (2007) «La familia, por encima de todo», Diario La Nación, suplemento Comunidad / Familia y Valores. 15 de septiembre.
s.a. (2007) «Necesito que me quieras», Hacer Familia, junio-julio.
Association Femmes d'Europe (2007) «Argentine. Colonia Urquiza, Melchor Romero. Fundacion Emmanuel. Installation du Chauffage pour une garderie», Projet du Mois, enero.
s.a. (2006) «Un proyecto para dar: Siempre en familia», Ciudad Nueva, julio.
s.a. (2006) «Inauguración del Centro Tía Kikí», Sin Límites, mayo.
s.a. (2005) «Fundación Emmanuel Proyecta: un Centro Materno Infantil», Milenio Cooperativo Abasto, enero.
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